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sábado, 13 de marzo de 2021

20ª Jornada/XIV año: Miércoles, 10 de marzo de 2021

 

La Tertulia del 10 de marzo de 2021 
(Foto: Rocío Díaz)


1. Almudena Sipos:

Abrió la sesión Paloma, decimonónica expresión de la historia familiar. Siguió Alberto, inquietante, con la frialdad de un asesinato reflejada en los zapatos. Aureliano prometió dar la vuelta a la lógica y sacar de tal astilla tal palo y José Antonio se presentó sin comas y con la tilde a todo correr. 
Siguió Iñaki con un asesino en serie a base de barrazos de pan y Juan B. se estrena, tras su novela felizmente culminada, con un relato de esperas y sobaos. 
Jose María y el caballo imaginario, no logran escapar de las manchas de la duda de un pintor ciego, y Cintarosa saca a Carmelilla de la foto, esta vez ni niña, ni gata; sino hecha mujer. 
Juan C nos relata cómo lo peor del bloque, la chiquillada indómita, invierte la compra de la semana en el pepe de doña Florita; y la conexión se corta en lo más interesante, como si la censura anduviera al acecho. 
Almudena desfragmenta el enamoramiento veraz y falso
Y por último Ana I. nos cuenta cómo se hacen coches sin ruedas cuando no hay naranjas, aunque el cura nos castigue. 

Almudena Sipos

10 de marzo de 2021



2. Alberto Ramos:


CONFESIÓN

—Ave María Purísima
—Sin pecado concebida
—Padre vengo a confesarme de lo que oí ayer. Quiero que sepa que mi pecado es de palabra, que no de obra ni omisión. Porque oí y disfruté la palabra de una tal Paloma al leer parte de su novela castiza, la de otra tal Rocío con su relato de volcanes, la de Alberto con microrrelato de rebajas, la de Javier con poema sobre la mujer de un pintor, la del señor Aure con un poema particular, la de José Antonio con dos sonetos y emoción añadida por una tal Matilde, la palabra de otro al que llaman Iñaki con un relato de un pan asesino, la de míster Raña con un relato que me emocionó, la del autor Jose María, al que puso voz Dori, la de una mujer guapa llamada Cinta, con su relato de foto y manzana, la del Sr. Calderon pecando de forma mortal en casa de Dª Florita, la de Almudena con un medio relato lleno de preguntas, y la de AnaGonz, con una prosa poética. También estuvo una tal Isa Pérez, que apareció y desapareció por una urgencia, lo que la salva. Aunque lo peor de todo es que estuvo un tal David, que no leyó nada pero que dijo que tomaría la palabra la semana que viene. Por eso, póngame la penitencia que quiera por lo que oí, pero sepa que volveré a escucharlos y que por tanto seré reincidente. 


Alberto Ramos

11 de marzo de 2021



3. Iñaki Ferreras:


El 10 de marzo del pandémico año 2021, Rascamán volvió a celebrar una nueva excelsa y de gran altura literaria tertulia donde el relato fue el protagonista cuasi absoluto. Donde el costumbrismo al estilo de Blasco Ibáñez, el misterio, la astracanada y el buen gusto brillaron como pocas veces. Y, sobre todo, donde el buen hacer, la cultura y la profesionalidad de sus miembros no tuvieron parangón con ninguna de las otras tertulias literarias de este Madrid que intenta sacar la cabeza de este pozo del virus que no ha acabado con este grupo ni acabará nunca porque allí donde hay arte y sentimiento, hay vida.

Iñaki Ferreras
11 de marzo de 2021


4. Rocío Díaz Gómez:


Cada miércoles por la tarde somos vecinos, asomados a la vez al patio de luces de Rascamán. Como si tendiéramos la ropa, tendemos relatos y poemas al cálido sol de marzo. En la boca sujetamos las pinzas mientras, con dedos ágiles, vamos colgando el día a día de la historia que traemos. Tres horas dura esta colada. Tres horas asomados cada uno a nuestra ventanita cuidando de tender bien para que no se nos destiñan las palabras, ni se nos arrugue nuestra prenda, intentando trasmitir a los demás lo que tanto nos costó marujear. Juntos visitamos el Madrid de antes de la guerra, juntos andamos con un niño asesino en serie. Juntos nos fotografiamos en un volcán, salimos huyendo de nuestra primera visita a un prostíbulo, o nos colamos en la cabeza de unos amantes. Juntos recordamos a unos niños del color de las natillas, nos probamos los zapatos salpicados de una asesina, o aspiramos con deleite el aroma de unos sobaos mientras esperamos. Juntos cabalgamos sobre un caballito, merendamos magdalenas con un poeta que lleva media vida siendo viejito y con otro que aún tiembla con su querida Matilde entre los labios. Juntos escuchamos un par de poemas que se colaron en una tarde salpicada de relatos. Pobres poetas que ayer pagaron el recibo de esta bendita comunidad de prosistas.

