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jueves, 26 de mayo de 2022

28ª Jornada/XV año: Miércoles, 18 de mayo de 2022

Urbanización "Rascamán"


Juan Antonio, Javier, Cinta, Chelo, Rocío, Carlos Ceballos, Carmen Padín, Mariana, León, Juan Manuel, Montse, Paloma Sánchez, Pedro Catalán, Jacinta y Anagonz.


Ya está, los tengo todos anotados, que no se me olvide ninguno por si luego me preguntan.


Y anoto lo que ha dicho cada uno, que tengo la memoria fatal y a mí cuando me preguntan, me gusta contar a las vecinas lo que se cuece en el vecindario.


Lo de Mariana, desde luego, es para contarlo. “Portal” repetía al principio. Y que si llegó la muerte a su ventana, un mes en la cama. La mano de su padre. Yo, con ella, y ella, conmigo. En su brazo, un ejército de hormigas. Luego ha leído un poema de León publicado en la revista Río Arga en 1985. Decir tu nombre.


Me ha dejado un poco preocupado lo de Mariana. Parece ya más recuperada, menos mal.


Juan Antonio cita a S. Zweig, un libro que recomendó León, “Castello contra Calvino” y cita también a otro, debe de ser un escritor o algo por el estilo también, José Hierro, y que llegó por el dolor a la alegría. Estos vecinos del bloque de la urbanización “Rascamán” no andan buenos. Ha escrito algo del “Alma” y que si es el enigma de la vida sempiterno. Recomienda más cosas, la exposición de Klimt. 


Carlos Ceballos, desde una pantalla, -por lo que sea, debe de estar confinado- lee dos cosas. Lo primero que si quedarse a la espera, que si sortear un nido de ametralladoras dentro de ti. La próxima dentellada del tiburón oscuro que te ronda. 

Éste está para llevar a Urgencias. No están buenos estos rascamanes, no.

Lo segundo, de que si es complicado colocar el vientre y los cubiertos en su sitio. Y algo de respirar por una cánula.


A mis vecinas no sé, pero estoy por ir a contarle a mi médico de familia todo esto, seguro que le interesa.


Javier ha leído cuatro haikus, cosas de unos bichos, que si unas polillas y unos ciempiés y así. Debe de tener la casa infestada, más le valiera que se la fumigaran.


Te digo yo, que esta urbanización muy sana y limpia, no es.


Cinta no dice más de cien palabras, algún mal le afectará para no decir más cosas. Algo de una enredadera, me pareció. Pesadillas diarias. Solo la puerta parece real, abre la nevada. Una costa con barcos amarillos hasta el horizonte. 


No debe conciliar bien el sueño. Pues dormir es importante para tener buena salud.


Luego lee un poema sobre tocar, empezar con los dedos inocentes a descubrir el mundo.


Lo de Chelo parecen mal de amores. El que no sufre en lo físico, lo sufre en el alma. Vaya tela. De un amor rescatado, de cuando amaba. Quiere torturarle y que defienda su honor. Pues sí que le debió de hacer daño. Porque en el segundo poema que lee habla de los ávidos miembros que se deslizan hasta quedar enlazados.


Rocío, creo yo, se está dando cuenta del lío de males que tienen en su urbanización, vaya, y que quiere hacer una mudanza. Conoce a un tal Nino que limpia zapatos y pide siempre el doble y a unos barquilleros que tienen un negocio familiar. Algo dice del Rastro y de Lavapiés. Estará mirando donde mudarse.


Carmen Padín, que también habla por una pantalla -debe de estar confinada también- no está muy bien de la chaveta. Dice que su tía Conchi hablaba con el sofá. Ya sé que son cojines pero están dormidos, parece que decía. En su familia hablan con los bártulos.


Juan Manuel Criado se ha dejado ver después de mucho tiempo pero guarda silencio. Qué raro.


Empiezo a tener claro que en vez de a las vecinas esto le va a interesar ya no sé si a los médicos o a la policía.


Montse tiene lío entre la verdad y la mentira. Verdad, mentira y viceversa, dice. Ha visto el alba desprenderse de un insomnio… Otra que no duerme. Dice que una piedra le contempla, dureza, arenisca bien trabada. Hay una fuerza de tormenta en tu palabra.

Insomnio y recelo también tiene, por lo que sea.


Paloma Sánchez, otra que está confinada y habla desde la pantalla. Es raro, algo sobre una escena final, de imperfectos puntos de fuga. Que si Hamlet y Ana Karenina y don Quijote y Madame Bovary. Delira, fijo.

¿Qué pasa si no eres animal de rebaño?, repite. Y luego vuelve a delirar, que si Shakespeare y Mujeres al borde un ataque de nervios. Les dice a todos que el arte puede revelarnos los monstruos de la vida y de la muerte.


León del que hablé antes, toma la palabra, con aspecto cansado, parece que recuperándose de una enfermedad lee un haiku: Desvergonzada/se desnuda de nubes/la luna llena.

Está pensando en sus nietos a los que escribe cuentos, como este “Lobito de hierbabuena”, un lobo enamorado y una niña bondadosa.


Pedro Catalán está en plan denuncia, que si no hay justicia en este país. Indignado está. Si empezamos mintiendo acabamos robando. No sé qué dice de Capransa, Caprensa, Caprinsa, Capronsa…Se le ha hecho un lío la lengua.


Madre mía, están fatal los rascamanes.


La última en hablar en Anagonz. El Día de las Letras galegas y Florencio Delgado Gurriarán. Por lo que empieza a contar, la cosa va de mal de amores otra vez. Sin diferencias. Las lágrimas no entienden diferencias entre amor y más amor. Para darle la vuelta a las almas.


Esto de los rascamanes no es chisme de vecindario… 


-¿Hospital psiquiátrico?. Sí, sí. Es para hablarles de un grupo que deberían conocer. ¿Qué? ¿Que ya saben de ellos? ¿Por Carmen Padín? 


Vaya chasco.

Los de la urbanización “Rascamán”están para encerrar.



Javier Díaz Gil
26 de mayo de 2022



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