Páginas

lunes, 24 de noviembre de 2008

6ª Jornada/II Año: Miércoles, 19 de noviembre de 2008

Memento (Christopher Nolan, 2000)


Cuando llegué a la puerta del Galdós venía subiendo calle arriba Rocío. Dentro, sentadas tan formales, nos esperaba la anunciada sorpresa de la visita de Adriana y Marina. Ahora universitarias, la vida las lleva por caminos de bosques y lenguas clásicas y les deja menos tiempo para comparir con nosotros cada miércoles, aunque siempre hay un ratito para escribir un poema que luego nos leyeron.

En seguida aparecerán Elena, Vicente y Carmenfron y ya estaremos todos alrededor de nuestra mesa. Echamos de menos a Ana, que estaba malita el miércoles pasado y creemos que la gripe ha podido con ella.

Hoy era el día en que la tertulia iba a girar en torno al relato "Memento mori" de Johnatan Nolan, y en torno a la película "Memento", de Christopher Nolan, basada en el relato de su hermano. Y así ha sido. Las casi tres horas de la Tertulia se nos han pasado volando metidos como hemos estado en conversación y lecturas.

Antes de entrar en harina comentamos qué tal van los estudios de Adriana y Marina y lo que las echamos de menos. Yo sigo de baja y sirve como pretexto para iniciar una conversación a raíz del comentario de Adriana: "la baja no te obliga, como las vacaciones, a tener que pasarlo bien".
Nos damos cuenta de que es cierto, hay cierto desasosiego en perder el tiempo de vacaciones. Aunque hay extremos que no entendemos como nos dice Rocío: "Una compañera mía se coge todos los años una semana de vacaciones para hacer limpieza general. Se queda sola en casa y manda al marido y a los niños de vacaciones para hacerla". En fin.

La semana pasada propusimos escribir sobre un posible "decálogo del desertor". La propuesta para el próximo miércoles es leer los relatos y poemas que se hayan escrito sobre ello y traer cada uno al menos dos puntos de ese decálogo.

Antes de ponernos a comentar Memento, la conversación nos lleva a intentar definir desertor. ¿El desertor implica una responsabilidad, una disciplina, algo que no has elegido?
¿Bartleby, el personaje de Merlville, es también un desertor parapetado tras su famosa frase "preferiría no hacerlo"?

Entre tanto, Rocío saca una otoñal hoja de un plátano de sombra de su carpeta que ha recogido al lado de su trabajo. Adriana nos habla del herbario y el "bichario" que tIene que hacer en este curso.

Hablamos de la perfección y concluimos que la perfección es sospechosa. Marina y Adriana se apuntan la frase, algo harán con ella, seguro.

Mientras terminan de llegar todos, leo el poema que he escrito y que he titulado "La madera es la piel". Tiene que ver con la idea de la semana pasada, había que escribir un relato o un poema en el que habláramos de los siguientes materiales: el barro, la madera, el hierro y la piedra.
Algo habría que recortar del poema, me dice Rocío. Le daré una vuelta, necesita una revisión.

Elena me devuelve el libro de Amalia Bautista "Tres deseos", le ha gustado mucho, ya me lo imaginaba. Nos recuerda uno de sus versos que le ha impactado especialmente:

Las orillas seguirán desgarradas por el mar…

Nos lee Adriana sus poemas y deja flotando en el aire y en nuestros oidos, versos como:

"tu peor enemigo ahuecándote la almohada."

"axiomas vencidos arrastrados por la Universidad".

Con la llegada de Vicente y Carmenfron, volvemos al tema del desertor y a Bartleby.
"Los desertores han pedido la batalla", dice Vicente. Entiende que el desertor es alguien que no ha podido luchar contra lo que no está de acuerdo y elige huir. Nos pone el ejemplo de las monjas de clausura.
En la conversación llegamos a un casi acuerdo: la deserción es un acto de valentía. Bien podría ser el primer punto del decálogo.

En estos días surgió la noticia de la condena por injurias del poeta García Montero a un compañero de departamento, y que ha decidido pedir una excedencia y dejar la cátedra de la Universidad. Nos preguntamos si García Montero ha desertado.
Estas disputas entre escritores traen a la memoria de Vicente la anécdota de Pío Baroja y Rubén Darío. Rubén Darío bromeó a costa dedon Pío, que trabajaba en la panadería Viena Capellanes en Madrid diciendo que los escritos de Baroja tenían "mucha miga", a lo que respondió el aludido:"También Darío es escritor de mucha pluma, se nota que es indio".

¿Condenaría un juez ahora a ambos por injurias? En fin.

Y seguimos dándole vueltas al desertor. Ser desertor supone una posibilidad de castigo. El desertor va de la mano de la traición porque el abandonado se siente traicionado. Entonces, ¿el desertor es egoísta?
A lo que Marina pregunta ¿ser egoísta es bueno o malo?
Marina nos hace una reflexión sobre la religión. El catolicismo trajo el sentimiento de culpa, el perdón y la caridad.

En un resumen un tanto pedestre concluimos que "el egoísmo es como el colesterol, lo hay bueno y malo".

Entramos, casi sin respiro, en el comentario de la película. Los cafés, aguas, cervezas... ocupan nuestra mesa junto a los papeles.

Nos ayudamos del artículo de wikipedia, dedicado a al peli, que nos aclara muchos puntos de discusión: http://es.wikipedia.org/wiki/Memento

Es importante ver que el relato está formado por once capítulos que alternan el narrador en tercera persona con el de segunda. Es muy definitivo el tratamiento de los conceptos que hace el autor, tales como: el olvido, la cobardía, el perdón , la osadía, el tiempo, la autoridad. Muchos de ellos, motivo de discusión de la primera parte de la Tertulia.

No puedo dejar de transcribir aquí el párrafo del relato en el que habla de todo esto:

Para algunas personas sí. Pueden conspirar, tramar, tomar medidas para alcanzar su objetivo durante semanas. Pero el paso del tiempo es todo lo que se necesita para socavar ese impulso inicial. El tiempo roba, ¿no es eso lo que se dice? Y el tiempo es lo que, eventualmente, nos convence a todos de que el perdón es una virtud. De manera conveniente y observándolos desde una cierta distancia, la cobardía y el perdón pueden parecer idénticas. El tiempo te arrebata la osadía. Si el tiempo y el miedo no son suficientes como para disuadir a una persona de sus ansias de venganza, siempre quedará la autoridad, que sacudirá suavemente la cabeza y te dirá: Te comprendemos, pero si lo dejas estar serás un hombre mejor. Por mantenerte encima de ellos. Por no hundirte a su nivel. Y, además, te dirá la autoridad, como hagas cualquier estupidez te encerraremos en un cuartito.

El tema de la película y del relato es la pérdida de la memoria y la razón de vivir materializada en la venganza, en reconstruir la memoria que lleve al protagonista a averiguar quién mató a su mujer.
Las fotografías polaroid son el sustituto de la memoria, las notas tatuadas en su propio cuerpo, las pistas para encontrar al asesino.

Desde el punto de vista narrativo, la película está contada hacia atrás, a saltos, mostrando según avanza ésta las causas de lo ya visto, en vez de las consecuencias, poniéndonos a los espectadores a conocer la realidad desde el punto de vista del protagonista.

El recurso de ese narrador es la base de la película, pues se trata de una narrador no fiable. Al igual que las versiones que cuentan los otros protagonistas de la película, versiones tampoco fiables ya que intentan manipular al personaje central.

La historia, pues, está sujeta a interpretaciones por parte del espectador. Eso es lo que hemos intentado racionalizar en la Tertulia, el cómo está contada.

Creo que para más información, la referencia de wikipedia es fundamental.

Nos dan las ocho y Marina y Adriana tienen que irse pero pedimos a Marina que nos lea algún poema. Nos lee dos poemas, sobre el segundo de ellos, nos cuenta que estuvieron en una manifestación de estudiantes contra la nueva normativa europea de Bolonia y que de esa manifestación nació el poema titulado "Hoy he visto sonreir a un policía"

Echábamos de menos la poesía de Marina también, tan limpia y tan certera.
Su primer poema nos hace pensar en la necesidad de consuelo pero no en la necesidad de que nos resuelvan los problemas. Nos gusta la comparación que nos hace: quiero contarte que tengo un grifo que gotea pero no quiero que me lo arregles.
Definitivo.

Antes de irse, Marina le recomienda a Vicente la lectura de "Los propios dioses" de Isaac Asimov, novela del año 1972 que habla del uso de la energía para mantener la vida de un grupo de alienígenas. Vicente lo relaciona con el acelerador de partículas del CERN en Suiza.

La marcha de Adriana y Marina nos hace pasar a otros temas. Rocío no ha escrito nada, se ocupó de la bitácora y no tuvo tiempo para más. Elena y Carmenfron traen sus relatos y poemas pero los dejamos para el miércoles siguiente.

Vicente nos lee la carta que escribió la mujer de Raymond Carver, Tess Gallagher, después de su muerte y que sirvió de prólogo al libro "Carver y yo".

Descubrimos que Tess, la segunda mujer de Carver, vino a traer serenidad a su vida, fue la época en la que abandonó la bebida, y se centró en la escritura consiguiendo el reconocimiento literario. Desgraciadamente un cáncer se llevó tempranamente la brillante carrera literaria de Carver.

Con ese sabor agridulce abandonamos el local cuando son cerca de las nueve.
Pensamos en un frase que alguien dijo durante la tarde y que podría servir para un relato o un poema: "era oscuro de lejos".

Oscura, fría es la noche que nos acoge. Pensando en el próximo miércoles nos acompañamos calle abajo y nos cuesta despedirnos.


Javier Díaz Gil
25 de noviembre de 2008

No hay comentarios: