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jueves, 29 de diciembre de 2011

10ª Jornada/V Año: Miércoles, 28 de diciembre de 2011


La última bitácora del año 2011 o el juego de "cada oveja con su pareja"

1. Javier Díaz Gil:

Este de hoy es el último miércoles de diciembre, último miércoles de 2011, última Tertulia del año.
La semana pasada nos “despedíamos” hasta después de Reyes pero estamos enganchados a la Tertulia y alguien dijo aquello de: “bueno, pero si hay alguien el próximo miércoles podemos quedar y reunirnos”. Hubo bastantes respuestas afirmativas así que aquí estamos hoy.
En la mesa del Ruiz, en un café hoy con el aforo completo, nos hemos encontrado Rocío, Vicente (Vicentrillo), Paloma, Mª Antonia, Javier, Aure (felizmente recuperado), David, Ana González, León (que entra un momento a saludar y se va) y Carmenfron. Diez rascamaneros, diez.

Esta bitácora mía es un juego de parejas, cuya solución estará al final. Quizá los más avezados, habituales seguidores del Cuaderno de Bitácora, reconozcan en las frases a sus autores. Lo dicho, la solución al final.
Y es que me dio por recoger las perlas que en forma de sentencias fueron desgranando los tertulianos hoy.

Así, situados, frente a nuestro café/cerveza/patatas fritas/polvorones navideños… los comentarios literarios y personales se tradujeron en frases (algunas  de ellas,podrían ser fantásticos títulos de novelas, poemas, poemarios…) :

-          Paciencia literaria
-          Rehabilitación del vértigo
-          Taladros en el corazón
-          La capibara, el mayor roedor que existe.
-          Me pasé cuatro día en la cama de un hotel en Lisboa con una bronquitis aguda.
-          Los 10 últimos son una batalla a muerte.
-          Después de eso… el nudo, niño.
-          Ana Karenina me la he leído dos veces. Y es fácil.
-          Por practicar la dicción.
-          Nos miran después de pedir silencio.
-          El Mediterráneo es más agradecido que el mar del Norte.
-          El tiempo es la materia del alivio.
-          No me puedo quedar pero sí desearos un viaje de Marco Polo para el nuevo año.
-          El hijo es carne.
-          Hoy no tengo cuerpo para bitácora.

Frases… ¿Quién dijo cada una?
Frases que se fueron entrelazando con los poemas que se leyeron, los primeros en la voz de Paloma. Que se prestó a leer, primero el suyo, (la parte de “El amor” de “Atleta que mira el paisaje”), luego el de Aure: “Los dos mares” y después el de Mª Antonia: “Imitando a Miguel”. Ana González leyó el suyo. Le recomendé que utilizara el quiasmo para romper esa estructura tan estática de su poema, variando la repetición sintáctica del princpio.
León apareció un minuto para desearnos feliz año y se marchó. Otras tareas, seguramente menos  pasionales, le esperaban.
Hubo recomendaciones. Una, de David, de teatro en Madrid: “La avería”, dirigida por Blanca Portillo (acaba el 1 de enero, hay que darse prisa). Otra de cine, de Paloma: “Melancolía” de Lars von Trier.
La conversación literaria giró en torno al Quijote. Vicentrillo nos dio una lección de cómo el Quijote es ejemplo del paso del Renacimiento al Barroco. De cómo hay personajes que se quedan en el Renacimiento (Sancho) y otros (D. Quijote) que muere lúcido y barroco. Símbolo de la desaparición de una época. Vicentrillo está preparando un trabajo crítico para la Universidad.
Y un juego para acabar. Propuse que cada uno escribiera una frase que contuviera la expresión: “la paciencia de las olas”. El compañero de la derecha continuó el texto con otra frase más. El azar hizo que el resultado, las dos frases, se las llevara otro compañero. A partir de ahí escribiremos un poema o un relato. Deberes de Navidad.
Y ahora, ya es el momento de desvelar quién dijo qué cosa. Aquí está la solución. ¿Habéis adivinado muchas?

