Mi nombre es Niccolò Paganini, he sido obsequiado con el regalo más extraño, un sueño músico poético, el sonido de una orquesta con la fusión de versos, palabras, la presencia de los músicos más originales e inspirados, un conjunto musicale molto virtuoso, empezaba la sección de viento y Juan Calderón, con su trombón sé que transmitía el amor en sus notas, arpegios de vida y la muerte en un glisando en decrescendo con sus metonimias personales, vividas. Se superpone el clarinete, Cinta Rosa, con una emoción única “puntos - líneas” ritmo y rima, “Esferas” una fantástica sonata de magia que deja un fraseo irrepetible.
Juan Bautista y su trompeta sonora y con un
ritardando misterioso con la muerte en una danza sin igual, relato de
construcción sólida y contundente sabiendo por donde iba su historia “Un
traje blanco y un velero engalanado” y por último, quitándole el sitio a la trompeta, un oboe dulce, inestimable,
pero en mezzoforte de Rocío en su relato por unas notas con historia familiar sobre
raíces que unían a unos buenos sonidos ,su reverberancia era con final de redonda, con verbos directos,
ya yendo a la sección de cuerda, la cual conozco a la perfección, Una viola
atrevida, Alma, con “Amazonas Historia” fue de una resonancia auténtica,
iba en crescendo mezcla el sonido moderno con lo antiguo, creo oír en ella los
pífanos de los griegos y su final, un relato extraordinario y sorprendente.
Carlos un violín descarado, nos deja una serenata
de agua fluvial, con el sonido de los ríos que transporta agua cansada, sutil
un pianísimo que llegaba en torrente lejano, pero sus improvisaciones, “Otoñada”,
era raudo entre las cuerdas, un primigenio sentir sobre sus staccatos, yámbicos
farsantes.
Omega, su mirada me es familiar, con su violín toca
una cuerda sensible, el hambre, “Hambre cero” su comienzo cuasi presto y
termina en piano, metáforas ávidas para saciar el látigo eterno de la humanidad. Un violonchelo entra a su vez, Javier, “El vuelo “ volando con sus bríos,
un forte con alas y en sus símbolos poéticos, imágenes simbióticas de un spicatto. “Meridiano cero” , presionaba
en su centro las cuerdas que se extendían a aguas lejanas, un país en el
horizonte. Al ver tal orquesta se alejaban de mis oídos la percusión. Entre sus
nombres músicos de renombre en su sección (León, Alberto, David, AnaGonz) porque
alberga esta nueva orquesta unos sonidos prístinos, mi asombro fue desear con
Il mío violino unirme a ellos, realidad de un fantasía, pero con la mia música. Ella está lejana, pero espera a su retorno, a volver al sueño no cumplido, 239
años dejan mi virtuosismo atónito de tanta admiración en un público
desconocido.
¿ Es una promesa o una advertencia?
2. Carmen Padín:
CALAVERAS RASCAMANERAS
En el café La Traviata
Sombrero, abanico y guantes
La Catrina parte plaza
Con ademanes galantes
Poetas y narradores
De apellido RASCÁMÁN
Evitan darle la mano
Y le ceden el lugar.
Aparece Juan Calderón
con tres heridas sangrantes
Ya vuelan sus versos flagrantes
Con palomas mensajeras
Escurren los lagrimones
Y pañuelos a montones
Me lo llevaré sin duda, piensa la Parca expectante
En el lugar remoto donde escondo mi guadaña
Ha sentido la mordaza del chico que lee el diario
Que a este poeta extremeño ya le busquen el sudario
Juan se le acerca al oÍdo
Con versos de porno y pinole
La muerte sonríe lisonjera
Ya será de otra manera
Que recoja tu alma extremeña.
*
Un dolor intenso en brazo y muñeca
Y Cinta Rosa clavemorsea.
Punto y línea, punto y línea
Sin esperar respuesta puntual
No sabe que la muerte ronda
entre ruinas de azabache y sal
A todos nos pone la raya
O un seco punto final.
De tanto vivir en la selva Leónida cansada está
No te preocupes, morena que te vengo a rescatar
Dice la Parca enredada entre tanto y verde manglar
Hilaria de sangre nueva se quedará en tu lugar.
*
Viste Juanito Raña
Traje blanco y nuevo
Póliza y alquiler
Reparte las rosas blancas
En cementerio y doquier
Tú sí me entiendes, compadre
Te invito una caña y tequila
Tú bien sabes que a los vivos
No los quiero ver morir
Solo en reserva los pongo
Para el último festín
Ya te nombran rey de muertos
Por tanto quererlo estar
¿Habré de ponerme celosa? ¿nombrarte mi concejal?
Juan Bautista y Raña vente conmigo a currar.
*
Se debate la Parca ese día
¿A quién me habré de llevar?
A mí no, responde Rocío
Un cuento te he de contar
Pa´ quitarte la ambigüedad
Mi abuelo me tocó un pecho
Se pone la niña a narrar
La Muerte para una oreja
Quiere saber mucho más
¿Qué clase de amor es éste?
