Un melón en el lugar del crimen...
Bitácora collage del 24 de octubre de 2018
1. José León Cano:
El veranillo de Santa Afrodita
El Santander hervía de gozo: aunque el bailarín cubano reposaba de tanto menaje, yo no sé qué pasa con este veranillo ucrónico que nos orbita sin remedio alrededor de las sagradas caderas de Afrodita, que Apolo guarde por muchos años.
Hubo, en fin, besos para dar y tomar, el que yo le di, castamente en la frente, a nuestro Juan Colmenero, por su poema maravilloso sobre el otoño de la vida, y el que Mariana repartió a todos en agradecimiento a nuestra admiración por su no menos maravilloso poema, áureo, al que sin embargo le sobraba una cucharita de plata de las de café en bar de barrio. Es que la Mariana, cuando se desata se desata, y no se para en barras de cafetería.
Relato de amor, aunque no correspondido, nos regaló nuestra capullito de oro y grana, que escribe de tal manera que produce la envidia de Dios Padre, amén, que es un Señor un tanto pacato. Gracias, Rocío.
Luego nos pusimos todos a reír y a soltar sandeces erótico festivas, algunas de las cuales hubieran escandalizado a nuestra bellísima Joselyn.
Menos mal que no está hoy, dijo alguien, y regresó el desenfreno orgiástico y un tanto melancólico, porque ella no estaba entre nosotros.
¡Hay que descalvinizar a Joselyn!, grité con todas mis fuerzas, y todos, sonrientes, estuvieron de acuerdo.
¡Queremos tanto a Joselyn...!!!
José León Cano
25 de octubre de 2018
2. Rocío Díaz Gómez:
Bitácora del 24 de octubre de 2018
En el lugar del crimen se encontraron unos besos marchitos y un melón.
Tras la detención realizada en la noche del pasado miércoles, en la cafetería situada en la céntrica plaza de Alonso Martínez, los agentes de la Guardia Civil trasladaron esta mañana a los sospechosos al lugar de los hechos para proceder a la reconstrucción de lo ocurrido.
En un primer momento se barajó la hipótesis de un intento golpista de tertulia, tras la recogida de amplio y variado material literario desperdigado por las mesas. Todo parece apuntar a que se dispararon poemas y relatos a discreción (y a dar. Y con mucha saña).
Pero además, en el lugar del crimen se encontraron unos besos marchitos y un melón.
Uno de los arrestados que responde al nombre de Mariana F. clamaba por seguir disparando versos, mientras besaba a los demás detenidos, una y otra vez. Ante su conducta errática, los agentes fueron hasta su domicilio, donde le intervinieron plantas de tréboles alucinógenas. Otro de los detenidos, que responde a las iniciales JMC aquejado por un traumatismo nostálgico, también resultó besado por otro de los arrestados, el que responde a las iniciales JLC. Las autoridades no han querido revelar sus nombres por temor a represalias carcelarias por su conducta impropia e inadecuada de afecto desmedido.
Tras la recogida de los ósculos marchitos por el CSI que se encontraron esparcidos por el sótano de la citada cafetería, y una vez atajado el brote besucón de los detenidos, se procede a la realización de la autopsia al melón que también se encontró en el lugar de los hechos. Los forenses determinaron que la víctima recibió muchos empujones cuando aún estaba con vida y caliente. La saña con la que se empleó el agresor con la víctima de género vegetal, pero un ser vivo al fin y al cabo, hizo pensar en más de un autor. Fuentes consultadas apuntaron a que dos de los arrestados, integrantes del clan de “Los Juanes”, están involucrados. Los detenidos, como era de esperar, niegan los hechos. Fuentes judiciales informaron de que se podría prorrogar su detención, puesto que se baraja la hipótesis de su implicación en otro suceso relacionado con tremendo mango que cayó de la mata.