-          Paciencia literaria. (Javier)
-          Rehabilitación del vértigo. (Mª Antonia)
-          Taladros en el corazón. (Paloma)
-          La capibara, el mayor roedor que existe. (Vicente)
-          Me pasé cuatro día en la cama de un hotel en Lisboa con una bronquitis aguda. (Aure)
-          Los 10 últimos son una batalla a muerte. (Aure)
-          Después de eso… el nudo, niño. (Aure)
-          Ana Karenina me la he leído dos veces. Y es fácil. (Paloma)
-          Por practicar la dicción. (Paloma)
-          Nos miran después de pedir silencio. (Javier)
-          El Mediterráneo es más agradecido que el mar del Norte. (Aure)
-          El tiempo es la materia del alivio. (Paloma)
-          No me puedo quedar pero sí desearos un viaje de Marco Polo para el nuevo año. (León)
-          El hijo es carne. (Mª Antonia)
-          Hoy no tengo cuerpo para bitácora. (Rocío)

¡Feliz Año 2012!

Javier Díaz Gil
29 de diciembre de 2011

miércoles, 28 de diciembre de 2011

9ª Jornada/V Año: Miércoles, 21 de diciembre de 2011


Y Dios bajó a la Tertulia y habitó entre nosotros...


1. Javier Díaz Gil:
Hoy miércoles está de nuevo ocupada la Granja, la zona del Ruiz donde nos reunimos. Pero ya nos lo avisó la camarera y nos reservó la esquinita del café para nosotros. Hay una presentación de un libro de una novelista cubana promovida por la otra Tertulia Literaria. ellos se reunían antes los martes pero cambiaron a los miércoles y coinciden con nosotros ahora.

No hay demasiada gente en el café, quizá las últimas compras previas a la Navidad tengan la culpa.
Hoy ha sido una Tertulia pelín terapia de grupo.
Y el grupo de terapia lo han compuesto: Javier, Rocío, Juan Antonio, León, Elena, David, Celeste, Mª Antonia, Carmenfron, Paloma, Vicente y María Juristo.

Celeste nos confiesa que ha regresado de Torrevieja después de tocar fondo anímicamente, pero ya se encuentra mejor.
Afortunadamente las malas se alternan con las buenas noticias. El hijo que espera David es una niña. Se llamará Nieves.
Leo el poema “Necesidad del interlocutor”, el título hace referencia a la correspondencia entre Carmen Martín Gaite y Juan Benet, libro publicado recientemente y en el que ambos hablan de este tema.
Mª Antonia, en su línea de sensualidad, nos trae el poema “Te juro que voy a…”

Se nos ocurre que si muere un poeta ¿se convierte en “cadáver exquisito”?

Juan Antonio ha corregido el relato “Mentiras” con las indicaciones de hace un par de semanas. Ha mejorado, ya lo creo. Junto a este, ha traído un relato navideño con mucha ironía: “El descanso de Papá Noel”.
Paloma, que viene disgustada (día de terapia, insisto) afirma que “la dignidad y la belleza son lo más difícil e restablecer”.
Paloma nos lee un poema que quiere sea el que vaya a la Antología de la Tertulia, libro que publicará “Poeta de Cabra”.
“Hay gente que cuenta versos y otros que cuentan dinero”, afirma taxativo David.
Turno de Celeste, que nos lee un poema (ha mejorado mucho su poesía) titulado “Libertad incondicional”.
León nos recita su poema “Berlín” y nos transmite sabiamente el calor y el frío.
Carmenfron nos cuenta (nos lo había adelantado esta mañana en un email) que la víctima de violencia machista de este fin de semana en Villaverde Alto era amiga suya. Una mujer muerta por su expareja, que esta vez tiene rostro y nos afecta. No es un nombre más en los periódico.
Nos deja sobrecogidos.

María Juristo ha traído un poema que habla de esa violencia con versos  así: “como un velo oscuro”.
Para compensar, nos lee un cuento antinavideño en el que una profesora intenta explicar la Navidad a sus pequeños alumnos y desiste.

