Javier Díaz Gil, poeta y coordinador de la Tertulia Literaria "Rascamán" junto al poeta y narrador Amando García Nuño |
El poeta Amando García Nuño en la Tertulia Rascamán
Hoy nuestra Tertulia se transforma de nuevo en Tertulia de encuentro con autor. Hoy, la primera que celebramos en este nuevo curso, nos visita el poeta Amando García Nuño.
En torno a la mesa del salón de la cafetería Santander está un buen puñado
de rascamanes escuchando al poeta: Alma Pagés, Rocío Díaz, Alberto Díaz, José Mª
Herranz, Paco Fenoy, María Juristo, Juan Antonio Arroyo, Javier Díaz, Mª
Antonia Copado, Aureliano Cañadas, Ignacio Tamés, Ana Gonz, José León Cano y
Cinta Rosa Guil.
Robándole unos minutos de protagonismo a nuestro invitado, hemos
empezado la Tertulia hablando de la mención especial al premio Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras concedido este año 2015 a nuestro querido
poeta Aureliano Cañadas. (Ver enlace: http://lalunadealcala.com/alcala-premia-a-nacho-duato-con-los-premios-de-las-artes-y-las-letras/)
Aureliano Cañadas nos lo cuenta y nos lee un poema inédito titulado “Para
qué” para agradecer y compartir con nosotros el premio.
Nos congratulamos de contar en nuestra Tertulia con su
magisterio y su generosidad. Es un poeta grande, Aureliano Cañadas.
Presento ya a nuestro poeta invitado, que hoy es protagonista
de nuestro encuentro aunque él no quiere sino ser uno más de esta Tertulia, nos
dice.
AMANDO GARCÍA NUÑO
Madrid, 1955. Segoviano de trece generaciones. Licenciado en Ciencias de la Información (Periodismo). Estudios de Ciencias Químicas.
Colaborador en diversos medios radiofónicos y revistas culturales.
Ha recibido alrededor de doscientos premios literarios en prosa y verso.
Numerosas publicaciones en revistas y libros compartidos. Editados los poemarios Inquilino en invierno y El sueño esquivo de las isobaras, así como la colección de relatos El otro que me habita.
En proceso de edición el poemario De un tiempo que verdece en tus zapatos, que aparecerá en los últimos meses de 2015.Participante en el II Día Internacional de la Poesía, Segovia 2012.
Incluido en Antología de Poetas del siglo XXI, de Fernando Sabido.Desde 2012 edita el blog: http://parecequevuelvotarde.blogspot.com.es/
En palabras propias, recojo de su blog este
retrato:
“Ser poeta no es una ambición mía, es mi manera de estar solo... Puse estos versos en boca de mi heterónimo, un tal Fernando Pessoa, en alguna vida anterior. Tiempo después, cuando ya me sentía demasiado viejo, vine a nacer. Esquivé mi infancia como pude. Desaprendí Ciencias Químicas y Periodismo. Perdí dinero mensualmente en la nómina de un trabajo que no entendía... A medida que rejuvenecía, fui archivando mentiras. Ahora orlo mis vanidades con marchitos laureles de concursos literarios, casi dos centenares, donde pierdo cada vez que parezco ganar. Huido, al fin, de mí, os invito a visitarme en este espejo de retornos tardíos. Me miro en él con vuestros ojos, me devuelve la imagen rasgada de ahí arriba, ese gesto de ausencia. Sobre el cristal dejo escritas las líneas del estupor, del vacío acaso. Escribo para no tirar el alma por el desagüe. Pero está bien así, es mi manera de estar solo.”
Y leo para cerrar esta introducción un poema suyo, el que lleva por título: “Meditación del ocaso”.
MEDITACIÓN DEL OCASO
Decidme, ¿debo seguir hablando
ahora
que ya florecen
silencios
a la orilla de los charcos?
¿Debo,
acaso, podar las ilusiones
de
las quinceañeras
que
cogen al descuido el autobús?
Quizás
me haya llegado,
sin
darme cuenta, el tiempo
de
sentarme a mirar desde el banquillo,
sentir
que ya anochece
sobre
las vanidades,
intuir
que
se está bien aquí, al resguardo
de
ese relente umbrío,
de
ese pavor que suele aparecer
a
media tarde por las escombreras
donde
arrojé hace tiempo,
junto a un verso oxidado, el corazón.
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Le pregunto a Amando por dos datos de su biografía: por las trece
generaciones de segovianos y por sus casi doscientos premios de poesía y
relato.
Nos cuenta sobre lo primero que los
veranos de su infancia los vivió en un pueblo segoviano sin agua corriente, un
pueblo al que, como en la mayoría de los pueblos entonces, había que ir al corral para hacer sus necesidades. Veranos en
Riahuelas y Castiltierra de donde eran sus padres.
Nos cuenta que él tiene casa en
Riaza y que durante un tiempo se dedicó a elaborar el árbol genealógico de sus
antepasados con lo que alcanzó a conocer las trece generaciones de segovianos a las que aludía.
Visitó iglesias en donde consultó legajos y libros de registro que datan los más antiguos de 1570-1580. Estos datos se recogieron, nos aclara, a partir del s. XVI. En esa fecha, tras
el Concilio de Trento, se empezaron a registrar nacimientos, bodas y entierros. “Hurgando
en el pasado” descubrió que a pesar de que los habitantes de los
pueblos de Castilla en aquella época eran muy pobres, cuando el cura escribía en el
registro junto al nombre del fallecido “es pobre” indicaba que no había pagado
el entierro. O si aparecía la palabra “párvulo”,
se trataba de que el fallecido era un niño.
Y sobre la segunda cuestión, los
premios, nos explica ahora qué quiere decir con que “pierde cuando gana un premio”.
Nos dice que desde 2008 ha empezado a concursar. Antes escribía, nos dice, una
poesía muy vanguardista. “Me creía Tristán
Tzara”. Escribió siempre de un modo informal. En 2008 decidió escribir “como
obligación” y pensó en utilizar los concursos para ello. Participar en 5 ó
6 concursos cada mes y escribir por eso 5 ó 6 poemas nuevos. Pero no se trata
de escribir un poema ad hoc para un
concurso sino escribir poemas y luego, según las bases del certamen, buscar
un poema ya escrito que se acomodase a lo solicitado.
El poeta nos lo cuenta en este vídeo:
El poeta nos lo cuenta en este vídeo:
Los premios le permiten viajar y
le hace abrir los ojos ante algunas realidades. Los premios le sirven de test.
De test para validar que lo que escribe es valorado por personas de un jurado
que no le conocen de nada.
En este mundo literario se da,
nos explica, lo que llamaban Gabriel
García Márquez y Álvaro Mutis “la
viruela de los aplausos mutuos”: uno se sube al estrado, lee sus textos y los
demás aplauden. Luego se sube otro y el resto aplaude, y así etc.
Es necesario buscar también la
crítica, la valoración objetiva, las ganas de aprender e ir mejorando.
Con los concursos es la única manera,
apunta Amando, de que de forma objetiva alguien te valore sin saber quién eres.
Queremos que nos explique lo de “perder
cuando ganas”. Nos dice que en este mundo de los concursos están los “concurseros”
(los que envían asiduamente sus poemas a los certámenes) y están los que
rechazan concursar. Es cierto que hay “concurseros” profesionales como Manuel Terrín, que
ha ganado más de 2.000 certámenes, (algunos de ellos los ha ganado varias veces)
y que escribe, este sí, ex profeso para el premio.
“Ganar es perder”, nos explica al
fin, porque ganar puede ser peligroso. Perder sería creerse que por ganar un premio
se es más importante: "perder es acumular vanidades".
María Juristo dice que cuando
ella se presenta a un premio le entran las dudas de qué está pasando con su
texto, cómo se valorará.
Es inevitable hablar de una
categoría de premios (esos que se sabe que ya están dados), en los que hay “pucherazo”,
como ciertos premios de Visor: algunos casos notorios han salido incluso en la
prensa.
Le pedimos que nos lea alguno de
sus poemas.
- De 2009, es este poema con el que inicia su lectura, ganador en Segovia del premio “Huerta de San Lorenzo·: “Madre zurciendo olvidos”. Dice que quizá no sea un gran poema pero cree que emociona y hace que el lector se identifique con lo que cuenta. Cita a Gil de Biedma quien se consideraba poeta popular: no escribía para los críticos sino para que la gente le entendiera.
- De 2009, es este poema con el que inicia su lectura, ganador en Segovia del premio “Huerta de San Lorenzo·: “Madre zurciendo olvidos”. Dice que quizá no sea un gran poema pero cree que emociona y hace que el lector se identifique con lo que cuenta. Cita a Gil de Biedma quien se consideraba poeta popular: no escribía para los críticos sino para que la gente le entendiera.
José Mª Herranz cita la poesía popular de Lorca, de cómo ha trascendido, de cómo tomando lo popular como referencia construyó una obra tan sólida. Qué hubiera pasado con la obra de Lorca si no hubiera muerto con 38 años.
Cita María Juristo un artículo de Babelia en el diario El País, sobre “Poesía y Dios” donde se decía que alguno de los octosílabos de Lorca eran “altisonantes”.
Fenoy apunta que de los dos hermanos Machado, Manuel era más musical que Antonio.
León señala que, martirio aparte que engrandeció su figura, Lorca es Lorca. Y Cinta añade que lo que le impactó de Lorca es que bebió de las raíces andaluzas, que sus imágenes tan barrocas, oscuras te mete en un laberinto en el que te sientes atrapado.
Cita María Juristo un artículo de Babelia en el diario El País, sobre “Poesía y Dios” donde se decía que alguno de los octosílabos de Lorca eran “altisonantes”.
Fenoy apunta que de los dos hermanos Machado, Manuel era más musical que Antonio.
León señala que, martirio aparte que engrandeció su figura, Lorca es Lorca. Y Cinta añade que lo que le impactó de Lorca es que bebió de las raíces andaluzas, que sus imágenes tan barrocas, oscuras te mete en un laberinto en el que te sientes atrapado.
- En 2012 ganó el premio “Justas poéticas de Dueñas”, en el que estaba de jurado Javier Lostalé y Vicente Martín. Presentó cinco poemas, que nos lee:
o
“Embargado”
o
“Abandonada”
o
“Cine para dos”
o
“Esaú en el metro” (que es una poética)
o
“Semanas”
- Continúa la lectura con el poema que fue “Premio de Reinosa” 2012:
o
“No sé quién eres y a veces sin buscarte…”, es
un poema largo de unos 100 versos.
Dice que
corrige poco, escribe de un tirón y después de dejarlo reposar un tiempo hace
una sola corrección. Hay que leerlo en ese momento como si uno fuera otro.
Pregunta José
María si escribe desde la inspiración o desde el oficio. “Desde el oficio”,
responde Amando. El embrión o el proyecto ya lo tiene antes de escribir el
poema. María Juristo apunta que es importante escribir y dejar pasar el tiempo.
Si te conmueve después de ese tiempo es que el poema merece la pena.
o
Lee ahora “Revisiones para antes del zapeo”, fue
premio XXX Certamen Manuel Vázquez Montalbán, 2014, en San Fernando de Henares:
RE(VISIONES) PARA ANTES DEL ZAPEO
Supongamos que tuvo algún sentido
tirar la dignidad
como si fuera un bote de cerveza,
decíamos entonces
que lo primero era sobrevivir,
salir a flote de las escombreras
donde acechaba el hambre
entre esa ingravidez de los anhelos,
supongamos, insisto, que bastaran
excusas camufladas de heroísmo
para seguir fingiendo
que todo estaba bien, que renunciar
era vestirse en tonos de estrategia,
demos por demostradas
todas las teorías sobre los interiores
con su hogar de llama justiciera
donde hacernos creer que éramos otros,
digamos que fue así, y que algo queda
de aquellos sueños en sentirse libres
de cinco a ocho, los martes por la
tarde,
consuela mucho hacer
inventario de cuanto nunca fuimos,
el tiempo y sus secuelas
sedan la decepción en nuestras mesas,
insisten en negarnos un pasado,
su agónica medalla a nuestra lucha
-esa que casi siempre postergamos
porque no era el momento-,
la insignia que atraviesa otras
renuncias,
creamos, de verdad, que hemos logrado
cambiar el mundo
al mismo ritmo que nuestros calcetines,
que la cuenta corriente
de nuestra integridad tiene su saldo
en positivo, lo mismo que el del banco,
que nada hemos perdido en el camino,
salvo quizá la risa,
supongamos que sí, que somos héroes
libertarios montando barricadas
desde el cuarto de estar
entre el reflejo sepia de aquel tiempo,
sigamos convencidos que no hay nadie
tan honesto, hagamos
bandera de la ética y el puño,
luego pongamos la tele, es la hora
de cambiar el canal a la vergüenza,
tomemos la cerveza
como quien toma las calles y las plazas,
todo está bien, y la conciencia
se relaja mejor haciendo zapping.
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Es un poema social en el que se habla de los límites de la propia poesía social. Aureliano dice que la poesía social es muy amplia. En este poema hay conciencia y compromiso.
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Es un poema social en el que se habla de los límites de la propia poesía social. Aureliano dice que la poesía social es muy amplia. En este poema hay conciencia y compromiso.
o
Lee ahora el poema “Plan para mañana”, premiado
también, de un certamen que era un homenaje al médico Albert Llovet
(especialista en cáncer y que murió además de esa enfermedad). Lo encabeza una
cita de Antonio Gamoneda (lo mejor de
mis poemas son las citas, dice Amando): “Aún siente como un perfume la
existencia”
PLAN PARA MAÑANA
Saldremos
en silencio de la casa
de
camino otra vez al hospital.
Tú
apagarás la luz
como
es costumbre, yo me preguntaré
si
se apagan igual las vidas que las luces.
Luego,
segura de volver mañana,
girarás
la llave hacia el futuro
(ellos confían poco en el futuro,
ese pronóstico siempre reservado)
y
tomarás mi mano
como
si bajar conmigo la escalera
te
hiciera de verdad estar aquí.
Cogeremos
el bus, y buscarás
asiento
lejos de la ventanilla,
hace
tiempo que ya
no
te apetece ver la vida afuera,
(como
si no pasara), yo creeré
que
te molesta el sol más que la ausencia.
Entonces,
convencida
de
que cualquier parada es tu destino,
pulsarás
el botón de los anhelos,
(ellos ignoran que existan autobuses
por estos barrios siempre desolados)
y
bajarás despacio,
tan
feliz, como si pisar la acera
te
hiciera de verdad estar aquí.
Tomaremos
algo en cualquier bar,
siempre
te gustaron las raciones
a
compartir, las tapas
que
recuerdan sabores de otro tiempo,
yo
pagaré esa ronda
como
quien quiere saldar alguna deuda.
Brindarás,
mirándome a los ojos,
buscando
tu reflejo en mis pupilas
(ellos creen observar en
tu interior
las placas de tus sueños aún posibles),
y
beberás de un sorbo la esperanza
que
cabe en una caña de cerveza
como
si tanta espuma
te
hiciera de verdad estar aquí.
Y
poco más, te irás desdibujando
a
medida que cruzo los pasillos,
tu
habitación, tres cifras
marcadas
al azar, es la frontera
ahora
lo sé, para las aventuras
que
compartes conmigo sin moverte.
La
enfermera dirá que estás tranquila,
que
descansas, repite,
en
esa cama donde hace meses ya
libra
tu cuerpo una batalla inútil,
(ellos confunden la enferma allí tendida
con tus múltiples vidas junto a mí).
Luego saldrá, nos dejará allí,
solos,
recordando de nuevo
escaleras, y bares, y autobuses...
Elegiremos el plan para mañana
-quizá sea el momento de ir al
cine-,
y me sonreirás, es nuestro secreto,
porque los dos sabemos
todos los mundos que hay, estando
aquí.
