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sábado, 16 de marzo de 2024

19ª Jornada/XVII año: Miércoles, 13 de marzo de 2024

 

Cigüeñas en la torre de la Catedral de Plasencia

Pasé lista para cerciorarme de que todos los alumnos del colegio "Rascamán" que iban a la excursión estaban presentes. Los fui nombrando y fueron subiendo al autobús: Paloma Sánchez, José León, Rocío, Chelo, Fátima, Manuel, Javier, Alberto, José María Garrido, Aure, José Antonio, José María Herranz, Cinta, Juan Antonio, Isa Morión, Fernando Soriano, Anagonz, Carmen Padín, Matteo y Juan Manuel.

Veinte, justos, estaban todos.

Ahí venían con sus mochilas donde guardaban las meriendas y las carpetas con las redacciones de tema libre que les había pedido.

En el autobús el bullicio de las conversaciones y las risas se sobreponían al ruido del viejo motor del autobús. Nuestro conductor, Jesús, puso de fondo una música agradable que acompañaba nuestro trayecto. Qué bien conduce Jesús, sabemos que también le gustan las motos y de vez en cuando se hace una escapada.

El destino era Plasencia, quería llevarles a conocer los nidos de cigüeñas de la torre de la Catedral Vieja. Después de un paseo por la localidad, sentados en corro en la Plaza y dispuestos ya a aplacar el apetito con la rica merienda, les pedí, terminados nuestros bocatas, que empezáramos a leer las redacciones.

El clocló de las cigüeñas acompañaban en la lectura a Paloma Sánchez. Su redacción continúa una anterior que nos leyó. Comienza a leer un diálogo, una escritora, negra literaria, y el aristócrata que le ha encargado la novela, el conde duque de Salvatierra. El destino del retrato de Miguel Hernández. Todos los compañeros quieren saber más sobre el destino del retrato del poeta. Habrá más redacciones.

Las cigüeñas guardan silencio, están empollando. 

León ha hecho la tarea que sugirió el profesor por si preferían optar por ella en vez del tema libre. "Sombra chinesca". Dos manos por amor... un ave. Aunque en el barro solo el vuelo expira. 

Lee también "Violín" dedicado a una compañera de clase que no ha podido venir hoy a la excursión, Omega. El mar de la música, un delfín... navega hasta tu pecho enamorado. 

León hace sus redacciones en endecasílabos, puros sonetos. Remata la lectura con "Viena": La última vez que visitamos Viena... vibré con tus senos, amor, de luna llena.

Rocío se ha basado también en la imagen de la sombra chinesca. Lee "Nueve sentidos". Cuando sea adolescente, no pararé en casa... Ni un solo día dejaba de jugar con él a las sombras chinescas... Era una carrera contrarreloj... 

La gente de Plasencia que se acercaba a escucharnos se decían unos a los otros: ¿cuándo va a publicar Rocío sus redacciones? ¿Cuándo?

Chelo ha escrito un trabajo hablando del padre. "Otra pieza del puzzle". La pareja de cigüeñas al escuchar que la cosa va de paternidad abandonan un momento el nido para no perderse las palabras de Chelo. Papá era muy divertido... Sabía poner caras raras para hacerme reir. 

Nos impacta el final y nos deja en silencio. Los habitantes de Plasencia se van acercando a la Plaza Vieja de la Catedral a escucharnos, también en silencio han escuchado a Chelo.

Fátima ha seguido la pauta de las sombras y nos ha llevado al aeropuerto y un regreso a casa. La noche ya nos permitirá comentar y llorar... El miedo, la rabia, la impotencia, el odio... No intentaron sustituir a nuestros padres... Ucrania y la guerra terrible al fondo.

El clo clo cló se hace más intenso, de pronto, miramos hacia arriba y descubrimos que se van añadiendo más cigüeñas en los tejados de la Plaza para escucharnos.

Manuel, como Paloma, lee una redacción que continúa la de las semanas anteriores. Se está bien en la plaza, la temperatura es agradable, los plasentinos amables, las lecturas nos tienen encandilados. Manuel nos mete en el mundo de "Ninguno de los suyos": Tomás de la Hidalga, los amigos de Bernardo... Una manifestación y un encuentro fortuito que promete ser relevante para las siguientes lecturas. Una muestra de un estilo de vida que nos irá desgranando poco a poco.

Quizá porque estamos a menos de 180 km de Portugal, en Plasencia les interesó escuchar el texto que leyó Javier, un texto que habla del libro "Victorianas" de la poeta Marilia Lopes que leyó en portugués y que ha traducido él al español.

rastejar até à porta de Abril / e pedir chuva...

arrastrarse hasta la puerta de Abril / y pedir lluvia...

Gustó el contraste del portugués y el español como el blanco y negro de las alas extendidas de las cigüeñas que nos contemplan.

Alberto en todos sus últimos trabajos ha incluido un te quiero. Sigue el tema de Fátima y lo titula "Guerra". Se llama N y tiene nueve años... Se entretiene haciendo sombras chinas en la pared... Microtequiero 24. El destello de la luz de las farolas que se empiezan a encender coinciden con el suspiro de admiración de los presentes. Notamos más afluencia de los habitantes del pueblo. Nos emociona su compañía.

José María Garrido cede su texto a otro José María, Herranz, para que lea su composición. "Atado en su horizonte (poema en caja)". Me atrapa en su silencio y me desarma... Doy pasos de futuro atado a su horizonte. Un texto sobre la seducción que nos seduce a todos.

