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viernes, 29 de marzo de 2024

21ª Jornada/XVII año: Miércoles, 27 de marzo de 2024

Una reunión secreta...


 

Crónica de un encuentro
 
El pasado 27 de marzo de 2024 hubo una reunión secreta digna de la más secreta cofradía. La presenciaron unos pocos servidores encapuchados que, lejos de la intemperie, se inmolaron sin demora a la causa.

Algunos cobardes no quisieron presenciar el acto al sentirse como leones en una jaula con forma de pantalla. Se fueron a la calle gobernados por el miedo, se sentían más seguros pisando la dura selva del cemento.

Otros tertulianos presentaron mil excusas: unos pocos eligieron el sexo al azar de un encuentro esporádico, otros prefirieron un frasco de barbitúricos para curar todos sus males y finalmente tres sacrílegos agrandaron el camino de unos fieles. Esos viles pecadores huyeron merendando la herejía de una excursión gratuita hacia un convento: conformes a lo ortodoxo de las redes regalaron su doctrina por un lavado del cerebro.

El mismo dueño del café, sin ir más lejos, y tras oír el sonido metálico del Zoom, se fue de vacaciones con el miedo de disolverse entre palabras.
 
Fuimos pocos, sí, pero disfrutamos de una ceremonia íntima y solemne: seis fieles y un servidor como en aquellos días de encierro que no quiero recordar.

A las 17.30 cada uno babeaba por comenzar. Cada asistente adoraba la liturgia del verso, lidiaba con la condena del dogma y con la atmósfera demoníaca que a menudo esconden las palabras.

Todos decidimos resistir con una letra cosida en el pecho. Era una letra grave, Capital, que nos garantizaba el anonimato.

Cada miembro estuvo a la orden del anfitrión, le llamaban Jota, que, con tono solemne, se explayó sobre la tarde con el eco altisonante de sus palabras rotundas. Mencionó la posible venta de acciones de la sociedad Rascamán, pero todos optaron por recordar la pérdida de A. Mata, periodista y poeta, recientemente fallecido.

Tras un largo silencio, Jota cedió la palabra a S quien deleitó nuestro círculo con la lectura de “Cruz de carne viva”, un texto de invocación inspirado en esos días cortados por la lluvia.

Intervino MF que alabó su obra y sobre todo la gran mejoría que tuvo como narradora y poeta.

Poco después tomó la palabra CR que leyó su “Desierto” plagado de “otoños imposibles” y de mares inconclusos, realidades paralelas de un mundo en el que nos alcanzan “fauces inesperadas”.

Intervino R relatando una historia muy original sobre el amor visto a través de unos ojos adolescentes. En ella, una sombra a ratos invisible sobrevuela la escena (“le llamábamos Sombra porque apenas se hacía notar”) y permanece a la espera.

Poco más tarde, retomó la palabra Jota que leyó “Cómo vencer la derrota” incluido en la antología titulada “Grito poético” que se presentó hace unos días. Él remarca que, pese a que “las heridas son sombras que se alargan” y que “correr no detiene el tiempo”, la pasión por la vida y el amor por la palabra vencerán esa derrota. Porque la vida es energía y esfuerzo, unión y cooperación, añade MF.

pide religiosamente su turno y da vida a una charla telefónica irreal y entretenida entre una loca dicharachera consumida por la rabia y una enfermera asediada por la culpa.

Poco después, y sin salir del asombro, procedo a exponer mi encuentro con la infancia.

Finalmente toma la palabra MF que como siempre nos deleita con sus versos.
 
Tras ello, un silencio en tromba acaba con nosotros.
La reunión termina con la melodía de un suicidio colectivo.
Son duros tiempos para los herejes del verso.
Quien escribe es un fantasma.

                                            M.


Matteo Barbato
28 de marzo de 2024





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