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lunes, 28 de marzo de 2016

22ª Jornada/IX año: Miércoles, 23 de marzo de 2016

confesó venir de apagar el congelador 
de lubinas salvajes por error...

Mis planes malévolos una vez más se vieron truncados por la realidad. Me hice cargo, voluntariosa, de la tarea de dejar huella a través de la bitácora de un miércoles “santo” previo a las vacaciones de pascua… pensando para mis adentros que sería tarea fácil y somera, esperando pocos rascamanes en esta que se anunciaba “tertulia de guardia”. Cuando llegué ya estaban varios y poco a poco se fue llenando el sótano de raras perlas, con sus folios y poemas... si seguís leyendo podréis degustar algo de lo que allí aconteció.

Javier se escondió tras su sombrero de fieltro pues confesó venir de apagar el congelador de lubinas salvajes por error, queriendo él desconectar el hilo musical que entorpecía la lectura.  La poli de Almagro estaba  ya peinando la zona así que se dio brío para dar el campanazo de inicio tertuliano. El silencio sobrevino y León, sacando su patita por encima del mantel nos hizo ver que estaba herido. León ruge de dolor y a todos  nos duele con él porque nos recuerda que hasta el animal más poderoso está sometido a las leyes de la vida y pánico nos da ver que si esto le puede hacer a él, qué no podrá hacer con nosotros.

Rocío no se aguanta y le pasa dos paracetamoles por debajo de la mesa mientras se excusa por no haber tenido tiempo para terminar su relato…

“Mis recuerdos de Lisboa eran los de una foto en blanco y negro…” con una bucólica imagen familiar que quiere recomponer y sobre todo colorear va destapando uno a uno los personajes que parecen no tener ni prisa ni ganas de poner punto final a su historia mientras Rocío lucha contra esta transposición hacia una novela. Varios le piden aguante para dejar vivir esta historia tan longa como quiera y no imponerle un punto final a su gusto. Rocío duda de su “carrete”, sentenciando “tanto rollo no tengo” frase que recibo con expresión ojiplática pues le han dado una frase y !!!ha creado un universo!!! Carrete tienes Rocío, somos todos testigos, paciencia es otro tema...

Isabel irrumpe con Gloria, la fuerte, para después dar paso a algo muy suyo y también potente: Lacerándome toda. “Yo conozco la espina, lacerándome toda, enferma de una ausencia…” El Sr. Fenoy dice en alto una palabra que le evoca tal poema: vampiros. Ella se ofende y el se defiende, no pudo ser de otra manera.
Continúa con un amor que ha crecido y no se estrecha. Besos exiliados dormidos despiertan… Buscamos la palabra exilio, y convenimos en que a muchos nos gusta el concepto.

Miguel se confiesa en dique seco, por ello rescata versos de hace tiempo, en un trayecto del AVE, Mad-Bcn, cuyo amanecer le hizo suspirar y a nosotros con él: “La luna decrece blanca, ¿qué será lo que nos aguarda?", qué podemos esperar de lo que aguarda.
Llamas de luz fría, se abre un cielo de arena… Resulta ser Miguel un “epitafista lírico”.
“Epi – tafio” : Al pie de la tumba.
Nos descubre un poemario de exaltación futbolera que a muchos les sorprende por su belleza... a mi me deja fría, una oda a una pelota nunca me calará jondo...

María defiende con holgura un relato súper breve, el superman de los relatos, “las cámaras”: a aquella mujer de paraguas y bolsón le solicitan su cuerpo entero para esconderse de las cámaras ocultas. Ella entendiendo la urgencia del asunto se despoja de su encarnadura y aprovecha para fisgar ella a los de los de las cámaras, que efectivamente todo lo grababan.

Fenoy, no sé por qué extraño motivo se vanagloria de su edad, proclamándose el ANCIANO de la tertulia, dice tener 74 años más 1 km y acto seguido se lanza a la carrera: “De un cielo y de un tiempo” del mismo enamoramiento. Psicología, frescura y música poseídos de una vida que eleva su vuelo... Alza los ojos el Sr. Fenoy y no se cansa de preguntarnos uno a uno si hemos entendido su poema. Me conmueve esa duda, tan profunda e instalada… Paco, si los demás creen entenderse y prisa se dan en ponerse de acuerdo, no hay garantía de que lo hagan de hecho. “… bajo el saber de lo humano que a luz se alza”, “con delicia de fiebre su pulso se oye” continúa Fenoy para dar paso a lo que debe ser la crème de la crème de la poesía: 30 haikus que compuso de una sentada para un concurso de la OIT (Organización Internacional del Trabajo)… ¡se desata la batalla! Sacan el metro y parece que se nos ha olvidado a todos contar, ya nadie se pone de acuerdo en si dos más dos son uno o tres y sale a la palestra la cuestión de la Naturaleza sí, o Naturaleza no. 

