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lunes, 5 de junio de 2023

25ª Jornada/XVI año: Miércoles, 31 de mayo de 2023

 

La escritora Adriana Sérlik junto al coordinador, Javier Díaz Gil, en la Tertulia Rascamán


La poeta y narradora Adriana Serlik en la Tertulia Rascamán



Nuestra Tertulia recibe hoy a una poeta que deseábamos desde hace tiempo que protagonizara una Tertulia de encuentro con nosotros. Adriana Serlik vive en Gandía y aprovechando que ayer firmó en la Feria del Libro, alarga su estancia en Madrid un día más para compartirlo con nosotros.


Le damos la bienvenida. Para esta Tertulia, han venido desde Guadalajara tres amigos poetas del Círculo de Poesía Fernando Borlán, Isabel, Elena y David. Nos alegra volver a vernos después del encuentro con ellos en Guadalajara el pasado 20 de mayo. De rascamanes, estamos José Antonio, Chelo, Alberto, David, León, José María, Pablo, María Jesús y Javier.


Presento a Adriana Serlik leyendo una pequeña reseña biobibliográfica:


Adriana Serlik (Avellaneda, Argentina, 1945) ha estudiado música y magisterio, especializándose en la enseñanza artística, educación de adultos y bibliotecología en la Facultad de Filosofía y Letras de Buenos Aires, Dirección de Televisión (RAI, Italia) y musicoterapia en Madrid. Su carrera poética comienza en 1968, con la publicación de la antología Improntus 6, a la que seguirán Los espejos (1972), Desde nosotros, los niños (1978), La Silla de paja (1984), Poemas del amor y la soledad (1996), Andaremos, amor andaremos (2005), El gran devorador y otros relatos (2006), Las sonrisas gastadas (2006), La esfera dorada (2006), Haz de luz (2009), Ara puc alenar (2011), Frágil (2014), 26 poemas (2016) y Dones de foc/dones d`aigua (2017), Corolario (2018) y SiIlencio de redonda (2018), además de colaborar en diversas antologías. Ha organizado bibliotecas, realizado programas de radio en Argentina, Paraguay y la RAI y escrito artículos para diversos medios de Buenos Aires, Asunción y Madrid, trabajando como correctora y traductora para editoriales españolas. Responsable del Taller de Creación Literaria de la Universitat Popular de Gandia de 2007 a 2015. Ha colaborado desde 2006 hasta 2019 con Radio Gandía-SER con sus miniprogramas “Retazos” y “Desde el mirador”. En 2001 crea la web de literatura y arte “La lectora impaciente”, a través de la cual ha organizado hasta 2012 veinticinco Certámenes Internacionales de Poesía, Relato Breve y Fotografía Digital. Ha comisariado diversas exposiciones en Gandía y Madrid y participado como jurado en el I y II Concurso de Diseño convocado por la Cátedra DKV Arte y Salud de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos, Universidad Politécnica de Valencia. En 2013 creó la asociación Amics de la Universitat Popular, de la que es presidenta. Forma parte del CEIM Alfons el Vell. Ha residido en Roma, Florencia, Londres, Asunción del Paraguay y Madrid. Nacionalizada española en 1985, vive en Gandía (Valencia).



León ha traído una caja de miguelitos y lee unas aleluyas que escribió glosando este dulce de su tierra albaceteña.


Con el hojaldre, la crema y el azúcar empezamos a escuchar y conversar con Adriana.


Siempre la presentan, la presentamos, como poeta argentina. Ese es su origen pero ella se siente argentina y española, tiene doble nacionalidad. Lleva más años en España que en Argentina. Siente que ha aportado más a la cultura española que a la argentina e incluso ha escrito también en valenciano. Suyo es el certamen “La lectora impaciente” con 25 ediciones del premio. Fue la primera que incorporó la recepción de trabajos por correo electrónico. Participa, nos cuenta,  en instituciones culturales como Alfons el Vell. Son 25 personas y ahora ella formará parte de la ejecutiva.


Para completar la presentación leo el poema XXX autobiográfico del libro Frágil,  “Fui, soy yo…”


XXX


Fui, soy

nieta de cuatro personas

que dejaron su mundo,

huyendo de los pogroms y la guerra,

para subir a un barco atestado

entre los finales del 1800 y comienzo del 900…




La vida de Adriana ha sido muy azarosa.


Sus abuelos maternos salieron de Bielorrusia y de Ucrania y llegaron a la Argentina. Su abuela tenía 17 años y viajó en un barco desde Minsk hasta Rosario diciendo que tenía 18 para poder viajar. Su abuela materna y la hermana pequeña de su abuela quedaron en Minsk y fueron víctimas de los nazis por ser judíos. El pueblo donde nació el apellido Serlik en Ucrania ya no existe, masacraron a la población y lo destruyeron.


Mujer de origen judío, no es religiosa, nos dice. Pero se siente involucrada por la cultura sefardí. Su abuela materna era muy fan de Lola Flores y no se perdía una actuación de ella cuando iba a Argentina. Recuerda Adriana el odio profundo de su madre a Franco. El padre de Adriana murió con 39 años y oía a su madre decir cómo podía haber muerto el padre de Adriana y seguir vivo Franco. Su madre murió cinco años después. Desde los 15-16 años ella vivió con sus hermanos solos. Se agarró entonces a la lectura y a escribir. En Avellaneda, tenía a mano la biblioteca del Racing club, la biblioteca municipal y la Biblioteca Abraham Lincoln. Su padre le dejó también una biblioteca. Leía con 11-12 años a Emile Zola y “La alegría de vivir” de S. Zweig.




La escritura y la música eran sus pasiones. Quiso ser directora de orquesta pero se dedicó finalmente a la escritura.


En 1972, con 27 años, crea un gremio de escritores en Argentina. Tiempos previos a la dictadura en los que la Triple A asesinaba sin pudor. Trabajaba en Pfizer de donde la despidieron por roja, nos cuenta, y con el dinero del despido se fue a Roma.


En Argentina había editado ya la antología Improntus 6. Borges hizo un comentario a cada uno de los escritores publicados en ese libro. Y publica su primer poemario en 1972, Los espejos.


En Buenos Aires trabajó en un programa de radio de 1 a 3 de la madrugada hablando de libros y organizó la biblioteca de Federico Vogelius, el creador de la revista Crisis que dirigió Eduardo Galeano y Juan Gelman. Crisis en las Artes y las Letras era su título completo, de la que fue corresponsal en Roma donde realizó programas de radio y fue becada también para estudiar TV en Florencia por la RAI.


La RAI le ofrece ser corresponsal en Argentina pero optó por ir a Londres donde Federico Vogelius tenía casa. Allí conoció a Jorge Bosso que con Pilar Bardem creó la Unión de Actores. Es en Londres en 1975 cuando le detectan un tumor en el útero.


En Londres había manifestaciones contra los fusilamientos de Franco, era 1975, con Fraga como embajador. Allí conoce José Antonio Millán y Pilar Calvo que le invitan a venir a España. Decide venir a España para operarse. En Madrid comienza a trabajar de secretaria para Gustavo Domínguez para la editorial Cátedra. La despiden de Cátedra y se va a ver a los abogados de la calle Atocha. Al día siguiente de su visita fue el asalto al despacho y el asesinato de los abogados laboralistas.



Hizo una presentación en Tirso de Molina y la invitan a hacer un recital en el Ateneo. Allí estaba Rafael Soler, Acacia Uceta, Jiménez Clavería (que fue director del Prado)… La diferencia con los demás, nos aclara, es que ella no estaba conectada con el mundo literario. Ese recital se repitió 7 años después, no la invitaron ala cena posterior al recital.


Manolo Rico le presenta "La silla de paja" en la Asamblea de Madrid. Entrega en 1982 un poemario a la editorial Endymión, Poemas del amor y la soledad, que no se publica hasta 1996. 


Resulta que esta colección de poesía de Endymión se vendió a todos los institutos Cervantes, así que su libro está en todos los institutos Cervantes del mundo.


Lee de este libro un poema que leía para las bodas, el Poema XXIII

“Me apasiona la idea” Ese es el rezo, amaré cada poro tuyo, cada lunar.



Dice José Antonio que la lengua nos une. Uno de lo sitios donde se habla un español más rico es en Colombia. Y en Chile, añade Adriana.


Dice Adriana que el valenciano se habla en el interior, estuvo prohibido durante el franquismo. Pero cuando se dan cuenta de que uno no lo entiende, pasan al castellano. En Gandía le ha pasado que algunas personas no le dirigían la palabra por no hablar ni escribir valenciano.

No ha querido hablar valenciano porque intentaban obligarle. Lo entiende y lo lee.


Aun así, no para de colaborar y hacer actividades, ha comisariado las exposiciones DONART y este año FEMART.


Colabora con la asociación republicana de Gandía y cuando se reúnen el 14 de abril, lee el poema XXI


XXI (1991)


No me violaron

no penetraron mi vagina

no metieron mi cabeza en el agua

no golpearon

no colocaron electrodos

no me colgaron

no me mataron…




Este poema lo escribió en 1981. Sucedió que una señora le propuso acompañarla a Paraguay, a Asunción. Ya vivía en Madrid. El único libro que llevo fue el I Ching que ponía en la contraportada: Mao también se aconseja del horóscopo del I Ching.


