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domingo, 21 de noviembre de 2010

7ª Jornada/IV Año: Miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jam Session rascamanera en Diablos Azules. 17 de noviembre de 2010

Esta tarde la Tertulia Rascamán iba a protagonizar su particular Jam Session en la sala Diablos Azules de Madrid, pero eso sería a las 20.00 horas. Antes se reunía como cada miércoles a las 18.00 horas en el café Ruiz para celebrar su habitual Tertulia.

Todo era un poco caótico. Los nervios previos a la lectura, la llegada al café de los compañeros y amigos que nos acompañarían llenaban las sillas del café.

Rocío, Juan Antonio, Enrique López Clavel, María Juristo, José Huete, Ana González, Mª Antonia, Javier, Celia, Vicente, Celeste, Carmenfron, Sagrario, León, Paloma...

Y como queriendo no perder el tiempo, Ismael nos soltó el tema de discusión que quería plantear en la mesa y que ya nos había anunciado unos días antes por correo electrónico. Pretendía esclarecer qué era todo eso de "conflicto", "trama", "argumento", "tema"...

Y ya lo creo que lo logró. Discutimos sobre ello y algo aclaramos. Ismael me ha enviado su resumen particular de lo hablado y aquí os lo incluyo:


¿Debe existir un CONFLICTO en un relato o en un cuento? ¿Es un elemento imprescindible?


La cuestión no es pacífica, pero en el debate mantenido en la última tertulia la balanza se inclinó claramente al sí, sí es necesario un buen conflicto. En el momento en el que no haya un Conflicto estaríamos ante una semblanza o una descripción pero no ante un Relato o Cuento.


El relatista Juan Carlos Márquez dijo en su día que la clave del relato es tener un buen conflicto, un buen gancho que atrapa al lector.



Pero, ¿Qué es el CONFLICTO en una obra literaria?


Aún más compleja que la pregunta anterior, podríamos atrevernos a decir que es un problema que surge para ser resuelto, una pregunta que espera respuesta o, en sentido más amplio, una tensión por resolver.


Este conflicto puede manifestarse de muchas maneras, puede ser definido o indefinido, expreso o implícito, espiritual o carnal, etc.


De lo que no cabe ninguna duda es que no hay que confundir el término conflicto con la complicación o la trama.


La COMPLICACIÓN es un elemento estructural: es la acción que desencadena la historia y que aparece en un momento concreto del relato o cuento; a diferencia del conflicto que no es un elemento estructural y que puede englobar de la primera a la última palabra de la obra.


La TRAMA es según la RAE, el conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. En otra acepción, la RAE define la TRAMA como la disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.


Por último, en la tertulia se equiparó de forma metafórica al conflicto con EL COCODRILO que en un momento del relato o cuento debe de aparecer, como el momento en que encontramos el cadáver en la bañera. En todo relato aparece en un momento dado un COCODRILO. Bajo mi punto de vista el símil del cocodrilo está más próximo del término Complicación que al Conflicto.


Sigamos discutiendo.


Y casi, poco más. Paloma nos leyó un poema nuevo que quería leer en Diablos Azules para que le diéramos nuestra opinión y a las 19.30 pagamos nuestras consumiciones, recogimos los cuadernos y los libros y marchamos a la calle Apodaca número 6 de Madrid donde está el local en el que íbamos a hacer la lectura, Diablos Azules.

Confieso que después de la lectura de 14 de los componentes de la Tertulia me fuí feliz. Aún hay más compañeros de Tertulia, y espero que pronto nos ofrezcan sus relatos y poemas.

Así, pasaron por el escenario de la sala y por este orden, los siguientes autores:


- Javier Díaz Gil (poeta)

- María Juristo (poeta)

- Celeste Lamas (poeta)

- Juan Antonio Arroyo (narrador)

- Aureliano Cañadas (poeta)

- José León Cano (poeta)

- Carlos Fajardo (poeta)

- Ana González (narradora)

- Mª Antonia Copado (poeta)

- Celia Cañadas (poeta)

- Sagrario del Peral (poeta)

- Carmen Frontera (narradora)

- Paloma (poeta)

- Rocío Díaz Gómez (narradora)

Esta Jam Session rascamanera fue todo un éxito.