Alberto toma el relevo con sus “Ojos de Hamlet” y nos deja un sitio para fisgar por el ojo de una cerradura a Oreo Bernabeu, el buen suicida, que se llena el estómago de barbitúricos mientras se da cuenta que el prospecto es una gran novela al son de “ne me quitte pas, ne me quitte pas”, morir duele mucho pero él es un artista de gusto exquisito que está demasiado gordo para llegar al teléfono...

Javier nos embelesa con su poesía “Alcorques” que ha sido gala de una publicación en una revista. Lee de una forma contenida sobre huecos que dejan los árboles retirados de su acera que le conectan con huecos que lleva dentro y duda de si alguien, al menos uno, nos daremos cuenta del hueco que él deje sobre la faz de la tierra. Se hace un tumulto y alcanzo a oír en un corrillo que la primera vez que leyó el poema se le saltaron las lágrimas... Pienso en los huecos que tenemos que excavarnos todos para vaciar a nuestros escritos de la vida que los anima, porque es muy fatigoso palpar los bordes de nuestros abismos y dejar a los demás vernos asomándonos a ellos en directo. Me hubiera sentido regalada de ser testigo de esa primera lectura.

Es mi turno, leo un inicio de relato, lo mío son los inicios “Había nacido desprovista de calor de vida, la habían arrancado del cuerpo inerte de su madre para ponerla en manos de un hombre que no la amaba… supuraron sus ojos una costra de sal y en su destello vidrioso se refugió un enigma.” Uso un neologismo “tetanizado” para el que tengo partidarios y detractores. Continuo con un relato breve “Matrioskas” y me lo tildan de muy discursivo y confuso, me recomiendan que lo reescriba como un monólogo en primera persona… y yo sonrío para mis adentros, pues de hecho así estaba pero lo reformulé en tercera persona con la intención de hacerlo ajeno, como si el abismo al que se asoma la protagonista no tuviera nada que ver conmigo.

Iñaqui da un paso al frente con su “Esquizofrenia agresiva” amenazando dar un paso suicida que le lance balcón abajo mientras su madre lo alienta “siempre dices que te vas a tirar y nunca lo haces” mujer peculiar y erudita que pasa sus horas leyendo a Nietzsche con su “Así habló Zaratustra”. La historia acaba con un salpicón de sangre y con un “nunca es tarde para empezar de cero”.

Alma se va y adelanta el turno de Ana que deshojando un cuaderno reciclado nos deleita con imágenes de una delicadeza exquisita: “qué pequeño ha sido lo que ha sido, que escasez me queda del minuto en el portal. Instante de hoja y viento, vuelo al ras, ya no vuelve. Echaba el párpado a volar el verso...” qué bonito, qué bonito, qué bonito… ¿cómo lo hace? No puedo más que asombrarme degustando la belleza de sus versos mientras Javier, más pragmático aprovecha la ocasión para robarle un endecasílabo “las hojas amarillas del cuaderno”, retiene la frase como un niño levantando un trofeo...

Leo cambia de tercio con sus “APOEMAS”:

EN NEGRO                                        COLOR
Me mapeo                                         Pie existencial          
Corazón                                            Fuerza destructiva
Piedra a cuestas                               Intemperie adulta y vida artificial

ATÍTULO 1
Caligráfico
Sin pluma onírica
Construye la madriguera
Restándole materia

Me encanta esta libertad para hilar palabras sin prestar atención a la forma estética y me da vuelo para tal vez arriesgar yo misma un poema… Gracias Leo.

Vicente viene tarde y trae un tomo, excusándose no sabemos muy bien de qué, pero nos pone en guardia pues “Excusatio non petita, accusatio manifesta”. A Vicente le encanta gritar y por este medio darse la razón.
Somos pocos los que quedamos para poner oídos a su “Tormenta de arena” pero voz no le falta, se la pone Rocío: “ …todos nos abrimos por las mismas grietas, alicates, núcleo del cometa... En tantos sembrados habían metido los pies que saltaron por la ventana”.

Aprovechamos el empuje de ese salto para subir por las escaleras escoltados por lubinas frías y agradecidas que nos acompañan al metro. 

