Páginas

jueves, 23 de mayo de 2019

28ª Jornada/XII año: Miércoles, 22 de mayo de 2019

Foto Finish




Recuperamos nuestras habituales Tertulias tras el encuentro con la poeta Carmen Crespo, de dos festivos que han caído en miércoles y del acto de presentación en Vergüenza Ajena de nuestra exposición "Recoger el guante". Casi un mes después, pujes la anterior Tertulia fue la del 17 de abril.

La foto finish nos ha dado estos puestos de llegada a la meta del Santander. La más veloz, Mariana (15:30), luego en cerrado pelotón Juan Calderón (17:42), Juan B. Raña (17:42 y algunos segundos), Joselyn (17:49), Rocío (17:50 y le ha dado tiempo a merendar), León (18:00), Carlos Tejado (18:01), José Antonio (18:02), Javier (18:04), Aure (18:05), María Juristo (18:06) y ya descolgada del grupo de cabeza, entra Isa Morión (18:27).

Sin ánimo de competencia ya y sentados en la mesa del Santander hablamos de fechas: 4 de junio, presentación del libro de Isa Morión, 12 de junio, encuentro con José María Herranz en la Tertulia y lo más importante, 10 de junio en María Pandora haremos un homenaje a María Antonia Copado.

Mariana comienza y lee tres poemas, dos de ellos de ceniza y uno de gerundios (la sangre de gerundios que no quería Valle Inclán).

Juan Calderón que leyó esta semana en el Centro riojano y presentó su libro de relatos en la Feria del Libro de Badajoz lee un poema dedicado a Aure (que tanto sabe de versos y dragones).

Juan Bautista Raña (Joselyn saca su abanico por si los calores) lee un nuevo capítulo de Nicanor (y no es de mucha temperatura) que nos atrapa como siempre con sus diálogos tan magníficos.

Joselyn lee un bello poema, "el mañana, ahora". Dos veces porque le pedimos que lo repita.

Aure que se tiene que ir, se cuela con permiso de Rocío y lee de pie y casi yéndose el poema "Peán", el canto que hacían los guerreros griegos antes de la batalla. Peán, recuerda Carlos Tejado es el título de un libro de la poeta Beatriz Blanco (para ella representaba el silencio que queda entre el relámpago y su trueno).

Rocío empieza a leer su relato "Manchas de ceniza" pero su voz que amenaza con quedarse afónica aconseja que la releve yo en su lectura. Un Machado y un Juan Ramón del tamaño de un USB.

León, recuperado y con un color estupendo recién llegado de Italia lee su soneto del estrecho de Mesina. Viajar son vitaminas, le dice José Antonio.

José Antonio nos regala dos poemas, el primero que habla de las prostitutas en un polígono y el humo del palé que sigue empeñado en subir hasta la luna. Y tres versiones de un poema respuesta al de "La hoja en blanco" de Ida VItale.

En mi turno, tras agradecer la compañía de los rascamanes ayer en mi lectura en la Tertulia Montesinos, leo el poema "Refugio" que publiqué en mi blog y escribí el único día de primavera que llovió.

Cierra Isa Morión leyendo dos poemas de su libro "Antídoto": "Algún día" y otro dedicado a los hombres, "Hombre".

En la foto finish de salida faltan Aure, Mariana y Carlos T que tuvieron que abandonar la carrera antes del silbato final.


Javier Díaz Gil
23 de mayo de 2019

viernes, 10 de mayo de 2019

27ª Jornada/XII año: Miércoles, 8 de mayo de 2019


Lectura - Inauguración Exposición "Recoger el guante"

RECOGER EL GUANTE

Miércoles 8 de mayo, una tarde de viento, de esas que hacer volar sombreros y perder un guante. Uno piensa que las prendas se diluyen en los remolinos, se transforman en aves que vuelan por la ciudad, que se quedan varadas en las copas de los árboles donde nadie las ve, que terminan por esconderse en las alcantarillas. Quizás los sombreros, los guantes se van a Vergüenza Ajena a inspirar versos y relatos. No es mentira, yo los vi. 

Juan Antonio recogió el guante del acoso, cárcel de sus manos, para trepar juntos a las ramas.