Ismael Constantinopla
21 de noviembre de 2010



Javier Díaz Gil
21 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

6ª Jornada/IV Año: Miércoles, 11 de noviembre de 2010

De leones, gatos, palomas y del pasado.


Hay miércoles donde todas las ausencias se encaminan a un lugar común, conocido y diferente. Hoy despeinados porque la manada no esta, no somos los habituales. Ni siquiera yo lo soy, porque me paseo en el calendario a tropezones y con la discontinuidad del corazón de un infartado, como los dolores de las parturientas, ahora viene la contracción, todo el dolor, ahora reposa.

En las sillas de madera centenaria del Café Ruiz, están nuevos o recientes personajes en esta trayectoria de tertulia itinerante. Hay un león, copados, celestes... en otra orilla un río rojo que se funde en los espejos.

La tarde confundida y viajera, nosotros sin saberlo recibiriamos la visita de un pasado y sus voces. Un pasado que se acercaba a última hora de la tarde, unas mujeres que traían versos de memoria, la timidez de una zarzuela de pescado ante un gato relamido y la simpatía de los niños traviesos.

Las palomas versifican con los picos en alto y la voracidad de ratas hambrientas, porque las palabras son muchas y necesitan ser escuchadas.

Estamos aquí nosotros y nuestros naufragios, las mujeres del ayer, sólo las reconozco yo, porque los ausentes no pueden verlas y los presentes no son añejos en estos tiempos de tertulias, cuando en Villaverde, nos reuniamos en Ágata, durante años, hace ya tanto tiempo. Mi hija era un bebé, yo mil veces más joven, hoy reencarnada se produce el milagro del encuentro, ellas tratan con Merlin en las ondas y nos invitan a compartir la magia.

Prometen volver, los tiempos se funden y en Madrid sigue cayendo hojas.

Sagrario del Peral
21 de diciembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

5ª Jornada/IV Año: Miércoles, 3 de noviembre de 2010

una meriendita con bizcocho y todo...

Ay Mari, que por fin el otro día me decidí y me fui a una de esas tertulias que hay por Madrid. Hija qué apuro que pasé, porque llego y no había nadie. Y claro yo había leído que era desde las seis, pero allí a las seis ni el apuntador. Y las seis y cinco y a las seis y diez... Y chica ni el gato. Yo le preguntaba a la camarera, y ella que sí, que sí, me juraba y perjuraba la muchacha que sí que venían. Pero yo ya con un apuro, pensando ¡ay madre! a ver si esto va a ser esto uno de esos programas de la cámara escondida y me veo pasado mañana en la tele con una cara de panoli que ni te cuento... Que fíjate tú hasta lo que pensaba. Pero al final allí que fueron llegando. Más raros Mari, más raros que un perro verde... Espera que te cuento.

La primera que llegó una tal Rocío, que lo primero que hizo fue pedirse una meriendita con bizcocho y todo, que no veas cómo se cuidan estos tertulianos. Y la camarera, la camarera tenías que haberla visto las fiestas que la hizo cuando dijo que esta vez sí, que esta vez sí que quería bizcocho. Y claro yo me pregunté pero la tertulia era de libros o de comidas... Porque claro una alegría con el bollo en cuestión que yo no me explicaba. Total que la camarera al final trajo la meriendita con una sonrisa de oreja a oreja y una cara de ser amigas de toda la vida... Y yo miraba a esta chica, a Rocío, y miraba el bizcocho, y no te creas que no me daban ganas de pedirme yo otro, pero pensé que menudo plan hubiera sido ponerme yo a comer y que luego me dijeran que leyera y fíjate tú con la boca llena... Imagínate, allí saliéndome disparados los versos entre migas... El apuro tan grande, pero tan grande, que iba a pasar. Que ya es bastante ser la nueva, que quieras que no se fijarán en ti, porque cómo los demás ya se conocen del derecho y del revés, pues a ver a quién van a mirar, a la nueva... Como si lo estuviera viendo. Total que no me decidí y me contenté con esperar sin nada en el cuerpo a que llegaran los demás.

Y llegó una señora muy amable, que se llamaba María y que saludó a esta primera y ahí las tienes, tan contentas las dos, que se pusieron a charlar tan ricamente. No desde luego, tertuliar, tertuliar, tertulian... pensaba yo para mis adentros, pero sin decir ni mu claro, Dios me libre... Y luego casi a continuación llegó un chico, bien de raro, muy acelerado que creo que se llamaba Vicente que confesó allí mismo que lo suyo hubiera sido estudiar psiquiatría. Y María le decía: Pues estás a tiempo... Y él, no, no... Y en esto que llegó un tal Javier, que vino diciendo que ya había avisado de que tenía un curso... Creo que este es el coordinador. Creo. Y dejaron de hablar de eso.

En fin... y que poco a poco ya íbamos siendo unos poquitos. Pero no te creas Mari que de lo de leer y escribir nada, que de eso chica no hablaban, que vaya si les costó arrancar... Hasta que ya por fin María les recitó un poema de memoria. ¡De memoria! Mari que lo recitó. Madre mía los sudores que me entraron de verla, que yo pensaba ¡anda que como me dijeran a mí que lo tengo que recitar de memoria! Apañada iba... Y menudo espectáculo. Me muero. Mari que yo no me los sé, que yo los leo, pero sabérmelos así de memorieta, un verso detrás de otro... Chica como que no, que me pongo atacadita, y empiezo a tartamudear y se me enredan las palabras con la lengua, y la lengua con las palabras, y vamos que el espectáculo que puedo dar... ni te cuento. Y qué además que no hay necesidad, digo yo. ¿No te parece Mari? Y en estas estaba yo sufriendo por dentro de pensar que si me tocara a mí me iba a morir a chorros, me moriría seguro, pero ellos no te creas, tan panchos, a lo suyo, ahí hilvanando un tema con otro y este con otro, pero vamos que conversación no les faltaba... Que el tal Javier ahí diciéndole que qué paradójico el poema María, esa forma de ver la muerte en lo bello... ¡Unas cosas que le decía! Cuando de pronto el tal Vicente se poner a hablar con Rocío sobre si es lo mismo: Reanudar que Reiniciar... Échale... Y un discurso con eso... Que si a menudo se dice mal, porque es una palabra derivada desde un punto de vista morfológico, que puede ser un prefijo más un verbo o un prefijo más un sustantivo... Y la biblia en verso Mari, la biblia en verso. Que yo ya no sabía a quién atender. Si a lo que decían del poema o a lo que decían de esas palabras y el partido de fútbol que se reanudaba y no se reiniciaba... Que desde luego la que se iba a reiniciar era yo, porque entre unas cosas y otras yo me estaba poniendo ya malita, pero malita de acostarme, que a lo mejor lo de buscar una tertulia no había sido tan buena idea y hubiera estado más contenta en casa haciendo cualquier cosa pero sin necesidad de que nadie me pusiera en evidencia o la cabeza como un bombo ¿no crees Mari? Sí hija, sí, mientras yo ahí venga a pensar y a pensar pero no te creas, que ellos, ni enterarse...

Cuando yo no se por qué Mari comenzaron a hablar de un libro “Inés y la alegría” y de esta autora, Almudena Grandes. Y que si Almudena sí, que si Almudena no. Que lo único que me gusta es su ideología, pues a mí me está gustando mucho, que normalmente ahora todos los libros hablan de la guerra civil, que si ya es un tema recurrente... Chica que dale que te pego con la guerra civil y con Hitler y con Franco y los sociópatas... Y otra vez que yo ya no sabía si la tertulia era de comidas o era de política o de qué narices era... Porque Mari a mí es que me tenían descolocaíta... descolocaíta perdida. Y hasta que por fin este chico, Vicente, hija sí los nombres no veas si me los aprendí bien, es que tampoco eran tantos... Bueno pues este chico habló de un libro que parece ser que es muy importante. Aquí lo tengo yo muy bien apuntaíto. Que por fin pude sacar el bolígrafo y escribir algo Mari, que veía que me venía a casa malita de acostarme pero sin estrenar el cuaderno, después de la carrera que me había dado a comprármelo...

El arpa de hierba” de Truman Capote. Bueno ya si te digo la verdad, no sé ni si lo apunté bien, porque este chico como habla tan deprisa, y dice tantas cosas, pues ya no sé... Creo que era a cuento del sonido del viento sobre la hierba. Creo que sí, a mí chica eso me sonó tan bonito, tan requetebonito, que aquí también que me lo apunté. Y luego habló de otro libro también de ese Truman, que debió ser una buena pieza por lo que decían, que dejó sin terminar: “Plegarias nosequé” porque chica ahora resulta que lo apunté tan deprisa que ni me entiendo la letra. Algo de derrotada o derramadas o derronosequé... Bueno ya me enteraré y te lo digo. Porque a todo esto, el chico seguía diciendo unas cosas... hija que qué difícil era seguirle... Porque mira, mira también lo que me apunté: “Se derraman más lágrimas por los deseos cumplidos que por los no cumplidos”. Que éste me lo he apuntado muy bien apuntaíto porque al primer reproche que me haga mi Juan por algo, ahí que me planto yo delante de él y se lo zasco: “Se derraman más lágrimas por los deseos cumplidos Juan, que por los no cumplidos” así mismo que se lo voy a decir, c por b, y ya verás, ya verás, como al menos le tengo calladito toda la tarde... Que me lo estoy imaginando Mari, me lo estoy imaginando: Ahí me tienes a mí diciéndoselo y a él mirándome con ojos de besugo frito, pegándosele la lengua al paladar, dándose media vuelta y otra vez al sillón a ver la tele y tan contentos los dos toda la tarde...

En esto que había llegado otra señora a la tertulia, una que se llamaba Carmen, CarmenFron decían, que no me preguntes de qué viene porque ni idea, aunque te digo que con este lío que hay ahora con los apellidos, chica, cualquier cosa... Vete tú a saber...

Cuando de pronto va el tal Javier y pregunta al aire: ¿Qué es mejor quedarse o irse? Madre mía... Mari... que otra vez yo no sabía de qué iba eso... Porque mientras decían libros y autores y libros pues yo con apuntar lo tenía solucionao... Pero así ya una pregunta tan directa y tan difícil... Pues hija que yo no sabía ni qué contestar... ¿Pero qué clase de tertulia es esta? Que hablan de esas cosas tan raras... Casi prefería que hubieran seguido hablando de la guerra civil, al menos me suena... Y ahí que llegó otra muchacha, la última que vino: Celia.

Pero entretenida la tertulia esa, entretenida, vaya si era Mari, que fue llegar esta muchacha y ponerse todos a hablar que si de las antigüedades, que si los dobladillos que mal los hacen en Zara, que si uno se agarra a los objetos por agarrarse a algo... Y claro hija yo tan pronto estaba en mi salsa con eso de Zara que ya iba yo a meter baza, cuando de pronto me estaban hablando de que si lo importante era la felicidad y que si algo te hace feliz pues adelante... Y claro ya una pues se quedaba cortada porque ya otra vez la tertulia subía a las lámparas y yo hija a esos niveles... pues como que me pierdo y me da vértigo y más siendo la nueva. Ya me comprendes ¿no? Lo que te quiero decir...

Después aquella del apellido extraño, CarmenFron, leyó un relato más extraño aún que su apellido: “Hospital de muñecas”. Hija, una grima que daba el relato... Pero una grima de ni te menees. Comenzaba así: “No sabía cómo había llegado allí...”. Hasta ahí bien, pero después de unas muñecas colgadas de los árboles que era... Vamos de purito terror.

De ahí saltaron al relato de Rocío, la otra chica, la que había llegado la primera y que hija se tiró toda la tertulia venga a apuntar y a apuntar, que a ver si me hago amiguita de ella y me pasa los apuntes porque hija yo es que estaba tan perdida que ya ves, dos cosas que me he traído en el cuaderno, dos y para de contar. Pero esta chica parecía que la habían dado cuerda y dale que te pego venga a apuntar y a apuntar... Pues bueno pues ella leyó después un relato con mucho diálogo y allí que nos tuvo otro ratito entretenidos.

Y luego leyó el chiquito ese que venía del curso, el tal Javier, y dijo que iba a leer un haiku. Esto te lo digo tan bien dicho porque claro lo apunté porque yo no sabía ni que era eso... Hija es que a mi me hablas de poema y lo entiendo pero si ya me entras en florituras pues que quieres que te diga, al pan, pan y al vino, vino... Y yo creía que un poema era un poema aquí y en Japón. ¿Tú también verdad Mari? Pues no. Resulta que en Japón hay una clase de poemas que se llaman Haiku. Fíjate bien en la palabrita. Que es para echarla de comer aparte... Haiku. Y comenzaba así: “Es luna muerta...”

¿Otro de muertos y de miedo? Pensé yo inmediatamente. Pero parece que no, que era de mentira, vamos una imagen de esas que dices una cosa pero que luego resulta que estás diciendo otra... Bueno cosas de la poesía, qué te voy a explicar...

Y al final pues resulta que ponen deberes... ¡Deberes Mari! Que hace que yo no hago deberes desde el cole, pues aquí, échale guindas al pavo, que los ponen... Lo que faltaba. Y era escribir algo para el siguiente miércoles con dos frases:

- No acuses al mar de tu segundo naufragio” Publio Sirio

- “Cancelar es una manera de finalizar. Posponer no es finalizar sino paralizar por un tiempo, en principio, indefinido”.

¿Te has enterao Mari? Pues yo tampoco... Así que hija qué bien que hice con estar todo el rato sentada en la mesa de al lado. Pero qué bien, qué bien que hice. Cuánto me alegré de no decir que yo es que había ido a la tertulia. Porque hija lo hubiera pasado muy mal, porque una cosa es pensar mientras hablaban: aquí yo hubiera estado así o asá, que realmente estarlo ¿No crees? Pues claro mujer. Así que yo me quedé sentadita en la mesa de al lado con la antena puesta pero como si la cosa no fuera conmigo... A la camarera claro le hice una seña de que por favor no dijera nada de que había preguntado por ellos... Que ya veía yo que iba a decir algo la muchacha entre que iba y venía... Pero oye que bien lista que era, que en cuánto le hice la seña ella chitón. Y allí que estuve escuchándolo todo pero sin necesidad de pasarlo mal. Y yo es que no sé ni si voy a volver... Que me lo ando pensando Mari. Porque eran todos muy raros, muy, muy raros, de verdad que te lo digo, y tan pronto te hablaban de comidas, como de política, como de las películas de Bette Davis, como de la felicidad. Échale. De la felicidad Mari. ¿Y quién sabe lo que es eso? ¿Quién? El que lo sepa que levante el dedo, como decíamos en el cole. Si lo supiéramos, digo yo, que qué falta nos haría ir a tertulias ni a ningún otro sitio... ¿No te parece Mari? ¿No te parece? Pues eso, eso mismo es lo que pienso yo. Y déjate de tertulias y de pamplinas. Que tú sí que te explicas bien, Mari, pero que muy requetebién.



Rocío Díaz Gómez
5 de noviembre de 2010


sábado, 6 de noviembre de 2010

4ª Jornada/IV Año: Miércoles, 27 de octubre de 2010


no las dejaban salir de casa porque llegaba la Santa Compaña...

La tarde del 27 de octubre, en los días previos al puente de los muertos, allí tuvo lugar un reencuentro entre este ser que soy yo Sagrario del Peral con la vieja tertulia. Sus habitantes en los meses de mi ausencia se han multiplicado. Hoy me hice presencia, al llegar caras nuevas.

-Hola soy María Juristo
- Mª Antonia Copado, y tú quién eres?
-Yo, Sagrario del Peral.

A Javi y Rocío les sobran las presentaciones porque nos conocemos por estos enredados vericuetos de las palabras hace ya como 13 años largos y abrazados.

La familia Cañadas desembarca en el Ruiz y todo se precipita en una nube de dispersión, desorden y alborozo y es que Aureliano se escucha a si mismo en una grabadora que le trae Celia para su satisfacción casi infantil, tan alegre como un niño ante una heladería.