Y despuntan mis primeros versos que se lanzan lengua abajo para salir corriendo en la plaza de Santa Bárbara:

“tiendo a ti
como tienden las ecuaciones integrales a infinito,
caigo hacia ti,
como caen los cuerpos hacia la tierra”




Leticia Cabeza
27 de marzo de 2016

domingo, 27 de marzo de 2016

21ª Jornada/IX año: Miércoles, 16 de marzo de 2016


MENÚ DEGUSCAMÁN


Iba yo, en mí mismado, camino de la Gran Cafetería Santander, a la habitual (para otros) hora de la merienda pero para nosotros l@s Rascamanian@s la hora del té (de la té-tulia)…

Iba pues, como veis, divagando cual diva perezosa, en torno a dos ideas que para ser hombre como yo soy, no deja de ser excepcional: una, que acudir a la Tertulia Rascamán es como ir a tu restaurante de cabecera a dejarte seducir por un menú degustación, sin idea fija de lo que te apetece comer sino dejarte llevar por aquello que te ofrecen; y otra que en este Madrid de nuestros pecados todos los peatones estamos expuestos a morir a manos de una moderna pena capital, la bici eléctrica… 

Me adentro, previo paso de avituallamiento de mi té de cebada marca Mahou, en nuestro salón a disfrutar un día más del Menú Deguscamán que tuviéramos a bien ofrecernos y en donde todos los platos que se sirven son al centro para compartir.

El entrante fue toda una sorpresa a modo de sugerencia del chef. De la mano de León disfrutamos de las maravillosas imágenes de Laura Len, “fotógrafa de la luz y de los sueños” en donde queda patente que una pareja de tres, como son la fotografía, la poesía y la música maridan como en el tute, caballo y rey de oros para cantar las cuarenta (siempre y cuando pinte en oros claro, porque si pinta en copas cantas solo veinte). Este plato, en boca de Laura, su autora, está en la línea de todo aquello en lo que es más importante sugerir que explicar, como ocurre en la poesía. Primero surge la idea-sentimiento, y de ahí la necesidad de volcarlo en una imagen para que, por fin, el espectador se sienta identificado. En esa línea los personajes de sus fotografías están de espaldas para que tengamos su misma perspectiva, siendo el espectador el co-protagonista más. El menú Deguscamán de hoy no pudo comenzar de mejor manera. Y como un enlace dice más que mis palabras: visita www.lauralen.com o Laura Len Photography (Facebook).

Redundando aún más en que la Tertulia de hoy se condujo por los caminos de la gastronomía, León tuvo a bien traer unos Miguelitos de La Roda, a modo de delicia que se sirve entre plato y plato; y así endulzar la presentación en sociedad de su último libro “Tras las huellas de Al-Andalus” (Editorial Almuzara).

El siguiente plato, nos lo sirve Amelia desde su portátil, a modo de bandeja. Se trata del avance del capítulo primero de una novela que está cocinando, cuyo título es “Volver al vientre”. La presentación de este plato es una combinación de baúl que guarda durante años cartas que nunca llegan a su destino, una psicóloga de 50 años que está a punto de ser juzgada y condenada, la autosuficiencia de la vida de antes (quizá no hace tanto tiempo) en contraste con la vida económica de ahora y el ritual de las matanzas del cerdo en los pueblos. León nos ilustra al respecto sobre “Las Pezorras”, los primarios balones de fútbol: las vejigas del cerdo infladas y sobre la premonición que el cerdo tiene de su suerte en forma de muerte en llegando la época de matanza; de hecho cuando se acerca el invierno, el cerdo deja de leer su horóscopo porque ya sabe lo que le va a deparar el futuro.

Juan Antonio nos sirve el siguiente plato, en forma de ensayo-soneto cuyo título es “La osa enamorada”, dedicado a sus nietas Irene, Julia y Carlota; con La Madre, como tema principal. “Pasaste de ser madroño a ser mi oso”. Juan Antonio había pensado en romperlo cuando era ensayo pero le dio otra oportunidad con la vestimenta, a medida, del soneto. Menos mal que Juan Antonio no cometió un ensayicidio, los caminos del soneto son inescrutables. Detrás del estreno de un soneto hay muchos ensayos detrás.

Ahora es León quien nos sirve el siguiente plato en forma de poema llamado “Los poetas rojos” (perteneciente a “Tras las huellas de Al-Andalus”, página 234) inspirado en una anécdota ocurrida a un grupo de poetas en el barranco donde fue fusilado Federico García Lorca. El poema nos deja en el paladar sabores como “Si Federico no hubiera muerto en ese barranco, nos hubiera hecho levitar” o “Música de Tete Montoliu…donde se esconde el mundo triste, triste tan triste por haberte perdido”. La verdad es que con platos como este, cocinados por León,  ya habríamos comido pero tenemos que guardar más hambre porque aún queda mucho por degustar.

Es el turno de Isabel Morión que nos invita a un recital que dará el 7 de abril en el Colegio de Veterinarios (Calle Villareal 11). Isabel nos trae el siguiente plato en forma de relato con tintes de crónica, escrito en 2008 titulado “Ambición” que tiene que ver con el asunto de las herencias, la soledad y la enfermedad. Es un homenaje María y a personas como ella que estuvieron en manos de gente sin escrúpulos. Tengo que reconocer que, gustándome las voces como me gustan, la voz de Isabel suena de maravilla.

Ahora Juan Manuel nos sirve un escrito hecho a mano, y da la impresión que a fuego lento. Nos lo lee dos veces, no porque sea un plato poético que repita sino para saborearlo mejor. Esplendoroso anciano que… Ya no quedan rosales… busca en tu corazón aquellos acordes… Que con tu bastón remueves los escombros de la luz…  A los presentes, el poema de Juan Manuel nos supo a sorbete de limón, tan importante en las degustaciones, tan alimento propio.

El chef Fenoy, que en un momento dado, se define a sí mismo como “yo me caigo de lo bueno que soy”…Fenoy poeta que queda recogido en la Antología de los Poetas Sociales; de primer plato nos propone traer a la Tertulia al poeta Fernando Beltrán, crítico y teórico de la poesía; propuesta aceptada por unanimidad. De segundo nos ofrece una creación propia: un “Poemítin” y nos lo lee en “Fenoyés”, titulado “De un cielo y un tiempo” Editorial Aebius, publicado en 2010. 

“Subiendo a la cumbre estoy…
Para quedar en lo alto
con la mirada en los cielos,
de estrella en estrella roja…"


El siguiente plato de este Menú Deguscamán de hoy, nos viene de la mano de Ismael Istambul, (de padre sirio y madre granadina). En este caso es un plato combinado, compuesto de dos poemas: el primero (dice que medio robado al poeta Andrés París) titulado “Un no se qué”… un no se qué llamado vida, primer verso que desde el  comienzo ya nos abre una ventana a la imaginación. El segundo, titulado “Salto cualitativo” que lleva entre sus ingredientes, la palabra “tecnológico” y que es motivo de controversia por el sanedrín de poetas presente. Al final la palabra es suprimida. El poema nos deja imágenes como “Sacar punta al lápiz… hacia ese salto mortal que libera al hombre”…

Ahora María nos ofrece la degustación de un relato breve llamado “El ascensor”. Entre los ingredientes tiene un contundente “Señora, ¡está usted buenísima! ¿Me permite cortejarla?" Que obtiene inicialmente el rechazo por parte de la protagonista pero que luego se torna en interés. Tal es así que deriva en un no menos contundente “Señor, ¡está usted buenísimo! ¿Me permite acostarme con usted?"... Efectivamente, en el amor y en el sexo hay subidas y bajadas;  y ¿qué mejor lugar para iniciar una historia erótico-festiva que un ascensor?.

Es el turno ahora de nuestra chefa Rocido, que nos ofrece un relato reforma (es decir que no es obra nueva) titulado “Hay virus que te duran 24 horas y otros con los que te terminas casando” que tiene mucho que ver con el comer, el buen comer “mi Reme, mujer entradita en carnes de las que yo disfrutaba”, de ¿gazpachos en febrero?, pues “a morir por la patria y el gazpacho, mi vida”… el ajo, o salir, o no salir los sábados, that is the question…
Rocío nos deja un replato (de relato y plato) con sabor a ajo, a paso de tiempo, a pareja y a transformaciones de la carne humana, la metamorfosis del amor…

Entonces, el que aquí subscribe aportó al menú un escrito con alma poética, titulado “Azul Cristalino”, inspirado por esos cantos de sirena que a veces siento en mi interior cuando hay imágenes que lo provocan, como la de observar cómo un loco ha inflado un globo de azul cristalino, el color de los locos metódicos, aquellos que han perdido su cordura por falta de amor durante ese intervalo de tiempo que está escondido entre el relámpago y el trueno de alguna olvidada tormenta. Y todo lo observamos los que no estamos locos porque todavía no nos ha tocado estarlo…

Seguido lo cual me tuve que levantar de la mesa para no perder mi tren de vida, ese que me obliga a coger mi dosis diaria de dos trenes de cercanías, por prescripción hipotecaria.
Dejé desde ese momento a cargo de la comanda a nuestro gran chef Javier. 

Y me fui, habiéndolo pasado tan bien degustando palabras cocinadas en platos tan diferentes y suculentos, que cuando llegué a casa, esa noche no cené.


Carlos Tejado
9 de abril de 2016











P.D.: "De cómo continuó la Tertulia"

Carlos sale de la Tertulia para llegar a su tren pero antes me pasa el papel y el boli y la comanda y veo cómo se relame satisfecho por los platos que llegaron hoy a la mesa. Pero este menú Deguscamán no ha terminado aquí y preparo unos tupperware para guardarle a Carlos los platos finales del día y que le adelanto en este final de bitácora.

Alberto cede su turno esta semana y Marisol dice que no ha traído un plato completo sino fragmentos, sus fragmentos. Esta vez los trae en 3ª persona y paladeamos la gastronomía británica de este relato que ocurre en Londres, un viaje de ida sin vuelta. Uno se entera de lo que ha vivido en Inglaterra cuando vuelve a casa.

Llegan ya los postres. El primero lo trae Iñaki Ferreras: en un plato-cuento grande, Pitiminí canta la canción de Ana Belén España, camisa blanca de mi esperanza mientras pululan por el relato Pacho Pacheco, director de cine y el gato Caritín. Soñando con sus respectivas mamás...

El siguiente viene de la mano de la chef Ana Gonz. Tiene forma de post it: las palabras que ha aprendido por la noche las escribe en un post it y se lo pega en la frente...

El tercer postre (un buen menú degustación no puede llevar menos de tres postres) de este menú Deguscamán lo ha traído Leticia pero nos ve tan llenos que decide que nos lo leerá el próximo día. Carlos, guardo el tupper del tercer postre sin contenido pero Leticia te dará una porción el próximo miércoles como a todos, no te preocupes.

Se nos han hecho las 9 de la noche: hay menús degustación tan largos y felices que se juntan con la cena. Nos vamos saboreando en la memoria los matices sutiles de los ingredientes del menú. Afortunadamente cada miércoles hay un nuevo menú Deguscamán que cambia y sorprende al comensal. No faltaremos.

Javier Díaz Gil
10 de abril de 2016


domingo, 13 de marzo de 2016

20ª Jornada/IX año: Miércoles, 9 de marzo de 2016


me asomé a qué día va a hacer hoy...


Día por alegrías, me asomé a qué día va a hacer hoy y me llené de energía, cielo azul muy intenso, cúmulos blancos con pinceladas grises y protuberancias para todo tipo de mirones, viento seco y frío para salir abrigado y ráfagas heladas para espabilarte, deberíamos pasar a llamarlo directamente día Madrid. ¿Se puede pedir algo mejor en el primer tercio del mes de marzo? Sí. Se puede tener a los poetas y cuentistas de Rascamán vitales y críticos, amables e irónicos y que Gonzalez Tocinillo salga de su semiclandestinidad para llevar a los tertulianos de Rascamán por cabal.

Comenzó Leticia y no nos lo puso fácil mantener el tono porque el sugerente título de su relato "El relato crece" nos metió en mucha hondura, '...mi sombra me abandonó la vida... obsesión por el espectro sombrío...' Leyó las persecuciones que iban a acabar en tragedia en su móvil uniendo fragmentos de notas distintas de su bloc, prueba de que necesita no sólo revelar palabras sino montarlas en frases y párrafos en cualquier momento y en cualquier lugar. Recibió comentarios motivadores de los escritores experimentados, relato simbólico dijo uno, el hombre sin sombra evocó otro. Intuí afán de todos de cuidar y ayudar a crecer un joven talento y así también lo interpretó ella, su cuento tenía que crecer un poco más antes de que entrara en la bitácora. 

Juan Manuel nos invitó a un día de campo en familia con su relato La pelota

... el niño hacía rodar la pelota que viajaba veloz y saltarina... la música le seguía impulsando a correr tras ella... Miguel espoleado por las bridas del jinete interior, se precipitó sobre las aguas...

Algunos necesitamos alguna palabra más a modo de preludio del drama final, pero el autor más bien buscó el contraste para mostrar que la línea entre la vida y la muerte es no sólo invisible sino muy fina.

Yo anoté para mí la sugerencia de Javier: que el relato lo cuente el río, y esa noche di vueltas y más vueltas sin poder responder y aceptar la sugerencia de Leticia, si se quitara la primera parte el final tendría más fuerza, dijo.

Juan Antonio leyó su soneto La osa enamorada.

La niña quiere el árbol, su pareja, 
tiene esa edad de cinco tan preciosa, 
la imagen del madroño con su osa 
en ella se ha encontrado y se maneja.

Ahora que eres mío y ya no hay reja
rodeada entre tus brazos, mariposa, 
despierto el sentimiento de ser diosa
por fin este cariño no se aleja.

Imaginaba entonces los amores 
del padre como un árbol generoso 
con el afán que tienen los ardores

Llego todo tu amor animal brioso
han desaparecido mis dolores
pasaste de madroño ya eres mi oso

Le invitaron a probar a reescribirlo en verso libre, romance o cuarteto.

Yo no tenía criterio, me superaba el intercambio de los más sabios pero al volver a leerlo pienso que hay amores que mejor están en un soneto. 

Ignacio Tamés, puso tono y compás de alegría cuando su voz e ironía detallaba el informe confidencial, contra el ébola que González Tocinillos escribió en el marco de la Patafisica Aplicada

Todos queríamos seguir escuchando más de tan singular autor y Javier leyó su declinación de la candidatura a Presidente.

Unánime fueron los parabienes y deseos de que el Profesor deje más a menudo su pensión cerca de Las Cortes para escucharlo.

Aure pone vida en cada palabra, sus versos saben a verdad. Leyó con voz flamenca, cascada y llena de emoción: 

Aquí
todo cuanto sucede es triste o mezquino...

Y también, 

Ella solo posee
La llave de este espacio
ella sola: la llave
de oro y lapislázuli que oculta
en su armario de invierno cuando vuelan
las mariposas...

Ana leyó Táctica con su sonrisa abierta, con un leve temblor de timidez y gran regocijo de todos , el texto revisado que nos había leído la semana anterior, concluyó su relato con una deseo rotundo que no transcribo para no regalarlo en estos días de ninguneo de los derechos de autor, solo su buen inicio,:

Serán solo cien palabras, tendrás que calentarlas bien para poder triunfar. Las dos ultimas serán tu carta se supervivencia... Y una nota a pie de página, La casada infiel, Lorca

También nos leyó un relato, que aquí dejo para despertar su imaginación un fragmento:

Alud

Lo que sabía porque puso ya de día y su voz le susurró 'lavavajillas', 'espumadera' o 'colesterol'. Así vamos soñando, entre noches espesas, muy oscuras, donde la música, los atardeceres son los del monitor de cabecera, ritmo y frecuencia cardiaca, me traslada a un paisaje nevado, donde el ruido de los zapatos con la nieve me sabe a vida. Pero el aparato de ventilación, ese por el que respiro, se pone muy nervioso,...

Alberto nos leyó El escondite del invisible, nos lo presenta como un cuento raro de la trilogía de Relatos malditos y desesperados. El nos dirá cuáles y cuándo tendrán su sitio en la Bitácora.

Rocío no necesita leer un texto para contar muchas cosas, no entiende de dobleces y su cara nos dice antes que sus palabras cuánto le ha agradado o cuanto le toca su sensibilidad lo que ha escuchado. Es generosa y espontánea con los tertulianos y se le respeta por la gran calidad de sus relatos y por su actitud y pedagogía.

Aquí llega el momento de pedir disculpas a María Juristo, una de las grandes poetas de la tertulia, escuché con emoción no exenta de esfuerzo de concentración, peaje que tengo que pagar por haber vivido de espaldas a la poesía, y no tomé notas de los dos poemas que leyó en la tertulia, uno, ya leído otra vez y otro, de estreno y le pedí captarlos con el móvil pero este tampoco me ha ayudado a poder mostrárselos solo he podido entresacar... ni tan siquiera puedo mencionar a cuál pertenece:

...Su lengua abrió el crepúsculo y la fiebre
...antes de que una tarde el tiempo se atrasara
...y volviera a nacer mi cuerpo entre mi madre

Mis disculpas a todos ustedes que me ven, por el buen hacer de los que me han precedido en la elaboración de la bitácora.

A continuación, leí de Fragmentos de mi vida, uno breve de mis primeros meses de estancia en Londres, allá por los setenta del siglo pasado, sólo una confesión: llevo tres tertulias y tres lecturas de textos que andan buscando una novela, un cuento... o una papelera, siguiendo los sabios consejos a los principiantes de León, que les acoja y todavía necesitan hibernar un poco más y recibir otro consejo de los tertulianos: corrección, corrección y cuando esté más depurado una nueva corrección.

