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domingo, 19 de diciembre de 2010

11ª Jornada/IV Año: Miércoles, 15 de diciembre de 2010

Carmen Frontera, premio de relato Mujerarte 2010

En este miércoles de mitad de diciembre después de una semana sin Tertulia por el puente de la Constitución reanudamos encuentro y alrededor de la mesa se juntan María Juristo, Rocío, Javier, León, Juan Antonio, Ana González, Vicente, David y Carmenfron.

Y antes de empezar con nuestras lecturas, surgen comentarios, como el que hago de León y de María con no poca envidia al definirles como "los que van y vienen del mar". Afortunados poetas los dos que cargan pilas marinas cada poco tiempo para regresar a Madrid y a la Tertulia.

León saca un libro que ha comprado por un euro de Josep Plá. "No dejéis de leer a este autor", nos aconseja. Y nos regala hojaldrinas compradas en Alcaudete.

Y María y León coinciden en su escritura poética porque María escribió su libro "Descifrando la nada" y León anda escribiendo sonetos también sobre la nada. María Juristo nos anuncia que se publicará su novela a principio del año 2011 y que el argumento se desdobla entre la Guerra Civil y el Renacimiento. "Ya lo leeréis, no os puedo desvelar más".

Llega Vicente que confiesa que está bien "no tanto como Jude Law y peor que Darek". Y David aparece mientras Vicente asevera: "Hoy no había muertos".

Y comenzamos a leer.

María nos lee para empezar un poema de tres versos, breve pero intenso:

Hallé luz
en las grietas
de tu sombra desgarrada.

Y de su libro "Descifrando la nada" nos lee dos poemas: "Como abierta herida" es el primero, el segundo, lleva una cita de José Ángel Valente que dice: "Y todas las cosas/para llegar a ser/se miran en el espejo/vacío de su nada".

Juan Antonio ha leído el libro "Intimidad" de Kureishi que anda dando vueltas por la Tertulia y ya lo han leído unas seis personas. Ahora se lo lleva León quien dejará una frase en la página final del libro con su comentario como ha hecho también Juan Antonio.

Vicente, que está estudiando Filología, está leyendo "El abencerraje" (Ed. Cátedra). La Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa es una novela morisca del siglo XVI español, inicio de la novela moderna.

El tema central es la generosidad.

Juan Antonio lee su poema premiado recientemente en el Círculo de Bellas Artes basado en la música del Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo. El maestro Rodrigo, que vivió más de 90 años, era ciego, pero sí que veía cuando nació, hasta los cuatro años de edad en que quedó ciego.
Juan Antonio ganó este premio del que fue finalista José María Herranz.

Nos aporta León información sobre el maestro Rodrigo pues tuvo ocasión de entrevistarle en un par de ocasiones en su etapa de periodista. "Era muy vital, crear es lo que hacía alargar su vida".

El poema de Juan Antonio habla de la memoria de la luz.

Lee León un poema dedicado a Miguel Hernández que lleva como cita unos versos del poeta: "Tanto penar para morirse uno". Y luego nos ofrece la lectura de un soneto.

Los dos poemas manuscritos los regala, "¿quién los quiere?". María Juristo, muy rápida, se los pide. Le reclama a León que se los firme. Generoso León.

"Todo está en el texto que escribes, a la hora de corregir sólo hay que recolocarlo", dice Vicente.

Juan Antonio ha traído un relato antiguo que nos lee. Una historia casi en tono picaresco a la que le falta un desenlace, un "para qué" cuenta el protagonista su vida.

Y hablamos del "El lazarillo" y de "El buscón". Cada uno de un siglo distinto, el primero del XVI, el segundo del XVII. La Historia de España cambia de un siglo a otro. Lo resume Vicente diciendo: "con el primero me río, con el segundo, no".

Lee Ana González, "es de barcos", nos avisa.

Es un poema en el que utiliza términos marineros. Necesita darle un final, le digo, que aporte sentido el que se use esa terminología y no otra. Le damos algunas ideas. Lo corregirá y nos traerá la nueva versión.

Alguien pregunta y ¿qué lado es babor y cuál estribor?.
Ana nos da una pista:
"Acordaos de BIDÉ. Usadla como regla mnemotécnica: Visto desde popa el barco sería Babor-Izquierda, Derecha-Estribor".

Ya no se nos olvida.
Como tampoco la imagen que nos describe en el segundo de los poemas que nos leer: "lubinas brillando en el agua del mar".

Turno de Carmenfron. No nos puede leer su relato porque parte de las páginas quedaron en la impresora. Nos lo traerá la semana próxima.
Carmen viene de recoger un premio en Córdoba, en Lucena. El primer premio de relato Mujerarte 2010. Enhorabuena Carmen.

León nos cuenta de dónde viene el nombre de Despeñaperros. Desde lo alto de aquel puerto arrojaron los cristianos durante la Reconquista a los árabes derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa.

León se marcha un poco antes, sale del Ruiz mientras nos dice "Os quiero".

Ya estamos terminando. Cerramos la tarde con el relato de Vicente que lee Rocío, que no lleva título y que bien podría llamarse algo así como "Pistones hidráulicos".

Excelente relato, Vicente, en el que el protagonista intenta salvarse de una vida mediocre.

Y nos marchamos, pensando en no hacer vacaciones de Navidad y mantener la Tertulia. Quizá la semana próxima nos reunamos el martes en vez del miércoles. Concretaremos.

Javier Díaz Gil
19 de diciembre de 2010

10ª Jornada/IV Año: Viernes, 10 de diciembre de 2010

Yo-te-a-mo, Rita.
Por-que-tú-es-cu-chas.

BITÁCORA DE LA CENA EN CASA DE PALOMA

Es Viernes por la noche y estamos en casa de Paloma. En la locuacidad de nuestra anfitriona encuentro algo muy arrollador que me envuelve con su generosa demostración de emoción al recibirnos.

(Dios, creo que no se puede mostrar más amor por la gente a la que se quiere que darles bien de comer. Y de beber. Con el trabajo que ello conlleva, aunque nuestra anfitriona se empeñe en afirmar lo contrario. Comida y bebida cosmopolita, exquisita, en abundancia, alrededor de una mesa ovalada en la que durante un tiempo sin tiempo se habla de obras de teatro, de los poemas seleccionados para el premio Addison de Witt, de "socialismo" de oficina, del ataque de un psicópata, y de Roberto Bolaño)

Dios: ahora voy a hablarte de tú a tú, desde la confianza que me otorga haber bebido tres copas de vino: esta noche siento que estoy con amigos de verdad, a los que he elegido como personajes protagonistas de la ficción que yo he querido vivir, pero también, como a corazones que llorarán lágrimas sinceras el día en que yo me muera y mis cenizas reposen en una estantería, entre libros que me regalaron ratos inolvidables. Así que, querido Dios, he pensado que: ¡qué puro egoísmo el mío! El final de 1 persona no es más que 1 final entre 1.000.000 de millones de finales posibles. Se crea lo que se crea un tal Aarón García. Porque "n-a-d-i-e" sólo es un no-número dentro de un no-lenguaje que se tornará finito. Un no-escritor entre un sinfín de no-narradores, no-rapsodas, no-poetas. No-personas que confiaron en que lo verdaderamente básico no era vivir, sino escribir.

Es-cri-bir: Dios mío, qué puta mierda, Aarón. Es-cri-bir es prac-ti-car sexo con alguien (=la vida) a la que no terminas de amar del todo.

Es sólo eso: se-xo-sin-a-mor. Reconozco que me ha costado escribirlo: es-cri-bir. Y también escribir lo de "qué puta mierda". Y que he renunciado a otros placeres para hacerlo. Y que a veces lo he hecho inmerso en el légamo del alcohol o del hachís. Muchos escritores lo hicieron así. Y antes que nosotros. Porque ellos también vinieron a cambiar el mundo, Aarón, te aseguro que no fuiste el primero. La única diferencia es que ellos se murieron ya. Y el mundo no cambió. Siguió siendo el mismo lé-ga-mo.

(Y seguirá siéndolo mientras el mundo se llame mundo y no se llame como en realidad debería llamarse: tor-men-tón-de-mier-da.)

Jamás habría podido imaginar/ver/concebir/conocer/soñar mayor bondad reunida en una sola noche ni en un mismo lugar como la que hoy se concentra en el salón de casa de Paloma, locuaz poetisa corredora de fondo sexy amante de las musas hiperactiva madrugadora felliniana madre de hijos mellizos y tuppers palentinos. Y en su guapa gata (perdón por la asonancia) de nombre Rita, que se mira coqueta en una puerta que espejea. La puerta que espejea es una lámina de cristal que nos aparta del mundo exterior. Mundo exterior=pasto de especuladores, avariciosos controladores aéreos, atletas tramposos; allí detrás los mitos se han ido derrumbando como castillos de naipes. (Mundo exterior=ab-so-lu-to-tor-men-tón-de-mier-da). La suerte es que nos queda este otro mundo de dentro. La puerta de cristal devuelve a la gata y a su dueña la imagen de lo que son, de lo que somos: sensibles animales que ronronean entre somnolientos narradores, soñadores, escribidores, poetas, que ronronean entre somnolientos narradores, soñadores, escribidores, poetas, que ronronean en torno a una mesa, ahora cuadrada...

Ronronear. Lee Celia Cañadas, poetisa de apellido ilustre-pero-no-sólo-eso. Lee un relato de su tío Luis Cañadas, excelso pintor al que la vida ha robado la vista en una estrategia más de su ironía brutal, que este pintor-escritor se toma con el finísimo humor que destila su relato, que narra las peripecias de un personaje en la selva, colgado de los árboles y de las ubres de una negra. Y en mitad de todo, la sabia clave de la supervivencia: "O mamas, o mueres".

La noche avanza y yo, por fin, me decido. Grito: ¡Rita, te amo! El musical disco se termina, el frío congela el mundo exterior como si el mundo exterior fuese una verruga en la cara de una bruja, y yo repito: Rita, te amo. Te amo como nunca he amado a nadie. Y trato de no pringarte con mi desesperación vital de putrefacción-que-me-lle-ga-has-ta-el-cue-llo. Rita: quiero que sepas que yo te amo. Porque el amor nos salvará a ti y a mí, a nosotros, como salvará al mundo; gata de movimientos silentes, atléticos, felinos. Y te deseo. No sabes cómo te deseo. Porque escuchas cuanto leemos. Porque lo haces en silencio y atenta y discreta en tu límpida elegancia gatuna. Y en esa inocencia tuya, tan animal, tan inconsciente, tan bella y tan cariñosa:

Yo-te-a-mo, Rita.
Por-que-tú-es-cu-chas.

Escuchas al poeta Javier Díaz Gil leer su poemario "Anorexia" arrellanado junto a una chimenea. Cuando recita versos como: "necesito mis lágrimas" o "dentro de mí/ hay un mundo que vigila". "Anorexia" describe la trágica historia de una chica que, antes del final, resuelve renacer. ¿O no...?

Escuchas la voz aterciopelada de Jorge Bucay, que surge del CD que ha traído Piluca y se derrama por unos altavoces, la voz susurrante que nos cuenta dos historias aleccionadoras a medio camino entre la filosofía y la literatura.

Escuchas los versos de la locuaz poetisa corredora de fondo Paloma, que nos dicen que "vale la pena llorar por las tormentas", o que "los pájaros también persiguen ballenas inmensas". Los poemas de Paloma fluyen en dos diálogos paralelos: 1). Con uno mismo. 2). Con otro. David Lerma: ¿has escrito "paralelos"...?, me interrogo. Pero, ¿es que a estas alturas todavía dudas de que esa dualidad no existe, de que en el fondo los diálogos 1). y 2). son el mismo? Hay que ver cuánto te cuesta aprender, David Lerma.

Escuchas el relato de Rocío titulado "Puch Minicross Super" en torno a aquel hierro mítico, aquella motocicleta que unió en el tiempo presente a dos personajes que tuvieron un tiempo pretérito, común y no olvidado. En cada obra de Rocío, en cada nuevo relato suyo, percibo el cuidado que ella pone en lo que escribe, el afecto con que reparte vidas y diálogos y recuerdos a sus personajes.

