Antonio López
Sé (creo poder afirmarlo) que estuve allí y que me acompañaban Vicente y León, Olga y Carmen Frontera, David y Ana González.
Era (lo recuerdo) nuestra última tertulia del curso oficial. Pero todos sabíamos que durante el verano la Tertulia volvería a celebrarse (lo sabíamos).
La Tertulia Rascamán ha inventado un nuevo género de ficción (lo afirmo): la Bitácora. Yo me encargué de escribir la de esta Jornada.
Y ese último día oficial de Tertulia no se celebró en nuestro café Ruiz, porque estaban rodando una película, sino en un café cercano en el que estábamos solos y donde las consumiciones (de eso estoy completamente seguro) eran un 30% más caras.
Allí leí poemas de Nieves Pulido, poeta madrileña que acaba de ganar el premio "Gerardo Diego" 2010 con el libro "Grandes éxitos".
Leí varios poemas esa tarde porque su lectura me había emocionado y quise compartirla con ellos. Poemas. algunos tan breves y certeros como estos:
Loto
Nuestro amor
durará
diez mil años
(nada es
para siempre).
Hombre-árbol
Todo lo que quise
de ti
era un poco de sombra.
Vaso medio lleno
Al otro lado
del vaso de agua
estás tú.
A este lado
mis cien bocas
te beben.
Nieves Pulido es alumna del taller de poesía que imparte Ada Salas en el Centro de Poesía José Hierro de Getafe. Todo un descubrimiento.
Reflexionamos sobre lo importante que es en la Poesía lo que se dice y lo que no se dice.
David nos habla (tengo ese cuadro en la memoria ahora mismo) de Antonio López, pintor hiperrealista que está protagonizando una exposición en Madrid en estos días en el Thyssen. Hay un cuadro de una nevera con, entre otras cosas, un pollo. Antonio López confiesa que para pintar ese cuadro durante semanas, mantuvo en el congelador el pollo que sacaba para pintarlo y volvía a congelar cada día. No podía cambiar de pollo. La necesidad y la búsqueda de la perfección. El modelo insustituible.
Y otra cosa que apunté de David (lo tengo en mi cuaderno) es que los japoneses no entienden dos cosas de los españoles:
- los chicles en el suelo
- los graffittis en las paredes.
Olga nos cuenta su viaje a Birmania, como uno de los viajes más interesantes que ha hecho, donde las cosas aún mantienen su tradición. Lo anoto.
Leo un poema que acabo de escribir estos días pero sé que no funciona, habla de la noche de San Juan pero la idea del poema (reconozco) es más para un artículo de opinión (me lo confirma León). Nada, poema olvidado.
Olga y León dicen que han venido hoy de oyentes y Carmenfron nos lee un relato que ha sido finalista del premio "La lectora impaciente": "Mujeres omitidas y añoradas".
Y charlamos de algunos autores: John Steinbeck ("El rey Arturo y sus nobles caballeros"), de la mística (Sta. Teresa y San Juan) y anoto dos recomendaciones de cine:
Vicente recomienda la película de Mateo Gil, "Blackthorn" y David, "El truco del manco"
Ana es la primera en despedirse, tiene prisa.
Salimos el resto a la calle después de pagar (en este café no ha entrado nadie más que nosotros esta tarde). Han terminado de rodar la película y el Ruiz está abierto al público de nuevo.
Nos despedimos hasta dentro de dos semanas (quizá el reencuentro sea antes).
No olvido decir que suspendimos la cena de "fin de curso", nos habíamos apuntado tres y preferimos dejarlo para otra ocasión. Roberto nos acogerá en su restaurante pronto.
¡Feliz verano y larga vida a nuestro género de ficción!
Javier Díaz Gil
26 de julio de 2011
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