Cinta leyó En el espejo, un relato ambicioso de mil palabras, una aguda visión de cómo se transforma una ciudad, muy sugerente que provocó ideas y aportaciones formales y muchos buenos comentarios que hizo exclamar a su autora. Lo leerán publicado en alguna revista literaria 

Javier es un gran coordinador de la tertulia, se implica, practica la escucha activa, te hace sugerencias y no sabes cómo lo hace pero te guía, quizás porque con gran discreción en cada tertulia va poniendo ideas, palabras no a lo que escribes, que también, sino a tu yo escritor y cuando estás sola peleando con los personajes y la sintaxis oyes su eco.

Javier abrió su cuaderno, siempre lo lleva consigo, y nos lee sus versos, siempre breve, siempre por derecho. Y yo escuché pero no anote, así que como te voy a enviar la bitácora para que la leas, es mi primera, hacerme el favor de que añadas algo de ti.

(Y añado, Marisol, que leí poemas de la poeta valenciana Lola Andrés, de su último libro Cielo líquido)

León puso cara de de leerse a sí mismo y nos habló con su voz de gran poeta

Almendro idiota 
de envidiar a la nieve
nunca florece

Escuché: "es un haiku", pero él como siempre calló, él sostiene que los poemas, cuentos... hablan por sí solos. Cuando íbamos a pasar el turno al siguiente dijo, tiene miga y yo me atrevo a decir, mucha miga. 

David puso ante nosotros ese mundo que el escritor joven tiene que afrontar después de haberse llevado una parte de su vida el libro que quiere publicar, el envío de su tesoro a premios, concursos, editores,... un universo de incertidumbre, ambigüedad, silencio que te atrapa y te mantiene en una espera que solo romperá la gestación de otro libro que volverá adueñarse de otro trozo de su vida.

Ana Delgado Cortés interpreta el universo con mirada propia, la sostiene en la métrica como sostén rítmico y armónico para sus inspiraciones . 

Alamo por el placer del nombre
por el esdrújulo desdén
hacia la tierra
y el inicio de vocal primera y
amarilla

Alamo porque divide el aire
y un fonema lateral la delgadez inmensa
conque apunta
alto cada una de sus ramas..

Ana Delgado fue pródiga y nos leyó también, 

Pero este espacio es nuestro....

Y un poema del sultán de Scherezade

Nos contó que está ocupada con la segunda edición de su primer libro y que tendría que empujar un poco más la publicación de Scherezade. 

Conozco a Fenoy de tres tertulias que he asistido y en cada una de ellas me ha admirado su temple para recibir los comentarios de los tertulianos, ¡con inmensa paciencia, acompañada de sonrisas!, la fe inquebrantable en sí mismo y en su obra y la amistad que le demuestran todos sus amigos, los tertulianos

Segunda estrofa de su poema 11

Y muchachito recluta, 
Con alegría y dominio 
cadencioso 
ha descifrado el aviso,
Va juguetón e ilusorio hacia 
todo...

Y del 12 extraigo, 

Provechoso quedo.
En redondo giro
y niño me entrego 

María Jesús Briones nos leyó La Película, extraigo,

Se necesitan, se besan, se encuentran 
Ante el ara se prometen, por debilidad
Sellan el compromiso con un beso...


Eran las nueve de la noche cuando nos fuimos poco a poco levantándonos y saliendo, sin jaleos.


Marisol Elizari
13 de marzo de 2016

sábado, 12 de marzo de 2016

19ª Jornada/IX año: Miércoles, 2 de marzo de 2016


BITÁCORA IMAGINARIA EN ALTA MAR

Todo lo que aquí voy a relatar forma parte de algunos datos recogidos en unos folios revueltos y, casi indescriptibles, que encontré sobre la mesa del camarote de nuestro capitán, Javier Díaz y de los caminos por donde me llevó mi imaginación.


Aquella tarde, la mar parecía que fuera a estallar de un momento a otro; nuestro barco daba bandazos de un lado a otro ante la tormenta que parecía inminente.

Los marineros que faenaban en cubierta comenzaron a bajar al camarote como acostumbraban a hacer cada tarde de miércoles a leer poemas y relatos.


Era el gran día donde cada cual expresaba lo que durante la semana -o quién sabe si durante años-, había ido escribiendo en sus cuadernos de notas, ya que nuestra travesía en alta mar duraba ya años y me atrevería a decir que, para algunos, era una forma más de sentirse vivos y anclados en fondo de sí mismos.

Tomamos asiento mientras comenzábamos a escuchar de forma estrepitosa los primeros truenos al tiempo que el barco daba bandazos al compás de las olas.

Creo recordar que comenzó a leer PACO FENOY unos poemas sobre su libro: “De un cielo y un tiempo”. Escuchamos atentos, en la medida, en que la mar y la tormenta nos permitía. Analizamos, como de costumbre, lo que nos mostró.


Llegó el turno al contramaestre, LEÓN CANO.
Vagamente creo recordar que pidió silencio a la concurrencia, aunque, no sé si para leer o para que escucháramos la grabación que había preparado de un poema dedicado a nuestra marinera mayor, María Juristo, ya que todo se ha vuelto una maraña de lo que aconteció aquella tarde remota.

IGNACIO TAMÉS, trajo noticias del profesor González Tocinillos, del que lee su disciplina de Filosofía Agropecuaria en su rama comparativa. En el ambiente internacional, aclara, es conocido como Glez Toc. "¡Gusticia para todos!", proclama en un alegato final


ISABEL, leyó unos haikus de su poemario: “Líneas Paralelas” un poema o, tal vez fueran dos, la memoria no me alcanza y el manuscrito encontrado me confunde. Pero su voz rotunda resonó más allá de las olas.


ROCÍO, entre vaivenes cada vez más grandes, leyó un relato: “El hombre ocupado” Una historia que nos condujo hacía la reflexión del tiempo.
En ese instante comenzaron a correr las sillas como enloquecidas dentro del camarote. Pero allí seguíamos como anclas que han caído al fondo del mar, dispuestos a seguir comunicando nuestros textos a los compañeros.

ALBERTO, también leyó un relato: “Una carta de amor” donde aunó al amor, la ironía y el humor dentro de esa prosa limpia a la que nos tiene acostumbrados.

MARÍA JURISTO, agarrada a la silla sacó con dificultad unos folios y, con esa cadencia sonora que caracteriza su poesía recitó dos poemas: una canción a la que no le puso música, "Crímenes de paz" y “Cementerio”.

“ALGUIEN” -y pido perdón al marinero poeta, por no haber podido descifrar en un principio su nombre en los papeles que encontré- habló de la estación de tren de los desamparados en Lima. Hizo también alusión a una frase de Bukowski que decía: “Si queréis ser escritor... ni lo intentéis” pero los poetas, contra viento y marea, seguimos escribiendo en el afán de que un día nos salga esa frase o ese verso, del cual nos sintamos orgullosos de haberlo creado. Preguntando al capitán, supe más tarde que ese "ALGUIEN" se trataba de nuestro buen MIGUEL PAICO.

De MARISOL, tengo el recuerdo de un relato contado en primera persona donde expuso con fidelidad lo vivido mezclado con la fantasía con la que confeccionamos la narrativa. "Soy un ser líquido, fragmentario...", afirmaba.

PRIMITIVO leyó dos poemas: "Mirando desde las dos caras de un vidrio..." y "No hay muros, rejas..."

ANA, con su exquisitez de lo breve leyó “TÁCTICA” breve pero impactante, con armonía, estilo y, al final, sorpresivo.


IÑAKI FERRERAS llegó con otro relato, del cual no he conseguido descifrar su titulo: No sé muy bien si su titulo es “La curda lasciva”, “La gorda lasciva”... o quizá "La mirada lasciva". A IÑAKI le gusta ahondar en los bajos fondos de la sociedad y sus personajes son individuos casi esperpénticos.


MARÍA JESUS, otra maestra de lo breve, nos sorprendió con un mini relato cargado de contenido “Mi padre se llama como yo y yo como mi hijo”


No he podido encontrar lo que leyó nuestro capitán. Espero que como hombre ecuánime sepa entender los juegos de la memoria y el despiste ya que la que suscribe perdió los apuntes en aquella tarde donde la mar estuvo a punto de voltear nuestro barco.

Yo, Amelia Peco, terminé de leer mi poemario “La geometría de Edipo” libro que habla en forma poética sobre la culpa y el remordimiento en la voz de Yocasta. Edipo como víctima inocente de los actos de sus progenitores.

La tarde concluyó con todos mareados y rodando por los suelos del camarote. Hasta que, poco a poco, la tormenta fue amainando.

Pido disculpas a mis compañeros de este barco en el que cada miércoles izamos la bandera de la Literatura y marchamos rumbo a lo desconocido e imaginario ya que lo narrado en esta bitácora sólo se acerca a una parte de la realidad.

Con todo mi cariño: 

Amelia Peco
9 de junio de 2016