Asistentes
Cinta, Aure, Mª Antonia, Eunice, Omega, Juan Antonio,
Javier, León, Isabel, Paco, Alberto, Amelia, Carmen, José María, Carlos, Leo,
María Jesús y yo.
Se abre un turno de propuestas para este año que comienza,
precisamente hoy, y poco a poco surgen ideas: recitales colectivos, traer textos sobre escritores consagrados y
debatir sobre ellos, aportar recortes de periódico sobre los que comentar,
críticas literarias sobre libros leídos, críticas cinematográficas; retomar las
visitas a museos, paseos literarios; hablar de otros autores; incursiones
radiofónicas; la mitología; el euro literario…
Las mentes bullen en el Ruiz.
Ahora debería comenzar con el recuerdo de lo allí leído,
pero existe un problema. No os asustéis por mí, que mi memoria aún con sus
achaques, funciona casi bien; es algo diferente.
Por aquellos días, expresión bíblica que viene como anillo
al dedo, se me presentó la ocasión de viajar a New York. Y esta vez, decidí
llevaros conmigo… para dejaros allí.
LA FE, el relato que recuperó Cinta, se mezcló con las hojas
ocres de Central Park.
Eunice y Omega, y El Lado Gore de los cuentos, tomaron el
relevo. Es notorio el juego psicológico que ciertos autores inoculan entre sus
historias.
Pensé en ellas al observar a esta ardilla; quizás, aunque
ella no lo sepa aún, esté a punto de protagonizar algún cuento. Con final feliz
esta vez.
Aure, el incombustible domador de palabras, nos obsequió con
dos poemas: MONASTERIO DE LOS JERÓNIMOS, LISBOA y PARÇE QUE. Lirismo en estado puro. Qué mejor
que el café de Orsay en NY para él.
María Antonia nos regaló un poema, VOLVER lleva por título, y vuelven sus letras a revolver
conciencias. Constante es en su voluntad
la poeta, como el tiempo.
Con Rocío siempre se aprende algo, siempre se aprende
mucho. No fue distinto ese día ANAMNESIS
dejó constancia de que su calidad. Para
ella este 9 enorme, este sobresaliente que encontré en la calle.
Juan Antonio leyó el
relato ECCE HOMO, un guiño estupendo a
las pintoras de santos eclesiásticos consagradas por la prensa, que agradecimos
todos. Para él esta cuestión…
Llegado el turno de Isabel,
nuestros oídos se deleitaron con SI ME LLAMARAS, de Pedro Salinas, y con
LUNA MENGUANTE, un poema suyo, elegante y delicado como ella. Puro corazón.
León, el gran León nos mantuvo en la cara luminosa del
satélite al recitar su PLENILUNIO. Fácil fue ubicarle en la cosmopolita urbe.
Paco
ofrece a Fabiano un momento de desenfreno erótico con una HOLANDESA, un poema
que caldea el ambiente. Una flor para la
dama.
Carmen lee con sentimiento a flor de piel el homenaje que ha
escrito para Sagrario. “Había una vez una pelirroja que se llamaba Sagrario…” Y
consigue que los recuerdos floten en la tarde agonizante del Ruiz. Para ella,
Carlos trajo un poema de su libro El Poemario de Nguema (un
barrio de Malawo) titulado DEL LADO DE ALLÁ O DE ACÁ. Siempre incisivo desde un
lenguaje medido y preciso, revuelve en
la conciencia colectiva. Nada mejor que Times Square como contraste para él.
María Jesús Briones cerró las intervenciones con MATERIALES.
Para el premio Hambruna. Lluvia, cabezas bajas, grises, para ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario