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martes, 29 de marzo de 2011

23ª Jornada/IV Año: Miércoles, 16 de marzo de 2011

El Doctor Maínez


-¿ El Doctor Maínez? – Pregunto.


-Sí, sí,- me responde la enfermera – ya lo está esperando. ¿De qué sociedad viene usted? – me pregunta a su vez.


- De Assisa- le digo, y le doy mi tarjeta.


Después empujo la puerta y echo una mirada rápida a la consulta. Amplios balcones que dan a la calle de Goya, una mesa ordenada, cuadros de buena factura, reluciente parquet y una mirada acogedora, directa.


- Bueno, ¿qué le pasa a usted?


- Todo – le digo – todo. Estoy hecho un desastre. Se me olvidan las cosas y, sin embargo, me acuerdo mi infancia, de mi adolescencia, doctor, que no fue para tirar cohetes, que digamos…ya sabe, las posguerra, perdedores…Mire, ayer, por ejemplo, estuve en una tertulia y hoy tenía que hacer una reseña, nosotros la llamamos “bitácora”, y no he podido hacerla, no me acuerdo…¿Y lo que me ha pasado esta mañana en el metro? Entro en el vagón y una chica preciosa, con minifalda y bolso, ya sabe usted, se ponen el bolso en el punto de fusión, me cede el asiento. Y no sé qué me ha pasado por la cabeza, que sin pensarlo, le digo - ¿Te quieres sentar en mis rodillas? Y va y me dice : “¡Viejo verde”! Ay, Dios, mío, qué vergüenza, toda la gente riendo…


- Bueno, pero vuelva a la tertulia, explíqueme un poco, a ver si así va recordando, ¿qué tertulia es esa, de mayores?


- No, doctor, de mayores nada, el único mayor soy yo, creo. Y es una tertulia literaria, como las de antes, no crea, que hay gente muy interesante, muchos ya han publicado, han conseguido premios…La hacemos en el Café Ruiz, que está en la calle del mismo nombre, y la coordina un poeta que se llama Javier Díaz Gil…Sí, y ayer, cuando yo llegué, ya estaba allí una poeta, Mª Antonia, después vinieron, casi simultáneamente, Javier, Mª Juristo y Juan Antonio, el último premiado en el Aula de Poesía del Círculo de Bellas Artes; después León, que no sé si hoy vendrá cargado, como la vez anterior, de perfectos, inquietantes, innovadores sonetos. Nos recomienda un film, sobre los españoles en Rusia, “Spansi”, no hay que perdérsela…


- Pues, para no acordarse, vaya, usted recoge todos los detalles.¿Ve cómo no es grave?


- Sí, si, pero ya no puedo seguir…o sí, espere, creo que María paga una “deudadecafé” a Javier… y me parece que siguió una amable conversación sobre los próximos eventos literarios… Y que llegó Ana González, radiante, con esa simpatía suya tan particular, ay quién fuera joven, Doctor… Y para hacerle sitio, León dice “que se va a correr”…y como hace una pausa, yo alucino un poco, pero termina la frase…”por la playa”… Es que está adelgazando, y por lo visto, corre mucho…Y nos habla de “Riopar”, un pueblo de la Sierra de Alcaraz, y de la tumba de “El Pernales”, el último bandolero, que robaba a los ricos y lo compartía con los pobres, no como estos buitres banqueros de ahora, Doctor, que se lo quedan todo para ellos, los muy cabrones. Parece ser que “El Pernales” está enterrado en Alcaraz y que en su tumba siempre hay flores frescas…Y entonces Javier lee un minirrelato de Arturo Barea, estremecedor: un padre que tiene que matar a su hijo, porque éste, mal herido,”Me muero, padre, me muero”, va a caer en poder del enemigo que avanza…El padre se dispara después un tiro en la cabeza . Y entonces, ya no sé quién, dice que en el Centro “Gª Lorca”, de Getafe, van a celebrar este domingo el Día Mundial de la Poesía. …Y aparece Carmen Fron , Celia y Paloma…


- ¿Eso es todo?


- No, no , que entonces empezaron las lecturas… que para eso vamos allí, para leernos y corregirnos, aunque muchas veces yo no estoy de acuerdo con las correcciones. “Ay, es que esa palabra no me gusta”, “Ay, es que eso no se comprende”… La primera en leer es Mª Antonia Copado, que trajo dos poemas. El primero, quitándole la primera estrofa, redundante según Javier, es muy interesante. El segundo, menos. Y se habla de muslos, qué cosas. “El muslo es el camino de la felicidad”, dice alguien. Y aparece, fantasmal, Paco Sevilla, con un moñito japonés, qué envidia. Javier lee un poema de Joaquín Pérez Azaustre, “La misión”. Y un servidor lee “El arañazo”, pero a Javier no le gusta el “desinfecta”. Leo después “Cancello chiuso”, con unos versos cantados…y parece que no gusta lo de “cales azuzadas”, pero no pienso cambiarlo, creo que el contexto explica suficientemente, y además, en poesía no hay que explicar…Y ahora sí que no me acuerdo, dioses míos, nada, pantalla en blanco, doctor… Aunque si me deja, podría tal vez imaginar qué más ocurrió. La imaginación a veces completa lo no vivido, ¿no cree? Podría imaginar, insisto, que María Juristo se marchó en ese momento conmigo camino del Círculo de Bellas Artes y que allí leyó Juan Antonio un texto titulado "Trastornos", y que León habló del "Teatro de sombras" y leyó algunos memorable sonetos. Y que después leyeron Ana González y Carmenfron y Celia y Paloma... Y que para terminar la Tertulia de este día aparecieron por la puerta David, Rocío y Vicente que llegaban de grabar un programa en Radio Círculo sobre los narradores de la Tertulia Rascamán, programa que ha coordinado José María Herranz.


- Bueno, todo eso que me cuenta está muy bien, prueba que su memoria y su imaginación no son tan malas como dice. ¿Pero usted cree que vale la pena venir a mi consulta para eso? Yo creo que está usted muy bien…para sus años.


- Bueno, doctor, es que he perdido la receta de la Viagra, si pudiera usted hacérmela…


- ¿Y viene usted a una consulta de psiquiatría por eso? ¿Por qué no ha ido usted a su médico de cabecera?


- Es que no es médico, doctor, que es médica, y, por cierto, está buenísima, y me da vergüenza pedírsela.


- Ve, en eso sí que se nota que es usted mayor, de las generaciones en que todo era pecado…



Aureliano Cañadas


17 de marzo de 2011


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