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viernes, 20 de diciembre de 2013

14ª Jornada/VII año: Miércoles, 11 de diciembre de 2013


murmullo ininteligible

…murmullo ininteligible… PalomaS con una zapatilla azul… Juan Antonio está moreno de sol argentino, menos mal que perdí la cámara sin fotos… Corrientes 348, segundo piso ascensor, no hay portero ni vecinos… el panorama de la inmensidad de la Patagonia, de Buenos Aires el teatro Colón, el Perito Moreno sigue vivo, siempre está en movimiento, la frontera va por la cuerda de los Andes… pagamos ahora para que no haya líos, viene Aure… cacharreo de vasos, nos peleamos por las patatas fritas… no sale la cuenta… Cinta dice: llegó en noche cerrada, niñato y mentiroso hacía tortillas de puerros, hervía como el café, el cabronazo. PalomaH… nos vigila la policía por si somos incívicos… el brillo de la derrota, se sirve otra ración de bulbo raquídeo y se arranca el corsé del pecho. Alberto se va a Bombay y lee a Lorca… falta un euro… con el corazón roto Lorca en NY, el tiempo de un parto… el libro no está corregido… Ana se tiene que ir a una obra de teatro… al final la cuenta estaba bien… ¿qué hubiera escrito Lorca de haber sobrevivido?... Javier toca la campana… en el poema estaba la premonición de la muerte… los ojos vacíos de los pájaros, tres sombras de caballo por los palomares, modificados por los derribos de Júpiter, paseante equivocado, agitaba las rosas con dolor, comprendí que me había asesinado, la sexta luna huyo torrente arriba… Ana todavía no se ha ido y reparte orujo a diestro y siniestro… segundo aviso de campana… María Antonia se ríe… pobre imitación… un personaje con gabán tiene frío… muere bajo la zapatilla de su madre… escalofrío de Kafka… PalomaS: no tengo título… maneras de cerrar los ojos… peripecia… la amenaza del trabajo y la ciudad… agradezco a Javier este personaje poético… Juan Antonio tiene un relato… al descender la cuesta, un balcón en el que no había nada, la casa se me vino encima, quedé como los mapas de la escuela… ahora que ya no soy humano… con tanto orujo más campana.   

... Aure, deberíamos callar lo que vivimos y una cita de Ana Delgado... Próximo miércoles, cena y amigo invisible... Alma en catalán... Feia quieta la mar... Estaba quieta la mar... Los signos del zodiaco... desgranamos signos... Adiós Alberto, nuestra última Tertulia, tu viaje a la India... Cuídate.


Paloma Sánchez
18 de diciembre de 2013









Javier Díaz Gil
20 de diciembre de 2013

viernes, 13 de diciembre de 2013

13ª Jornada/VII año: Miércoles, 4 de diciembre de 2013


LA EXCURSIÓN  (IBAMOS A CONTAR MENTIRAS)


Todos hemos subido, en la época de colegio, al autobús del Ruíz. Recuerdo que jugaba con mis amigos a las adivinanzas y a cantar aquello de: ”Fulano come pan en la casa de San Juan. ¿Quién yo? Sí, tú. Yo no fui. Entonces ¿quién?” Era nuestro juego favorito en las excursiones. Y nos poníamos a decir nombres en el autobús que nos llevaba de un lado para otro. Sólo que aquí no conocía a nadie. Eso sí, cuando buscaba asiento, dos señoritas me saludaron cordialmente; las dos llevaban unos mantoncillos sobre los hombros, y parecían conocerme de toda la vida. Me puse junto a ellas, y el tema de conversación, como no podía ser de otra manera, era este:
-¿Hace un poco de frío, verdad?- dijo la chica morena. Supe después que lo suyo era el relato y la prosa, tenía mucha presencia. De su boca, sonaban frases hilvanadas y a tono…”No perdamos el tiempo…” y nos leyó algo de un poema social de Gloria Fuertes. Me vino a la memoria aquello de: “Las tocas de Doña Leonor, a los montes cubren y a los ríos no”. Parecía que íbamos a jugar a las adivinanzas, pero a lo mejor, íbamos a contar mentiras.
-Ya estoy mejor del constipado-dijo la del pelo rubio y rizado, lo he tenido “fuertecito”. Llevaba un bastón distinguido, que le daba clase y majestad, y era una auténtica “Mujer de la lluvia”. Empezó a hablarnos de que “Cruje la osamenta”, y de que “Las escaleras de madera crujían…” No supe lo que quiso decir, pero el autobús se puso en movimiento, y al cabo de un tiempo, se incorporaron más viajeros.

Subió un señor con un jersey amarillo y con botones, también llevaba lentes (¿quién sería?) Hablaba de dos antiguos personajes y de un libro acabado recientemente (¿Rufino? No, este era un personaje de su obra) No sabía a dónde iba, pero comentaba que “Cuando me hallo en la sierra…” y continuaba recitando versos, comprometido con el sur. Pura cadencia que dan los buenos poetas: paisaje/viento/obstáculo/turbación. “Una tarde sin paisaje…”
En esto, se incorporó un señor delgado, que acababa de conseguir trabajo como profesor. Simpático y con ojos azules. Yo le solté que era un academicista. Espero que no se molestara…

-Profesor particular, eso sí, pero hago lo que me gusta.

Fue curioso porque, al rato, comentó que había contactado con el señor del jersey amarillo, y supuse que habían quedado para ir a algún sitio (qué casualidad, se conocían…) Cuando el autobús se paró de nuevo, una señora de buen porte –luego supe que lo suyo era la escultura y las Bellas Artes- con fuerte acento y muy dicharachera (creo que se llamaba Leo) se unió a la conversación, diciendo:
-Parada de caballo andaluz, arranque de borrico manchego. 
Nos miramos los unos a los otros, intentando descifrar aquello, pero luego, señaló que el higo favorecía la impotencia, señalando a una señora que había subido antes al autobús, y que llevaba un bol de higos. El profesor, uniéndose al cotarro y señalando a esta -una señora afable que había estado recientemente en Cuba-, soltó que el aguacate la favorecía. (¿?) Esta, sin hacer mucho caso, nos invitó a los higos, y de paso, nos recomendó algo para leer: “El arte de no amargarse la vida”. Por último, la escultora  me lanzó una perla (o dos):
-Eres casi un insulto.
Toma ya. Eso lo decía porque me puse hablar en voz alta y recitar un poema –visto el panorama- titulado “A la esperanza”, y en la que decía “A la esperanza hay que darle un cobertor y una bolsa de alimento”. La señora, Leo, que no lo tomó a mal, nos recitó un poemilla sobre el Caganet. “Fun fun fun…” y yo entendí: “Las luciérnagas custodian el sueño del estanque…” Anda que yo… Supongo que la solución era otra, pues nos pidió que hiciéramos, de aquí a Marzo, frases sobre Caperucita y el lobo. En fin, que el viaje no podía ser más divertido.
En esto, se incorporó un señor, leyendo un tablet, coordinador de no sé qué tertulia, y al ver la conversación animada que había nos leyó “La puerta de Tanhâuser”, pero claro, era dificilillo, pues adivinar lo que quería decir con “Patroclo aún no ha muerto…”o “Arden las cóncavas naves…”, en ese contexto, se me antojaba cosa menos que imposible. De pronto, de su boca sonó algo así como “Nadijda Tolokonnikova”. Mmm, me lo apunté, ¡eso había que investigarlo!

                                                                                                              
Todo esto ponía en la hoja de papel que se le cayó al viajero que leyó lo de la esperanza. En la parada del autobús Ruíz a mitad de trayecto se apeó y no volvió a subir. Vi cómo cayó al suelo esta página mientras se ponía el abrigo y recogía sus cosas. No se dio cuenta de la pérdida. El caso es que yo le veía tomar notas pero no supe lo que era, hasta que leí esto: estaba anotando nuestra conversación.

De contar mentiras le parecía que iba a ir el viaje pero esta segunda parte no fue así, por eso me pareció divertido continuar anotando yo lo que ocurría. Los viajeros parece que fuimos tomando confianza y se atrevían a desvelar sus proyectos y a darse consejos unos a otros.

Un señor con aspecto de hidalgo que no se quitó la bufanda nos confesó que aún padecía los últimos coletazos de una bronquitis. Para conjurarla nos leyó su "Conjuro de Merlín para que Arturo entre en calor" de su poemario inédito "El libro de la yerma floresta".

Un chico moreno y con recortada barba confesó que él no había traído al viaje textos suyos para leer y que estaba cansado y entonces la dama de la lluvia adoptando un tono casi maternal le dijo "escribe, que tienes que tener ganas de escribir y no trabajes tanto..."

El chico moreno desde las últimas filas del autobús a media voz lanza sus buenos propósitos: "tengo el firme propósito de escribir un relato al mes".

Surge la conversación entre los viajeros sobre expresiones populares: "como chupa de dómine", "como puñalada de pícaro"; y algunas palabras, localismos, como "miaja", "apechusque", "viruje".

El muchacho delgado de ojos azules, el que confesó que era profesor, se pone de pie y sacando dos folios nos lee sendos poemas: "Tengo los ojos ardiendo" y "Venciendo el pudor". 
El grado de confianza era cada vez mayor. La chica que leyó el poema de Gloria Fuertes lee de nuevo en voz alta los poemas del chico delgado.

Quizá por aquello de los localismos de hace un momento, el caballero que parece un hidalgo manchego nos suelta de sopetón: "A José Luis Cuerda lo conocí con pantalones cortos en Albacete. En el Thyssen dará una conferencia dentro de la exposición del "Surrealismo y los sueños".

Me como un higo seco que la muchacha de acento extremeño vuelve a ofrecer, mientras lee una serie de aforismos:

" Te da miedo
y huyes y malgastas
el tiempo que la vida te ha dado".

"No hay solución posible
para aquel que no pisa
firme el suelo".

El autobús del Ruiz está entrando en la estación de destino. Casi tomando la última curva una muchacha rubia de acento gallego nos lee un microrrelato de 200 palabras.

Escribo todo esto y aquí lo publico con la esperanza de que el muchacho que leyó un poema dedicado a ella, a la esperanza, lea lo que ocurrió después de su marcha.

¿Volveremos a encontrarnos en el autobús del Ruiz?
Estoy convencido que todos estos viajeros llevamos el mismo camino.





Javier Díaz Gil/Federico Monroy
10-13 de diciembre de 2013

martes, 3 de diciembre de 2013

12ª Jornada/VII año: Miércoles, 27 de noviembre de 2013

Marcel Proust. (París, 1871-id., 1922)
Nos dice Marcel Proust: La verdadera vida, la vida por fin esclarecida y descubierta, la vida por tanto plenamente vivida es la literatura, sin ella no existiría el erotismo, sin literatura todo seria mucho más pobre.

*

Voy muy ligera a la reunión de este miércoles, con el compromiso adquirido de hacer la crónica de la tertulia.

Nos reunimos alrededor de las mesas los siguientes tertulianos: Alberto, Andrés, Carlos, Paco, J. León, Cinta , Rocío, Paloma, Mª Jesús, Aureliano, Ana, Amelia, Isabel.

Se va caldeando el ambiente con el tema que inicia Alberto, nos habla de un escritor muy interesante nuestro compañero argentino Horacio Herrera y de su libro: Dora colecciona hechos. El titulo es muy atractivo y parece que el contenido lo es mucho más, el tema central es la muerte, con todo lo que implica hablar de la Parca, nos lee algún capitulo, para Alberto el primero y último son los más interesantes. Carlos habla de los tópicos con su proverbial sabiduría, se anima la conversación que deriva en la política que estamos padeciendo.

Rocío nos lee un relato que trata del adverbio.

Como siempre su relato capta la atención de todos, y nos hacer sonreír, tiene una forma muy singular y expresiva de leerlo, hace que nos adentremos en la historia. Decae un poco el relato en la mitad del mismo, pero sube al final acabando en “coma alta” como dice Maruja Torres. Rocio tiene eso que yo llamo “firma”.

Es mi turno, leo un relato titulado: Navidad, se trata de un sueño en el cual se unen en una historia de amor dos personajes totalmente diferentes que son mis amigos, no se conocen de nada ¿por qué uno a Reyes y Antonio en este relato?... Todo ocurre en Venecia, hay critica positiva que llevo a la practica con lo cual el relato queda redondo. Tambien leo un poema de amor: Mi manera de amarte, escrito hace varios años publicado en el poemario Antídoto.

Andrés (bioquímico). Muy apasionado nos comenta cosas de su pasión y cómo ha llevado la Poesía a la6 Biología. Nos lee un poema brillante: El ensamblaje de la creatinina, ilustrado con dibujos didácticos llenos de interés.Es un poema diferente que nos lleva a la importancia que tiene la leche materna para el neonato.

Paloma en su estilo nos dice un microrrelato con el titulo de: Esencias, nos habla de la vida cotidiana hasta el punto de poder oler el aroma de una paella.

Cinta nos dedica un poema que se llama: Miradas, como su titulo indica no habla de las distintas miradas, tiernas, compasivas, cargadas de ira… Miradas que paran el mundo.

Le toca el turno a Paco Fenoy. El déspota vulgar escrito en el año 1982. Inspirado en un jefe cruel que compara con un gorila de lo más espeso de la selva. Es un pasquín muy duro a estos personajes de ayer, de hoy y de siempre…”La inmensa mueca de ese mono ebrio” Paco escribe mucho mejor que lee y para enterarnos bien del contenido lo retoma Javier que hace una lectura perfecta del Déspota Vulgar

Carlos nos lee un poema que para mi está lleno de magia, habla del niño que fue, que nunca regresará, sin embargo la esencia de aquel niño se ha quedado en su corazón. José León se escaquea aludiendo que está muy perezoso y no ha traído nada, queremos que diga algo de memoria pero no hay manera, le dejamos por imposible... Ana también viene sin deseos de ofrecernos nada, pero no para de divertirse con sus compañeros, nos regala sus risas.

Aureliano como siempre está lleno de interés, nos dedica un poema con fondo mitológico, Recordad el mito. Nos habla del mito griego de Ariadna.

Dime para quién hilas Ariadna, así comienza el poema. Nos sigue hablando de Teseo. Como siempre nos regala su talento con unos versos bellisimos. Alcancé el corazón del laberinto, ¡quién pudiera olvidar!

Termina la tertulia Mª Jesús, me parece un entremés teatral, leído por ella, Amelia y David, tiene un titulo curioso: El molino del camino.

Los versos del poeta Antonio Gamoneada son muy adecuados para resumir lo que representa para mí esta tertulia de Rascamán. La vida es una inmensa e intensa compañía. Añado… Recreada en inmensa soledad.


Isabel Morión.
1 de diciembre de 2013