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Nos
cuenta que Luis García Montero
estaba en el jurado. Pasó la tarde charlando con él.
o
De 2014, y del premio de poesía “Un café con
Literatos” nos lee ahora “La incierta soledad de las lubinas”, lleva una cita
de L.M. Panero que dice: “Que se descubre/en el espejo/del silencio”. Son tres
poemas que podemos escuchar en este vídeo:
CAMINO DEL MERCADO
Interpretar lo breve
que resulta el espacio
entre una vida
y nada, la distancia
entre quien somos
y quien (no) pudimos ser,
adivinar,
camino del mercado,
los castaños que esconden
-igual que nuestros ojos-
bajo sus vainas
contiguas existencias,
andar hacia esa compra
donde –intuimos-
solo
el azar decide
quien nos amará, qué tierra
pisaremos un día
camino del vacío,
las
huellas de qué dedos
arañarán de olvido
nuestra espalda desnuda…
MOSTRADORES DE HIELO
De entre las desoladas
lubinas que se ofrecen
al deseo, escogen
unos ojos exiliados
apenas kilo y cuarto;
sonríe con la escarcha
del tiempo esa pareja
de vidas dos a dos
orientada a una cena
en la casilla ocho
del tablero,
ignoran,
mientras pueblan –acaso
de premura, o de muerte-
el carro de metal,
qué habría sido su vida
si no hubiesen doblado
aquella esquina;
los surcos del destino
recogen lo fugaz
gota a gota, conversan
sobre el rigor del tiempo
-de otro tiempo, quizás-,
mientras sus vidas
(ya descamadas)
exhiben entre el hielo
inútiles renuncias.
DE UNA VIDA ENTRE ESPINAS
Puede
que todo, al final,
se
reduzca a eso,
estupidez
de ojos
a la
hora del mercado,
sueños,
incertidumbres,
puede
que todo, al final,
sea
solo el delirio
entre
los mostradores
de
una pescadería,
el goteo
de
una vida entre espinas
arqueadas,
diferentes
besos
no dados
en
labios similares,
un
soplo del deshielo
a
media tarde,
algún
instante en fuga,
la
aprendida,
la incierta
soledad
que escurre en las lubinas.
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La poesía
no es en sí, dice, un género literario, sino que impregna otros géneros. Amando
García Nuño nos pone ejemplos de poesía en otros géneros:
o
Los microrrelatos de Eloy Tizón
o
O el eslogan del Museo Cerralbo, que decía: “Sabemos
cómo terminó la partida: la ganó el tiempo”. Creado por una agencia de
publicidad.
El poeta debe ir por la calle alerta, con los ojos abiertos.
Landero le parece el mejor de los
novelistas españoles vivos. Los párrafos de sus novelas, afirma, desbordan
poesía. Como Proust.
Tras la
lectura de poemas, Amando García Nuño nos lee ahora también una serie de relatos. Escribe microrrelatos, formato con el que se siente muy cómodo.
Cien palabras de despedida
Cien palabras de despedida
“Me pides que
te diga adiós en cien palabras, como máximo. Exigencias de la tecnología
amorosa. Mejor así, supongo. Siempre resultaron incómodas las despedidas
largas. Ya llevo veintiocho, creo. Además, nosotros ya nos habíamos dicho todo,
sería absurdo ponernos a hablar precisamente cuando nos alejamos. Mejor que hablen
nuestros abogados, que no tienen límite de palabras en sus argumentarios
procesales. Me entra prisa, ya ando cerca de setenta. ¡Uff! ¿Uff cuenta? Si
cuenta uff, ya son setenta y nueve. Si no cuenta, ochenta y dos. No hay quien
lo entienda. Como el amor. Cuenta uff. Noventa y ocho. Te quiero.”
Ha nacido un artista (Premio Literaula. Septiembre 2013)
Ha nacido un artista (Premio Literaula. Septiembre 2013)
Si un tren
parte de Barcelona a las 9,45, a una velocidad media de 168 km/h que puñetero día, otra vez lloviendo, se me
han empapado las deportivas y otro
parte de Madrid media hora más tarde a una velocidad cuatro quintas veces
inferior y encima el gilipollas de Diego
que nos chafa el botellón de hoy en su garaje
¿a qué distancia de ambos puntos de partida se cruzarán? yo que iba a aprovechar para entrarle a la
Vanessa, ahora tendré que buscar otro momento, joder ¿cuál será su hora de llegada al destino
opuesto suponiendo una velocidad constante?
y el marrón en casa, mi viejo sigue insoportable, más ahora que encima
está en paro ¿y si sufrieran una
deceleración del diez por ciento en los últimos 100 km? a la mierda los trenes, el insti, Diego y
sus putadas, la golfa de la Vanessa, a la mierda mis viejos y su, mi asquerosa
vida expresen la respuesta en horas y
minutos, por favor esto es lo que hago yo con el examen de los huevos…
-Sí, apreciado tutor. El alumno,
bajo un croquis de inspiración cubista, describió que los trenes nunca
llegarían a destino. Intuía que se cruzarían a la altura por Los Monegros, en
una zona deshabitada. Allí, parados sobre las vías, permanecerían el resto de
la jornada, difuminados como almas sin futuro, entre el indignado estupor de
los pasajeros. Los maquinistas, al fin libres, se irían caminando hacia el
pueblo más próximo, a tomar unos vinos y hablar de fútbol o de metafísica.
Querido tutor, el gabinete psicológico del instituto detecta en el alumno
rasgos cognitivos de superdotación, capacidad abstractiva fuera de lo común, y
un enorme potencial para la creación artística y literaria. Un joven prodigio, sin duda.
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Continúa con cuatro micros más cuyos títulos anoto:
Añoranza de San Isiquio (18 de noviembre)
Calor familiar
Caín no baja en Tribunal
Fado en el hilo musical
Y luego otros tres cuyos textos completos recojo en esta bitácora:
Homenaje (premiado en Elda en 2011)
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Continúa con cuatro micros más cuyos títulos anoto:
Añoranza de San Isiquio (18 de noviembre)
Calor familiar
Caín no baja en Tribunal
Fado en el hilo musical
Y luego otros tres cuyos textos completos recojo en esta bitácora:
Homenaje (premiado en Elda en 2011)
Para A.
Porpetta
La adoraba. La idolatraba.
Respiraba, furtivo, el aroma a desdén que ella desprendía, detenidos ambos al
sutil azar de los semáforos. El roce casual de un codo sobre la mochila
bicolor, era botín suficiente. Por ella discutió, peleó, se humilló. Sangró de
los nudillos y del corazón desollado.
Por ella, como prueba irrefutable
de amor, se comió el libro de sociales de séptimo. Ciento seis páginas, fotos a
color y cólico gástrico. Daba igual. Podían lavar su estómago, pero no aquel ensueño
visceral. En urgencias, ante el ilustrado bolo, la vio pasar. Indiferente,
altiva. Acompañada, como siempre, por otro.
La vio pasar, veintisiete años
después, igual de indiferente, menos altiva, esta vez sola. Su pose ya no era
desafiante, las arrugas reflejaban los hachazos del tiempo. Pese a todo,
nostálgico de la deidad perdida, tuvo un gesto de homenaje. Un gesto para la
contraportada de su amor. Heroico, inútil, como los de antaño...
Se comió el tomo íntegro de
Guerra y paz. Mil quinientas treinta y dos páginas de aquella edición argentina
que leyó de joven. Mil quinientas treinta y dos páginas con personajes
buscando, esófago abajo, su ya escrito destino.
Los hay que nunca envejecen.
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Ignacio aporta
el personaje, en relación a este relato, de Jorge de Burgos que en la novela “El
nombre de la rosa” se come los manuscritos.
Nos lee ahora una serie de microrrelatos homenaje a Kafka (de los dos primeros añado el texto completo)
De la
entomología aplicada al sueño (podemos escucharlo también en este vídeo)
Cuando
Gregorio Sánchez despertó esa mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró
convertido en Subsecretario de Fomento. Durante todo el día trató de asimilar
su nuevo estado, con incierto éxito. A la noche, rebuscó en la estantería aquel
viejo ejemplar en rústica, icono literario de su juventud progre. Comenzó a
leerlo tumbado. Se durmió en la página diecisiete.