Un testigo presencial ha señalado que al menos tres de los detenidos presentaban conductas disociativas de desorden público. Una de las arrestadas, cuyas iniciales son RDG, cuando se le preguntó por su actuación en el lugar de los hechos, extendió sus brazos a ambos lados del cuerpo, y empezó a dar vueltas por el salón simulando volar mientras hacía el sonido propio de un objeto volador identificado con su boca. A otra, que responde al nombre de Cinta, se le incautaron un tenedor y una navaja a los que hacía hablar como si fuera ventrílocua. Tras ser interrogada por ellos, la detenida comenzó a cantar a voz en grito consignas de tradición popular. Y un tercer detenido, al que llaman El Barco, contagiado de los efluvios musicales, secundó a la anterior entonando inmediatamente una copla e incitando a todos los demás, a que le acompañaran a un garito sospechoso de nombre Lhardy a degustar soldaditos de Pavía.
Los demás arrestados por su presunta participación en los hechos, fueron un caballero de Albacete que clamaba por una tertulia ácrata mientras entonaba versos a la luna, un joven de buena presencia, y cuyas iniciales son DLM, que presentaba un trastorno obsesivo compulsivo con una supuesta novela que dice estar escribiendo, mientras recita al aire versos de pililas. Otro detenido, que según fuentes presenciales había llegado el último al lugar de los hechos, pero al que se le incautaron unos besos en la frente que insistió en no conocer. Y por último, una detenida a la que todos conocían por el apodo de Anagonz, que dice escribir en los vagones del metro versos que imagina.
Los agentes de la Guardia Civil tuvieron que pedir refuerzos a la Policía Nacional, para luchar contra tanto desatino y beso descontrolado de los diez detenidos, que a juzgar por su demencia parecían los diez mil hijos de San Luis, que no cien.
Por último ha sido arrestado también, el dirigente de la banda, a quién se le han incautado numerosos guantes de procedencia dudosa que quería distribuir entre los demás con la consigna sospechosa de que habían sido lavados con perlán.
Todos los detenidos pertenecen a dos bandas literarias rivales: Los poetas y los prosistas. Un portavoz de la Guardia Civil ha explicado que la intentona golpista de tertulia no es la primera vez que ocurre, que la citada cafetería de la plaza de Alonso Martínez ya ha sufrido en más ocasiones estos ataques literarios. Y no descartan que se produzcan más altercados de ésta índole en un futuro, para lo cual se estan preparando dispositivos de extinción de Rascamanes.
Los detenidos serán puestos a disposición del Cuaderno de Bitácora a lo largo de esta semana.
Rocío Díaz (RDG)
25 de octubre de 2018
3. Juan Calderón:
Queridos Rascamanes, tras leer la bitácora de Rocío, tenía pensado no hacer la mía; total, ¿pa qué, con lo bien que lo ha dicho todo ella? Esa era mi decisión, pero no puedo evitar contaros lo que aconteció en mi casa el pasado miércoles, cuando llegué de la tertulia.
Después de soltar los bártulos encima de la mesa, junto a los que puse el guante que elegí para el trabajo que nos ha encomendado Javier sobre los mismos, me senté, dispuesto a tomar una fruta para cenar. Entonces escuché como si alguien me chisteara. Mi primera reacción fue mirar a la tele, por si formaba parte de lo que acontecía en pantalla, pero nada de nada. Seguí mordiendo la manzana, entonces escuché con nitidez:
-Juan, eh, soy yo.
-¡Por la Santa Madonna!, ¿estaré ya chocheando? –me dije, y me preocupé, que esto de ir madurando tan deprisa me tiene un tanto desconcertado.
-Soy el guante -respondió aquella voz tan agradable-, perdona que te moleste pero es que quiero darte las gracias por haberme elegido a mí; por primera vez, después de tanto tiempo, hoy he sido un poco feliz.
-Vamos a ver, qué broma es esta de que un guante me rete a un tête à tête -pregunté, sin darme cuenta de que había caído en su juego y que ya nada podría pararlo.
-Desde que perdí a mi gemelo, o más bien desde que mi dueña me perdió a mí, he vivido en un valle de lágrimas, o lo que es lo mismo, en una bolsa de basura, sucio, degradado. Con lo que yo fui, ¡un guante de lujo para abrigar unas manos deliciosas!, y mira en lo que he terminado. Y menos mal que Javier me ha lavado con “Mimosín” y, al menos, ya no huelo mal. Te estarás preguntando que cómo sé vuestros nombres; ya ves, espabilado que es uno.
