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jueves, 13 de mayo de 2010

25ª Jornada/III Año: Martes, 30 de marzo de 2010






1. Bitácora de un hombre que adoraba a los gatos



Dulce es la tarde en Ruiz con Marco Aurelio:

El tesoro está dentro, y el jardín, y la dicha.

Ríe Cristina, Rocío nos habla lenta, suave,

De un amor imposible, y sus mejillas arden.

Javier glosa a Reinaldo: ¡Soberbio autorretrato!

Y León se ha perdido: demasiadas palabras

Para hablar de Bizancio.

Millones de almas, piojos en costura,

Buscan su sitio en punta de alfiler.

Por fortuna, los vivos no cabemos.




José León Cano Ramírez

31 de marzo de 2010







2. La tertulia de los siete pecados capitales





Avaricia de miércoles que traen tertulias como la del último martes de marzo de 2010. Avaricia de esa complicidad que respiro, de ese lento compartir de la literatura por el que vamos caminando. Avaricia de esa relajación en los sentidos y en los gestos. Avaricia de esas risas y esos escritos que compartimos hasta sentirnos almas que no pesan, que levitan, que se apretujan en el aire del Café Ruiz.


Soberbia en las máximas de Marco Aurelio que nos trae León y del que todos pellizcamos como ratones de un queso exquisito, abriendo al azar, leyendo en voz alta. Soberbio el libro antiguo de páginas amarillas y juegos de escritores que nos trae Sagrario; ese libro añejo del que traemos hasta nuestra mesa a Cortazar y a Bretón. Soberbio el Autorretrato que Javier lee en voz alta de Jiménez Reinaldo, poeta, compañero, amigo de Rascamán.


Envidia de todos aquellos que consiguen escribir cada semana un buen poema, un mejor relato. Envidia de esa frase redonda y definitiva en el relato del gato de León: No solo soy yo quién se enamora de esa ciudad sino que también Estambul se enamora de mí. Envidia de Paloma que está entregada desde que llegó al corte y confección de poemas, tomando cada vez mejor las medidas a la inspiración. Envidia de quien tiene tiempo o lo saca o lo busca o lo encuentra para escribir mucho y bien.


Lujuria de risas y comentarios onanistas. Tertulianos que comparten anuncios sobre felaciones y tumores en cuaresma. No hay que demonizar el sexo pues todos venimos de éldice Cristina y Sagrario asiente como quien sabe, como quien siente, como quien lee quizás a Oliverio Girondo. Mientras Javier y yo reímos a medias, reímos a enteras y a carcajadas quitándonos de la boca la tontería peor que nos ridiculizará sin vergüenza.


Gula ante el plato de patatas fritas, de churrería dice Paloma, que todos sin voluntad ni esmero devoramos entre letras y palabras, poemas y relatos. Incluso David que exhibe templanza en su voz y en sus palabras, quiere probar. Gula compartida aun habiendo mojado ya en el té de romero y la s cervezas, en el agua con gas y los cafés con leche las máximas primeras de la tarde de Marco Aurelio para períodos de tribulaciones y ansiedad. Es decir, para todos los días.


Ira de sentir que resbala, como agua por mi piel, el tiempo compartido en las tertulias del Ruiz. Ira de que solo exista un miércoles cada semana. Ira de tener que levantarme y marchar.


Pereza para despedirse, estirando la lujuria y la tertulia en la puerta del Ruiz, haciendo cábalas extravagantes con el cuerpo y la imaginación, por qué ellos llegan y nosotras no, la boca y el sexo, martes de risas, martes de tertulia, promesa y prólogo de vacaciones, nosotros a Bilbao, nosotros a Tribunal. Todos de buena Semana Santa.





Rocío Díaz Gómez
2 de abril de 2010







3. De Literatura de lo que se habla...


Es bonito que sea de literatura de lo que se habla. Con una luna como ésa, hablando de sexo, de deseo. Digo yo; tener deseo es estar vivo. Otra tarde más. León está en Estambul. Javier lee poemas que se leen por primera vez por una boca que no es la del autor. La primavera pasa factura. Es un tema exclusivamente sentimental. Rocío habla de amor, es Afrodita, lo sé. Cristina es una sonrisa. Sagrario mientras tanto rebusca en un libro amarillo al que se le caen las hojas. David templado. Risas y risas. El tiempo se nos ha ido otra vez.

Paloma Sánchez López
3 de abril de 2010





4. Unas líneas para una bitácora


Nos encontramos en la puerta del Café Ruiz ,Cristina Rojo y yo. Desde el recital del día 21 en el Despertar no habíamos coincidido. Tras saludos efusivos en un aire primaveral, vemos tras el cristal dentro a pie de cristalera a Rocío y Javier. Somos poquitos un martes preludio de vacaciones santeras o laicas según cada cual.

Esta tarde hace su aparición León que es amigo de Cristina y en estas cosas del facebook y sus caritas ya me había llegado mensaje de que venían ambos. León hombre culto y afable nos habla de Turquía, repasamos historia rememorando a los Reyes Católicos y su poco amor por la higiene. Comparamos con los baños árabes y las termas romanas, conquistadores y plagiadores de las esculturas griegas.

Confieso admirar la Grecia de Platón, toda su, filosofía, las tragedias de Sofócles ...

Y hoy leemos todos al azar preceptos de Marco Aurelio. A cada miembro parece darnos una respuesta personal, desde los miles de años hasta nuestra manos de café y bizcochos.

Cristina circunspecta se dirige especialmente a las mujeres porque en un periódico de gran tirada hablan de los beneficios del sexo oral para las mamas y prevenir así este tipo de cáncer.

Paloma prolífica, versea desde que nos acompaña en el Ruiz con más asiduidad.

Yo traigo juegos de escritores famosos: Como el muro escombrado, donde tachas palabras originales y con lo que queda, relatas tus ficciones. Bretón con sus juegos surrealistas además de cadáveres exquisitos y los sueños tan influenciados por Freud. Es una pequeña joya para despertar la creatividad jugando. Córtazar, Borges y un larguísimo etc ..

Me seducen las palabras en tertulia de León, en Turquía los animales no huyen de las personas, quizás menos maldad que en ciudades europeas. Las líneas se me están alargando sin querer besos de café y bizcocho, hasta un próximo miércoles, nos estamos viendo.

Sagrario del Peral
6 de abril de 2010

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