Escuchas los poemas de Celeste, heterónimo de Pepita Lamas, sus versos como espontáneos torrentes de sentimiento que brotan desde un interior profundamente rico, y que desencadenan el debate final en la sala sobre el uso de la primera/segunda/tercera persona en la escritura.

Por escuchar todo eso, gata Rita, yo te amo.

El reloj marca las dos de la madrugada en el instante en el que nos incorporamos. Es entonces cuando yo pienso que ese jodido reloj miente, como hacen todos los relojes. Son unísonos nuestros agradecimientos a Paloma por su hospitalidad. Pero son pocos, si los comparamos con lo que ella hoy nos ha entregado a cambio. Salimos a la calle, donde encuentro la verdad contenida en uno de los versos que nos ha recitado Javier: "Es incierta la noche". Sí, sí que lo es. Delante de nosotros la carretera se prolonga como el gran útero materno por el que viajamos para volver a la vida. La gran-tor-men-ta-de-mier-da, que es el mundo exterior, se ha escondido bajo una espesa capa de niebla gris, casi londinense.

Primero Móstoles. Después Legazpi. Por último, Getafe.

El final de este viaje es un cama en la que sueño mientras duermo con la posibilidad de volver a vivir la experiencia irrepetible de mis últimas horas de vida.

David Lerma Martínez
12 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

9ª Jornada/IV Año: Miércoles, 1 de diciembre de 2010

JOAQUIN RODRIGO VIDRE
Marqués de los Jardines de Aranjuez
1901-1999

(Pincha aquí y escucha el Concierto de Aranjuez)


1 de Diciembre de 2010

Entre inspiraciones y sueños.

“En la vida no se es en nada el primero”, decía el Maestro Rodrigo. Era un soñador, como nuestro primer contertulio, Juan Antonio Arroyo. El concierto de Aranjuez da para soñar, mucho. El soñó y fue el primero. Se llevo el premio de poesía del Círculo de Bellas Artes. Bajo los acordes del concierto todos podemos soñar, pero si lo haces tan bien como el Maestro Arroyo, sale este melódico y hermoso poema. Lo lee y nos deleitamos los agraciados que estábamos allí, José María Herranz y la que suscribe. El primer día de diciembre comienza así de sonoro en el Ruiz:

En recuerdo, homenaje y fantasía

del “Concierto de Aranjuez” de

Joaquín RODRIGO

Músico 1901-1999


LUZ EN TINIEBLAS


Es la luz
que gracias a tu rostro contemplé
es la luz
que se viene a mis ojos diferentes
caricias recordadas saltarinas
de un amor tan temprano
un mar de infancia azules entre olas
para siempre grabadas.

Como podría yo ver los otros mundos
de no estar tan presentes tus caricias
puedo verte en la música y las fuentes
que recuerdan los mares.

Y una vez
nos miramos con dardos encendidos
y así fue
con las magnolias en nuestro paseo
acariciarte fue verte con luces
de sol apasionado
y así ya me sentía en las tinieblas
amanecer fecundo.

Volamos con las notas luminosas
como las aves trinan en senderos
al tener tan cercanos nuestros rostros
como estelas solares.

Y otra vez
paseamos en la vega junto al río
encanto
en sensaciones luz ya no hay tinieblas
granadas por las cuerdas encendidas
de los sones dorados
de los rayos recuerdo intensidades
para toda la vida.

Ha nacido la vida que se inicia
en un crisol de fuego y humedades
cantadas sinfonías con guitarra
sus grandes resplandores.

Tu y yo
ya tenemos el sol tan generoso
tu y yo
venimos a este mundo con los cantos
caricias en la cuna amanecida
para seguir creciendo
pálpitos de la vida prolongada
al querer ser eterna.

La vida ya se crece en horizontes
juguetona que ríe junto al río
nada sería yo sin ser amado
con tanto que me diste.

Nosotros
paseamos por el mundo amaneceres
miramos
sonrisas y caricias arboladas
somos por las bellezas encumbrados
para encontrarnos siempre
cercanos a la playa en que nacimos…,
es la luz en tinieblas.