Aure anuncia que el 21 de marzo se presenta un libro de Anabel Magerit en la biblioteca David Gistau y nos invita a que vayamos. Todos los alumnos aprendemos de Aure y los plasentinos parecen saberlo también porque están expectantes ante lo que va a leer. Estábamos despistados escuchando las lecturas y no nos habíamos fijado en que se está llenando la plaza. De gente y de cigüeñas. Todas atentas salvo las dos de la torre que están ocupadas en empollar los huevos de sus polluelos. Escuchamos a Aureliano: Más aprendí de la dicha de ser nada... De bibelot sin nombre... La esperanza de que algo de mí viva... viva... viva.

Un crotoreo admirativo de fondo emiten nuestras oyentes aladas.

José Antonio ha estado a punto de no venir a la excursión, estuvo malito pero se ha recuperado a tiempo. Dice que ha escrito lo que escribe siempre: tonterías. No son tonterías, decimos los demás. Sus textos dedicados a Matilde. Ay, Matilde... Alguna estrofa se resbala por los muslos dejándose caer a algún zapato... Don Heriberto, funcionario de prisiones jubilado...

La sonrisa cómplice de los habitantes de Plasencia demuestran que no son tonterías.

Juan Antonio ha elegido para su escrito una fecha cercana, la del 11 de marzo, terrible recuerdo del atentado de hace ahora 20 años en Madrid. Monolitos de muerte, cementerios... Flores de primavera alborotada... No quiero monolitos, cementerios, sino tu espíritu libre de carne... Muertes que sembrarán eternidades. Las cigüeñas respetuosas, ocultan su plumaje blanco y muestras sólo las plumas negras.

José María Herranz pregunta por David que no ha podido venir a nuestra excursión, y eso que en nuestro bus siempre hay espacio libre para todo el que quiera venir. Pero anda ocupado y no ha podido estar con nosotros hoy. Y es que ha elegido para su texto una cita que le oyó a David, "No podemos vivir sin abrazos". Pero ahora contemplas tu vida realizada... Porque todo sucede simplemente. Sin que nadie lo pida, quizá porque va oscureciendo y la noche es cómplice, la gente se abraza cuando José María termina de leer su poema.

Hay más referencias a compañeros del colegio, Cinta recuerda un texto de Fede Monroy que le ha sugerido la escritura. Papá entra con un cucurucho en su mano derecha ¡seguro que te has comido la mitad!... Avellanas... No quiero sorpresas después de la que hemos tenido... La voz de mamá se vuelve de chocolate... La de papá se vuelve de caramelo... Flores como cabezas de niños chicos con gorritos coloridos... Dos geranios.

Fernando Soriano y Matteo dicen que va a ausentarse del grupo pero nos esperan en el bus. Han estado escuchando atentos pero tienen compromisos que cumplir antes de regresar. 

Isa Morión nos lee "El pequeño que escapó de las bombas", guerra también en sus palabras como en las de Fátima y Alberto. Su marido estaba en el frente... Un día llamaron a la puerta... ¡Elías! Era su hermano predilecto... Un obús cae en la camita del niño... A veces hay que creer en los milagros. Isa recuerda a otro compañero del colegio "Rascamán", a Francisco de la Torre, porque este episodio le ocurrió a él, él era ese niño que se salvó de las bombas.

Un ¡ooooh! surge de nuestros espectadores, asombrados.

Cierra la lectura con un poema dedicado al mar "Ese mar" que me entrega.

El silencio con que nos escuchan es conmovedor. Las cigüeñas crotoran dulces y nos dibujan un fondo rumoroso.

Anagonz en medio de este paisaje extremeño recoge el testigo de Isa Morión y utiliza el mar como motivo en "Naufragio". Un día cercano de improviso podríamos naufragar... Camas de matrimonio para uno solo, sofás que resbalan y muebles de Ikea... En la mirada de las cigüeñas que nos miran adivino una imagen de sal, de su vuelo atravesando el Mediterráneo en su migración. 

Carmen Padín nos da la sorpresa y se la da al pueblo de Plasencia y a sus cigüeñas. Ha escrito un cuento titulado "Eclosión". Un cuento infantil en el que dos cigüeñas, Clara y Cipriano, llegan cada año a la torre de la Catedral. Dos polluelos, Ciro y Cirilo, nacen y aprenden a volar. A Cirilo le encanta escuchar el coro de la Iglesia y no quería aprender a volar. El obispo de Plasencia tomó cartas en el asunto.

Miramos todos automáticamente a la torre, allí de pronto, dos cabecitas recién oclasionadas de sus huevos nos están mirando con sus ojos enormes. Dos cigoñinos, ¿Ciro y Cirilo? Y acto seguido, los plasentinos vuelven su mirada al centro de la Plaza, porque reconocen entre el público que nos escucha al mismísimo obispo de Plasencia.

Todos guardan silencio cuando anuncio la última intervención, la de Juan Manuel. La emoción, el recuerdo y el amor están en sus palabras: "La encrucijada". En la encrucijada, esposa, como una acordeón de cien canciones... Historias de bosques... nobles troncos cortados por gigantescos leñadores...

Espontáneamente surge un aplauso en toda la plaza, el eco de los muros de piedra de la plaza lo devuelven aumentado. Las cigüeñas emprenden su vuelo y regresan a sus nidos después de volar en círculo por encima de los dos nuevos cigoñinos a los que dan de esa manera la bienvenida al mundo. Los plasentinos nos hacen un pasillo para dejarnos salir y nos escoltan al autobús donde nos espera al volante, Jesús.

Regresamos felices de la excursión. La música que nos pone Jesús nos acompaña en el trayecto de vuelta. La próxima salida ¿dónde nos llevará?


Javier Díaz Gil
16 de marzo de 2024







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