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jueves, 9 de agosto de 2012

34ª Jornada/V Año: Miércoles, 27 de junio de 2012

EL VENTILADOR


El ventilador hacía su trabajo.

También el Fútbol. Aquel día se celebraba la semifinal de la Eurocopa de Naciones, un acontecimiento decisivo en la reciente Historia de España.

A pesar de que la Tertulia Rascamán clausuraba su temporada de reuniones, el 27 de junio de 2012 sería recordado como el día en que la selección española de fútbol jugó un partido contra la selección de Portugal.

El ventilador giraba deprisa.

Fuera del Ruiz, en el mundo de la realidad, el paro, la prima de riesgo, el déficit y el bono a diez años seguían disparados. Los mercados financieros nos asediaban. El consumo de antipsicóticos y antidepresivos aumentaba. La perspectiva de emigrar al extranjero se presentaba como una alternativa razonable.

¿Qué hacía de aquel Partido algo tan importante? ¿Qué nos jugábamos en el Evento los ciudadanos del Reino de Spain? ¿Nos jugábamos más o menos que los protagonistas de la película de John Houston titulada Victory en la que un grupo de prisioneros del Campo de Concentración de Gensdorff se enfrentaban a una escuadra del ejército nazi?

Quién sabe. Este Mundo anda muy raro. Me recuerda a esa novela de Orson Scott Card titulada El Juego de Ender, en la que los protagonistas de la trama no saben a lo que juegan.

Sí, compañeros Literatos, nos enfrentamos a un contexto sociopolítico novedoso y cambiante en los avatares globalizadores de la Aldea Global. Y la pregunta es: ¿Qué hacemos? ¿Nos aferramos a la Poesía de la Experiencia o nos embarcamos en la Poesía de la Conciencia? ¿Apostamos por la Narrativa Realista o volamos por la galaxia de la Ciencia Ficción?

En esta encrucijada histórica, sufrimos las primeras bajas.

Paloma Hidalgo, acuciada por otro evento, se fue.

Aureliano Cañadas llegó, vio, venció. Y también se fue.

Vicente, Federico Trillo, nos dejó una copia del relato “Soledad” del Winnesburg,Ohio de Sherwood Anderson (una de las mejores obras narrativas del siglo XX -según Ray Bradbury-). Y se fue.

María Antonia Copado no se fue, pero amenazó con una huida en toda regla. Hablaba en serio. Cualquier día nos manda una güasap desde Río de Janeiro confirmando la noticia.

María Juristo, a plena luz de la tarde, nos avisó del inminente alumbramiento de su poemario “Cuanto dijo la noche”.

El ventilador giraba deprisa. Hacía su trabajo.

Javier Díaz, Coordinador en Jefe, se puso a coordinar. Al tratarse de la última reunión en cuerpo presente de la temporada (luego están las virtuales por internet), pidió opinión a los asistentes acerca de la Tertulia. La Tropa dijo cosas lindas. A juzgar por los testimonios emitidos, la Tertulia Rascamán goza de buena salud. Ánimo y a trabajar. A leer. A compartir. Y a vivir. Que nadie dijo que escribir fuera fácil.

Nos metimos en harina.

Andrés París abrió fuego con un poema sobre la guerra. Lo sitúa en ese momento crucial en que llaman a la puerta y te obsequian con la peor de las noticias: el soldado al que quieres, ha muerto. “Todo es un cuchillo”, dice para impactar. Se le abre un miniconsejo de guerra por no terminar los poemas como Dios manda. Sale absuelto: en menos tiempo no se puede hacer más. El día que Andrés París le dedique tiempo a la Poesía…

María Juristo toma la palabra. “Hoy estuve en la colina”, nos asegura. Poema suave, sin estridencias. Bien en conjunto. Tal vez sobran explicaciones. ¿Ok, María? Ok, conforme. Suerte con los ecos de la noche, que sean claros como la ropa blanca que luces.

El ventilador giraba deprisa. Hacía su trabajo. Había mucho que ventilar. El calor se hacía soportable. Corrían los refrescos, las cervezas, los cacahuetes y el café con hielo.

Juan Antonio Arroyo piensa en vivir 100 años. ¿Por qué no? Dentro de poco será ésa la edad de jubilación. Su relato “Centenarios en el Casino” habla del Mago Simiescu y de un mono cómplice. Tecnología, Humanos y Simios en un trío festivo. Hay truco. Claro. Si no, no sería Magia, sería la Hostia.

Amparo Pérez Arróspide nos lee un cuento basado en hechos reales, con personajes imaginarios. “El Concurso”, se titula el thriller. Amaños, competencias y tonteos en las cloacas de lo literario. Se le recomienda abreviar, pulir. El relato promete.

Fede Monroy se define: <> Presenta un relato que le encargaron en la Complutense. Dedicado a Rubén Darío: “El Cuaderno Azul”. “Lenguas de oro en los remates de escayola”, arranca Fede, rumbo al nicaragüense Darío. De poeta a poeta. Conjunto barroco.

María Antonia Copado recupera un poema del siglo pasado. Tierno y, tal vez malo, nos previene. “La Niña de la Foto” son evocaciones. “Mira esa niña tierna/ recogida en su mantón de Manila”. Foto sepia de la infancia. Se le podría cambiar el principio. Entonces diría ”Mira esa niña muerta…”, símbólicamente hablando, se entiende. A otra cosa.

Pablo Llorente se destapa con su “Aire Loco”. Pablo, cuando no está en la Tertulia, va por ahí, de estrofa en estrofa, de puerto en puerto. Ahora, nos sale con amores. “La curva de tu cuerpo”, dice en plan confesión. Vuela Pablo por los Patios de los Arrayanes, “aúrea alberca” de Boabdil y los Príncipes Musulmanes.

Carmen Frontera se fustiga un poco: “Mari Carmen no es nombre de una mujer de mundo”, afirma provocadora. Historias del doctor Jiménez y Clara. Amores complicados de raíz orensana. Engaños posmodernos. Bosques de castaños.

Paloma Sánchez, Atleta que versifica y Poeta que no para, habla del Amor, que es ella misma oteando el paisaje. “Prisionera de mi tiempo”, se reconoce. “Explosión de sol”, anuncia. “El olor que llevas es la vida”, regala. Caminos de libertad.

María Jesús, ya en las postrimerías, se arranca con “Los Pepes”. Mordaz, esparce “lágrimas de hipoteca” y otros dardos por la mesa llena de vasos y platos. Relato breve de geografías y reivindicaciones. Para terminar, un deseo: “Ningún niño con zapatos rotos”. Ojalá.

Rocío Díaz sigue callada, en su silencio narrativo. Pero si la miras bien, se oyen burbujas que la delatan.

Y el equipo de la camiseta roja ganó con autoridad a todos los equipos que se le pusieron por delante, colmando de felicidad a los orgullosos ciudadanos de aquel País.

El ventilador giraba deprisa. Hacía su trabajo.

Fuera del Ruiz, la Realidad.

Alberto Torres
13 de julio de 2012