Vicente, el nuevo Vicente, nos lee un comentario que ha preparado sobre la novela de José Luis Sampedro, “La sonrisa etrusca”.

Salen los miembros de la otra Tertulia de la presentación del libro. Hablamos de hacer alguna actividad conjunta. La coordina Justo.
Vamos cerrando los cuadernos, con los corazones y los ánimos más dispuestos.
Tenemos cena de “amigo invisible” en el restaurante de Roberto, La Casona de Malasaña y tenemos que pasarlo bien.
Este grupo puede hacer terapia porque somos amigos y nos comprendemos.
Rascamán es Literatura y refugio.

Javier Díaz Gil
28 de diciembre de 2011


2. David Lerma Martínez:
Hola, buenas, me llamo Dios, venía a conocer personalmente la tertulia, ¿puedo sentarme...?, me soltó de corrido. Traté de ser amable con Él: claro, respondí, aquí no cerramos la puerta a nadie, tome Usted asiento. Me sabía mal tutearle. Esta no es la mesa que solemos ocupar habitualmente, le expliqué, estoy solo pero mis compañeros no tardarán en venir. No se preocupe, uno siempre está solo, sentenció Él. Yo también había quedado con un amigo para venir, aunque ya no sé si aparecerá. Se llama Diablo.

Para romper el silencio de la espera le pregunté a Dios: y Usted, ¿escribe? Antes sí. Y ¿qué escribía, si puede saberse? Poesía, me reveló, aunque todos me decían que mis poemas sonaban a plegarias. Actualmente no escribo ni un renglón, añadió, ando muy liado, hay mucho hijoputa suelto por ahí, ¿sabe?, yo no puedo con todos, no doy abasto, más ahora con las Navidades; de todas formas los reglones me iban a salir torcidos. Luego dicen de la crisis, pero algunos no paramos, comenté yo para darle coba y hacerme el gracioso. No contestó. Sólo se puso muy serio. Enseguida llegaron los demás: Rocío, Javier, Juan Antonio, León, Elena, Celeste, David, Paloma, Carmenfron, María Juristo, Vicente...

¡Y Diablo sin venir!, se quejó el Nuevo por lo bajo.
El primero que leyó fue Javier. Su bello poema terminaba con los versos Pensar en todo esto y / que me escuches. El Nuevo dio un respingo en el asiento contiguo: no descarto que se hubiera sentido aludido. Aún se removió más tras escuchar los versos del segundo interviniente, María Antonia Copado: Te juro que montaré en tus caderas / y como potro desbocado te destrozaré / el miembro enhiesto. Me pareció que El Último En LLegar se atragantaba con una patata frita. El siguiente fue Juan Antonio. Sus versos no incomodaron más al Nuevo (Que sigas en la espuma de las olas / Que no pases al fondo de los mares), pero sí el relato antinavideño que leyó a continuación, en el que ironizaba sobre una supuesta mala relación entre los tres Reyes Magos. El Nuevo se agitó como si sufriera un acceso. Más todavía, cuando uno de los presentes comparó a los poetas con los profetas, en su calidad de intermediarios entre los dioses y los mortales. ¡Estése quieto, por favor!, le tuve que suplicar a mi divino vecino de asiento. Es que no me habían dicho que eran ustedes irreverentes y un poco marranos, justificó. Se ve que no conocen el Amor...
¡Ah, el amor! ¡No me hable Usted del Amor!, exclamó Paloma. El amor es una mierda, arguyó la compañera entre lágrimas. Todos la miramos y entonces Dios empleó con ella su voz más ultraterrena: pero hija, dijo, no olvides que el Amor ha hecho aumentar vuestra especie, gracias a él ya vais por siete mil millones. Yo sólo buscaba la Dignidad y la Belleza, le replicó Paloma, gitana y princesa, y el Amor me niega ambas. Bueno, bueno, terció Javier dispuesto a terminar con el debate. Dejemos a la poeta que recite sus versos. Así pues, Paloma recitó sus versos: Todo esto es una trivialidad que pesa / por fin la arena está caliente / el reflejo del mar ha dicho fuego. 