María de Jesús, llevaba dos, bien amarrados, listos para asestar un gancho al hígado y noquear a un mal amor.

Juan Calderón dejó de ver las manos. ¿Qué qué hacer entonces con los guantes, si no se tienen manos?

José León llegó con los guantes puestos, pero no era de ésos de los que quería hablar. Sino de uno perdido en el pavimento, arrimado a las colillas, quizás para encontrar compañía. Señor, ¿por qué me has abandonado? se lamentaba la prenda en singular.

Javier Díaz Gil se apiada de su alma de cinco dedos, pero nos recuerda que cada guante perdido ha dejado abandonada a su pareja. Oh, triste amenaza de aquello que se da de dos en dos.

Lo corrobora Aureliano Cañadas, idea suya la de recoger guantes y darles nueva vida. ¡Qué guantes más afortunados los que cubren los dedos del poeta! Ha dejado uno sin salir del armario.

Por su parte, Celia Cañadas ha dejado otro en el parque, deshilachado por una palabra, una sola, sabe que los guantes ya no harán par, no se lo digas.

José Antonio Carmona, en breve haiku, detiene el guante de la vida, el tiempo corre, ni pan ni agua, viaje a la nada, sendero y grava...

Ismael Constantinopla deja caer una bomba que aturde a los rascamaneros: !BOOM! Todos sentimos la amputación en carne propia, un quejido se levantó en la sala. No te venden un guante solo, el otro tendrá que quedarse en el cajón con su etiqueta.

A Javier Díaz Gil no me atrevo a preguntarle por la fecha, ni el porqué sentirse como guante sin su gemelo ni del frío ni si se borraron los paréntesis de Carlos Fuentes. Solo decirle que mi mano percibió el cambio de temperatura que sientes en la piel al deslizar el guante y dejarla a merced del tiempo.

Rocío Díaz teje guantes para seis dedos, sí, como lo oyes. Uno más para evitar que pienses que te llevan de la mano. Los hace bola, descubre las manos  y nos revela que es el tibio contacto de la piel lo que en verdad te guía.

Omega busca al águila en su vuelo y ofrece un guante de cetrero para dejarla posar, mansa, sobre su mano diestra.

A Francisco Fenoy la noche le crece, un guante enlunado le hace creer que es de plata, lo recoge, es un guante sudado que alguien más le reclama como suyo.

Mariana Feride, rebusca en el baúl los antiguos guantes de su abuela. Llenos de silencio, tan llenos de palabras mudas que parece que aún están las manos dentro.

El metro es experto en robar prendas, explica Ana. Ella, mujer, dueña de su alma y de sus versos, con arma de cuchillo entre sus piernas nos advierte ¡Eh, no pises el guante! qué de seguro tiene historia.

Iñaki toma el asunto con más ligereza, como malabarista del circo juega con los guantes. Podemos verlos dando cabriolas en el aire. Aguanta la respiración un petit peu, si vous plait.

Cinta Guil ha dibujado un guante mano y una estrella guante, le preocupa la luz que emana de los dedos, nunca desnudes la mano sin tu sombra, murmura, exige.

Hay veces que debemos ponernos guantes para que las manos no se agrieten, se mantengan a salvo en la sequía de aquello que nos es vital, mientras no sepamos cuánto dura el casi nada. Recomienda María Eugenia López.

Es verdad, a veces no basta con saber del guante que cayó en la despedida marcando la ruptura. No basta, dejamos, tal vez en demasía, el otro en el bolsillo del abrigo o en el cajón del buró. Lo mejor es tirarlo a la basura, en la calle para que otros lo recojan y comenzar de nuevo. No sé si Feli Martínez estará de acuerdo. Cuando lo encuentre, le preguntaré.

Isabel Morión tiene guantes de vino, de vino tinto. Con toques de memoria y amores, con cuerpo y sin dejo de acidez, perfumado de música y palabras sugerentes. Guantes conservados en barrica de cedro rojo.

En algún momento todas hemos querido tener una coraza que nos proteja del polvo de la desmemoria, de aquello que nos perturba, nos ensucia o nos molesta. Un guante para poder limpiarlo todo y desecharlo sin remordimiento. Alma Pagés , de incógnito, nos lo sugiere.

!Ay, Alberto Ramos, cómo desgarras nuestras entrañas! Guantes de pescador, de pecador en un dilema sin respuesta. No nos dejes sin tu presencia. Haces falta.

Hay de guantes a guantes. Desde los más burdos de carnaza para el trabajo, hasta los sensuales de satén negro... y si no que le pregunten a Juan Raña por aquel hasta el codo robado a Rita Hayworth. ¡Ay Rita, no podemos olvidar tus guantes!

Veinticuatro guantes perdidos, tesoro para cazadores de recompensas, escribe Carlos Tejado y dice mucho más con esa creatividad y buen humor que se le desborda hasta por los guantes.

Y yo, como él, a pesar de haber recibido tantos guantazos, pienso: I wanted more!!

Carmen Padín
9 de mayo de 2019











La exposición en Vergüenza Ajena (DEL 3 AL 31 DE MAYO DE 2019)



jueves, 9 de mayo de 2019

26ª Jornada/XII año: Miércoles, 24 de abril de 2019


La poeta Carmen Crespo y Javier Díaz Gil,
poeta y coordinador de la Tertulia Literaria "Rascamán"


La poeta Carmen Crespo en la Tertulia Rascamán

La tarde era desapacible. Frío, lluvia... Es de esas tardes que invitan a quedarse en casa. Pero hoy en la Tertulia Rascamán teníamos una razón irrenunciable para acudir a la cafetería Santander: el encuentro con la poeta Carmen Crespo.

Así, nos acercamos a compartir conversación y poesía con Carmen unos cuantos rascamanes: José Antonio Carmona, Carlos Tejado, Rocío Díaz, Cinta Guil, Javier Díaz Gil, David Lerma, Anagonz, Celia Cañadas y Aureliano Cañadas.

Mientras van llegando los compañeros empezamos a conversar y le contamos el porqué del nombre de la Tertulia, que era el de una revista que publicábamos hace años y Carmen nos cuenta que participa en una revista digital que se llama ConVersos y que hacen un encuentro con el autor al que dedican el número en la librería Enclave de Libros de Madrid.

Ya estamos todos sentados y leo, como acostumbro, para presentar a nuestra invitada una reseña de la autora:

CARMEN CRESPO  (Cáceres, 1962). 
Ha participado en la antología de la XXV selección de Voces Nuevas 2012 (Ed. Torremozas), en las  antologías publicadas por la organización del Día Internacional de la poesía en Segovia 2012, 2014 y 2015 y en la antología “Poemáticas naturales”,  2013,  de ediciones Entricíclopes. Forma parte también de las plaquettes colectivas No séKérkira y “Travelling de la colección Libros Mínimos.  Títulos y premios: Tal vez huésped (Devenir), poemario ganador del II premio de poesía Bal Hotel 2012; Puro hueco, plaquette editada por el artista gráfico y pintor Manuel Ayllon; Cuerpo o el corazón del mundo todavía (Sol y sombra poesía); De música y otras pieles (Polibea); Márgenes que no, ganador del I premio de poesía Versos al aire, Fundación Centro de poesía José Hierro, 2015; Todo ardió luminoso (Amargord), 2016.Ganó la XIII edición del Premio de Poesía César Simón que impulsan la Universitat de València y la Editorial Denes, con  el libro de poemas titulado Teselas. Su penúltima publicación fue pájaros, caballos, editado por Gabriel Viñals en la colección ejemplar único, 2017. Acaba de publicar Lana (2019) en Ed. TREA. Diversos poemas suyos han aparecido en las revistas ‘Cuadernos del matemático’, ‘El coloquio de los perros’, ‘Pangea’, ‘Tres en suma’ y ‘Obituario’.Colabora en la revista digital de poesía conVersos, de la que es miembro de su consejo de redacción.


Hablamos de "Pájaros, caballos", un libro de artista en colaboración con el pintor Gabriel Viñals. Carmen le envió los poemas y Viñals no permite que le cuente de qué va el poema. Él pinta un cuadro sobre cada poema. La edición es reducida, son 25 ejemplares.

