En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón
Eran 2, luego fuímos 3, después 4 y acabamos 5. Por orden categórica, Rocío siempre abriendo boca literaria; le sigue Celia dispuesta a escaparse de nuevo, de esas situaciones surrealistas donde su hija se empeña en demostrarle que sabe. Es una niña, Celia, y como tal hace las cosas normales que a nosotros nos parecen surrealistas. Sí, ya, pero qué vergüenza, el padre del niño me miraba con cara asesina…). Bahh, no te preocupes, se le pasará. Padre, hay que ver que protección ahora a los niños, no se puede ni empujar, ni arañar, ni morder, ni escupir…triste. Sí, eso forma parte. David llega con cara de padre angustiado ¿Qué te pasa? Que no come el muchacho, que problema, me tiene enfermo a mí también…¡¡Hay que ver estos guajes!! ¿Por qué no comerán? Pues será su forma de rebelarse hacia un mundo que a lo mejor no le huele bien, ni siquiera a comida rica… ¡Ay! estos seres que están, que son, y pareciera que por pequeños no llegarán a desarmar el sistema, y te das cuenta que montan la guerra subliminal de cualquier cosa simple para los vulgares e ignorantes adultos. Sagrario llegó, añadiendo ruido a las conversaciones banales y vitales que iban y venían en nuestra esquinita colchonera.Y si, compartíamos colchón, compañeros, con miniaturas humanas y con sus grandes impactos en las figuras grandes, con “no sé que hacer , estoy preocupado, no sé si irme o quedarme, y “no sé que hacer con ella,”…”así son los peques” que personajes, como ningunean…”. Si, así es ese colchón nuestro, adaptable a pocos o muchos miembros; ese que está en el medio de la semana para salvarte y salvarnos de los cansancios diarios, pesados; ese donde nos apoyarnos para que todo se haga más fácil, se vea más fácil y hermoso. Era la tertulia de Rascamán, un miércoles de Abril que nos robamos todos para sacarle perfume de palabras, y manjares de comunicación..
...Y ese olor tan llamativo a poesía y a prosa, hizo llegar a alguien hasta la esquina, la nuestra; esa esquina imperfecta por amoldable, íntima, propia, con sillón largo por un lado y continuando corto por el otro, en ángulo recto, solo para dos. Y Acoplado en la pared, color rojo antiguo, gastado, terciopelo desgastado, rojo pasión en su día, rojo pasión todavía hoy a los ojos de los rascamaneros, con vibraciones de éxtasis literaria desde sus asientos. Se ocupa el primero, y se va haciendo el ángulo recto para luego distorsionare alrededor de las mesas de mármol frío con calidez creciente a medida que llegan los intrépidos rascamaneros. Y esas sillas, enfrente, ufanas y desafiando al ángulo recto del sillón, difíciles de definir, pero si pienso en el bar “Rayuela” en plena euforia universitaria, me entenderían los nostálgicos. Sillas de estilo Unamuno hablando recostado con Machado, de madera oscura, con olor libertario, sabor libre, miopes a la censura y sordas al paso del tiempo; con dos abrazaderas donde cae todo el peso de las letras, y con dos posiciones; una posición relajada para dejarse llevar por lo que digan los demás y escucharles, para cerrar los ojos; y otra donde uno se posiciona verticalmente para que te oigan, escuchen, para lanzar sin complejos las palabras que llevas dentro, con forma y fondo, perfectas para el desaire desde cualquier ángulo, desde donde van y vienen acariciando los sentidos de los presentes... Si lo aderezamos con tartas, papas fritas casi volátiles y ruidosas, cafés humeantes, cervezas espumosas y contentas, no es extraño que se acerquen. Así fue: ¿es aquí donde vienen Javier o Jesús? Pues sí, contestó Rocío, pero hoy no están. Puedes quedarte si quieres. Vale, pero ¿no es esto la iniciativa “todo el mundo con trabajo”? pues no, no es. Y se fue. Lo que no sabía es que se hubiera quedado, igual descubría que hay otras iniciativas, las rascamaneras, que Javier o Jesús o Celia o David o Aure o Carmen o cualquiera detrás, pone encima de la mesa y todos las siguen….no dan trabajo, pero dan mucho gusto.
y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita
¿quién me ha robado el mes de abril?
David saca un título, el de “Intimidad”, queriendo quizás refugiarse en ella y olvidarse un poco del reclamo emocional de su descendiente pachucho y desganado. Intimidad es de un escritor pakistaní, que se llama Kureishi Hanif . “es de esos que a Javier le gustan, de enredos filosóficos o de vida donde al final hay que tomar decisiones: la toma de decisiones es la clave”. Suponemos que sí.
Seguimos jugando entre títulos y autores….“El guardián entre el centeno”, qué rollo… No me lo pude acabar, dice Celia con aplomo. Le contesto que yo tampoco, no me gustó nada. Me aburría. Pero es libro de cabecera, por eso uno o una se pone a leerlo. Pero a mí no me dice nada, me parece aburrido. Su autor, Sallinger era muy raro, un tipo raro, y este fue su principal libro, alrededor del cual se alza como una leyenda, una gran leyenda. Dicen, comenta David, que Mark Chapman, el asesino de John Lennon, leía ese libro durante los días anteriores al crimen. Y que Kennedy estaba leyendo el libro cuando lo asesinaron ¿qué tiene ese libro?. Pues se dice que son muchos más los asesinos en serie que tenían "El guardián entre el centeno" como libro de cabecera, llegando a insinuarse que dentro de él existían códigos secretos, claves psicológicas que incitaban a matar. Pero parece que no, que no es cierto Aparentemente se trata de un libro anodino, incluso aburrido, cuyo personaje principal, Holden Caulfield, es un adolescente con ciertos problemas de integración. Uno/a empieza a leerlo alentado por todos esos rumores y leyendas que hacen pensar que va a encontrar hordas de sangre, perversiones inimaginables, locuras tipo Lovecraft o desafíos a lo establecido tan desagradables como los del borracho-pesado de Bukowsky…pero hay tantos libros como personas… a otros les ha parecido fascinante, concluimos.
¿Pero cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.
¿Os acordáis de los libros de adolescentes? A la vez Rocío, Ana, Sagrario y un poco menos, por edad, David y Celia, iban sacando títulos como lluvia de ideas…”Cristina F”, “Nacida Inocente”, “Capitán Trueno o el Jabato”….para desintegrarnos en lectura de jóvenes, comics, TV… entre nostalgias, recuerdos, risas, apresurados a traer al presente todo nuestro pasado adolescente, …Dios ¿os acordáis de “Fortunata y Jacinta”, “Holocausto”, Pipi Calzaslargas”, mi heroína. “La Casa de la Pradera”, “Los hombres de Harrelson (culpables de los primeros síntomas de amor hormonal desenfrenado; pues a mí no me dejaban verlos, me mandaban a dormir, como sufría…); Starsky y Hucht, Dinastía, Falcon Crest... Sonreíamos, nos quitábamos la palabra casi unos a otros…
Y de ese maratón eufórico hacia el pasado, nos sacó Sagrario para ponernos en la carrera presente mediante un libro de “boludeces”, de Hipólito García, de su libro “Bolo”. Los demás no lo conocíamos, pero había cosas de ese autor que estaban muy bien.
La chica de BUP casi todas
las asignaturas suspendió
el curso en que preñada
aquel chaval la dejó y cuando en la pizarra
pasa lista en profe de latín
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un bloc
y en él escribe
Boludeces: “ese montón de dudas llamado chatarra”, “la ansiedad y angustias empataron a 0”; “los percances ganaron a los percebes”; “la lluvia cambia la onomástica de los charcos” “te extraño tanto: tu pelo, tu tristeza, una taza de cola-cao, tu abanico”….
Se habla entonces de “poesía depilada”, un género donde se tiende a hacer los poemas más cortos, de uno o dos versos por ejemplo. Esta bien, que vivan todos los géneros y formas…estamos en un momento amplio y abierto en la poesía. Estamos de acuerdo, deben coexistir todos los géneros.
Seguimos: el rincón hecho esquina se hace cada vez más fuerte e impositivo, literariamente hablando. Vamos a la siguiente voz, la de Rocío.
“Para enfadarme contigo”.
Hoy le he pedido permiso a mi piel para enfadarme contigo…………….a mi piel no le parece bien que me enfade. La piel es el enemigo……………..estoy tan enfadado y tan triste”.
Enfado, tristeza ¿van unidos? No tiene por qué, defiende la autora Rocío. Pero ahí pareciera que se enfada porque se va ella y se pone triste a la vez ¿reiterativo ese final? Pues no, a mí no me suena reiterativo sino que son cosas diferentes…no lo voy a cambiar, creo. Esté bien, pero es un relato que pudiera llevar a diferentes interpretaciones. Ya, pero eso también está bien, No, no es una reflexión, es un monólogo interior, creo. ¿Es un relato? Yo creo que no; y también creo que no es un relato; ese final no me pega; pues yo creo que si pega, es diferente: e insisto que estar enfadado y triste pueden ir unidos ¿por qué no?…Bueno, ya veré lo que hago con él. De momento lo dejo así, sentenció.
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.
Salen los suicidas. Los suicidas se guardan en el corazón, se recuerdan. Hay muchos poetas suicidas ¿por qué? Y ¿cómo nos suicidaríamos? Con veneno, con ansiolíticos y estupefacientes (yo lo prefiero, no te enteras, vas al otro mundo incluso con una sonrisa); ¿te tiras un tiro? ¿tirándote de un puente? Buf, ¿para que luego no te mueras y te quedes hecho una mierda para toda la vida? Qué fracaso y qué angustia. Algo más seguro ¿no? Y que no sufras. Yo lo prefiero. Pues yo no, me gustaría algo más sonoro ¿tirarte a los tiburones? ¡Mira como han protegido el puente Segovia!! Iba allí medio personal
Ahondando ya después y con curiosidad en los poetas que se suicidan, generalmente jóvenes, la lista es larga. “En 1999, José Agustín Goytisolo se arrojó por una ventana, o Javier Egea que se disparó contra sí mismo. Son muchos….. Gabriel Ferrater se ató una bolsa al cuello hasta ahogarse; Alejandra Pizarnik ingirió somníferos hasta morir (sólo tenía 36 años), Paul Celan se arrojó al Sena en 1970... Y la lista sigue con Marina Tsvietáieva, Georg Trakl, Kostas Karyotakis, Marina Poliduri, Jonh Berryman, Luis Hernández...O uno de los casos más conocidos, el de Alfonsina Storni, que cuando le diagnosticaron un cáncer incurable la poeta decidió no esperar a la muerte y se adentró en el Mar del Plata. Encontraron su cadáver en la playa de La Perla…” ¿por qué tantos poetas? Quizás porque el poeta maldito es el fusilado, el pobre, el exiliado, el torturado, el encarcelado, el loco, el alcohólico... pareciera que sólo su voz lírica les permitió respirar.
Pero no nos llegaron al alma tanto los suicidios de los diferentes poetas como ese poema donde Celia plasmaba su “poema suicidio”, cortándose con el filo de la poesía en estos versos, según ella, asemejada en algunos veros a una canción de Sabina. Tenía sello Celia, y eso siempre es síntoma de calidad. Quiso reflejar el suicidio de una adolescente
“Mañana cumplo 16”
Estas cruces de marzo
Este deshielo suicida
Este patio de enero
En mitad del desierto
…………
Hay varios poemas en ese poema. Pues sí, es verdad. Es que lo escribí en el coche mientras venía, así sale, claro. Pero es muy hermoso, aunque se corta bruscamente aquí, y sigue otro diferente. Pero esa imagen del deshielo suicida me gusta mucho….A mí también. Vale, lo repasaré.
El marido de mi madre
que en el último tren se largó
con una peluquera
veinte años menor
y cuando exhiben esas risas
de Instamatic en París,
derrotada en el sillón,
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja y piensa.
Hoy parece que estamos trágicos, comento yo, porque yo he traído un microrrelato pero me ha salido negro, muy negro, tanto en fondo como creo en forma…Es que lo mejor es porque estoy pesimista. Hoy pareciera que estamos con temas pesimistas o trágicos ¿no?
“Se hizo de noche antes de tiempo. Tus ojos se convirtieron entonces en rocío prematuro, en escarcha; eran fríos……”
No ha llegado la tragedia a ningún lugar, es simple tragedia, así que David saca entonces a su querido Borges; acaricia un libro de relatos del autor y remata con un cuento, para devolver a la vida lo que es de la vida, a las palabras lo que pertenece a las palabras.
“Historia de los dos que soñaron”
Se basa en los cuentos de las mil y una noches. Si, es verdad, a Borges le gustaba mucho esas referencias, míticas, orientales, históricas. Era muy culto; no es fácil leer su poesía. Tiene cuentos, muchos … Peor es curioso, no escribío novelas, por eso no le dieron el Nobel, parece ser , asiente David. Escribió muchos cuentos. Son muy buenos. Es verdad.
Estamos peleones, críticos, parlanchines, curiosos, nos hacemos preguntas, aunque no haya respuestas…..y no diríamos eso de: ¿quién me ha robado el mes de abril? ¿Cómo pudo sucederme a mí? ¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Las ladronas han sido las palabras y su unión a través de nuestras voces directas o indirectas… Sólo las palabras y nuestro afán por airearlas nos han robado esta tarde de abril. Las guardábamos en el cajón pequeño, cabíamos en el; éramos pocos, pero salieron las palabras a pasear en un día de primavera, quizás un miércoles “suicida” para algunos, pero muy vivo para nosotros, adornado con flores rascamaneras en la esquina roja pasión desgastada, apretada de frases, de comentarios, de discusiones metafóricas, de quiero más, por eso:
Lo guardábamos en el cajón
donde guardamos el corazón.
¿Cómo nos puede de nuevo suceder a nosotros?
Ana González
20 de abril de 2010
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