Maharajá de Rascamán
Es el día de su cumpleaños y el Maharajá de Rascamán sentado en su trono esperaba recibir regalos a cuál más hermoso. Su nombre es Javier Díaz Gil, éste como buen Maharajá poseía un reino que gobernar, vivía en un gran Palacio, suntuoso, rodeado del más fino alabastro y el más intenso ébano. Tenía tres esposas, la primera la conoció siendo muy joven y la amaba, sabía que era esencial para él, pues le recordaba todo el recorrido de su vida, la segunda esposa la había tomado en la madurez y era más joven que él pero ésta le había enseñado los placeres del amor y advertía que era algo más que el simple contacto carnal pues siempre escuchaba sus consejos. Era muy sabia siendo tan joven, ella espoleaba su cuerpo y su mente. La tercera era menos afortunada pues lo había hecho por asuntos de Estado, la admiraba por su saber estar y humildad, tal vez amaba a las tres de diferentes manera. Siempre repetía, según palabras de la segunda esposa que “Shiva y shakti siempre están juntos de formas distintas". Las tres están sentadas a su lado a la diestra la primera, a la zurda la tercera y la segunda caprichosa se sienta a sus pies con los cuales juega subiendo sus manos juguetonas hacia las rodillas con la complicidad de un placer futuro. Su gobierno era sabio y justo, todos los que le rodeaban comentaban su buen hacer, como gobernante sin tacha sabía cómo arreglar disputas y dar sabios consejos. Pero ese día de su cumpleaños era esta vez a su allegados -que me encuentro entre ellos-, a los que tocaba dar, -pues él era generoso y hubo entregado mucho de su persona-, estos presentes que eran en forma de palabras, versos y relatos.
El primero en dar su obsequio era Iñaki el cual portaba “Escapar del virus, escapa de sií mismo". Este encantador regalo a la par que sorprendente contaba la historia de la vida de un homosexual, sus encuentros, desencuentros, buscando amor desesperadamente y lo terminó haciendo de la manera más surrealista juntándose con una mujer anciana, el símbolo de la madre, el joven, su juventud añorada, el jabalí, tal vez la pasión encerrada y escapada en libertad y el policía, que es la sensatez. Todo termina con la sensación de compañía como telón final. Briones no tiene presencia, pero su voz se oye entre nosotros, en la observación de los cuerpos nórdicos por el azar de la muerte y desolación de fuera de los muros que ella habita. Ese es el regalo de una realidad.
Joselyn con paso lento y humilde, nerviosa presenta su obsequio. “Otro propósito para el poeta", Orfeo junto a Dante y Virgilio viajan al inframundo, llegar al valle de las sombras, en ese amor fenecido, el amor que quedó sin amparo. Es la representación de los males que asomaban fuera de los muros del Palacio del Maharajá de Rascamán y se los lleva Joselyn de recuerdo filosófico, una interiorización profunda.
Isa Pérez, “The Boss", su presente es la reminiscencia nostálgica del Miski, una catacumba cristiana para adorar a la poesía y las palabras, el verbo y el verso, con otra poesía corta, “Horror", explica un niño sin ojos, unas cuencas sin vida, unas pupilas de belladona de concubinas atrayentes, sus palabras como de costumbre concisas y conducentes. Bravo por la poeta.
Juan Bautista con el “ Tiraversitos". Todos reunidos en aquella fiesta de cumpleaños: los Marqueses, Nicanor, la Bimbambum, etc…, más los queridos Rascamanes allegados del Maharajá, representaba algo muy especial para él, con la expresión “El Mapa de sus cicatrices“ todo un recorrido del alma de aquel hombre que dejaba la huella inconfundible de sus versos. Sonó la música “Happy Brithday to you" con estilo caribeño.
Miguel Paico le trajo un soneto para demostrar la humildad de que es un poema y no poesía, en él se encontraba todo aquello que los uniría.
Cinta Rosa cambio el tono y trajo una carta emotiva hablando de sus virtudes: la paciencia con nosotros, su capacidad con todos en su talento poético y esa amistad que nos brinda cada día. Su tiempo eran unas palabras conmovedoras.
La siguiente, Omega, Io que comparaba a este Maharajá con el Rey Príamo y Troya, su reinado, su imperio daba vida en su poesía a todo el simbolismo que era la regencia de las palabras y versos de este insigne hombre.
Alberto con un microrrelato inspirado en las palabras que escribiera una vez el Maharajá convirtió un Ulises moderno y doliente con cartas amorosas marchando de piso en piso.
Rocío leyó algo de Celia, ella asomó su presencia un instante para felicitarle, en los versos de Celia contenían el agradecimiento, el misterio y la belleza, todos unidos en delicado compendio de su poesía.
Juan Calderón dio paso a un Romance de Don Javier Díaz Gil, Rey de Chile, y ves, nuestro Maharajá tiene sus títulos, y nos llevaba cual rebaño a gozar de nuestros versos y su Romance Hilarante nos hizo expandir risas cual cascada que brota generosa hacia las aguas que reside.
Volvió Rocío, contaba en su carta amistosa que llevaba conocido a este gran hombre 23 años, sus sombras se conocieron, su Sombra narradora fue cautivada por la Sombra poética de Javier, nuestro gran Maharajá, para hacer que su Sombra se agrandara con el sin fin de experiencias, nostalgias, recuerdos que hizo llorar a este hombre, que su alma se conmovió en los cimientos más sólidos de la misma, reflejo de su ser verdadero. Son 365 días los que te tenemos Javier y esos son tan importantes como en el 29 de abril de tu aniversario.
Carmen Padin con “Bliss", agradeciendo el encontrar esa madriguera de conejo que fue nuestro querido “Santander", una Alicia en el País de las Maravillas que era un descubrimiento literario y un capitán en su fragata que nos guía día tras día con mano firme en el timón.
Juan Manuel sigue el rumbo de las letras marineras y el timón de las palabras, el orfebre de versos, esa es la poesía de agua salada que ofrece a su Maharajá y capitán. ¿Quién es tu contramaestre? ¿Quién su vigía?
Ana Gonz trae su obsequio “En Abril". Le debe el agua de ese mes a su esencia y es flor frágil el recuerdo de tu humildad, si tu corazón y alma que salpican a los Rascamanes y es gratitud de Ana ante ti. Gracias, miles, millones de cápsulas amorosas, para este hombre que hace por nosotros cada día.
David desearía se escritor ruso de fuste cual Dostoievski o Tolstói, aunque David es un gran escritor. Surgió del humo tras un fogonazo como un ilusionista y nos abrió las palabras y géneros literarios y de su último regreso a Chile nos recuerda los trucos de magia, David nos da años de biografía de Javier Díaz Gil y se ha hecho biografía, un generoso epíteto a nuestro Maharajá.
José Antonio desde casa, pijama en sol y vos, compañero, una medalla cumplida de vuestra obra bien hecha. Tú rellenas la jornada de poesía con salero. Lee sus versos y las risas contagiosas resuenan en el Palacio.
Por último está Juan Antonio, él trae la pieza del puzzle, sí, “Cicatrices". La vida evoluciona de sonrisa emocionada, crece el amor que madura, la certeza, la vida, ese soneto que cierra la entrega desinteresada y amorosa de los allegados del Maharajá de Rascamán.
¿Pero había llegado el final de la fiesta? No. Javier correspondiendo magnanimamente, generoso leyó el poema de un gran poeta para así recordar palabras familiares, León, “Amanecer", ese amanecer que era un nuevo ciclo para el Maharajá, la mitad de los astros, la mitad de la luz y la locura, vida y muerte, ebrio de silencio, esta frase es un sí mismo a la verdad y con su sonrisa, mirando a todos sabe que ha cumplido con el deber y sigue con el buen hacer que queda por realizar en el horizonte.
En ese instante dan sus presentes sus tres esposas, la primera, unas botellas de vino y cerveza artesana, era flujo de una vida que saborea a grandes tragos junto a ella, la tercera le regala un anillo de oro con las iniciales de él para seguir gobernando, tener todo lo material controlado.
Kamala, la segunda esposa quiso obsequiarle con una danza sensual, la de los siete velos con los sonidos de tambores y arpas, sus caderas bailaban al son de la música, poco a poco iba descubriendo su lozana y tersa piel, poseía unos cabellos largos y frondosos, una figura de reloj de arena, sus curvas lascivas, nalgas prietas, sus senos generosos, para, al final, asombro de todos y el Maharajá quedarse desnuda. Serena, caminó hacia él con una voluptuosidad irresistible, se paró ante la presencia del hombre, no del gobernante, le miró fijamente a los ojos y dijo:
-Soy Shiva y Shakti, soy tu alma y tú la mía, ella son tus recuerdos, tu vida -dijo mirando a la primera esposa, la tercera con la mirada- ella, las tierras, el gobierno, y yo soy el alma, la mente que percibes por los sentidos. Soy las profundidades de tus aguas y hoy me quedo desnuda porque desnuda ha quedado tu ánima.
Al decir esto desaparecieron todas aquellas imágenes y Javier Díaz Gil tuvo el gozo de presenciar todo lo que le había ofrecido su ser, amor, amigos, letras pero ante todo y lo más preciado, lo que acariciaba a cada paso.
Su vida que había visto evolucionar ante sus ojos, ante su alma.
Fragmento de la Tertulia Zoom de hoy
(momento de la intervención de David Lerma):
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