La mañana
siguiente, Gregorio Sánchez amaneció periodista. Pasó a ser tertuliano de
prestigio mediático, orgulloso fantoche capaz de crear, o destruir, opinión
ajena. La jornada resultó ardua también, apenas compensada por los siete
minutos escasos que disfrutó la lectura del texto interrumpido la noche
anterior. Durmió profundamente.
En días
sucesivos, el alba lo atrapó convertido en ejecutivo bancario, cantante de
concursos televisivos, parlamentario con la mayoría, deportista de élite,
empresario de impor-expor o novelista comprado por el éxito, entre otras vidas,
igual de ajenas. Eso sí, todas las noches, Gregorio Sánchez leía unas páginas
de aquella inquietante fábula que le permitía dormirse pronto y en paz. En la
paz de los insectos. Entonces, Gregorio Sánchez soñaba.
Soñaba,
rescatado de su atroz vigilia, con aquellos lejanos y felices tiempos donde un
ciudadano de bien sólo podía despertarse metamorfoseado en cucaracha.
---
Otra vez Kafka
---
Otra vez Kafka
Aquella
mañana, el insecto se despertó convertido en Gregorio Sánchez. La visión frente
al espejo le devolvió un asco infinito, aquella insoportable náusea, el mismo
absceso de sórdida repugnancia.
Como suele
ocurrir en estos casos, añoró aquel tiempo perdido donde simplemente era un
pequeño escarabajo. Y eso que aún ignoraba casi todo de los humanos.
Luego,
resignado, se anudó la corbata a modo de caparazón, y salió a la vida. Si se
presta algo de atención, aún resulta
visible entre los restantes escarabajos humanos. Arrastrando tripa y miserias
por la acera, dispuesto a pisar y ser pisado.
---
Y cierra su lectura de micros con dos más:
El lamentable final de Gregorio Sánchez
Fugitivos en el último sorbo
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Y cierra su lectura de micros con dos más:
El lamentable final de Gregorio Sánchez
Fugitivos en el último sorbo
Dice Amando
que en nuestra Tertulia nos corregimos y nos “damos caña”. Y es una tertulia
que le gusta y que le parece que debieran ser así todas. Aprender unos de otros
y no solo aplaudirse como decían Gabo y Mutis.
Nos confiesa que se siente más cómodo en el poema breve, ahora busca más la esencia y nos recuerda que "el adjetivo que no da vida, mata" (Vicente Huidobro)
Volvemos, -vamos terminando este encuentro con el autor- con nuevos poemas.
- 2014: premio "Amantes de Teruel", nos lee el poema con el que ganó este certamen
LO QUE PUDO OCURRIR CUANDO NOSOTROS
Los pasos indelebles del azar
albergan sin saberlo
medidas imprecisas de las cosas,
por poner un ejemplo, nuestro amor
tiene los mismos años
que el teléfono móvil, expusimos
aquella plenitud de nuestros cuerpos
mientras un ingeniero
enseñaba a la prensa su invención,
puede que incluso
nuestras torpes palabras se cruzaran
con las ondas del motorola aquel,
y que el adolescente
esbozo del deseo en nuestros dedos
reflejara un teclado en la distancia.
Pero también el tiempo tiene esquinas
donde los besos quedan atrapados
como gotas sin sed,
desde entonces los móviles
han mudado funciones y apariencias,
en nada se parecen
al primero (ese aviso de amor),
que pesaba dos kilos y tenía
autonomía para media hora,
media hora, aquel tiempo
que marcaba la infinitud exacta
de un instante a tu lado,
en tardes como esta
me pregunto qué ha sido de nosotros,
si estos rostros que ahora
podemos retener en una imagen
con solo hacer un clic en la rutina,
mantienen la mirada
retadora de aquellos niños sepias,
si aún nos tecleamos
en la pantalla táctil de la vida.
Quizás mañana vaya
a comprar un nuevo terminal, al viejo
se le ha agotado ya la batería
(me he preguntado a veces
cuánto duran las pilas del amor),
y además no es smartphone,
esta vez
quiero que me acompañes,
que mientras lo habitamos
de iconos verdes y de aplicaciones,
tú me digas despacio que me quieres
mirándome a los ojos,
que escribas un wasap de lo imposible
en mi costado,
puede que a estar alturas
hayamos descubierto
que toda esa tecnología apenas sirve
-como ocurrió aquel año-
para medir el rastro de los sueños,
hay fechas que no pueden compartir
efemérides lacias,
nuestro amor no nació entre motorolas,
emerge de otro tiempo sin señales,
de una fecha en la piel…,
ya ves,
va a resultar ahora
que nada más pasó cuando nosotros.
---
Habla Amando de la técnica que utiliza en su poesía: prefiere la silva libre impar: endecasílabos, heptasílabos, pentasílabos...
- Nos lee a continuación el poema "Chapas", un soneto doblado.
Nos cuenta que en su primera etapa, sus ídolos eran Rimbaud y Verlaine. Luego descubrió a los ingleses y a Pessoa. De los poetas españoles, sus referencias obligadas son Ángel González y Gil de Biedma y de ahora, Gamoneda y Margarit.
Estamos ya cerca de las nueve de la noche, pero antes de terminar nuestra tertulia de hoy, pedimos a Amando García Nuño que nos lea tres poemas:
1.- Cristales invisibles: nos habla de Leopoldo Alas y de su infancia compartida en Segovia. De él toma la cita que encabeza este poema: "En el amor no había ningún riesgo salvo saber que es falso".
2.- El poema que fue premio "Versos para el adiós", Esos distintos modos de existir.
3.- La mujer de Lot cogiendo un taxi, el poema con el que ha ganado el premio Poeta de Cabra 2015 y que transcribo aquí junto con el vídeo de la lectura del poeta:
LA MUJER DE LOT COGIENDO UN TAXI
Vi a la mujer de Lot parar un taxi,
Vi a la mujer de Lot parar un taxi,
sentarse con alivio,
remover su tristeza y murmurar
las sílabas melladas de un destino,
parecía una simple
turista con su mapa en el recuerdo,
tenía gafas de sol,
el cuello dislocado,
y la amargura
de quien sabe perdido el paraíso
sin descifrar el mal
que esconde un simple escorzo de nostalgia.
La vi alejarse, el coche
se fundió en una esquina, con su imagen
exiliada sobre el poliuretano
del asiento trasero,
esa mirada, siempre esa mirada
de futuro en sazón, esa mirada
donde reconocer
cada una de las calles, todos esos
rincones luminosos
que aún guardaba en la memoria insomne
de un ayer sin sal ni condenados.
Giró el taxi al final de la avenida,
perdí entonces el rastro
de la mujer que un día tuvo nombre
(Edith, o acaso el nuestro)
y movía con gracia su cintura
antes de aquella rigidez severa,
esa mujer que siempre
quiso mirar,
quiso mirar
y ver…
Nunca más supe de ella, aunque imagino
su figura furtiva
presa en el arrabal de una certeza,
ahora que Lot no estaba, y la ceniza
cubría de silencio
todos los callejones de esta vida
-tan parecida a aquella, y tan distinta-,
ahora que Lot no estaba,
ella intuía
la crueldad extrema de ese dios:
restituir sus ojos
para grabar en ellos la sentencia,
hacerla otra vez tierra,
devolverle la sangre y los recuerdos
cuando a su alrededor todo era estatua.
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Despedimos a nuestro poeta invitado. Los rascamanes salen del salón del Santander y le muestran su cariño a Amando. Gracias, poeta por esta tarde de conversación, de poesía, de narrativa, esta tarde de felicidad.
Nos sentimos deudores y confíamos en que regrese de nuevo para acompañarnos en alguna más de nuestras tertulias.
Sin duda, otra tarde memorable para los rascamanes.
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