Fuego... masculló el Nuevo entre dientes. Eso me recuerda que mi compadre Diablo sigue sin aparecer...
Después, le tocó el turno a Celeste. Celeste leyó un poema titulado "Libertad Condicional", que hablaba de los lazos que nos unen/desunen a las personas. ¡Celeste!, repitió el Creador a mi lado: ¡es mi color favorito! Celeste no es un color, le corregí; bueno, sí lo es, pero en este caso, no: es el nombre poético de Pepita Lamas, no se quede en la superficie de las cosas, le recomendé al Nuevo, profundice, hombre, perdón, Dios. Lo sé, lo sé, no hace falta que me lo diga, rezongó el Omnisciente, sepa usted que muchos críticos han catalogado mi obra de celestial.
El lector número seis fue León, quien se presentó ante todos y por tanto ante Dios como "Presidente de la República de las humildes cuatro letras". ¿Pero qué dice este tío?, me consultó el Glorioso entre susurros. ¡Shsss! ¡Cállese!, no pude por menos que espetarle, ¡y, por una vez, escuche lo que le dicen! Tras León leyó Vicente un comentario de "La sonrisa etrusca", de José Luis Sampedro, en el que analizada las tramas argumentales y los personajes protagonistas de la novela. Vi al Todopoderoso poner cara de póker. Por fin, tomó la palabra María Juristo. La autora de la novela "Las falsas lágrimas de la Gioconda" leyó un poema sobre la violencia de género, que contenía los siguientes versos: Lucífera en la noche de los tiempos / poderosa raíz de lo profundo / soberana deidad de lo creado. "Lucífera", no "Lucifer", no se confunda, le aclaré a mi beatífico vecino de sitio, quien ya había empezado a removerse otra vez como si sufriese un segundo acceso. Seguidamente, María leyó un cuento antinavideño, tras el cual, mi vecino estalló: ¡Ya no aguanto más...! ¡El que no aguanta más soy yo!, le contesté, para después chillarle: Mire, imagino que en los tiempos que corren el teléfono móvil de Diablo estará que arde. Pero hágame este favor: ¡llámele y dígale que venga inmediatamente a buscarle!.

Diablo no va venir, aseguró Él. Ese siempre me hace quedar mal.
La sesión terminó y mientras nos dirigíamos a la salida Dios me preguntó: ¿puedo venir la semana que viene?. Ya le dije que en esta tertulia no cerramos las puertas a nadie, me reiteré un poco desabrido. Bueno, amigo, pues hasta el miércoles que viene, se despidió Él. Vale, adiós, le dije a Dios, aunque sonase redundante.

Así fue como Dios nos dejó y los Rascamanianos presentes nos fuimos todos juntos y sin Él a cenar al restaurante "La Casona de Malasaña", propiedad de Roberto, otro ilustre rascamaniano, donde cometimos el pecado de la gula, dando buena cuenta de una exquisita cena regada con vino, e invocamos al Maligno para que nos guardase la salud durante muchos, muchos miércoles más. 

David Lerma Martínez
8 de enero de 2012

martes, 20 de diciembre de 2011

8ª Jornada/V Año: Miércoles, 14 de diciembre de 2011




Tertulia Rascamán, niños y cromos


1. Rocío Díaz Gómez:


Todos los miércoles en mi tertulia jugamos al trueque de cromos. Nuestros cromos son palabras y frases y cuentos y poemas que nos inventamos. Sí señor, es cierto, somos niños raritos, de esos a los que les gusta leer y escribir…

El último miércoles, el 14 de diciembre, fuimos muchos los que acudimos después del cole, corriendo al trueque: Juan Antonio Arroyo, Juan Manuel Criado, Javier Díaz, María Antonia Copado, José León, Paloma Sánchez, David Lerma, Carmen Frontera, Celia Cañadas, Ana González, María Juristo, Laura Nuño, Vicente ¿Cuál será su apellido?, Enrique López Clavel, Carlos Nosé, Rocío Díaz y por favor si me olvido de alguien que levante la mano… que lo apunto en la lista.

