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domingo, 26 de abril de 2015

27ª Jornada/VIII año: Miércoles, 22 de abril de 2015

"La primavera", Sandro Botticelli (1478)


1. Paloma Sánchez. La primavera se va encarnando por turno en los tertulianos:

¡Tilín, tilón! Suena la campanilla de hotel antiguo, Rocío habla al fondo Sur para implorar su silencio.  Dos minutos tensos y el Maestro cargado de paciencia dice -Hoy hace la bitácora la señorita Paloma- (No sé cómo interpretar lo de señorita, ahora que me llaman señora).  Nadie contaba con la visitante indiscreta de la primavera que se va encarnando por turno en los tertulianos, en el mes de abril. Esta vez le toca a Fenoy que mientras bromea (no se le entiende bien) articula en lenguaje de proletarios alguna broma más bien picante y se ríe él solo y se pone muy coloradote y sofocado. Silencio por fin, silencio.

Empieza Amelia, bueno más bien acaba, está a punto de escribir FIN en la última página de su libro mi amante es una araña después de seis años embrollada en una tela sutil y pegajosa (por no hablar de la faena de bregar con semejante especie). Lo sorprendente es que la escenificación de esa unión poética o lo que sea, voy a hacerla yo, que está escrita para mí (ya imagino mi cuerpo envuelto en seda). Ahora dejo paso a lo importante, a las palabras de Amelia, cogidas al vuelo.

…La maleza se vuelve resbaladiza cuando la roza el agua y no escucha el lamento de la hierba…Yo, tengo un orifico por donde corre el tiempo… Pasto sobre el vacío y su catástrofe.. Este es el penúltimo poema… Ah, si pudiese nutrirme de los días del agua en el sabor jugoso de su esencia. Descalza en los páramos, mi amante es una araña que teje cada día la red donde yo existo, para poder vivirse.

 Juan Antonio parece no estar infectado por el virus de la primavera, nos lee lo que él llama la cuadratura del círculo. Cuadratura del círculo es meter el bipartidismo en un poema rimado, pero cuando imaginamos que está libre del virus primaveral nos sorprende sacando melones fuera, que dan lugar a todo tipo de comentarios. Fenoy se acalora de nuevo y al tribuno primero le ha crecido el tupé más de la cuenta. Definitivamente el Maestro quita los melones de en medio.

Rocío vuelve a su barrio: La pastilla de jabón Lagarto. Se desnudó con torpeza delante de mí…pensaba que todo el mundo usaba gel… ahora no hay pelo pero lo hubo… mi abuelo y yo, fuimos siempre de pocas palabras… Rocío ha encontrado a sus personajes danzando por su casa y dice que está personajeando, uno de ellos abrirá la puerta sin rozar la llaveVenga, venga, que ya están los sentimientos en la nevera ¿porqué le inventaría yo tan chillón… van saliendo de sus historias y entrando en la mía… como un paquete de folios con ojos, que caen unos sobre otros suspendidos en el aire de nuevo…  

Isabel: Tantos desmanes que nos ocultan la alegría en los rostros, este tiempo tan gris de la  memoria.

Y nuestro León que ya no puede salir de su novela contemplativa, se mete en casas moriscas y, sublimado, explica que después de llave sin casa viene la casa sin llave… No hay lugar como tu huerto… ya se ha cumplido el destino del sol…Ojalá los herederos de los antepasados puedan contemplar…Todas las religiones están sentenciadas a muerte…  

Alberto parece un personaje reservado e intenso, ha venido varias veces pero le ha costado sacar un relato de la chistera, dice así: jajajá.

¡Ay madre! que me divertí tanto que no puedo transcribir las palabras. Recuerdo que el vino le parecía un mundo para elegidos y que el pobre tenía que ir a un hotel, antes de que su mujer consumara su unión con el profesor de baile de salón, moreno, porteño y desenvuelto. 

Paloma Sánchez
26 de abril de 2015











2. Javier Díaz Gil. Ascensores insuficientemente inventados:

Tomo el relevo de Paloma para recoger la bitácora de hoy. Tras la lectura de Alberto, relato que le han premiado recientemente dicho sea de paso y con todo merecimiento, lee Paco Fenoy su texto denso dedicado a la Transición. Volvemos a opinar que es difícil conjugar el discurso dialéctico con la poesía.

Paloma Sánchez lee el que ha colocado como primer capítulo de su novela: De cómo nace Jorge en una familia de Fellini. Buen ritmo, creemos que debe ir adelantando en el final del capítulo cosas que sucederán más adelante para despertar la intriga del lector.

Fede Monroy que está metido en una reforma y le han cambiado de trabajo anda un poco de cabeza pero nos trae un poema titulado Antes que el ardor nos haga cómplices. ¿Ardor, pasión, piel? División de opiniones.

Turno de Leo Varela. Ella no lee ningún texto suyo pero trae un poema de nuestro compañero argentino Horacio Herrera titulado Máscaras, de su libro Esparcir de 2004. Poesía, reflexión, tono discursivo. Da pie a la conversación. Nuestro amigo Horacio estará en Buenos Aires ahora pero le tenemos presente y aquí en el Santander"se ha sentado" hoy junto a nosotros.

Cinta nos cuenta que está leyendo un libro del autor iraní: Kader Abdolah, El reflejo de las palabras. Es la historia de un escritor en Irán y de cómo llegó a ser escritor. Nos dice Cinta que ha escrito un texto durante la Tertulia a partir del poema leído por Isa Morión titulado el ascensor. Nos lo lee. Buen trabajo. Y trae también un soneto que escribió hace algunos años (¿quince años?) para chinchar a Carlos Ceballos cuando compartieron en esa época taller literario. A Carlos en el camino del Taller.

Hoy la Tertulia ha sido un entrar y salir de compañeros, quizá el fútbol que empieza a las 20.45 h, un Madrid-Atleti de la Champions, tiene la culpa. Ay, el fútbol.

Cerramos tertulia con la anécdota que cuenta León sobre Borges, nunca subía en ascensor porque decía que estaba insuficientemente inventado.

Despedimos Tertulia en la que entraron y salieron Amelia, Juan Antonio, Rocío, Enrique, Isa Morión, León, Alberto Ramos, Fenoy, Juan Manuel, Paloma Sánchez, Javier, Fede Monroy, Vicente, Leo, Cinta y Ana Gonz.


Javier Díaz Gil
26 de abril de 2015

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