“En la poesía hay más verdad que en la historia”, decía Aristóteles. Hay otro soñador en la mesa, platicando con el primero, pero ¡qué casualidad! también fue el primero en el premio de poesía del Círculo de Bellas Artes!!. Dos soñadores y dos primeros. Los soñadores siempre andan juntitos por los pasillos o sentaditos alrededor de un trozo de tarta. Mientras uno oye, el otro observa: se complementan y se empapan de arte. José María Herranz se fue a fijar en la obra del pintor Pedro Monserrat, basada en el libro de Job. “Tierra de Us”, así se llama su obra. Le impresionó…y le inspiró

El libro de Job comienza así “Había en el país de Us un hombre llamado Job. Este hombre era íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal”

Job Pierde sus bienes, su familia, sus amigos y cae enfermo. Entonces Job es el hombre que se rebela contra Dios, protesta contra Dios. No puede resignarse a la injusticia que se comete con él. Desconcertado en su vida, hundido por tantos sufrimientos, Job emprende el combate de la fe. Es la prueba del hombre, tratado por Dios como un enemigo.

“¿Para qué dar la luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de amargura, a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro, a los que se alegrarían de llegar a la tumba y se llenarían de júbilo al encontrar un sepulcro, al hombre que se le cierra el camino y al que Dios cerca por todas partes?
Los gemidos se han convertido en mi pan y mis lamentos se derraman como agua.”

……………..


Porque me sucedió lo que más temía y me sobrevino algo terrible.
¡No tengo calma, ni tranquilidad, ni sosiego, sólo una constante agitación!

…….

¡Ah, si pudiera pesarse mi dolor y se pusiera en la balanza toda mi desgracia! Ahora pesarían más que la arena del mar, ¡por eso digo tantos desatinos! Las flechas del Todopoderoso están clavadas en mí y mi espíritu absorbe su veneno; los terrores de Dios están enfilados contra mí.

…….

¿Por qué me sacaste del seno materno? Yo habría expirado sin que nadie me viera, sería como si nunca hubiera existido, me habrían llevado del vientre a la tumba. ¡Duran tan poco los días de mi vida! ¡Apártate de mí! Así podré sonreír un poco, antes que me vaya, para no volver, a la región de las tinieblas y las sombras, a la tierra de la oscuridad y el desorden, donde la misma claridad es tiniebla.


EL LIENZO DE JOB


“El Señor dijo a Satán: ‘No hay nadie en la tierra como Job, temeroso de mí y apartado del mal.’ Satán respondió: ‘Extiende tus manos y tócale sus huesos, su carne. Verás si no te maldice.’ Y el Señor dijo a Satán: ‘Ahí tienes a Job en tus manos.’”

El Libro de Job


“Los hombres son las ruinas de Dios.”

John Cassavetes




Hablas de mi dolor con el tuyo incontenible,
lo describes en lienzos de bíblica escritura,
en frágiles conquistas derrumbándose.
No voy a hablarte aquí de mis sospechas.
Como isla volcánica emergiendo
de un mar muerto, crece el dolor,
trepa entre los sargazos asfixiantes,
se muestra en un triángulo invisible,
contempla con un ojo ciego
el camino, la vida, la verdad,
y todo nos empuja hacia la luz
desde este infierno en el horror.


Es cierto que los dioses lloran,
y que viven y mueren como nosotros mismos.
Nuestro sufrimiento es un residuo o un diamante,
la lógica vencida de las cosas.
En la aniquilación hay luz, lo sé.
Y amor y comprensión en los demonios.
Recuerda el orbe entero nuestro olvido,
este mundo imperfecto que habitamos
más allá, sumergidos en toda perfección.


Plasmas un lienzo con la ruina de nuestras almas,
una densa pintura cuya alquimia es la tierra
y su nigredo el sufrimiento.
Los ángeles te asaltan, iluminan el libro
consagrado al dolor en que disputan
las criaturas sus dioses, sus venganzas.
No hay nada incomprensible en la belleza
del tiempo y su tortura.
La imagen caduca y perpetua
de la felicidad en un cruel sueño
del que somos fantasmas,
ignotos hacedores,
esclavos de una eterna mutación.


