Hoy nos reunimos todos, para jugar
al ajedrez. Despliegue de estrategias para ganar la partida. ¿A
quién? Al desánimo, en la lucha por mantenernos ahí, a veces peones,
otras inconmovibles torres. Pocas veces, alfiles diestros en patinar por la
diagonal, que nos hace sobrellevar las fintas y trampas del poder.
Con
la poesía o el relato, quizás, seremos caballos que, en piruetas impredecibles,
evitemos el peso de la rutina, la desgana o el desasosiego.
¿Y qué decir de nuestro intento por transformarnos en reinas? Esa que aprende a moverse adecuadamente en cada situación, baila en la diagonal, puede atacar como la torre, (convirtiéndose en máquina de guerra, cuando es necesario), protectora del rey, y tan generosa, que a veces, cuando su propia muerte la lleva a despedirse del tablero, cede su cargo a un humilde peón.
Así que, sentados todos ante el damero, escuchamos a Juan Antonio que nos trae a Pessoa, y
sus "Jugadores de ajedrez", como un juego en el que la lectura del poema, debe
suscitar en cada uno de nosotros una respuesta. (Es una de las actividades
propuestas en una de las últimas tertulias).
Y LA ODA 28 DE RICARDO REIS, salta a la palestra. Lenguaje, en cierta manera, mítico (descripciones de los grandes desastres de la guerra) nos acerca a los dos jugadores que, prendidos en la red de araña de sus estrategias, no pueden salir de su burbuja para atender a los terribles acontecimientos de su alrededor.
María afirma que estos jugadores son gente especial. No todo el mundo puede desarrollar un juego para el que son necesarias claras aptitudes intelectuales.
Fenoy apunta que la actitud de los jugadores es pasiva ante la situación. Rotundamente nihilista.
Claros desacuerdos entre todos.
Carlos habla de los heterónimos de Pessoa. Y esa partida constante entre ellos, como manifestación literaria del autor. Entiende que significa una búsqueda constante de la serenidad, como aproximación a la felicidad, y cita LA TEORIA DEL QUIETISMO, de Miguel de Molinos.
Pero Alberto dice que los jugadores caen en la injusticia, al no atender a las desgracias de la humanidad que les rodea.
David se opone al nihilismo del que habló Fenoy. Para él, el desasosiego de los ajedrecistas es quizá el escudo que los sustrae de lo que les rodea.
Y yo me pregunto: ¿No utilizamos la Literatura que conocemos o creamos para escapar de la realidad?
David resalta que el no hacer daño a los otros ya representa aportar nuestra ayuda para resolver muchos conflictos de la realidad.
Alberto señala que el culto a la belleza, en Literatura o Poesía, no tiene que estar reñido con la denuncia o el compromiso social.
Pregunta de Carlos: Los heterónimos de Pessoa ¿se llevan bien entre ellos?
Y María aclara que, para ella, estos personajes son las diferentes manifestaciones de la personalidad del escritor. Puede que él trate, de esta forma de sublimar su patología mental. Sacar los entresijos de su individualidad para lograr un cierto equilibrio, al manifestarlos ante los otros.
Juan Antonio destaca que no podemos existir como individuos si no tenemos conciencia de pertenecer a un grupo. Y las dos facetas, la individual y la social, van siempre unidas.
Lo individual, en sus manifestaciones
artísticas, elige siempre grandes temas.
Y Carlos manifiesta que son siempre los mismos temas.
David: ¿Pero qué mueve a la gente a escribir?
Jose León: Para mi, siempre dos: el amor y la muerte, con sus variaciones.
Pero son las diferentes formas de tratarlos los que distingue a unos autores de otros, según María.
Se cita cómo trata Antonio Machado la monotonía, con repeticiones, cercanas al goteo constante de la lluvia que aborda en ese poema.
Hay cambios cuantitativos en los temas, sobre todo después de las guerras mundiales contemporáneas, porque una vez terminadas, se producirá una gran evolución en los aspectos políticos y sociales, que a su vez, generará nuevas formas de expresión y prolijidad de contenidos.
Por supuesto, después de cada guerra hay una revitalización, una vuelta a la vida después de tantas muertes. Todos estamos de acuerdo con José León.
Aparición de ismos, manifiestos. románticos, comunistas, en la pintura, etc. Y de nuevo Carlos remacha la descripción de las nuevas olas que llegan hasta hoy.
Las revoluciones también son semilleros de nuevas tendencias.
Fenoy provoca así una pequeña disertación de José León acerca de los movimientos culturales, a tenor de la 2ª República en España.
Claro, la república aporta un movimiento ilusionante en nuestro país, señala Carlos.
Todas las guerras del siglo
XX: Indochina, Vietnam, Argelia, producen importantes cambios de la conciencia
social y colectiva y las nuevas escuelas poéticas y literarias se
multiplican.
José León recomienda "CARNE DE FIERAS", una película que muestra aspectos importantes de nuestra 2ª República.
Y por supuesto, cambian también las claves del humor y José León nos lee un fragmenteo de "HARPO HABLA" un testimonia autobiográfico de uno de los hermanos MARX. Pleno de alegría de vivir en la época entre las dos grandes guerras, cuando en la escuela no se enseñaba a sobrevivir en la calle, y los grandes placeres de los niños eran las festividades populares y las tropelías que cometían, ellos, los pequeños delincuentes...
María continúa, añadiendo que parece que cuanto más pobres son los orígenes de los artistas más brillante es su trayectoria creativa. Claro que todo esto puede constituir una leyenda, y por eso hay algunos artistas que se inventan una infancia de superviviente.
Y María nos recitó su poema "Y se presentaron".
Y así va transcurriendo nuestra particular partida de ajedrez. Paco Fenoy nos habla de su particular reina: "Inés" en que se describe una brillante batalla erótica, dentro de los relatos de Fabiano. Su heterónimo preferido.
Y Leo llega, para participar en esta tertulia de estrategias poéticas tan diferentes.
Otro poema singular es el que nos trae Amelia, la pintura sustituyendo a la palabra, un nuevo camino en su trazado creativo.
2
Vicente, que es el especialista en elegir esos segmentos extraordinarios de la Literatura norteamericana, nos ofrece una lectura de Gilles Deleuze, poeta y filosofo, muy relacionado con Lacan y los pensadores del siglo XX, y dentro de la órbita del análisis lingüístico. Recomienda la lectura de "Los signos en Proust" y aunque en ensayo, tiene un hermoso segmento en el que habla, muy poéticamente, de los ojos de la mujeres.
Carlos habla también de "Drakuin" y su vocabulario guerrero.
Y terminando con esta tertulia, David nos lee unas líneas de "Crematorio", de de Rafael Chirbes, una crónica de la burbuja inmobiliaria. Ha leído unas líneas en las que se presenta la figura del padre de los protagonistas, y de sus valores. Algo relevante en una obra en que se describe la envidia entre hermanos, la fragilidad, la falta de empatía y la corrupción en un presente tan cercano al nuestro.
Parece que entre todos: José León, Juan, María, David, Paco, Alberto, Carlos, Vicente, Leo y yo, hemos sacado al rey, esa figura inamovible casi, la realidad en su enroque cotidiano.
Y sobreviviendo todos, como ágiles figuras de ajedrez, no para olvidarnos de ella, sino para superarla.
Cinta Rosa Guil Redondo
1 de noviembre de 2013
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