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domingo, 19 de diciembre de 2010

11ª Jornada/IV Año: Miércoles, 15 de diciembre de 2010

Carmen Frontera, premio de relato Mujerarte 2010

En este miércoles de mitad de diciembre después de una semana sin Tertulia por el puente de la Constitución reanudamos encuentro y alrededor de la mesa se juntan María Juristo, Rocío, Javier, León, Juan Antonio, Ana González, Vicente, David y Carmenfron.

Y antes de empezar con nuestras lecturas, surgen comentarios, como el que hago de León y de María con no poca envidia al definirles como "los que van y vienen del mar". Afortunados poetas los dos que cargan pilas marinas cada poco tiempo para regresar a Madrid y a la Tertulia.

León saca un libro que ha comprado por un euro de Josep Plá. "No dejéis de leer a este autor", nos aconseja. Y nos regala hojaldrinas compradas en Alcaudete.

Y María y León coinciden en su escritura poética porque María escribió su libro "Descifrando la nada" y León anda escribiendo sonetos también sobre la nada. María Juristo nos anuncia que se publicará su novela a principio del año 2011 y que el argumento se desdobla entre la Guerra Civil y el Renacimiento. "Ya lo leeréis, no os puedo desvelar más".

Llega Vicente que confiesa que está bien "no tanto como Jude Law y peor que Darek". Y David aparece mientras Vicente asevera: "Hoy no había muertos".

Y comenzamos a leer.

María nos lee para empezar un poema de tres versos, breve pero intenso:

Hallé luz
en las grietas
de tu sombra desgarrada.

Y de su libro "Descifrando la nada" nos lee dos poemas: "Como abierta herida" es el primero, el segundo, lleva una cita de José Ángel Valente que dice: "Y todas las cosas/para llegar a ser/se miran en el espejo/vacío de su nada".

Juan Antonio ha leído el libro "Intimidad" de Kureishi que anda dando vueltas por la Tertulia y ya lo han leído unas seis personas. Ahora se lo lleva León quien dejará una frase en la página final del libro con su comentario como ha hecho también Juan Antonio.

Vicente, que está estudiando Filología, está leyendo "El abencerraje" (Ed. Cátedra). La Historia del Abencerraje y de la hermosa Jarifa es una novela morisca del siglo XVI español, inicio de la novela moderna.

El tema central es la generosidad.

Juan Antonio lee su poema premiado recientemente en el Círculo de Bellas Artes basado en la música del Concierto de Aranjuez del maestro Rodrigo. El maestro Rodrigo, que vivió más de 90 años, era ciego, pero sí que veía cuando nació, hasta los cuatro años de edad en que quedó ciego.
Juan Antonio ganó este premio del que fue finalista José María Herranz.

Nos aporta León información sobre el maestro Rodrigo pues tuvo ocasión de entrevistarle en un par de ocasiones en su etapa de periodista. "Era muy vital, crear es lo que hacía alargar su vida".

El poema de Juan Antonio habla de la memoria de la luz.

Lee León un poema dedicado a Miguel Hernández que lleva como cita unos versos del poeta: "Tanto penar para morirse uno". Y luego nos ofrece la lectura de un soneto.

Los dos poemas manuscritos los regala, "¿quién los quiere?". María Juristo, muy rápida, se los pide. Le reclama a León que se los firme. Generoso León.

"Todo está en el texto que escribes, a la hora de corregir sólo hay que recolocarlo", dice Vicente.

Juan Antonio ha traído un relato antiguo que nos lee. Una historia casi en tono picaresco a la que le falta un desenlace, un "para qué" cuenta el protagonista su vida.

Y hablamos del "El lazarillo" y de "El buscón". Cada uno de un siglo distinto, el primero del XVI, el segundo del XVII. La Historia de España cambia de un siglo a otro. Lo resume Vicente diciendo: "con el primero me río, con el segundo, no".

Lee Ana González, "es de barcos", nos avisa.

Es un poema en el que utiliza términos marineros. Necesita darle un final, le digo, que aporte sentido el que se use esa terminología y no otra. Le damos algunas ideas. Lo corregirá y nos traerá la nueva versión.

Alguien pregunta y ¿qué lado es babor y cuál estribor?.
Ana nos da una pista:
"Acordaos de BIDÉ. Usadla como regla mnemotécnica: Visto desde popa el barco sería Babor-Izquierda, Derecha-Estribor".

Ya no se nos olvida.
Como tampoco la imagen que nos describe en el segundo de los poemas que nos leer: "lubinas brillando en el agua del mar".

Turno de Carmenfron. No nos puede leer su relato porque parte de las páginas quedaron en la impresora. Nos lo traerá la semana próxima.
Carmen viene de recoger un premio en Córdoba, en Lucena. El primer premio de relato Mujerarte 2010. Enhorabuena Carmen.

León nos cuenta de dónde viene el nombre de Despeñaperros. Desde lo alto de aquel puerto arrojaron los cristianos durante la Reconquista a los árabes derrotados en la batalla de las Navas de Tolosa.

León se marcha un poco antes, sale del Ruiz mientras nos dice "Os quiero".

Ya estamos terminando. Cerramos la tarde con el relato de Vicente que lee Rocío, que no lleva título y que bien podría llamarse algo así como "Pistones hidráulicos".

Excelente relato, Vicente, en el que el protagonista intenta salvarse de una vida mediocre.

Y nos marchamos, pensando en no hacer vacaciones de Navidad y mantener la Tertulia. Quizá la semana próxima nos reunamos el martes en vez del miércoles. Concretaremos.

Javier Díaz Gil
19 de diciembre de 2010

10ª Jornada/IV Año: Viernes, 10 de diciembre de 2010

Yo-te-a-mo, Rita.
Por-que-tú-es-cu-chas.

BITÁCORA DE LA CENA EN CASA DE PALOMA

Es Viernes por la noche y estamos en casa de Paloma. En la locuacidad de nuestra anfitriona encuentro algo muy arrollador que me envuelve con su generosa demostración de emoción al recibirnos.

(Dios, creo que no se puede mostrar más amor por la gente a la que se quiere que darles bien de comer. Y de beber. Con el trabajo que ello conlleva, aunque nuestra anfitriona se empeñe en afirmar lo contrario. Comida y bebida cosmopolita, exquisita, en abundancia, alrededor de una mesa ovalada en la que durante un tiempo sin tiempo se habla de obras de teatro, de los poemas seleccionados para el premio Addison de Witt, de "socialismo" de oficina, del ataque de un psicópata, y de Roberto Bolaño)

Dios: ahora voy a hablarte de tú a tú, desde la confianza que me otorga haber bebido tres copas de vino: esta noche siento que estoy con amigos de verdad, a los que he elegido como personajes protagonistas de la ficción que yo he querido vivir, pero también, como a corazones que llorarán lágrimas sinceras el día en que yo me muera y mis cenizas reposen en una estantería, entre libros que me regalaron ratos inolvidables. Así que, querido Dios, he pensado que: ¡qué puro egoísmo el mío! El final de 1 persona no es más que 1 final entre 1.000.000 de millones de finales posibles. Se crea lo que se crea un tal Aarón García. Porque "n-a-d-i-e" sólo es un no-número dentro de un no-lenguaje que se tornará finito. Un no-escritor entre un sinfín de no-narradores, no-rapsodas, no-poetas. No-personas que confiaron en que lo verdaderamente básico no era vivir, sino escribir.

Es-cri-bir: Dios mío, qué puta mierda, Aarón. Es-cri-bir es prac-ti-car sexo con alguien (=la vida) a la que no terminas de amar del todo.

Es sólo eso: se-xo-sin-a-mor. Reconozco que me ha costado escribirlo: es-cri-bir. Y también escribir lo de "qué puta mierda". Y que he renunciado a otros placeres para hacerlo. Y que a veces lo he hecho inmerso en el légamo del alcohol o del hachís. Muchos escritores lo hicieron así. Y antes que nosotros. Porque ellos también vinieron a cambiar el mundo, Aarón, te aseguro que no fuiste el primero. La única diferencia es que ellos se murieron ya. Y el mundo no cambió. Siguió siendo el mismo lé-ga-mo.

(Y seguirá siéndolo mientras el mundo se llame mundo y no se llame como en realidad debería llamarse: tor-men-tón-de-mier-da.)

Jamás habría podido imaginar/ver/concebir/conocer/soñar mayor bondad reunida en una sola noche ni en un mismo lugar como la que hoy se concentra en el salón de casa de Paloma, locuaz poetisa corredora de fondo sexy amante de las musas hiperactiva madrugadora felliniana madre de hijos mellizos y tuppers palentinos. Y en su guapa gata (perdón por la asonancia) de nombre Rita, que se mira coqueta en una puerta que espejea. La puerta que espejea es una lámina de cristal que nos aparta del mundo exterior. Mundo exterior=pasto de especuladores, avariciosos controladores aéreos, atletas tramposos; allí detrás los mitos se han ido derrumbando como castillos de naipes. (Mundo exterior=ab-so-lu-to-tor-men-tón-de-mier-da). La suerte es que nos queda este otro mundo de dentro. La puerta de cristal devuelve a la gata y a su dueña la imagen de lo que son, de lo que somos: sensibles animales que ronronean entre somnolientos narradores, soñadores, escribidores, poetas, que ronronean entre somnolientos narradores, soñadores, escribidores, poetas, que ronronean en torno a una mesa, ahora cuadrada...

Ronronear. Lee Celia Cañadas, poetisa de apellido ilustre-pero-no-sólo-eso. Lee un relato de su tío Luis Cañadas, excelso pintor al que la vida ha robado la vista en una estrategia más de su ironía brutal, que este pintor-escritor se toma con el finísimo humor que destila su relato, que narra las peripecias de un personaje en la selva, colgado de los árboles y de las ubres de una negra. Y en mitad de todo, la sabia clave de la supervivencia: "O mamas, o mueres".

La noche avanza y yo, por fin, me decido. Grito: ¡Rita, te amo! El musical disco se termina, el frío congela el mundo exterior como si el mundo exterior fuese una verruga en la cara de una bruja, y yo repito: Rita, te amo. Te amo como nunca he amado a nadie. Y trato de no pringarte con mi desesperación vital de putrefacción-que-me-lle-ga-has-ta-el-cue-llo. Rita: quiero que sepas que yo te amo. Porque el amor nos salvará a ti y a mí, a nosotros, como salvará al mundo; gata de movimientos silentes, atléticos, felinos. Y te deseo. No sabes cómo te deseo. Porque escuchas cuanto leemos. Porque lo haces en silencio y atenta y discreta en tu límpida elegancia gatuna. Y en esa inocencia tuya, tan animal, tan inconsciente, tan bella y tan cariñosa:

Yo-te-a-mo, Rita.
Por-que-tú-es-cu-chas.

Escuchas al poeta Javier Díaz Gil leer su poemario "Anorexia" arrellanado junto a una chimenea. Cuando recita versos como: "necesito mis lágrimas" o "dentro de mí/ hay un mundo que vigila". "Anorexia" describe la trágica historia de una chica que, antes del final, resuelve renacer. ¿O no...?

Escuchas la voz aterciopelada de Jorge Bucay, que surge del CD que ha traído Piluca y se derrama por unos altavoces, la voz susurrante que nos cuenta dos historias aleccionadoras a medio camino entre la filosofía y la literatura.

Escuchas los versos de la locuaz poetisa corredora de fondo Paloma, que nos dicen que "vale la pena llorar por las tormentas", o que "los pájaros también persiguen ballenas inmensas". Los poemas de Paloma fluyen en dos diálogos paralelos: 1). Con uno mismo. 2). Con otro. David Lerma: ¿has escrito "paralelos"...?, me interrogo. Pero, ¿es que a estas alturas todavía dudas de que esa dualidad no existe, de que en el fondo los diálogos 1). y 2). son el mismo? Hay que ver cuánto te cuesta aprender, David Lerma.

Escuchas el relato de Rocío titulado "Puch Minicross Super" en torno a aquel hierro mítico, aquella motocicleta que unió en el tiempo presente a dos personajes que tuvieron un tiempo pretérito, común y no olvidado. En cada obra de Rocío, en cada nuevo relato suyo, percibo el cuidado que ella pone en lo que escribe, el afecto con que reparte vidas y diálogos y recuerdos a sus personajes.

Escuchas los poemas de Celeste, heterónimo de Pepita Lamas, sus versos como espontáneos torrentes de sentimiento que brotan desde un interior profundamente rico, y que desencadenan el debate final en la sala sobre el uso de la primera/segunda/tercera persona en la escritura.

Por escuchar todo eso, gata Rita, yo te amo.

El reloj marca las dos de la madrugada en el instante en el que nos incorporamos. Es entonces cuando yo pienso que ese jodido reloj miente, como hacen todos los relojes. Son unísonos nuestros agradecimientos a Paloma por su hospitalidad. Pero son pocos, si los comparamos con lo que ella hoy nos ha entregado a cambio. Salimos a la calle, donde encuentro la verdad contenida en uno de los versos que nos ha recitado Javier: "Es incierta la noche". Sí, sí que lo es. Delante de nosotros la carretera se prolonga como el gran útero materno por el que viajamos para volver a la vida. La gran-tor-men-ta-de-mier-da, que es el mundo exterior, se ha escondido bajo una espesa capa de niebla gris, casi londinense.

Primero Móstoles. Después Legazpi. Por último, Getafe.

El final de este viaje es un cama en la que sueño mientras duermo con la posibilidad de volver a vivir la experiencia irrepetible de mis últimas horas de vida.

David Lerma Martínez
12 de diciembre de 2010

sábado, 18 de diciembre de 2010

9ª Jornada/IV Año: Miércoles, 1 de diciembre de 2010

JOAQUIN RODRIGO VIDRE
Marqués de los Jardines de Aranjuez
1901-1999

(Pincha aquí y escucha el Concierto de Aranjuez)


1 de Diciembre de 2010

Entre inspiraciones y sueños.

“En la vida no se es en nada el primero”, decía el Maestro Rodrigo. Era un soñador, como nuestro primer contertulio, Juan Antonio Arroyo. El concierto de Aranjuez da para soñar, mucho. El soñó y fue el primero. Se llevo el premio de poesía del Círculo de Bellas Artes. Bajo los acordes del concierto todos podemos soñar, pero si lo haces tan bien como el Maestro Arroyo, sale este melódico y hermoso poema. Lo lee y nos deleitamos los agraciados que estábamos allí, José María Herranz y la que suscribe. El primer día de diciembre comienza así de sonoro en el Ruiz:

En recuerdo, homenaje y fantasía

del “Concierto de Aranjuez” de

Joaquín RODRIGO

Músico 1901-1999


LUZ EN TINIEBLAS


Es la luz
que gracias a tu rostro contemplé
es la luz
que se viene a mis ojos diferentes
caricias recordadas saltarinas
de un amor tan temprano
un mar de infancia azules entre olas
para siempre grabadas.

Como podría yo ver los otros mundos
de no estar tan presentes tus caricias
puedo verte en la música y las fuentes
que recuerdan los mares.

Y una vez
nos miramos con dardos encendidos
y así fue
con las magnolias en nuestro paseo
acariciarte fue verte con luces
de sol apasionado
y así ya me sentía en las tinieblas
amanecer fecundo.

Volamos con las notas luminosas
como las aves trinan en senderos
al tener tan cercanos nuestros rostros
como estelas solares.

Y otra vez
paseamos en la vega junto al río
encanto
en sensaciones luz ya no hay tinieblas
granadas por las cuerdas encendidas
de los sones dorados
de los rayos recuerdo intensidades
para toda la vida.

Ha nacido la vida que se inicia
en un crisol de fuego y humedades
cantadas sinfonías con guitarra
sus grandes resplandores.

Tu y yo
ya tenemos el sol tan generoso
tu y yo
venimos a este mundo con los cantos
caricias en la cuna amanecida
para seguir creciendo
pálpitos de la vida prolongada
al querer ser eterna.

La vida ya se crece en horizontes
juguetona que ríe junto al río
nada sería yo sin ser amado
con tanto que me diste.

Nosotros
paseamos por el mundo amaneceres
miramos
sonrisas y caricias arboladas
somos por las bellezas encumbrados
para encontrarnos siempre
cercanos a la playa en que nacimos…,
es la luz en tinieblas.

“En la poesía hay más verdad que en la historia”, decía Aristóteles. Hay otro soñador en la mesa, platicando con el primero, pero ¡qué casualidad! también fue el primero en el premio de poesía del Círculo de Bellas Artes!!. Dos soñadores y dos primeros. Los soñadores siempre andan juntitos por los pasillos o sentaditos alrededor de un trozo de tarta. Mientras uno oye, el otro observa: se complementan y se empapan de arte. José María Herranz se fue a fijar en la obra del pintor Pedro Monserrat, basada en el libro de Job. “Tierra de Us”, así se llama su obra. Le impresionó…y le inspiró

El libro de Job comienza así “Había en el país de Us un hombre llamado Job. Este hombre era íntegro y recto, temeroso de Dios y alejado del mal”

Job Pierde sus bienes, su familia, sus amigos y cae enfermo. Entonces Job es el hombre que se rebela contra Dios, protesta contra Dios. No puede resignarse a la injusticia que se comete con él. Desconcertado en su vida, hundido por tantos sufrimientos, Job emprende el combate de la fe. Es la prueba del hombre, tratado por Dios como un enemigo.

“¿Para qué dar la luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de amargura, a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro, a los que se alegrarían de llegar a la tumba y se llenarían de júbilo al encontrar un sepulcro, al hombre que se le cierra el camino y al que Dios cerca por todas partes?
Los gemidos se han convertido en mi pan y mis lamentos se derraman como agua.”

……………..


Porque me sucedió lo que más temía y me sobrevino algo terrible.
¡No tengo calma, ni tranquilidad, ni sosiego, sólo una constante agitación!

…….

¡Ah, si pudiera pesarse mi dolor y se pusiera en la balanza toda mi desgracia! Ahora pesarían más que la arena del mar, ¡por eso digo tantos desatinos! Las flechas del Todopoderoso están clavadas en mí y mi espíritu absorbe su veneno; los terrores de Dios están enfilados contra mí.

…….

¿Por qué me sacaste del seno materno? Yo habría expirado sin que nadie me viera, sería como si nunca hubiera existido, me habrían llevado del vientre a la tumba. ¡Duran tan poco los días de mi vida! ¡Apártate de mí! Así podré sonreír un poco, antes que me vaya, para no volver, a la región de las tinieblas y las sombras, a la tierra de la oscuridad y el desorden, donde la misma claridad es tiniebla.


EL LIENZO DE JOB


“El Señor dijo a Satán: ‘No hay nadie en la tierra como Job, temeroso de mí y apartado del mal.’ Satán respondió: ‘Extiende tus manos y tócale sus huesos, su carne. Verás si no te maldice.’ Y el Señor dijo a Satán: ‘Ahí tienes a Job en tus manos.’”

El Libro de Job


“Los hombres son las ruinas de Dios.”

John Cassavetes




Hablas de mi dolor con el tuyo incontenible,
lo describes en lienzos de bíblica escritura,
en frágiles conquistas derrumbándose.
No voy a hablarte aquí de mis sospechas.
Como isla volcánica emergiendo
de un mar muerto, crece el dolor,
trepa entre los sargazos asfixiantes,
se muestra en un triángulo invisible,
contempla con un ojo ciego
el camino, la vida, la verdad,
y todo nos empuja hacia la luz
desde este infierno en el horror.


Es cierto que los dioses lloran,
y que viven y mueren como nosotros mismos.
Nuestro sufrimiento es un residuo o un diamante,
la lógica vencida de las cosas.
En la aniquilación hay luz, lo sé.
Y amor y comprensión en los demonios.
Recuerda el orbe entero nuestro olvido,
este mundo imperfecto que habitamos
más allá, sumergidos en toda perfección.


Plasmas un lienzo con la ruina de nuestras almas,
una densa pintura cuya alquimia es la tierra
y su nigredo el sufrimiento.
Los ángeles te asaltan, iluminan el libro
consagrado al dolor en que disputan
las criaturas sus dioses, sus venganzas.
No hay nada incomprensible en la belleza
del tiempo y su tortura.
La imagen caduca y perpetua
de la felicidad en un cruel sueño
del que somos fantasmas,
ignotos hacedores,
esclavos de una eterna mutación.


Hablas y sufres, nuestros cuerpos
terriblemente mezclan su violencia,
almas salvajes, dioses devorados.
Es preciso extraer
la piedra enajenada y la pintura
describe la inocencia del arcángel
ante aquel paraíso artificial.
Las manos de ese dios son instrumentos
febriles que adormecen
tu dolor, nuestro propio sacrificio,
el cáliz donde beben las criaturas
su mutua destrucción.


Desolado, incapaz de explicarte la belleza
si no viene en mi auxilio el pensamiento,
si el crisol que la engendra no me funde,
porque todo deseo es centro donde converge
la potencia de un dios, o de un demonio.
Sin poderme elevar sobre estas ruinas
espantado proclamo su esplendor.
Sin poder consumar el sacrificio
como un ángel rebelde, inútilmente.
Los dioses lanzan locos sus dados, y sus fauces
devoran alumbrando al inocente.
Como el fuego en que vibra el sufrimiento.
Sonido incomprensible de un lenguaje.
Pintura interminable del dolor.

Nos enzarzamos en el libro de Job, mientras el primer premiado se despide y se va con el sosiego y la sonrisa puesta que da la esquinita del Ruiz.

Pero lo sustituye Carmen Fron, que llega envuelta en un pañuelo y en una sonrisa, ajena a los revueltos de conciencia que provoca las inspiraciones, aunque a tiempo para afirmar lo que José María Herranz le sale desde dentro: “ el libro de Job es un diablo para los teólogos”. Estamos de acuerdo.

Y las inspiraciones siguen, esta vez en un elemento, el mar, la poesía dentro de la poesía. El mar es asombro, un mundo de pequeños universos, en el cual entramos y nos resarcimos y cada uno los interpreta a su manera, en cada intimidad; si se ve, disipa el miedo…. la tercera soñadora metió las palabras en una concha…


Una borda

Ehh…asómate por la borda

Sin cabos ni drizas,

Deja escorar tu vida

Empopa tu orgullo!!

Verás que las lubinas brillan

Bajo el naufragio de tus ojos.


Y otras se inspiran en la tierra, entre el arrumo de la vida y los fantasmas de la muerte……pero siempre con sueños por medio…otra soñadora, la cuarta, Carmen y otra premiada con este relato

LOBOS Y CORDEROS

“Orense es un enorme tazón cuyo barro son montañas que saben guardar el calor y el frío, los mayores secretos y las verdades absolutas, hasta que llega el tiempo de que corran los vientos”. Decía mi querido maestro.

……………………..

Y ahí llegaron todos a los que les fue posible, alumnos suyos, compañeros de trabajo, amigos que fueron para lo bueno y para lo malo, todos los que un día fuimos lobos y corderos, los que un día temimos ser degollados y los que luchamos hasta degollar, todos los que pudimos, otros muchos fueron los que le lloraron en la lejanía, nos juntamos en el cementerio cercano a la Torre para dale darle el último adiós a D. Florentino Domingo.

Eché un vistazo a mi alrededor y me di cuenta de que una nueva juventud comenzaba a despuntar. Parecía mentira dentro del hermetismo en el que trascurrieron tantos años que aquello fuese real. Sin embargo, poco a poco el avance se había producido. Todos los niños estaban escolarizados, o muy poquitos quedaban por escolarizar. Ya no se veía a críos pequeños llevar las vacas al monte, y la mayoría de los jóvenes seguían estudios, a menos que no quisieran por voluntad propia. Las mujeres comenzaban a abrirse paso en las Facultades y poco a poco comenzaban a caer trabas del pasado.

Y le dije en voz muy bajita a Florentino: “Comienza a llegar el tiempo en que corren los vientos. Se empieza a cumplir tu sueño”.


Después de las inspiraciones y sueños, Carmen y Ana tenían en ese momento calma, tranquilidad, sosiego, y agitación por no compartir esa mesita del Ruiz con los rascamaneros que esa tarde andarían soñando por otros lares. Nos fuimos a calentar las almas y a celebrar todos los premios con unos vinos.

Dejamos la esquina del Ruiz tranquila, con palabras flotando desde las inspiraciones, y los sueños vagando por las esquinas, con las migas esparcidas y impregnadas de poemas y relatos, todo preparadito para recibir la siguiente tertulia.


Ana González
20 de diciembre de 2010

domingo, 21 de noviembre de 2010

7ª Jornada/IV Año: Miércoles, 17 de noviembre de 2010

Jam Session rascamanera en Diablos Azules. 17 de noviembre de 2010

Esta tarde la Tertulia Rascamán iba a protagonizar su particular Jam Session en la sala Diablos Azules de Madrid, pero eso sería a las 20.00 horas. Antes se reunía como cada miércoles a las 18.00 horas en el café Ruiz para celebrar su habitual Tertulia.

Todo era un poco caótico. Los nervios previos a la lectura, la llegada al café de los compañeros y amigos que nos acompañarían llenaban las sillas del café.

Rocío, Juan Antonio, Enrique López Clavel, María Juristo, José Huete, Ana González, Mª Antonia, Javier, Celia, Vicente, Celeste, Carmenfron, Sagrario, León, Paloma...

Y como queriendo no perder el tiempo, Ismael nos soltó el tema de discusión que quería plantear en la mesa y que ya nos había anunciado unos días antes por correo electrónico. Pretendía esclarecer qué era todo eso de "conflicto", "trama", "argumento", "tema"...

Y ya lo creo que lo logró. Discutimos sobre ello y algo aclaramos. Ismael me ha enviado su resumen particular de lo hablado y aquí os lo incluyo:


¿Debe existir un CONFLICTO en un relato o en un cuento? ¿Es un elemento imprescindible?


La cuestión no es pacífica, pero en el debate mantenido en la última tertulia la balanza se inclinó claramente al sí, sí es necesario un buen conflicto. En el momento en el que no haya un Conflicto estaríamos ante una semblanza o una descripción pero no ante un Relato o Cuento.


El relatista Juan Carlos Márquez dijo en su día que la clave del relato es tener un buen conflicto, un buen gancho que atrapa al lector.



Pero, ¿Qué es el CONFLICTO en una obra literaria?


Aún más compleja que la pregunta anterior, podríamos atrevernos a decir que es un problema que surge para ser resuelto, una pregunta que espera respuesta o, en sentido más amplio, una tensión por resolver.


Este conflicto puede manifestarse de muchas maneras, puede ser definido o indefinido, expreso o implícito, espiritual o carnal, etc.


De lo que no cabe ninguna duda es que no hay que confundir el término conflicto con la complicación o la trama.


La COMPLICACIÓN es un elemento estructural: es la acción que desencadena la historia y que aparece en un momento concreto del relato o cuento; a diferencia del conflicto que no es un elemento estructural y que puede englobar de la primera a la última palabra de la obra.


La TRAMA es según la RAE, el conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. En otra acepción, la RAE define la TRAMA como la disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.


Por último, en la tertulia se equiparó de forma metafórica al conflicto con EL COCODRILO que en un momento del relato o cuento debe de aparecer, como el momento en que encontramos el cadáver en la bañera. En todo relato aparece en un momento dado un COCODRILO. Bajo mi punto de vista el símil del cocodrilo está más próximo del término Complicación que al Conflicto.


Sigamos discutiendo.


Y casi, poco más. Paloma nos leyó un poema nuevo que quería leer en Diablos Azules para que le diéramos nuestra opinión y a las 19.30 pagamos nuestras consumiciones, recogimos los cuadernos y los libros y marchamos a la calle Apodaca número 6 de Madrid donde está el local en el que íbamos a hacer la lectura, Diablos Azules.

Confieso que después de la lectura de 14 de los componentes de la Tertulia me fuí feliz. Aún hay más compañeros de Tertulia, y espero que pronto nos ofrezcan sus relatos y poemas.

Así, pasaron por el escenario de la sala y por este orden, los siguientes autores:


- Javier Díaz Gil (poeta)

- María Juristo (poeta)

- Celeste Lamas (poeta)

- Juan Antonio Arroyo (narrador)

- Aureliano Cañadas (poeta)

- José León Cano (poeta)

- Carlos Fajardo (poeta)

- Ana González (narradora)

- Mª Antonia Copado (poeta)

- Celia Cañadas (poeta)

- Sagrario del Peral (poeta)

- Carmen Frontera (narradora)

- Paloma (poeta)

- Rocío Díaz Gómez (narradora)

Esta Jam Session rascamanera fue todo un éxito.


Ismael Constantinopla
21 de noviembre de 2010



Javier Díaz Gil
21 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

6ª Jornada/IV Año: Miércoles, 11 de noviembre de 2010

De leones, gatos, palomas y del pasado.


Hay miércoles donde todas las ausencias se encaminan a un lugar común, conocido y diferente. Hoy despeinados porque la manada no esta, no somos los habituales. Ni siquiera yo lo soy, porque me paseo en el calendario a tropezones y con la discontinuidad del corazón de un infartado, como los dolores de las parturientas, ahora viene la contracción, todo el dolor, ahora reposa.

En las sillas de madera centenaria del Café Ruiz, están nuevos o recientes personajes en esta trayectoria de tertulia itinerante. Hay un león, copados, celestes... en otra orilla un río rojo que se funde en los espejos.

La tarde confundida y viajera, nosotros sin saberlo recibiriamos la visita de un pasado y sus voces. Un pasado que se acercaba a última hora de la tarde, unas mujeres que traían versos de memoria, la timidez de una zarzuela de pescado ante un gato relamido y la simpatía de los niños traviesos.

Las palomas versifican con los picos en alto y la voracidad de ratas hambrientas, porque las palabras son muchas y necesitan ser escuchadas.

Estamos aquí nosotros y nuestros naufragios, las mujeres del ayer, sólo las reconozco yo, porque los ausentes no pueden verlas y los presentes no son añejos en estos tiempos de tertulias, cuando en Villaverde, nos reuniamos en Ágata, durante años, hace ya tanto tiempo. Mi hija era un bebé, yo mil veces más joven, hoy reencarnada se produce el milagro del encuentro, ellas tratan con Merlin en las ondas y nos invitan a compartir la magia.

Prometen volver, los tiempos se funden y en Madrid sigue cayendo hojas.

Sagrario del Peral
21 de diciembre de 2010

domingo, 7 de noviembre de 2010

5ª Jornada/IV Año: Miércoles, 3 de noviembre de 2010

una meriendita con bizcocho y todo...

Ay Mari, que por fin el otro día me decidí y me fui a una de esas tertulias que hay por Madrid. Hija qué apuro que pasé, porque llego y no había nadie. Y claro yo había leído que era desde las seis, pero allí a las seis ni el apuntador. Y las seis y cinco y a las seis y diez... Y chica ni el gato. Yo le preguntaba a la camarera, y ella que sí, que sí, me juraba y perjuraba la muchacha que sí que venían. Pero yo ya con un apuro, pensando ¡ay madre! a ver si esto va a ser esto uno de esos programas de la cámara escondida y me veo pasado mañana en la tele con una cara de panoli que ni te cuento... Que fíjate tú hasta lo que pensaba. Pero al final allí que fueron llegando. Más raros Mari, más raros que un perro verde... Espera que te cuento.

La primera que llegó una tal Rocío, que lo primero que hizo fue pedirse una meriendita con bizcocho y todo, que no veas cómo se cuidan estos tertulianos. Y la camarera, la camarera tenías que haberla visto las fiestas que la hizo cuando dijo que esta vez sí, que esta vez sí que quería bizcocho. Y claro yo me pregunté pero la tertulia era de libros o de comidas... Porque claro una alegría con el bollo en cuestión que yo no me explicaba. Total que la camarera al final trajo la meriendita con una sonrisa de oreja a oreja y una cara de ser amigas de toda la vida... Y yo miraba a esta chica, a Rocío, y miraba el bizcocho, y no te creas que no me daban ganas de pedirme yo otro, pero pensé que menudo plan hubiera sido ponerme yo a comer y que luego me dijeran que leyera y fíjate tú con la boca llena... Imagínate, allí saliéndome disparados los versos entre migas... El apuro tan grande, pero tan grande, que iba a pasar. Que ya es bastante ser la nueva, que quieras que no se fijarán en ti, porque cómo los demás ya se conocen del derecho y del revés, pues a ver a quién van a mirar, a la nueva... Como si lo estuviera viendo. Total que no me decidí y me contenté con esperar sin nada en el cuerpo a que llegaran los demás.

Y llegó una señora muy amable, que se llamaba María y que saludó a esta primera y ahí las tienes, tan contentas las dos, que se pusieron a charlar tan ricamente. No desde luego, tertuliar, tertuliar, tertulian... pensaba yo para mis adentros, pero sin decir ni mu claro, Dios me libre... Y luego casi a continuación llegó un chico, bien de raro, muy acelerado que creo que se llamaba Vicente que confesó allí mismo que lo suyo hubiera sido estudiar psiquiatría. Y María le decía: Pues estás a tiempo... Y él, no, no... Y en esto que llegó un tal Javier, que vino diciendo que ya había avisado de que tenía un curso... Creo que este es el coordinador. Creo. Y dejaron de hablar de eso.

En fin... y que poco a poco ya íbamos siendo unos poquitos. Pero no te creas Mari que de lo de leer y escribir nada, que de eso chica no hablaban, que vaya si les costó arrancar... Hasta que ya por fin María les recitó un poema de memoria. ¡De memoria! Mari que lo recitó. Madre mía los sudores que me entraron de verla, que yo pensaba ¡anda que como me dijeran a mí que lo tengo que recitar de memoria! Apañada iba... Y menudo espectáculo. Me muero. Mari que yo no me los sé, que yo los leo, pero sabérmelos así de memorieta, un verso detrás de otro... Chica como que no, que me pongo atacadita, y empiezo a tartamudear y se me enredan las palabras con la lengua, y la lengua con las palabras, y vamos que el espectáculo que puedo dar... ni te cuento. Y qué además que no hay necesidad, digo yo. ¿No te parece Mari? Y en estas estaba yo sufriendo por dentro de pensar que si me tocara a mí me iba a morir a chorros, me moriría seguro, pero ellos no te creas, tan panchos, a lo suyo, ahí hilvanando un tema con otro y este con otro, pero vamos que conversación no les faltaba... Que el tal Javier ahí diciéndole que qué paradójico el poema María, esa forma de ver la muerte en lo bello... ¡Unas cosas que le decía! Cuando de pronto el tal Vicente se poner a hablar con Rocío sobre si es lo mismo: Reanudar que Reiniciar... Échale... Y un discurso con eso... Que si a menudo se dice mal, porque es una palabra derivada desde un punto de vista morfológico, que puede ser un prefijo más un verbo o un prefijo más un sustantivo... Y la biblia en verso Mari, la biblia en verso. Que yo ya no sabía a quién atender. Si a lo que decían del poema o a lo que decían de esas palabras y el partido de fútbol que se reanudaba y no se reiniciaba... Que desde luego la que se iba a reiniciar era yo, porque entre unas cosas y otras yo me estaba poniendo ya malita, pero malita de acostarme, que a lo mejor lo de buscar una tertulia no había sido tan buena idea y hubiera estado más contenta en casa haciendo cualquier cosa pero sin necesidad de que nadie me pusiera en evidencia o la cabeza como un bombo ¿no crees Mari? Sí hija, sí, mientras yo ahí venga a pensar y a pensar pero no te creas, que ellos, ni enterarse...

Cuando yo no se por qué Mari comenzaron a hablar de un libro “Inés y la alegría” y de esta autora, Almudena Grandes. Y que si Almudena sí, que si Almudena no. Que lo único que me gusta es su ideología, pues a mí me está gustando mucho, que normalmente ahora todos los libros hablan de la guerra civil, que si ya es un tema recurrente... Chica que dale que te pego con la guerra civil y con Hitler y con Franco y los sociópatas... Y otra vez que yo ya no sabía si la tertulia era de comidas o era de política o de qué narices era... Porque Mari a mí es que me tenían descolocaíta... descolocaíta perdida. Y hasta que por fin este chico, Vicente, hija sí los nombres no veas si me los aprendí bien, es que tampoco eran tantos... Bueno pues este chico habló de un libro que parece ser que es muy importante. Aquí lo tengo yo muy bien apuntaíto. Que por fin pude sacar el bolígrafo y escribir algo Mari, que veía que me venía a casa malita de acostarme pero sin estrenar el cuaderno, después de la carrera que me había dado a comprármelo...

El arpa de hierba” de Truman Capote. Bueno ya si te digo la verdad, no sé ni si lo apunté bien, porque este chico como habla tan deprisa, y dice tantas cosas, pues ya no sé... Creo que era a cuento del sonido del viento sobre la hierba. Creo que sí, a mí chica eso me sonó tan bonito, tan requetebonito, que aquí también que me lo apunté. Y luego habló de otro libro también de ese Truman, que debió ser una buena pieza por lo que decían, que dejó sin terminar: “Plegarias nosequé” porque chica ahora resulta que lo apunté tan deprisa que ni me entiendo la letra. Algo de derrotada o derramadas o derronosequé... Bueno ya me enteraré y te lo digo. Porque a todo esto, el chico seguía diciendo unas cosas... hija que qué difícil era seguirle... Porque mira, mira también lo que me apunté: “Se derraman más lágrimas por los deseos cumplidos que por los no cumplidos”. Que éste me lo he apuntado muy bien apuntaíto porque al primer reproche que me haga mi Juan por algo, ahí que me planto yo delante de él y se lo zasco: “Se derraman más lágrimas por los deseos cumplidos Juan, que por los no cumplidos” así mismo que se lo voy a decir, c por b, y ya verás, ya verás, como al menos le tengo calladito toda la tarde... Que me lo estoy imaginando Mari, me lo estoy imaginando: Ahí me tienes a mí diciéndoselo y a él mirándome con ojos de besugo frito, pegándosele la lengua al paladar, dándose media vuelta y otra vez al sillón a ver la tele y tan contentos los dos toda la tarde...

En esto que había llegado otra señora a la tertulia, una que se llamaba Carmen, CarmenFron decían, que no me preguntes de qué viene porque ni idea, aunque te digo que con este lío que hay ahora con los apellidos, chica, cualquier cosa... Vete tú a saber...

Cuando de pronto va el tal Javier y pregunta al aire: ¿Qué es mejor quedarse o irse? Madre mía... Mari... que otra vez yo no sabía de qué iba eso... Porque mientras decían libros y autores y libros pues yo con apuntar lo tenía solucionao... Pero así ya una pregunta tan directa y tan difícil... Pues hija que yo no sabía ni qué contestar... ¿Pero qué clase de tertulia es esta? Que hablan de esas cosas tan raras... Casi prefería que hubieran seguido hablando de la guerra civil, al menos me suena... Y ahí que llegó otra muchacha, la última que vino: Celia.

Pero entretenida la tertulia esa, entretenida, vaya si era Mari, que fue llegar esta muchacha y ponerse todos a hablar que si de las antigüedades, que si los dobladillos que mal los hacen en Zara, que si uno se agarra a los objetos por agarrarse a algo... Y claro hija yo tan pronto estaba en mi salsa con eso de Zara que ya iba yo a meter baza, cuando de pronto me estaban hablando de que si lo importante era la felicidad y que si algo te hace feliz pues adelante... Y claro ya una pues se quedaba cortada porque ya otra vez la tertulia subía a las lámparas y yo hija a esos niveles... pues como que me pierdo y me da vértigo y más siendo la nueva. Ya me comprendes ¿no? Lo que te quiero decir...

Después aquella del apellido extraño, CarmenFron, leyó un relato más extraño aún que su apellido: “Hospital de muñecas”. Hija, una grima que daba el relato... Pero una grima de ni te menees. Comenzaba así: “No sabía cómo había llegado allí...”. Hasta ahí bien, pero después de unas muñecas colgadas de los árboles que era... Vamos de purito terror.

De ahí saltaron al relato de Rocío, la otra chica, la que había llegado la primera y que hija se tiró toda la tertulia venga a apuntar y a apuntar, que a ver si me hago amiguita de ella y me pasa los apuntes porque hija yo es que estaba tan perdida que ya ves, dos cosas que me he traído en el cuaderno, dos y para de contar. Pero esta chica parecía que la habían dado cuerda y dale que te pego venga a apuntar y a apuntar... Pues bueno pues ella leyó después un relato con mucho diálogo y allí que nos tuvo otro ratito entretenidos.

Y luego leyó el chiquito ese que venía del curso, el tal Javier, y dijo que iba a leer un haiku. Esto te lo digo tan bien dicho porque claro lo apunté porque yo no sabía ni que era eso... Hija es que a mi me hablas de poema y lo entiendo pero si ya me entras en florituras pues que quieres que te diga, al pan, pan y al vino, vino... Y yo creía que un poema era un poema aquí y en Japón. ¿Tú también verdad Mari? Pues no. Resulta que en Japón hay una clase de poemas que se llaman Haiku. Fíjate bien en la palabrita. Que es para echarla de comer aparte... Haiku. Y comenzaba así: “Es luna muerta...”

¿Otro de muertos y de miedo? Pensé yo inmediatamente. Pero parece que no, que era de mentira, vamos una imagen de esas que dices una cosa pero que luego resulta que estás diciendo otra... Bueno cosas de la poesía, qué te voy a explicar...

Y al final pues resulta que ponen deberes... ¡Deberes Mari! Que hace que yo no hago deberes desde el cole, pues aquí, échale guindas al pavo, que los ponen... Lo que faltaba. Y era escribir algo para el siguiente miércoles con dos frases:

- No acuses al mar de tu segundo naufragio” Publio Sirio

- “Cancelar es una manera de finalizar. Posponer no es finalizar sino paralizar por un tiempo, en principio, indefinido”.

¿Te has enterao Mari? Pues yo tampoco... Así que hija qué bien que hice con estar todo el rato sentada en la mesa de al lado. Pero qué bien, qué bien que hice. Cuánto me alegré de no decir que yo es que había ido a la tertulia. Porque hija lo hubiera pasado muy mal, porque una cosa es pensar mientras hablaban: aquí yo hubiera estado así o asá, que realmente estarlo ¿No crees? Pues claro mujer. Así que yo me quedé sentadita en la mesa de al lado con la antena puesta pero como si la cosa no fuera conmigo... A la camarera claro le hice una seña de que por favor no dijera nada de que había preguntado por ellos... Que ya veía yo que iba a decir algo la muchacha entre que iba y venía... Pero oye que bien lista que era, que en cuánto le hice la seña ella chitón. Y allí que estuve escuchándolo todo pero sin necesidad de pasarlo mal. Y yo es que no sé ni si voy a volver... Que me lo ando pensando Mari. Porque eran todos muy raros, muy, muy raros, de verdad que te lo digo, y tan pronto te hablaban de comidas, como de política, como de las películas de Bette Davis, como de la felicidad. Échale. De la felicidad Mari. ¿Y quién sabe lo que es eso? ¿Quién? El que lo sepa que levante el dedo, como decíamos en el cole. Si lo supiéramos, digo yo, que qué falta nos haría ir a tertulias ni a ningún otro sitio... ¿No te parece Mari? ¿No te parece? Pues eso, eso mismo es lo que pienso yo. Y déjate de tertulias y de pamplinas. Que tú sí que te explicas bien, Mari, pero que muy requetebién.



Rocío Díaz Gómez
5 de noviembre de 2010


sábado, 6 de noviembre de 2010

4ª Jornada/IV Año: Miércoles, 27 de octubre de 2010


no las dejaban salir de casa porque llegaba la Santa Compaña...

La tarde del 27 de octubre, en los días previos al puente de los muertos, allí tuvo lugar un reencuentro entre este ser que soy yo Sagrario del Peral con la vieja tertulia. Sus habitantes en los meses de mi ausencia se han multiplicado. Hoy me hice presencia, al llegar caras nuevas.

-Hola soy María Juristo
- Mª Antonia Copado, y tú quién eres?
-Yo, Sagrario del Peral.

A Javi y Rocío les sobran las presentaciones porque nos conocemos por estos enredados vericuetos de las palabras hace ya como 13 años largos y abrazados.

La familia Cañadas desembarca en el Ruiz y todo se precipita en una nube de dispersión, desorden y alborozo y es que Aureliano se escucha a si mismo en una grabadora que le trae Celia para su satisfacción casi infantil, tan alegre como un niño ante una heladería.

Aureliano en dicha grabación se ha hecho pasar por un personaje y asombrado se escucha atento, este personaje que un día nos desvelará y esperamos que comparta con nosotros le ha asignado el nombre de Alfredo Álvarez Merchant.

Los pasillos del Café Ruiz hoy se quedan pequeños para nuestro querido Aure, abstraído, ensimismado con su juguete y 6 horas de grabación dan para mucho, pero mucho mucho.

María Juristo nos lee de su libro (Descifrando la Nada)
Antonia Copado, nos dice que tiene un poema lésbico erótico... casi jaleamos el resto por escucharla.

"Sentí tus dedos bajo las sábanas..." la cosa promete.

Estas imágenes me trasladan al furor erótico y sexual de la poesía de Lucía Fraga, maravillosa recreadora del más alto erotismo, en ella pulsa y se satisface.

Por otro lado León está hasta las narices de que lo califiquen de sonetista porque él es enemigo de etiquetas como toda persona inteligente, hace muchas y más cosas en la lírica.

Javier nos lee su "Imitación de la vida".

Después llegan sonajeros, campanillas y el ruido de la alegría de Ana González, Carmen Frontera y Vicente González.

" Pero la luz es sombra de la nada" Antonio Gamoneda.

Y para alumbrarnos que mejor que unas cervezas que ruedan esplendorosas y gallegas, Estrella Galicia, refresca la tarde.

Javier lleva todo el azul junto a Rocío.

Las compañeras de la banda gallega se alborotan, esa Carmen de misterios y esa Ana de risas impares.

Aureliano tiene "Un ángel idiota".

Hoy traje conmigo la muerte de mi padre en un poema de cadáver y frío.

Celia tiene "Un sueño, 2 sueños, 3 siglos, si falta la mano sobre mi frente no me hará crecer".

Hay una calabaza para un cocido, el fin de semana tocan a muerto. Cuentan nuestras galleguiñas, cuando en la infancia de ambas no las dejaban salir de casa porque llegaba la Santa Compaña. Salían por sus tierras verdes con pan y trigo, las veladas se untaban de aceite en luna llena hacia el mar.

Ajos para espantar los espíritus.

A las 7,30 de la tarde Aureliano sigue apareciendo y desapareciendo con la grabadora adictiva en su mano.

El desorden y el caos reinan hoy en esta mesa centenaria.

La conversación se aloca , a Celia le proponen un cambio de tinte en su cabello corto y negro. Ella dice que tal un color fuego como el mio. La recomiendan tan sólo mechas y a mí que siga con todo el rojo en la vida y en el pelo.

Disparatados escucho a Vicente " Con el nº 1 cuchilla de afeitar y agua caliente"
"Ay va, ay va, hoy leo a Kirkegard" rememora Paloma.

Rocío en un esfuerzo casi sobrehumano consigue leer su relato sainetero: "La importancia de llamarse funcionario". Ella lleva chaqueta azul celeste, toda la guasa, vaqueros y zapatos bajo clásico. Arte para hacernos reír una "jartaá".

Copado se abanica yo también.
Javier imita a Joaquín Sabina.

Yo ando preparando el Cabaret de Letras Dispersas III y les hablo del actor Pedro María Sánchez al que invité en este evento próximo y si viene , biieen!!!

Este actor, niño prodigio, cantante, sumergido desde los 80 en el mejor teatro clásico que se ha hecho en este país, con personajes como Absalón, con cortos como Esposados de Juan Carlos Fresnadillo y protagonizado junto a Anabel Alonso.
Este ser impagable de talento ilimitado. Si él me hace el honor de leer conmigo en el Cabaret , aquí y ahora no puedo dejar de exclamar: " Olé, olé, olé... ea dicho queda!!!.

Este monstruo de la interpretación con la fuerza de la belleza puesta en escena y la inteligencia de un gran creador.

La tarde avanza pero no decae, caótica, ella la tarde se marcha, y nosotros con toda ella.

Sagrario del Peral
11 de noviembre de 2010