Mi dueña es una mujer exquisita; escribe poesía y en muchas ocasiones la acompañé cuando acudía a tertulias como la vuestra, por eso he estado tan atento durante las tres horas que ha durado y he puesto mucho interés en todo lo que habéis dicho. Como mi dueña es poeta he disfrutado muchísimo con los tres poemas de Mariana; qué bonito ese verso que decía “Tréboles estallando”. Vi cómo os conmovía Juan Manuel con “Nostalgia”, un poema extraordinario, a mí también consiguió que se me erizara la lana. Por llevar rima, como los poemas de mi dueña, me encantó “Plenilunio en la Alhambra”, de León, con la luna, como imagen mágica repetida. Deliciosas las historias de Cinta dedicadas a la cuchara Adela, el cuchillo Agamenón y el tenedor Teodomiro. Muy interesantes las obra que leyó Javier, de Manuel Cortijo, y el que trajo David, después de copiarlo a vuelapluma según escuchaba a Juan Carlos Mestre en la radio. Anagonz nos deleitó con una sucesión de hechos imaginados durante su viaje en Metro.
Y qué decir de los narradores, Rocío con “Cuando los dioses están de tu lado”; qué lástima el pobre Ícaro despreciado por doña Sol, y qué feliz el final encontrando el hombre el amor de su vida en la gordita de pelo rizado. Juan B. trajo, según pude entender, un fragmento de un trabajo mucho más largo; al no conocer los capítulos anteriores no me enteré muy bien, pero me gustó que tanto don Roberto, como doña Caridad (Cari, la sabrosa) y unos marqueses españoles estuviesen empeñados en ayudar a un aspirante a bailarín. Muy merecido el premio que Alberto ha recibido por “El asunto del cantante de copla”, ¡qué papelones los del Juli y la pija manducándose unas porras de madrugada! Y menuda parodia de España la que nos leíste tú: “Una forastera en Valdelospilones”; por cierto que aún no he salido de mi asombro con el tema de los melones calientes por el sol y los mozos necesitados de sexo. Ya me contarás más despacio.
En fin, lo dicho, que no quiero molestarte más, sólo mostrarte mi gratitud y decirte que estoy seguro de que me convertirás en un maravilloso objeto poético. Gracias, gracias y gracias por haberme sacado del purgatorio guantuno.
Quería que lo supierais. Ayer, jueves, fui al médico. Me ha aumentado la dosis.
Juan Calderón Matador
26 de octubre de 2018
4. David Lerma:
***PROFESOR RASCAMAN***
Literato-vidente soluciona todos los
problemas por difíciles se sean
ESPECIALISTA EN EMOCIONES
Vuele a un universo único y maravilloso de la mano de Mariana Feride y sus poemas "Yo te elijo" y "Tréboles" * Rememore tiempos mejores a través del túnel del tiempo con forma de poema titulado "Nostalgia", que nos trae Juan Manuel * Aprenda las mejores recetas para la salud mental y sentimental que nos brinda Cinta con su relato de la cuchara * Ponga a los dioses de su lado gracias al relato de Rocío titulado (valga por una vez la redundancia) "Cuando los dioses están de tu lado" * Pruebe el humor, sobradamente sanador y nada místico, de Juan Calderón y su relato "Un forastero en Valdelospilones" * Goce de la música y la sensualidad caribeñas de Nicanor, criatura ancestral creada por los espíritus más rápidos de Juan Bautista * Sea cinéfila y teatralmente feliz escuchando el relato "El asunto del cantante de coplas", de Alberto * Viaje por reinos bastante mejores que este, subido en la alfombra voladora de José León, que hoy cobra aspecto de poema, bajo el título "Plenilunio en la Alhambra" * Déjese llevar por el poema "Estancias", de Manuel Cortijo, que nos recita Javier * Elévese a otras dimensiones por obra y gracia de un poema que habla de pililas, creado por Juan Carlos Mestre y leído por David * Viva en su propio paraíso gracias al poema que hoy nos lee Ana Gonz.
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David Lerma Martínez
27 de octubre de 2018
5. Juan Manuel Criado:
La verdad, que no merece la pena narrar en este momento las aventuras que me sucedieron en mi viaje a través de los océanos; únicamente, si de algo sirviera para los desarrapados habitantes del futuro, decirles que con muchos esfuerzos logré rescatar un cofre con un montón de guantes recién lavados, que vistos y no vistos, me los arrebató el capitán con la excusa de hacer una exposición poética basada en los referidos que tanto trabajo me costó arrebatárselos a Ulises, cuando dejó la caja con los guantes en un peñasco -que la verdad no sé para qué los quería; pero los héroes ya se sabe, mejor no levantar heridas-, al tratar de huir de la cólera de Poseidón. Fue cosa singular conseguir la cajita y sortear las embravecidas olas que maltrataban las rocas de la playa. Pero en fin, el caso es que cayó en manos del jefe, y tras ponerme firmes, me tuvo en dicha posesión hasta terminar Mariana la lectura de su poema en prosa titulado “Ante la Nada”. Nos dirá: “prefiéreme a mí, Vida. Elígéme a mí”. O bien: “Dónde espera la nave que quiera llevarme? ¿Dónde la conciencia hace de madre?” Para terminar con el poema “tréboles” que es un elogio a la tripulación, lo cual provocó que Cinta la dedicase un poema de sus Recetas, que trata de las virtudes del mismo: “Soy esbelto, alto…” en fin guapísimo. Y como no podía ser de otra forma, la dulce Cinta nos leyó una canción de tradición oral oída a su abuela, tras ser rescatada de las garras de unos facinerosos. Muy rítmico por cierto. Estupendo, Cinta.
Y tras hacer unos estiramientos, nos pusimos a mostrar nuestras destrezas, lanzando puñales a la diana mientras Rodrigo Rato pedía perdón a la sociedad al entrar en la Cárcel. ¡Qué cosas! ¡Quién lo iba a decir del artífice del milagro español: la mayor privatización de las empresas públicas rentables en la etapa democrática, y la colocación en la presidencia de los compañeros de pupitre!
Terminada tal exhibición, que hubiera sido ganada por el menda de no ser porque los juanes quitaron la diana cuando iba derechita mi daga a su centro, leí un poema titulado “Nostalgia” encontrado en una botella en mis aventuras oceánicas que sin duda escribió Homero según algunos indocumentados y que, como es natural, me lo atribuyo. Sus versos serán cantados, por supuesto, por las generaciones futuras. Faltaría más.
Juan Manuel Criado
28 de octubre de 2018
5. Javier Díaz Gil:
Para esta receta se necesitan bastantes cocineros. Y deben intervenir en la confección del plato por este orden:
Mariana hervirá un poco de plata en una cuchara y añadirá una hoja de trébol. Juan Manuel introducirá en la olla unos relojes abandonados y justo en este instante, no antes ni después, León debe depositar un beso en la mejilla de Juan Manuel. A este beso le seguirán los de Mariana a cada uno de los cocineros. (Ojo, aviso, este es el secreto del plato).
Cinta será la encargada de facilitar cuchara, tenedor y navaja y habrá de recitar mientras empieza a hervir el guiso una composición tradicional, del tipo "Periquito saltaor".
Rocío en este momento empezará a preparar un café para que lo puedan tomar en su justo instante Ícaro y doña Sol y el resto de cocineros.
Juan Calderón, con mirada pícara, pondrá un melón al sol, pensando en el postre.
Es ahora cuando, para dar un sabor tropical a la comida, Juan Bautista mezclará la salsa con un poco de sabrosura y jugo de naranja. Toque que le enseñó en Cuba su querido Nicanor.
Alberto, solícito, preparará la mesa, adornándola con aires de carnaval y dejará a elección de los comensales comenzar el menú con un caldito de L'hardy o con unas porras crujientes de Carabanchel.
León tiene la misión de aromatizar en su justa medida la cocción con un poquito de ajonjolí traído de la Alhambra, recogido en una noche de Luna llena.
El aroma es embriagador ya.
Javier se acercará con un poema en la mano de Manuel Cortijo a hacer la primera prueba.
Está casi lista la receta, sólo falta darle tiempo para que liguen los ingredientes. Importante, el tiempo que resta de cocción se mide en poemas. Dos poemas: habrá que apagar el fuego contando los breves minutos que tardan David en leer un poema de Juan Carlos Mestre y Anagonz en leer otro imaginando la lluvia.
Fácil, ¿verdad?
¡Buen provecho!
Javier Díaz Gil
28 de octubre de 2018
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