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martes, 8 de marzo de 2011

21ª Jornada/IV Año: Miércoles, 2 de marzo de 2011

Bitácora meteorológica del miércoles 2 de marzo de 2011


El Café Ruiz se encuentra a 623 metros sobre el nivel del mar. Tanto en el mapa topográfico como en la foto de satélite se aprecia que el Ruiz está cruzado por una cordillera de tertulias, entre las que destaca, con diferencia, la cumbre denominada “Rascamán”.

La influencia de este sobresaliente relieve en las coordenadas meteorológicas, lógicamente es enorme, tanto en el viento, como en la nubosidad, como en las precipitaciones.

Hoy, si me lo permiten, vamos a realizar el análisis de la situación atmosférica singular asociada al relieve de la tertulia Rascamán en el primer miércoles del mes de marzo de 2011.

Hay que hacer notar que, en general, el clima del Rascaman presenta un carácter literario subtropical y tertuliano, con temperaturas permanentemente suaves y escasa oscilación térmica vespertina. A su altitud no se presentan heladas ni nieblas, y el número anual de tormentas es muy bajo. En el día que nos ocupa, el 2 de marzo de 2011, los fenómenos climatológicos más significativos fueron: El anticiclón María Antonia, el punto de Rocío, la presencia térmica CarmenGª, el soplo de viento fuerte León, el remolino CarmenFron, el bonancible Aureliano y el ciclón “Vicen Trillo”, anotados según iban penetrando en la zona cafetera por el Golfo de Bilbao y los arrabales de Malasaña desplazándose por todo el Café hasta disiparse en voces y palabras a la altura de las mesas de siempre.

Es de resaltar que esa tarde, los valores térmicos más elevados se registraron cuando sopló el poema-anticiclón “Mª Antonia Copado” titulado “Para mí, tu lluvia”. La previsión ante este título era de precipitaciones en forma de lluvia tropical, tal y como anunciaban los modelos meteorológicos, sin embargo una ola de calor se extendió por toda la mesa a la altura de las ingles dado el elevado contenido térmico de sus versos alisios:

Era una plomiza tarde de verano

Abrí con ansia y de par en par

Las ventanas de un fuego interior.

Y clamé ¿Por qué tanta soledad me corroe?

Cuánto mayores eran los componentes térmicos de los versos alisios, mayor fue el recorrido bajo el mar “de mesas de aire” arrastradas por los mismos y mayores las humedades a nivel bajo. De ahí que el punto de Rocío fuera entonces el siguiente en elevarse con un relato titulado “El día que aprendí a montar tu bici” que comenzaba así: “Creo que si lo intentara mucho podría recordar la tarde que aprendí a montar tu bici. Podría recordar cada gota, con vocación suicida, que se balanceaba colgando de aquella barandilla. Cada miga que quedó rezagada en tu cara después de comerte tu bollo preferido. Tu sonrisa. Tus dientes puntiagudos…”

La situación atmosférica que se crea cuando se eleva la voz del punto de Rocío sobre la cumbre de Rascamán se presenta caótica, debido a la entrada de unos fenómenos meteorológicos adversos procedentes de otra tertulia que queda ese miércoles a sotavento. Como consecuencia de ello, se produce una reducción de la audición importante, impidiendo que el relato pueda tomar tierra en los oídos de los otros rascamanes de forma natural, sino que llega racheado y a rebufo. El remolino CarmenFron se levanta inmediatamente para atajar ese frente que provoca la inestabilidad. La previsión meteorológica señalaba en sus mapas que a medida que el “CarmenFron” fuera tomando contacto con las borrascas procedentes de la otra tertulia de sotavento, se produciría un incremento de calma chicha. Pero en esta ocasión dicho enfrentamiento da lugar a que, al cabo de un corto período de tiempo, vuelva a soplar un viento fuerte de galerna, sobre la cumbre del Rascamán, apostillando su carácter caótico y frescachón, pero que a la larga no ofrece mayor problema, una ligera turbulencia con el acercamiento y un ligero episodio de frío en el ambiente.

En general los cielos aunque presentan nubes de tipo cúmulos de voces tienen una escasa dimensión vertical, puesto que en ese momento hay una presencia térmica denominada Carmen García que se eleva sobre ellos:

“Era aquel hombre como todos los hombres: ya sean pobres, monarcas, pescadores o maestros. Era como cualquier hombre al que el sol ya no le dice nada…”

En otro orden de situaciones meteorológicas, hay que señalar que otros fenómenos adversos complican también la situación de esa tarde en la cumbre Rascamán. Puesto que aparece un nuevo frente, denominado “camarera nueva en el Café”, que provoca situaciones de gran complejidad, teniendo en cuenta que hay una fuerte presión de un incremento del público esa tarde. Se sucede la rafagosidad en los pedidos. Y se crean entonces fenómenos de cizalladura: “Nos faltan muchísimas cosas señorita”. “No hay nada más triste que una mujer que te llena el corazón de promesas y luego no cumple ninguna.” Dependiendo su mayor o menor intensidad de la disminución de la velocidad con la que llegan las cervezas y los cafés, las patatas y los frutos secos a la mesa, por no hablar de la lentitud con la jarra del agua y los vasos.

Superado también ese frente, dominan brisas de tertulia soplando en todas direcciones, Aureliano, León, CarmenFron, Rocío, con cuestiones tan literarias como: ¿Hay que ser totalmente sincero al criticar un texto?, ¿Poemas largos o poemas cortos? Para hacerlos largos hay que hacerlos narrativos. “La historia de un elefante al que de pequeño le atan a una estaca pequeña. Y de mayor aunque el elefante ya ha crecido y es más fuerte, sigue a atado a estaca pequeñita de la que fácilmente podría desatarse…” Te acabas acostumbrando a la falta de libertad. Y acabas teniendo hasta miedo a esa libertad: “¿Y qué voy a hacer en Navidad?”. Tiene que haber aire. En muchas parejas el maltrato psicológico lo hace la mujer, que es mucho más sibilina. Nadie que te ate, te quiere. Plantas de marihuana y laurel….”

El sol va ganando terreno a las nubes, con la desaparición de los fenómenos meteorológicos adversos procedentes de la otra tertulia. Queda un cielo despejado, la nubosidad escasa y la audición excelente, mejorada por la voz de un soplo de viento fuerte denominado “León”, que a ráfagas nos deja el rastro de un libro de sonetos cada uno con una fecha, y una cita literaria, que refieren momentos históricos.

El beso. Rodin 1888

“Ángeles ciegos que al hallar tu boca

Se saciaron de luz quieta y segura

Me dicen que eres tú la sombra pura

Que necesita el cielo de tu boca…”

La navaja del bandolero 1830

“Brasa de hielo, raja de una luna

Que en su primer creciente se desgaja

Trasunto de ella, de su luz migaja,

Astro caído que mi mano acuna”

A última hora con la caída de la tarde, llegó el primer y último ciclón que se formó ese miércoles, el ciclón “Vicen Trillo” que penetró con su Teoría literaria y su Retórica, su Universidad y Renacimiento.

Pero va anocheciendo y amainan las brisas de tertulia. A bocanadas de realidad los rascamanes van dejando atrás ese Café Ruiz que se aprecia, tanto en el mapa topográfico como en la foto de satélite, cruzado por una cordillera de tertulias, sobre las que sobresale, por encima del mar de nubes, el Rascamán.

Rocío Díaz Gómez
6 de marzo de 2011


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