Aureliano en dicha grabación se ha hecho pasar por un personaje y asombrado se escucha atento, este personaje que un día nos desvelará y esperamos que comparta con nosotros le ha asignado el nombre de Alfredo Álvarez Merchant.

Los pasillos del Café Ruiz hoy se quedan pequeños para nuestro querido Aure, abstraído, ensimismado con su juguete y 6 horas de grabación dan para mucho, pero mucho mucho.

María Juristo nos lee de su libro (Descifrando la Nada)
Antonia Copado, nos dice que tiene un poema lésbico erótico... casi jaleamos el resto por escucharla.

"Sentí tus dedos bajo las sábanas..." la cosa promete.

Estas imágenes me trasladan al furor erótico y sexual de la poesía de Lucía Fraga, maravillosa recreadora del más alto erotismo, en ella pulsa y se satisface.

Por otro lado León está hasta las narices de que lo califiquen de sonetista porque él es enemigo de etiquetas como toda persona inteligente, hace muchas y más cosas en la lírica.

Javier nos lee su "Imitación de la vida".

Después llegan sonajeros, campanillas y el ruido de la alegría de Ana González, Carmen Frontera y Vicente González.

" Pero la luz es sombra de la nada" Antonio Gamoneda.

Y para alumbrarnos que mejor que unas cervezas que ruedan esplendorosas y gallegas, Estrella Galicia, refresca la tarde.

Javier lleva todo el azul junto a Rocío.

Las compañeras de la banda gallega se alborotan, esa Carmen de misterios y esa Ana de risas impares.

Aureliano tiene "Un ángel idiota".

Hoy traje conmigo la muerte de mi padre en un poema de cadáver y frío.

Celia tiene "Un sueño, 2 sueños, 3 siglos, si falta la mano sobre mi frente no me hará crecer".

Hay una calabaza para un cocido, el fin de semana tocan a muerto. Cuentan nuestras galleguiñas, cuando en la infancia de ambas no las dejaban salir de casa porque llegaba la Santa Compaña. Salían por sus tierras verdes con pan y trigo, las veladas se untaban de aceite en luna llena hacia el mar.

Ajos para espantar los espíritus.

A las 7,30 de la tarde Aureliano sigue apareciendo y desapareciendo con la grabadora adictiva en su mano.

El desorden y el caos reinan hoy en esta mesa centenaria.

La conversación se aloca , a Celia le proponen un cambio de tinte en su cabello corto y negro. Ella dice que tal un color fuego como el mio. La recomiendan tan sólo mechas y a mí que siga con todo el rojo en la vida y en el pelo.

Disparatados escucho a Vicente " Con el nº 1 cuchilla de afeitar y agua caliente"
"Ay va, ay va, hoy leo a Kirkegard" rememora Paloma.

Rocío en un esfuerzo casi sobrehumano consigue leer su relato sainetero: "La importancia de llamarse funcionario". Ella lleva chaqueta azul celeste, toda la guasa, vaqueros y zapatos bajo clásico. Arte para hacernos reír una "jartaá".

Copado se abanica yo también.
Javier imita a Joaquín Sabina.

Yo ando preparando el Cabaret de Letras Dispersas III y les hablo del actor Pedro María Sánchez al que invité en este evento próximo y si viene , biieen!!!

Este actor, niño prodigio, cantante, sumergido desde los 80 en el mejor teatro clásico que se ha hecho en este país, con personajes como Absalón, con cortos como Esposados de Juan Carlos Fresnadillo y protagonizado junto a Anabel Alonso.
Este ser impagable de talento ilimitado. Si él me hace el honor de leer conmigo en el Cabaret , aquí y ahora no puedo dejar de exclamar: " Olé, olé, olé... ea dicho queda!!!.

Este monstruo de la interpretación con la fuerza de la belleza puesta en escena y la inteligencia de un gran creador.

La tarde avanza pero no decae, caótica, ella la tarde se marcha, y nosotros con toda ella.

Sagrario del Peral
11 de noviembre de 2010