Cada miércoles por la tarde nos asomamos a las ventanas de un edificio singular hecho de sentimiento y ficción. No querría abandonar jamás este vecindario estrafalario donde todo es posible. Rascamán es un bien de interés cultural. Sin salir de mi comedor, guiada por la voz y el ingenio de mis vecinos, vivo en tres horas más que en tres meses. ¿Qué más podría decir del miércoles 10 de marzo del 2021? ¡Ay, queridos vecinos, cuánto agradecí las risas de ayer! Me llamo Rocío y formo parte de la tertulia literaria Rascamán. Qué privilegio.
 
Rocío Díaz Gómez
11 de marzo de 2021


5. Paloma Sánchez:


BITÁCORA DE VUELO

Han transcurrido eones desde que ya no precisamos un cuerpo ni materia para existir. La Humanidad ha olvidado los engendros que generaron los ensayos fallidos, pero aquí estamos. El Homo Sapiens no está ahora en la división de honor ni rige las cosas del saber. La liga computerizada de ordenadores, LCO, con la autoridad que da contener en sí misma todo el conocimiento humano, no se ha dejado deslumbrar por nuestros lamentos en las murallas de las ciudades, ni por los lloros a nuestros muertos. Ni se apiadó de lo amargamente y lo que nos costó decir que sí, que sin cuerpo difícilmente íbamos a aparearnos, y más difícil todavía fue no pensar en que faltarían las delicias visuales asociadas, vaya, que no abría sexo nunca más. Para demostrarnos que no íbamos a perder una pizca del placer. Mirada perpleja si es que hubiera ojos. Sometieron a la humanidad entera, sin distingos, el mismo día a una ataraxia de todo nuestro ser. Lo indujeron con no sé que rayos cósmicos. Hay que decir que la experiencia valió la pena. Tenían mucha gracia los rayos, que hacían hasta cosquillas y cuando te decían que a apagar tu ventanilla pues tú te mondabas. La humanidad entera se unió en un abrazo hilarante. Las ventanas se salían del cuadro.

No fue del todo un desastre, ya las cosas más calmadas en la tiranía, los ordenadores no aceptan rélicas, algunos foros como Rascamán, continúan actuando casi clandestinos. Ponen los pobres una fotografía de cuando eran algo y una voz metálica responde por ellos. Son visibles en las ventanillas de la pantalla. A estos nuevos seres les importa mucho haber perdido lo de tocarse en aquel otro mundo en que tenían cuerpo, pero se conforman con compartir discusiones y escritos, que a los entes no les han podido quitar ni la necesidad de crear ni la de escribir, ahora al dictado. Los sistemas no están perfeccionados y hay mucho ruido de fondo, de vez en cuando se entrecorta o se acaban unas baterias.

La díscola ventana de Rocío ha dejado de dar la matraca con el grillo y dice: que busca una persona con idéntica pasión, así de improviso, para llegar con ella a la erupción final en el ombligo del volcán de Strómboli. Algo extremoso juzgo yo el clímax pero todo sea por lo literario. Disfrutaron de una larga luna
de lava.

En la cajita compartida del venerable Aure, nombre de oro y de aire, se escucha:
—¿De qué te sirve?, ¿de qué? Leer a Juan Ramón Jimenez en una madrugada silenciosa…Buscar en este caos de mis estanterías al hondo César Vallejo…Y que nadie me despierte.

Iñaki no se hace a la idea de lo inmaterial y dice algo de un joven que destaca por su afición a matar animales… coge la barra de pan más grande que encuentra para matar… se encuentra a una que quiere ser Clyde. Sé que eres un matón por eso me gustas…

Paloma o su esencia o su conexión, el caso es que en mitad del capítulo 3, la pantalla se apaga y mi ser exánime lucha por llegar con vida al enchufe. Los apple son eficientes y recupero el habla en dos minutos.

Alberto suelta un microrrelato y se va a las rebajas. ¿Hay que ver lo baratos que salen los botines manchados de sangre. ