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domingo, 5 de abril de 2015

23ª Jornada/VIII año: Miércoles, 25 de marzo de 2015



A toda vela


Cuando yo subí al barco rascamanero, aquella tarde de marzo, 25, del año 2015, con viento del norte, frío y desapacible, ya estaba media tripulación preparando los cabos para zarpar a los mares de las palabras, poemas o narraciones, a las órdenes del capitán poeta Javier. 

El primer miembro de la tripulación que subió fue Fenoy: él, que siempre anda discutiendo con los sindicatos de marineros de tierra, enarbolando la anarquía terrestre, exaltando el comunismo del norte, con viento a favor o no, se coloca en esta travesía en la proa, cerca del capitán y aunque le cueste, acata órdenes al son de la campanilla, ya que la anarquía de las palabras está muy bien en sus dedos revoltosos y ávidos de protesta, pero hay que colocarlas. Él lo sabe bien, ya que su lenguaje de vez en cuando precisa de orden, pero no de ordenanzas.

Esta vez el poema que subió a bordo era un poema épico dialéctico, dice, uno de esos de movimientos de masas, de contradicciones de la sociedad que a él tanto le gusta y que tan bien le salen, con toda esa sabiduría que tiene de los acontecimientos históricos relacionados con  las revoluciones sociales. Muestra de ello es este poema, que comenzaba así:

Así, sin armas:
Sin pistolas, dineros, leyes.
Así desnudo,
Pero conocedor como sujeto
Del proceso que hace historia.
Así como grupo de apremio
Planta cara ante las Cortes
Exigiendo derechos

y acababa así…

Así la táctica
De irle a ese pasado,
Erosionando
Su pus mohosa.

Fenoy se va a librar de hacer más faena a bordo, ya que el poema lo ha bordado.

La segunda tripulante en subir fue Isabel. Ella, delicada y ordenada, tiene su sitio reservado en el barco rascamanero, cerca también del capitán, y va toqueteando sus aparejos, que no son más que sus libros de poemas, su poesía sobre el amor y el desamor, tan real y tan envolvente.

Isabel trae su “Poemario de amor” a bordo, y nos deleita con algunos de sus poemas, como los siguientes, uno de desamor y otro de amor:

Desamor:

Tus penas me restan

Tus penas se instalan
En todas tus gestos
Te roban sonrisas.
…..
Mi tiempo, tan corto.
Me restan tus penas.

Poema de amor:

Si tú me besaras

Si tú me besaras
Mis ojos de nuevo
Se convertirán
En bellos luceros
…………
Si tú me abrazaras
Como en aquel tiempo
Volvería a ser pasión
En tus dedos.

Si tú te atrevieras
A amarme otra vez
Jamás ya podrías
Olvidar de nuevo  
…………
Tú sabes que el tiempo
Se come la vida
Y este sentimiento
No va a ser eterno.

Y nos deleita con otro poema, con una mención a Antonio Machado: “Aunque me calle, aunque no escuches lo acostumbrado”, de “Festín del dolor”.

Amor, que triste lo que dices
Por prudencia, por miedos
Por no herir a terceros
…………………..
Me acostumbré a besos infinitos
Tan solamente nuestros.

El capitán se quedó pensativo. No dijo nada. Los demás tampoco. Quizás porque en las sencillas palabras de los versos, está toda la complicidad del amor, y nos vemos reflejados en ellas.

La siguiente tripulante en adherirse a la cubierta del barco para recitar sus magníficos poemas fue María. Ella se coloca casi siempre en la popa, y de esta manera divisa el horizonte de las palabras. Las de ella, siempre son bellas, y muchas las tiene recogidas en sus libros publicados. Uno de ellos es “Cuanto dijo la noche”, y nos deleitó con el siguiente poema:

Vasija de barro

Vasija de barro encinta
De vino ensangrentado,
Que cubra tu humedad
Mi piel reseca
Y se haga de calor
El tiempo añejo
Para hacerme de uva en tu regazo
Y boca ardiente
Que besara
La copa del olvido

Del otro libro “descifrando la nada”, nos dejó esta beldad:

Sueño
“Nada en tu espíritu…no tiene rostro ni memoria en ti (Antonio Gamoneda)

Sueño y caigo en el mundo que me hizo
Donde amo y sonrío para siempre.
………………
Pared de luz me declaro
Y mi alma sufre su madre noche
……………………………
Las manos todas sellan sus secretos
Y el alba al fin se tiñe de azucenas.

Nos tenemos que agarrar a la barra de cubierta para no caernos en la ingravidez ilusoria que nos han dejado sus poemas.

Por fin se ve subir por las escalerillas a nuestra narradora de oro, Rocío, para que el rumbo de las palabras no se quede solo en los poemas de un poeta o poetisa, sino que las aguas llenas de sílabas y letras nos devuelvan a la maravillosa narrativa convertida en perla valiosa dentro de ese concha en forma de relato, “Los amantes gerundios”, como perla redonda, brillante, única, porque cada perla que nos trae Rocío en sus relatos, es única.

LOS AMANTES GERUNDIOS

Mi primer novio tenía nombre de gerundio. Se llamaba Fernando.

Al cabo de veinte años de conocernos, en su interior y ante cualquiera, él nos seguía emparejando. Aunque lo cierto es que mientras yo estaba “Fernandeando” conocí a Amado y a Javier y a Armando y a no sé cuantos más. No le voy a engañar. Yo siempre he conocido varón al modo de las Sagradas Escrituras que para algo he sido, no diré de misa diaria, pero sí de oraciones varias. Confieso Padre que mi vida ha sido siempre, bendita sea la Madre Sintaxis, una sucesión de proposiciones, y perdone usted la franqueza, a cual más copulativa….

Todas hicimos recuento, mirando a las ondas que venían y se iban, de nuestros amores ocultos, en el color del agua, aquellos de los que nunca nos atrevimos ni a decir el nombre, como marineros tatuados en exceso, pero de cuyos tatuajes sí que nos acordamos!!. Qué recuperación de vida nos trae siempre Rocío con su magnífica forma y fondo. Le tenemos que dar las gracias siempre por ofrecernos vida y sonrisas.

Una marinera inquieta. Amelia, estaba esperando a ser recibida por el capitán, a que le diera permiso para alzarse y de un salto desde tierra firme, colocarse en la proa para izar sus poemas en la vela foque, pequeña pero imprescindible.

 Poema reflexivo

Más copula…

 “muy cerca de la calle Páramo
Hay una casa con una cruz arriba
A veces entro y me siento a contemplar
El devenir de cada ser humano
Que llaga y se arrodilla
Ante un cristo ya muerto.
…….

Todo comportamiento me transmuta
Se crea la comedia,
El drama y la farsa en cada uno de mis actos….

El capitán Javier discrepa sobre el “devenir”. Comenta que el devenir del ser humano no se observa, sino que se comprende…quizás sea mejor cambiar el verbo por meditar, contemplar…Carlos dice “intuir” el devenir….pero no, no cuadra intuir el devenir... Así vamos de una ola a otra, buscando en ella la palabra ideal que nos haga mecer en el poema pero sin alterar su rumbo… la marinera tiene en esta ocasión el mando y verá lo que le gusta más.

Otro poema sin vacilaciones, así, como su autora, de una vez, flotando en su submundo femenino a través de su prostituta…genial:

A veces imagino otras vidas,
Pienso en las niñas, mujeres
Que han de venderse
Por un trozo de miseria.
…………….
Ejercicio que gravita en mi mente
Y en las aguas de un río que intenta
Purificar mentiras.


Otro poema del libro “la araña…:

Duermo
Me trago los alientos

Me trago los alientos
Para ser lo que soy
Perdida, oculta
En una piel que no es la mía.
Una náusea me cubre
Cada noche y después, sola
Eternamente sola.

Discutimos sobre lo conveniente de decir “tragar” los alientos. Al final llegamos entre toda la tripulación que quedaba mejor con la palabra masticar…”Mastico alientos”… perfecto… la marinera inquieta mastica todos sus versos y los convierte en arte, en velas de avance, de mejora de rumbo, de gusto por la brisa las palabras sensibles contenidas en ella. 

Llega la suboficiala, María  Antonia Copado, la que se sitúa siempre a babor del capitán, a su derecha, palpando el horizonte con todos sus sentidos, y haciéndonos ver que la brisa es algo más que aire fresco; es la sensualidad personificada, como ella.

El final

Ha llegado el final de tu ciclo,
Dijo la bestia a la mujer
Erizando el lomo con firmeza..

Cumplí el trato convenido.
Habrás asimilado mis enseñanzas
Y disfrutado de lo que te ofrecí.
Todo a cambio de tus anhelos,
De tu fe, de ese “alma” baldía
Que para nada sirve
.
.
Llévate de mí lo que apetezcas
Y abandona a esta mujer.

¡!Hazlo bestia!! No hay remisión.
Ella se giró mirándole con odio
¡¡Así tampoco me sirves mujer!!

A la  suboficiala le gusta la poesía agresiva, aberrante, furiosa, sanguinolenta… dice con energía… como desentrañando las miserias del “alma baldía” de su poema. Si ha llegado a la categoría de suboficiala, será porque ha luchado contra viento y marea, y conoce bien las tormentas, las bestias del mar y también del alma…

Y esta vez, además de su poema desgarrador, nos trae un relato para gozo de la tripulación, ya que ella, sea poesía o sea narración, nos lleva de babor a estribor con la garra y la categoría que le confiere su posición en el barco.

Aberración

Caminaba por el parque a paso rápido. El cielo blanquecino presagiaba nieve. Un viento escarchado me besó en la cara y mecánicamente alcé el cuello de la gabardina buscando cobijo. “¡¡malditas palomas!!
Allí estaba ella, oronda, gris, emitiendo un sonido aberrante. Soy casi ciega y llevo bastón. Me acerqué a ella, temblando, excitada…

Presioné y presioné de una forma trémula, hubo un gorgoteo tenue y varias convulsiones espaciadas y nada más…Nadie me vio. Y seguí mi camino sonriendo y tarareando una canción.

Y nosotros tarareamos a la vez su calidad y su ingenio…le saludamos con honores, suboficiala.

Le llegó el momento estrella al capitán Javier. Qué bien maneja el timón de este barco y qué bien maneja las palabras en sus poemas.

Esta vez nos deleita, desde su posición en el mando, con unos versos que tienen su tiempo, pero con el mismo brillo de siempre…

Poema de 2012  (realizado a raíz de una fotografía de un chico con una máscara).

“ Y no es cierto”

Esta es una historia
De oportunidades perdidas
Me dijiste así
.
.
O tal vez lo soñé
Como había soñado
Tu tiempo desnudo
.
El sol arde aún en los parques
.
Se queda mi voz,
Sé que no lo sueño,
Repitiendo tu nombre.
.
Arde el sol…

El capitán nos permite que le hagamos alguna observación, la cual nos lleva a sugerirle que sobra algún verso para que el poema quede redondo, como ese ciclón de poeta que tiene dentro. Incluso discutimos sobre el sol helado, el sol ardiente, los soles que no son más que nuestras vidas, heladas a veces y procurando que ardientes siempre, al menos a través de las palabras…el capitán Javier nos escucha, como siempre, y continúa con el mando de su timón..

La musa del  viento de poniente aparece esta vez a mi lado, brisa lozana del Atlántico, fresca y tierna, Cinta, la reina de las marismas, de las sonrisas, de las reflexiones siempre acuñadas en calas maravillosas, de arena de palabras, bellas, introducidas en las cuevas de su narración o de su poesía.

Trae un microrrelato.

“La poesía no es un lujo”

Ella apacentaba los guarros de su padre. Para comprender su libro de oraciones, aprendió a leer en el campo, en la pizarra que le dio el cura.. Llegó a la Biblia…………
Ese día escribió, mirándose en el agua de río: la poesía no es lujo, es mi belleza”

Le aconsejamos: cambiar la primera frase por “Aprendió a leer en el campo mientras apacentaba los guarros de su  padre”…está de acuerdo, está mejor. Esto nos lleva a hablar de gramática, de sintaxis (frases breves son más rápidas, agilizan. Frases subordinadas alargan), oraciones yuxtapuestas, copulativas, nexos… ayyy, qué grande es el mar de las palabras y cuántos nutrientes nos da para mejorar nuestra salud escribana…

Enrique, nuestro caribeño preferido, rey de la transparencia de las palabras a través de los sentidos, como su mar, hoy como observador de la tripulación, nos cuenta que presenta su nueva novela en los próximos días que se escribió en Cuba, se editó en USA, se presenta aquí….¡Qué grande es Enrique! La novela se titula “Templo de las orejas” y dice que es para gente inteligente… qué bien… está en el lugar adecuado. Nos reímos.

La siguiente artista variopinta que sube por la escalerilla de popa es Leo. Su arte en esta ocasión no es su bella escultura o pintura  o sus  performances, sino tres microrrelatos en el que quiere elevar los sueños, ya que uno de ellos va de eso, de elevar sueños. Tenía que meter esa frase ”elevando sueños” para un concurso… lo hace a través de arqueólogos que bajan y suben en un ascensor a las entrañas de la tierra… y lo une a la diosa Arco Iris que es un deidad....

Le aconsejamos que reinvente esos maravillosos sueños para que el microrrelato quede estupendo, con color, como su arco iris, con sabiduría, con glamour...

El contramaestre, Carlos, el maestro de todos los maestros del océano de las palabras, de las suyas, de las nuestras, apareció por babor, saludando al capitán y a la tripulación, con su siempre sonrisa de pícaro y con su sabiduría en sus poemas, en sus comentarios, en sus locuciones…y le escuchamos.  En esta ocasión, a través de sus voz nos recita poemas de otra diosa de los versos, la poetisa María García Zambrano…hermosos versos que convierten  las olas de las palabras  en manto cálido de sensaciones, de gusto, de esplendor en las aguas de nuestros sentidos.

Del libro “Menos miedo” de María G. Zambrano

Esta autora dijo respecto a este libro que: Si el miedo es parálisis, es sometimiento, es resignación, entonces, aspirar a tener “menos miedo” significa optar a una vida más plena, más propia, menos dócil a la muerte.

La muerte más dulce:
 Fue un instante de amor. Solo el tacto luminoso y atroz de la distancia
(Juana Castro)

I.                    Amor Etílico

Me ofreciste temprano tu cuerpo abierto,
Sabroso,
Olor a malvas.
Las cerezas crecían de tus dedos

-                     La miel es demasiado dulce.
Elegiste el vino para una piel
ebria todavía

II.                  Amor animal

Tus ojos son la voz de la noche cuando cae,
No los abras.
Deja que balancee mi cuerpo
Y en la oscuridad invente
El animal que sueñas.
Deja que hunda en tu espalda
Simiente de mis besos.

III.                Amor anfibio

Salado el filo de la lengua que me entregas,
Tibia en el hueco que abro para ti.

Escapo de mis límites.
Entiendo membranas del animal que escondes,
Cubro tu piel y renuncio

IV.                Amor geométrico

No me dejes escapar de tu ángulo,
En el vacío estoy perdida.
La curva de tu voz es mi patria
Si me restas no habrá límites.

Y nos trae también versos de Rosa Jimeno del libro "Proposiciones in-deco-rosas"

Desamor en 6 tiempos.

Llegas
Y me miras
Y te acercas
Y me besas
Y  sonríes
Y te vuelves
            Y me dejas….

Mas… en la contraportada está esta maravilla:

En el fondo
Nadie sabe cómo surgen las mentiras.

Se acomodan sin permiso
En el borde más cercano a la ignorancia
Y en el ojo de la aguja
Donde encaja mi perfil a contramano.

Sin habérselo pedido
Se convierten en el pan de cada día
Recogiendo sin demencia el compromiso
De ayudarnos a encontrar
El motivo de este empeño reincidente
De pisar la misma piedra.


Un comentario que he encontrado sobre este libro: “En este poemario, el segundo de María García Zambrano, adquieren un gran protagonismo las carencias vitales (hambre, soledad, miedo). Pero estos textos manifiestan cómo se superan, cómo se vencen. De hecho, según avanza el libro, gana espacio la esperanza, el vitalismo y, definitivamente, la confirmación de la victoria del Eros sobre el Tánatos, que se superpone a la desolación. Y se va abriendo, entonces, un grito de denuncia contundente pero calmado al mismo tiempo”.

 A toda la tripulación nos ha encantado, y alabamos el gusto de Carlos, nuestro maestro, en los versos de lo  que parece otra maestra de las palabras. Gracias a los dos.

Vamos venciendo a este día escorado hacia las vacaciones de Semana Santa, con la actuación final de Vicente, el devorador de libros, el león del discurso a golpe de palabras de los grandes, a los que el admira y admiramos; a la sabiduría que hay detrás de una edición, de un artículo, de un ensayo, de cualquier cosa que lleve tinta y esté a su alcance. Va como el práctico imprescindible en cualquier océano, surcando todos los mares de las palabras, subiéndose y balanceándose en el palo de la mayor, altivo y ufano divisando siempre más allá de lo que el resto de tripulación ve… y siempre preparado para el abordaje. Es nuestro lobo de mar, pero de las palabras.

Vicente habla de 2 películas: Laura y El Forastero, y de una introducción rápida como es la siguiente: ¿Cómo un objeto de deseo conduce nuestra conducta?. Ahí queda para la reflexión, en cubierta, al aire y alrededor de todos.

La última en subir con los aparejos y con el cabos para zarpar, es la suboficiala II, la reina del oleaje teatral, de diálogos en ondas bien hechas que nos transportan a otros lugares con la suavidad y delicadeza de profesional, para hornear palabras en aforismos, en obras mínimas con máxima excelencia…es ella, María Jesús, solo nuestra y la que da el salto al centro de la embarcación para cerrar escotillas, soltar escotas y navegar.

Tiene un cuento para concurso, con la frase “El viajero está tumbado”…le votaremos

Y así de esta manera zarpamos todos, sonrientes, hacia las aguas relajadas de las vacaciones en nuestro barco de gozo, el gozo de tener siempre las palabras a nuestras órdenes, cada uno haciendo caso al manejo de los aparejos que les correspondan, haciendo tarea en costa o en medio de la tormenta, en tierra o dentro de nuestro mar particular, pero siempre levando el ancla para izar las velas de nuestros poemas y narraciones y zarpar a toda vela, la vela de las palabras…



Ana Gonz,  
14 de mayo de 2015

1 comentario:

Carlos C. C. dijo...

Aún temiendo la reprobación del Sire y la tuya he de decir que lo segundo pero más persistente que llama mi atención es la buenorra que estás en esa foto, permíteme.
Lo primero es lo mucho que te lo has currado, incluyendo no ya fragmentos sino textos enteros de los rascamaneros.
Una pequeña puntualización: Algunos de los poemas adscritos a María García Zambrano al final de la bitácora pertenecen a la inspiración de Rosa Jimeno en Proposiciones in-deco-rosas.
Agradecerte tan buena disposición y trabajo, a veces en mi opinión, sobresaliente.