Los poemas de Carmen. Comento que están fragmentados, eso me interesa mucho. Juega con la espacialización y a veces el verso acaba en un pronombre, en un artículo... Se crean espacios que son para respirar, parar y ver por dónde te lleva el poema.

Me influye la forma de escribir de Ada Salas, de Valente, que "paran" para hacerte reflexionar, nos dice.

Carlos Tejado pregunta por el cambio de tipo de letra, las cursivas... Lo hace porque a veces es otra voz, lo hace porque quiere que el lector se pare en esa palabra. A veces (es muy arquitectónica, muy visual, confiesa) las palabras en cursiva pueden formar otro poema.

A la hora de escribir, un cuadro le viene como disparadero: lo expresa sí porque "viene de un sitio y va a otro".

Tal vez huésped, es un libro que lo definieron como existencialista aunque Carmen no lo ve así. Pero es cierto que ella quiere sentirse a la intemperie cuando lee y cuando escribe.
En este libro y en la mayoría de ellos, una idea le está bullendo y le hace escribir. La idea original en éste era convertir lo intruso en algo nuestro, aprender a convivir con ello. Unos clavos en la rodilla era algo extraño con lo que hay que convivir. Nos incomoda lo extraño, un extranjero, un pájaro que se cuela por la ventana. En lo extraño hay que buscar la compasión: padecer-con.

Parte de una idea para escribir un libro, le obsesiona esa idea y escribe hasta que la agota
y cierra el libro.
A veces la idea termina pronto y en 10 poemas se acaba el libro porque está todo dicho. Es el caso de las plaquettes que ha publicado.

En Tal vez huésped introdujo en los poemas la palabra "intruso". En la primera parte del poemario no utiliza puntuación ni mayúsculas, cree en la igualdad de las palabras. Las comas frenan el poema. El lector es quien debe darle su ritmo al poema.
Escuchamos a Carmen contarlo en este vídeo:




De esa primera parte (que tiene que ver con los intrusos internos) nos lee:

- Qué intrusos son éstos que elongan...
- El poema "Roer de la madera..." que podemos escuchar en este vídeo:




Y continúa con:

- "Emana de la herida..." que también podemos escuchar aquí:



Y dos más:
- Intrusa / en una ampolla...
- Un hueco extraño...

La segunda parte tiene que ver con los intrusos externos. De aquí elige estos poemas:

- La inquietud de los perros... (en este poema Ada Salas le quitó una palabra que cerraba el texto y ganó mucho el poema, confiesa).
Se siente ahora menos identificada con el libro pero le tiene mucho cariño. Le pregunto si a veces, como lectora, quitaría alguna cosa del poema ajeno que está leyendo, lo corregiría. Con los grandes no se atreve, responde.

Cierra esta lectura con:

- Sobre la arena...
- Y "Derramaba el agua en su orilla..." del que tenemos este vídeo:




Hay que conocer la métrica, afirma, la estructura, la medida, los acentos. Si lo desconoces te falta la música. Es el oficio necesario.

- En Teselas, la disposición de los poemas en la parte inferior de la página representa el horizonte del mar.
La disposición de las palabras no es casual.
Al lector hay que moverle hacia una actitud de reflexión, de pensamiento. Es una responsabilidad del autor lo que entrega al lector. Esta idea la desarrolla Carmen Crespo en este vídeo:




La poesía es de una minoría. Porque no se ha enseñado en las escuelas como debería. No se trata de bajar el nivel "poético". Se trata de que exista un trabajo de corrección y es un acto de responsabilidad con el poema y con el lector. No hay que menospreciar al lector.

Volveremos más adelante con Teselas.

Cuerpo o el corazón del mundo todavía, eran dos posibles títulos que estaba barajando Carmen y le preguntó a un amigo si le gustaba "Cuerpo" o "El corazón del mundo todavía" y le dijo que sí, entendiéndolo como un sólo título. Y así quedó. "El corazón del mundo todavía" es un verso del poeta francés Zéno Bianu. Esta plaquette está publicada en Santander y los editores forman parte de un grupo surrealista llamado Sol y Sombra.