En Paraguay con Stroessner estaban la cosas muy duras. En los años 50 hizo un acuerdo con Franco para acoger refugiados valencianos y catalanes. Los catalanes se dedicaron a la industria textil y los valencianos a la carpintería. Los valencianos al llegar estuvieron un año en un campo de concentración.


La Casa de España, en la que iba a trabajar ella, fue un centro de torturas. Sucedió que la que la llevó a Asunción denunció a Adriana a los militares por subversiva. Está con vida porque los españoles del Paraguay se movilizaron para sacarla de la cárcel. De ahí este poema. Los españoles le compraron un billete de avión para España antes de que la volvieran a detener. Dos años después en un restaurante de Madrid coincidió con la que le denunció pero Adriana no quiso siquiera hablar con ella.


Pregunta David Lerma si escribe narrativa. Contesta que ha publicado tres libros de relatos que no ha traído, "Haz de luz",  “El gran devorador y otros relatos” y “Silencio de Redonda”.

Luego empezó a investigar la historia de un espía alemán que durante la II Guerra Mundial de acuerdo con Franco se ocupó de llevar industrias de exportación alimentaria para Alemania.


De Albacete trajeron trabajadores a Gandía para trabajar donde el espía. En Albacete, nos recuerda, tenían su campamento las Brigadas Internacionales.




Leo el primer capítulo de su novela “El puerto invisible”


Pregunta Elena si una vez restaurada la democracia en Argentina si no pensó en regresar.


Nos cuenta Adriana que estando en Madrid escuchó la noticia del golpe de estado en Argentina en un autobús cuando iba a Cátedra. En España no tenían la visión de lo que eso suponía. Ella sí lo sabía.


Adriana ha ido varias veces a Argentina de visita pero su vida ya la tenía en España.


Dice que después de la primera multitudinaria manifestación de 1º de mayo celebrada tras la muerte de Franco todo fue distinto.


Va a cumplir 78 años, pero ya no tiene condiciones físicas ni psíquicas para volver.



Pasamos al último libro de poemas publicado, “Desconciertos”. Hay mucha poesía nueva y mucha anterior. Es una forma de cerrar sus publicaciones de poesía, nos dice, mostrando quién soy.


Presentó en Gandía el poemario y aunque asistió mucho público, en su mayoría le pidió otra novela.


Leo yo poemas del libro que traen la idea de la conciencia del dolor pero la decisión de seguir caminando.



Leo el poema 43 y le pregunto sobre él, sobre el verso “no vale la pena crear lo que no valoran”. Dice que se refiere más a la idea de que éste es su último poemario publicado. Muchas veces los escritores saben que los poemas que escribe se quedan “en la bolsa”. Es mucho esfuerzo que te publiquen, la poesía es difícil de vender, las pequeñas editoriales te piden que ayudes en la edición. Cree que ya ha cumplido su cuota. Ha publicado poesía pero también ha organizado exposiciones en Gandía como la de más de 40 mujeres artistas que expusieron en Gandía en 2021.



Y afirma, la sociedad debe cambiar a través de la educación y la cultura.


Hay gente que su nivel literario es regular pero está relacionado y está en todas partes. Hay autores que son buenos y que apenas tienen renombre.


Leo el poema 38, “Desprovista…” solo vivir.



Dice David Lema que no vivir de la literatura, por fortuna, te hace más libre.


Uno nunca puede escribir para gustar, uno escribe porque escribe, asevera Adriana.


Leo el poema 16, “De sus cuatro amores…”



Resume sus historias de amor con un final determinante.


Pregunta Isabel cómo nació la novela, cómo empezó a investigar la historia del espía alemán. Nos cuenta Adriana que cuando Zapatero desclasificó informes de la CIA de la época estaban los nombres de los espías alemanes que se ocuparon de industrias en el Mediterráneo, entre ellos el espía alemán del puerto de Gandía.


Leo el capítulo de la novela en el que a Franz Miller, el espía alemán, le encargan venir a España a llevar la fábrica.




Nos habla, ya terminando el encuentro de su investigación en las publicaciones de la época de rastros de estos acontecimientos.


Se acerca la hora de cerrar nuestro encuentro. Ha traído Adriana algunos ejemplares de la novela y del último poemario que los tertulianos le solicitan. Mientras firma los ejemplares y los dedica, nos vamos despidiendo sabiendo que en nuestra Tertulia hoy la poesía y la narrativa han protagonizado nuestro encuentro peo también lo ha hecho una parte de nuestra historia reciente, una parte de lo que ahora somos.


Gracias, Adriana, por tu palabra, tu ejemplo. Gracias por tu generosidad.


Javier Díaz Gil

3 de junio de 2023



Otras imágenes de la Tertulia 


















(Fotos y vídeos de David Hernández y Chelo Santa Bárbara)

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