 Javier Díaz Gil, un niño que lee mucho y se le queda todo en la cabeza, va para profe dicen todos, sacó a relucir un cromo que yo ya había leído, pero no dudé en quedármelo de nuevo. “Escribir es vivir” de José L. Sampedro. ¿No dijeron entonces que había que visitar la página de la Fundación Juan March para ver lo que había escrito del 15M?

Ya no lo sé muy bien, porque fue entonces cuando José León, el niño poeta, sacó sus cromos de un bolsillo electrónico que acarrea. ¿Se lo traerían los Reyes? Uno de sus cromos llevaba dibujada la exposición de Leonardo Da Vinci. Qué bonitos los cromos de inventos… pensé. Pero… ¿Por qué salieron a relucir La vieja Sirena, El amante Lesbiano de Sampedro, Lolita de Nabokov y Saramago y el Papa y Sarkosy y la Merkel…? Estos niños juegan a ser mayores… También León traía otro tesoro, uno encontrado en un mercadillo de Navidad pero publicado en 1890 sobre Napoleón. Dos cromos de lujo para este trueque.

¡Que bien contrarrestó Juan Manuel, el niño serio de voz bajita, con su cromo social! Un niño comprometido. Un poema de El Salvador en 1981. “El problema de la poesía social es que se convierta en panfleto… pero en este caso no, tiene mucho lirismo Juan Antonio” dice el niño Javier impostando la voz haciendo ya de profe. ¿Qué podría yo cambiar para quedarme su cromo…?

“Que no levantes vuelo, serpiente cascabel” decía su amigo del barrio” Juan A. Arroyo cuando dejó sobre la mesa su cromo “Mentiras”. ¿No son eso los poemas? Mentirijillas que nos decían de pequeños, mentirijillas para hacernos la vida más suave…

Sssshhh que están contando un cuento: Morgana es una bruja enseñada por Merlín. Pobre Merlín que se enamora de ella… porque al final le mata. En este trueque se cambian cuentos, cuentos que son sonetos, sonetos que son conjuros, conjuros que saca el mago León de debajo de su invisible chistera una vez que “el demon le da el primer verso”:

“Se oyen dentro del mármol melodías
Que inventa un corazón enamorado…”

Ay cómo suspiran las niñas oyendo al niño poeta… A la niña María Antonia le toca jugar, la niña María Antonia es rebelde y atrevida: “Oquedad divina” es su cromo poético:

“Juega la arena con tus finos dedos”.

No nos da tiempo ni a ponernos colorados, porque llegó entonces el turno del torbellino Paloma, la niña inquieta que lleva una montaña de cromos para cambiar:

“El tono en que me pides que te toque…”
“Olvidarte es luchar contra el miedo…”

“Esta niña nos ha salido romántica” dicen en su casa… A nosotros nos gusta verla jugar, con qué ganas, con qué “locura” enseña sus cromos y se los juega a viva voz.

Celinha la niña morenita que entiende el portugués también ha venido hoy al Ruiz. La niña Celinha lee libros de mayores “En el umbral del infierno penan sus penas los indiferentes” decía Dante… Los otros niños, los que no leen, suben los hombros y ponen cara de interrogante porque no la entienden. Pero a los que nos juntamos siempre a cambiar nuestros cromos, nos gustan los suyos llenos de “Arideces”: “Hay una muerte en cómodos plazos”.

Le toca a María participar en el trueque. María Juristo la niña que de vez en cuando se va al mar y llega con cromos dibujados de “vasijas de barro”:

“Vasija de barro encinta
de vino ensangrentado…”

Carlos Nosé es un niño nuevo. Pero enseguida quiere participar de nuestro juego. Nos trae murciélagos y hogueras mientras levanta al vuelo su cromo “No tengo ya el dulzor con que me herías…”.

Vicente es otro niño “casi nuevo”, porque es la segunda vez que se acerca a jugar con nosotros. Esta vez también trae un cromo para hacer el trueque se titula: “Día vendrá”.

Señor ¿Qué más le puedo contar de nosotros?

Hay días que algunos niños no llevan cromos. Pero están ahí junto a los demás. Su trueque es ese. Los demás cambian versos y párrafos, ellos prestan oídos y comentarios. Un puro intercambio. Aquí no se compra ni se vende. Hemos aprendido que podemos llevarnos a casa belleza y armonía, sin cansarnos de jugar, ni gastar apenas energías.

            Si usted quiere señor, puede venir. O animar a su hijo para que venga a jugar con nosotros. No hay más que acercarse al rincón del Ruiz donde quedamos. Y sentarse a nuestro lado. A lo mejor usted también es un niño raro, uno de esos a los que les gustaba leer o escribir… Pero entre nosotros no se le notará nada de nada. Y además se lo pasará bien, muy bien. Se lo prometo.

Qué ¿se anima?



Rocío Díaz Gómez
21 de diciembre de 2011



2. Javier Díaz Gil:

Nuestra granja del Ruiz, ocupada por una comida de empresa. La camarera del Ruiz nos pide disculpas por ello y nos ubica en otra mesa. Allí hay más ruido pero nos quiere compensar invitándonos hoy a lo que consumamos.
Es todo un detalle que le agradecemos.

Además, hoy ha venido mucha gente a la mesa del Ruiz. Tertulia masiva: Rocío, Juan Manuel, Juan Antonio, León, Javier, Mª Antonia, David, Paloma, Celia, Carmenfron, Mª Juristo, Laura, Ana González, Enrique, Carlos y Vicente.

La semana próxima, con las Navidades ya cercanas, celebraremos una cena de amigo invisible con regalo que tiene que ser de “tema literario”.

Empiezo haciendo una recomendación: el libro “Escribir es vivir” de José Luis Sampedro. En este libro se recoge un curso que impartió en la Universidad Menéndez y Pelayo durante cinco día en el que habla sobre su propia biografía y el proceso de escritura. Interesantísimo, sin duda.

Alguien dice esta frase que recojo: “Sarkozy es un tendero francés”. Lo han clavado.
Leemos.
Juan Manuel lee un poema intenso y dramático: El Salvador, 1981.
Juan Antonio ha corregido el poema “Mentiras”. Nos lee la nueva y mejorada versión.
León, de su futuro “libro de la yerma floresta” nos regala dos poemas: “Del fogón de Morgana” y “El doncel de Sigüenza”. Excelentes sonetos.
Dice León que Joaquín Sabina es el maestro de los sonetos.
María Antonia: “Oquedad divina”. Mezcla de erotismo y divinidad, sí señor.
Paloma: Lo que me queda de ti / Sufro una infección de bajar la cabeza/¿Dónde van las palabras?/Las brasas hacen ruido y se consumen.

Hoy la Tertulia va de “ubi sunt”.

Carlos comenta que la estructura sintáctica de Paloma es repetitiva: sujeto/verbo/predicado…

Celia: “Arideces”. Toma como cita para este poema un verso de la Divina comedia: “En el umbral del infierno pagan sus penas los indiferentes”.

Borges decía que no hacía falta leer ningún libro más si has leído “EL Quijote” y la “Divina Comedia”.

María Juristo: “Vasija de barro”
Vasija de barro encinta / de vino ensangrentado.

Se marcha Enrique, cuánto lo sentimos. El ruido del local no le deja escuchar a los demás. Cuanto lo sentimos Enrique.

Carlos: “Solicitud”
Vicente” “Día vendrá…”

Vicente, nuestro nuevo Vicente,  nos recomienda, si no lo hemos leído aún, la novela de Luis Martín Santos, “Tiempo de silencio”. Tomamos nota.

Tertulia de Taller, con lectura y corrección de textos y multitud de temas de conversación. A pesar del ruido nos vamos contentos.


Javier Díaz Gil
28 de diciembre de 2011