Hablas y sufres, nuestros cuerpos
terriblemente mezclan su violencia,
almas salvajes, dioses devorados.
Es preciso extraer
la piedra enajenada y la pintura
describe la inocencia del arcángel
ante aquel paraíso artificial.
Las manos de ese dios son instrumentos
febriles que adormecen
tu dolor, nuestro propio sacrificio,
el cáliz donde beben las criaturas
su mutua destrucción.


Desolado, incapaz de explicarte la belleza
si no viene en mi auxilio el pensamiento,
si el crisol que la engendra no me funde,
porque todo deseo es centro donde converge
la potencia de un dios, o de un demonio.
Sin poderme elevar sobre estas ruinas
espantado proclamo su esplendor.
Sin poder consumar el sacrificio
como un ángel rebelde, inútilmente.
Los dioses lanzan locos sus dados, y sus fauces
devoran alumbrando al inocente.
Como el fuego en que vibra el sufrimiento.
Sonido incomprensible de un lenguaje.
Pintura interminable del dolor.

Nos enzarzamos en el libro de Job, mientras el primer premiado se despide y se va con el sosiego y la sonrisa puesta que da la esquinita del Ruiz.

Pero lo sustituye Carmen Fron, que llega envuelta en un pañuelo y en una sonrisa, ajena a los revueltos de conciencia que provoca las inspiraciones, aunque a tiempo para afirmar lo que José María Herranz le sale desde dentro: “ el libro de Job es un diablo para los teólogos”. Estamos de acuerdo.

Y las inspiraciones siguen, esta vez en un elemento, el mar, la poesía dentro de la poesía. El mar es asombro, un mundo de pequeños universos, en el cual entramos y nos resarcimos y cada uno los interpreta a su manera, en cada intimidad; si se ve, disipa el miedo…. la tercera soñadora metió las palabras en una concha…


Una borda

Ehh…asómate por la borda

Sin cabos ni drizas,

Deja escorar tu vida

Empopa tu orgullo!!

Verás que las lubinas brillan

Bajo el naufragio de tus ojos.


Y otras se inspiran en la tierra, entre el arrumo de la vida y los fantasmas de la muerte……pero siempre con sueños por medio…otra soñadora, la cuarta, Carmen y otra premiada con este relato

LOBOS Y CORDEROS

“Orense es un enorme tazón cuyo barro son montañas que saben guardar el calor y el frío, los mayores secretos y las verdades absolutas, hasta que llega el tiempo de que corran los vientos”. Decía mi querido maestro.

……………………..

Y ahí llegaron todos a los que les fue posible, alumnos suyos, compañeros de trabajo, amigos que fueron para lo bueno y para lo malo, todos los que un día fuimos lobos y corderos, los que un día temimos ser degollados y los que luchamos hasta degollar, todos los que pudimos, otros muchos fueron los que le lloraron en la lejanía, nos juntamos en el cementerio cercano a la Torre para dale darle el último adiós a D. Florentino Domingo.

Eché un vistazo a mi alrededor y me di cuenta de que una nueva juventud comenzaba a despuntar. Parecía mentira dentro del hermetismo en el que trascurrieron tantos años que aquello fuese real. Sin embargo, poco a poco el avance se había producido. Todos los niños estaban escolarizados, o muy poquitos quedaban por escolarizar. Ya no se veía a críos pequeños llevar las vacas al monte, y la mayoría de los jóvenes seguían estudios, a menos que no quisieran por voluntad propia. Las mujeres comenzaban a abrirse paso en las Facultades y poco a poco comenzaban a caer trabas del pasado.

Y le dije en voz muy bajita a Florentino: “Comienza a llegar el tiempo en que corren los vientos. Se empieza a cumplir tu sueño”.


Después de las inspiraciones y sueños, Carmen y Ana tenían en ese momento calma, tranquilidad, sosiego, y agitación por no compartir esa mesita del Ruiz con los rascamaneros que esa tarde andarían soñando por otros lares. Nos fuimos a calentar las almas y a celebrar todos los premios con unos vinos.

Dejamos la esquina del Ruiz tranquila, con palabras flotando desde las inspiraciones, y los sueños vagando por las esquinas, con las migas esparcidas y impregnadas de poemas y relatos, todo preparadito para recibir la siguiente tertulia.


Ana González
20 de diciembre de 2010