Exclama la Muerte a voces
De esos que no hace falta
Con palabras salpicar
Responde la niña Marga
con su tierno replicar
La Parca se queda muda
El cuento, sin terminar
Sabia decisión, Rocío
La flaca tendrá que esperar.
*
Un amigo de Alicante
Y Chelo se pone marcha
La Parca y los Rascamanes
Impiden tal desazón
De pie y arrepentida
echa unos versos al aire
Para ver si de esa forma
Se libra de ir al panteón
Aplaude la Muerte y dice:
Si tu supieras Chelita,
Cuánto abomino yo
A esos que me suplican morir
Morir y morir de amor
Para luego regresar
desechos del corazón.
*
¡Nos regresa el Alma!
Suspiran los Rascamanes
La Parca se torna tiesa
Al ver a Alma al acecho
De una presa y si puede dos.
Afila la guadaña
Pentesilea la espada
Ha estallado el horror
Aquiles se pone en guardia
Olfatea la muerte a su alrededor
Ay Alma disfruta conmigo
Le dice la Muerte encendida
El placer de la persecución
Yo te asegura, querida
No un trofeo sino dos
*
Escondida tras los canchos
Descansa la Muerte tranquila
Carlos Ceballos camina
Peinando las aguas del río
Ya lo contempla cansina
Mientras él se juega la vida
En robarse los colores
Para pintar poesía.
Amarillea la primavera
Claros para el estío
Verdor primigenio al otoño
Para entrar en el invierno
Con los pinceles vacíos
No me lo llevo por flaco
Hay huesos a saciedad
Y porque claro lo tiene:
Con dos opciones
No tenemos libertad.
*
¡Traidora!, exclama la flaca
Tú que me guiñas el ojo
Hoy me dejas en el paro
Se acabaron los despojos.
Sin hambre que gorgotee
los estómagos vacíos
En estúpidos coprófagos.
Tendré que confiar mis vicios
Desde ahora te suplico, Omega, cariño
Que no ofrezcas tus espléndidos manjares
Ni pasteles ni alfajores ni quesillos de la Vera
Que es el hambre mísera mi camarada sincera
*
La Calaca se muestra inquieta
Quiere escuchar los poemas
De un señor llamado el Boss
Se quita los guantes coqueta
En espera de los versos
De aquel Javier escritor
Ya vuelan por los aires
Palabras a tutiplén
Vuelven y se revuelven
En cuerpos, sueños, viento y flor
Estos versos me reviven
Y eso a mi ser no conviene
Volver al cielo es posible
Y quien del infierno proviene
de ése me encargo yo.
Sentencia grave la Parca
Sin dejar de sonreír
Por los motivos del vuelo en barca
Que se acaban de referir.
En una cosa coincido, poeta de lo profundo
Hay lugares donde no comienza el mundo.
Se pone los guantes de seda
Ve de reojo y esgrime
¿Habrá otros donde no termine?
*
Cambio de tercio; Omega se va con su música a otra parte.
*
Alberto se ha salvado
Por un pelo de gato calvo
Por recorrer el camino
Que Santiago le ha marcado.
Por muy bendecido que esté
Tenga claro el peregrino
Si no lee sus pergaminos
Lo cogeré en el santo sendero
Lo llevaré de una oreja
Hasta su fatal destino.
*
La luna lo mira mira
La Muerte lo está mirando
León ebrio de plata
La otea y escribe escribe
A la luna está blanqueando
Con llamas de sueño y nata
Sostiene la almohada el rumbo
Con la vela de la nada.
No te quiero todavía
Le dice la muerte ingrata
Escribe, León, escribe
Y no te daré más lata.
*
Muy triste la flaca ha quedado
Llorando en oscuro rincón
Por no haber escuchado
A David y su novelón
David, cariño mío
No me hagas esperar
Te prometo mi atención
Lee hasta la hoja final, tío.
David se pone contable
Remembrando a Sherezada
Cuatro folios a ritmo estable
Y se queda enamorada.
Alegraos Rascamanes
Que hoy estamos de suerte
Para engañar a la muerte
Se requiere un par de ....
*
Es el turno de Ana Gonz
Va a rematar la sesión.
De pronto piensa la Parca
Ésta es igual que yo
Punto final en gallego y también en español.
No nos parecemos, Catrina
Replica Ana con ira.
La Muerte con sorna agrega
No me lleves la contraria, meniña
Tú reniegas de la vida
Yo sin ella no soy nada
Me has pillado la estrategia
Es verdad que yo disfruto
Ver morir a fuego lento
Sin tanto luto y lamento
Dos y tres y cuatro a seis.
Átame los zapatos, Ana
O recítame en portugués
Pues te digo, muerte insana
Que esta vez no tengo gana
Ana, te suplico, pon el punto de una vez.
Carmen Padín
1 de noviembre de 2021
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