Esto nos lo cuenta en este vídeo:




De este libro nos lee:

- Sé los...
- Todo lo que podía ver...
- Aquí no había una casa quemada...

De música y otras pieles, es el siguiente libro del que hablamos. Escribió los poemas después de escuchar una ópera, mirar un cuadro de una exposición... Recopiló poemas que iba escribiendo con estos motivos y los dividió en dos partes: música y artes plásticas (otras pieles).
Hago notar que Carmen empezó a publicar en 2012. Dice que empezó a publicar tarde  porque le animó a hacerlo Ada Salas. Le daba pudor publicar aunque tenía mucho inédito pero ahora sí está animada a seguir haciéndolo.

Nos lee algunos poemas de este libro.

De Música:
- Música para 18 músicos
- Fuera aguarda la ceniza

De otras pieles:
- Del pintor Jean Fouquet, sobre su cuadro La Virgen con el Niño y ángeles lee el poema que está dividido en dos partes:
  1. Reverberación ad utero
  2. La compasión
Podéis escucharlos en estos vídeos:





- Llegamos a Todo ardió luminoso. Andréi Tarkovski es un director ruso que le encanta a Carmen Crespo y ha visto todas sus películas. Tarkovski reprodujo la casa de sus padres en casi todas sus películas. Era una referencia de su infancia. Carmen vivió por el trabajo de su padre en más de 15 casas distintas y comparte esa sensación de desarraigo con el director. Su referencia de la casa de la infancia, para ella, es la de su abuela.
Hablamos de los miedos, las carencias. Quizá no todos los miedos, las carencias... haya que corregirlos, sino hay que asumirlos y "perdonarse". La compasión con uno mismo, dice Carmen.

Volvemos a los huecos de los poemas, por los que te puedes caer, pero también están las palabras a las que te puedes agarrar.

Lee de la 1ª parte, titulada "Donde el óxido" estos poemas:

- "Cruzaron el..." del que tenemos su lectura:




- Es el golpe de... (donde aparece la obsesión de Tarkovski en sus películas por la gota de agua que cae...).
- Donde no / llega la luz
- Una caracola des-cabezada. (A Cinta este poema le recuerda las circunvoluciones del cerebro, comenta)
- Lluvia que / no cede que
- La piel / y su contorno.

De la 2ª parte, "Todo ardió luminoso" lee:

- Cómo sentir la piel
- Un hombre cae / desplomado / al suelo
- Pero / qué ladridos

En la memoria se me queda resonando del poema que acaba de leer el verso "nadie oyó al que huye").
Cuenta Carmen cómo de pequeña vivió una experiencia terrible, el suicidio del padre de una amiga suya con seis años, nos lo explica antes de leernos el siguiente poema:

Como el 
poso 
de un ángel 
en la gravilla
difuminado por
un tiro
en la sien

Nos faltan en este vídeo los dos primeros versos pero tenemos el resto de la lectura y el comentario de Carmen:




La 3ª parte son poemas en prosa bajo el nombre "Manzanas allí" y nos recitó:

- Final (que tiene tres partes)
  1. Un hombre sumergido...
  2. Lo que es lamento...
  3. Sí las manos no existen


- Los sueños de Iván (poema basado en la película "La infancia de Iván" de Tarkovski. Es una película sobre los niños de la II Guerra Mundial). Son cuatro sueños que se convirtieron en tres poemas de Carmen Crespo:

I. Entre la onda...
II. Voces infestadas...
III y IV La respiración...


Tras esta lectura reanudamos conversación y hablamos del dolor. El dolor como origen de la poesía. "Se escribe desde la herida".

David dice que nos comunicamos mejor con el dolor que con la felicidad o el humor. La clave vuelve a estar en algo que ya ha citado Carmen, la compasión, padecer con. De ese modo el poeta conecta con el lector, pueden haber sentido el mismo dolor.

Teselas, con este poemario ganó un premio muy importante, el César Simón. En Teselas, nos cuenta, se le derrumbaron muchos mitos: la figura de su padre o la del padre de su hija. Necesitaba escribir este libro para explicarse estas pérdidas.

Lo fragmentario de nuevo, su manera de mirar y comprender las cosas. Ella mira el detalle para luego componer la realidad. Lo explica en este vídeo:



Para explicar el libro nos lee el texto que sirve de introducción:
- Sobre esta roca...

Habla de muchas cosas pero, afirma, hay un hilo conductor en el libro con la sucesión de pasajes de la Odisea de Homero.
Nos lee el texto prácticamente entero de Teselas.

Me desasosiega, le confieso. Y Carmen dice que eso es lo que pretende. Aquí podemos escuchar tres de los poemas de Teselas.




Nos ha encantado escuchar a Carmen leer Teselas, a todos nos ha conmovido.

Así, cronológicamente, por orden de publicación llegamos a Pájaros, caballos. Hemos hablado antes de este libro de artista que publicó junto al pintor Gabriel Viñals. Son 25 poemas y nos lee dos de ellos:

- El primero lleva una cita de Aréstegui: "Y sueño que vuelo aunque sólo estoy corriendo":
¿Adónde van los sueños...?
- Ni siquiera tu podías.

Estamos llegando casi al final de la Tertulia de nuestro encuentro con Carmen Crespo. Siempre nos sucede igual, se nos pasa el tiempo volando de sentirnos tan a gusto conscientes de la complicidad que se ha generado. Pero nos queda hablar de muchas cosas aún, lo primero de su último libro, Lana, de este 2019.

En él habla del proceso del esquileo. Pero también del proceso de la escritura. Ella que es extremeña, como ya sabemos, lo ha situado en espacios de su infancia. Y el texto está basado en el Museo Vostel de Malpartida, de arte conceptual.

Importa la lana, no la oveja. Importa el poema, no el poeta, dice Carmen.

Carmen escuchaba a su padre comentar cuando estaban removiendo el terreno para construir el Museo que tuvieran cuidado con lo que pudieran encontrarse...
Nos cuenta Carmen cómo vio su padre, siendo un niño de 9 años, fusilar a tres personas donde ahora está el Museo Vostel. Los desnudaban, los fusilaban y enterraban sus ropas y las alpargatas en otro lugar apartado de la fosa en la que quedaban.

Y nos habla Carmen, de un tío suyo fusilado en la plaza de toros de Badajoz durante la guerra. Fusilamientos ordenados por el General Yagüe en los que murieron 4.000 personas en dos días.

Lana habla del despojamiento del ser, despojamiento del lenguaje, de los desaparecidos (a los que en el libro nombra como los "runners").

Nos vuelve a conmover al leernos el libro completo. Es un sólo poema, nos dice.
Anoto en mi cuaderno, de lo leído, dos cosas:
una poética: "gente que habla y toma fotos..."
y la imagen: "del techo cuelgan romanas".

Hemos recogido en vídeo algunos poemas de "Lana":




Estamos casi llegando a las nueve y nos queda una sorpresa. Carmen trae un libro inédito, Lugar, no territorio. Pronto se publicará, lo está terminando de corregir.
Son fragmentos de lugares en los que ha estado, poemas escritos en los viajes.
Como el que nos lee. Por ejemplo, nos dice, estos poemas que escribí en la casa donde vivió Emiliy Dickinson y que ha titulado If blossoms do, que es un verso de la poeta. Es una de sus poetas preferidas, nos dice. La lee y la relee.

Aureliano que ha llegado al final le dice a Carmen que le ha gustado mucho estos dos últimos libros y que vuelva a la Tertulia cuando quiera.

 Por supuesto que sí, esta es tu casa, Carmen.

Le pedí que trajera algunos ejemplares de Lana y nos los firma. Yo le regalo un ejemplar de nuestra antología de la Tertulia en la que podrá encontrarnos a la mayoría de nosotros. Nos pide también que le firmemos nuestro libro.

Sabemos, lo hemos comprobado, que compartir una tarde de emoción, de buena poesía, de complicidad es una forma de felicidad.

Carmen Crespo ha iluminado esta tarde de frío y de lluvia. Su palabra ha sido un refugio para nosotros.

Gracias por tu generosidad. Gracias por tu poesía, Carmen.

Javier Díaz Gil
16 de mayo de 2019










Algunas imágenes del encuentro: