Igual que un arqueólogo he descubierto muchos tesoros egipcios, sumerios, griegos y romanos pero en mi búsqueda de verdades ígneas he podido hallar en un recóndito lugar de Literatura sorprendente y brillante, algo insólito.
Yo limpio reliquias y desempolvo
los tesoros dignos de Tutankhamon. Entre mis hallazgos estaba Pablo Llorente con
un poema “Por mi bien” con sus características expresiones: “Lechuzas vigías”, ”Bien, le
invito por mi bien”, es irónico y guasón este poema y su poeta, con otro
titulo: ”El pasar del tiempo”: ”El tiempo pasa silencioso”, ”Pido una sonrisa, un libro y la música de los
astros”.
Encuentro a mi paso más tesoros,
más joyas y esta fue con la que tropecé: Omega, ”Las trece rosas” homenaje a
unas mujeres valientes, y el ensayo “Humanos”, díscola idea y de ignota forma.
Y voy de encuentro en encuentro
e Isabel me muestra su sapiencia e interés por Enrique VIII y sus seis esposas, más un ensayo ”Ensayos de estética”
de Mario Soria en que pone de ejemplo a Isabel y Amelia como poetas insignes y
sus poemas.
Fenoy, otro tesoro extraño con
poesías de retiros lejanos y como Fray Luis de León, entre sus versos “Dejado
atrás su olvido”,”Abanico ventable”, ”Clamoreo en cuerpo vivo”.
Alberto con premios y sin
relatos es una reliquia por descubrir.
En su centro, como un viajero
envuelto en ambiente arábigo, estaba Javier con poemas de Begoña Montes, título
“Hormigas”, con sus tres poemas:
“cuerpo de metal,
cuerpos que arrestan divididos,
solo te escuchan las hormigas”
“¿Que quisiste decir?
Cuando no dijiste nada”
Cuando no dijiste nada”
“La muerte sueña
con el hombre perfecto”.
con el hombre perfecto”.
Y con el tesoro del Corán
engendrado en plata, León nos trae los moriscos y “su poema misterioso” ”Pecho
con la vela hinchada”,”Vigilando mi espalda y óxido y miel”.
Sigo con Aureliano, vuela con “La
isla de la nada” un reclamo para mis ojos, y con sus tres poemas perdidos sobre
temas circenses y otro sobre universos.
“Petruccio saltimbanqui”, ”Honor
y gloria” y “No sé cuando” frases bailarinas a la par que saltarinas.
“Mañana durmamos en un
establo”, ”Sin honor y gloria quienes caeremos por el suelo patrio caigamos por
el fatal alambre”. Otro
poema “Gravedad” ”En esa hora abriga más que un vaso de vino”.
Ignacio trae política destilada
de sorna y habilidad demosteniana con su Fructuoso del Campo, “Seguridad”: “Como
vivo poco tiempo por lo menos sabrían que no llegaría a cumplir mi mandato en
su integridad y no tendría tiempo para corromperme. Además conmigo entierran a
su presidente”, ”Insisto en que esta silla me la regalo un simpatizante”.
David nos muestra las pasas de
Corintio con los relatos silenciados, Ana se marcha.
En bello adorno y con
orfebrería artesanal José Maria me obsequia con sus poemas.
“Fascista, anti-fascista” con
fina ironía.
“La masa es culpable”,”La mente decadente”,”Preferimos ser lobos a borregos”, "Noble impulso de juventud”. Con un poema místico, ”El lienzo de Job”, con versos de tonalidades lúgubres y audaces ”Los hombres son sueños de Dios”, ”En las conquista frágiles”, ”De un triángulo mudo sin ojos”, ”No voy hablarte como los dioses con sagrada imperfección”.
“La masa es culpable”,”La mente decadente”,”Preferimos ser lobos a borregos”, "Noble impulso de juventud”. Con un poema místico, ”El lienzo de Job”, con versos de tonalidades lúgubres y audaces ”Los hombres son sueños de Dios”, ”En las conquista frágiles”, ”De un triángulo mudo sin ojos”, ”No voy hablarte como los dioses con sagrada imperfección”.
En Ana Nieto hallo una prosa
poética con fondos muy empáticos a la par que filosóficos. ”Donde estoy para
llegar a mí”, ”No aprendemos de los horrores”, ”Me pierdo en mis bosques”. Entre
otro poema “No me cabe”: ”Negra por dentro, respiro como un Guernica”, ”Me
siento a meditar”, ”Ayudar, ayudar de alguna manera”.
Y a me adentro más. Carlos me
muestra un poema de Julieta Valero, ”Sofisticado que recuerda reducciones de
la alta cocina”, ”La excedencia de recitales”, ”Somatizamos flores”.
Estuve con estos orfebres de
imágenes y al estar entre joyas, reliquias antiquísimas, tesoros
egipcios, estatuas romanas... dejaron impreso en su antología
“Cuaderno de bitácora” de Rascaman, todas las mejores galas y ornato. Todo terminó y los papiros expiraron. Como Howard Carter he encontrado tesoros de
incalculable valor y me marcho dejando en el museo de mi memoria poemas que
quedaran cincelados en la historia o tal vez sólo una expresión humana y digna
de ser escuchada.
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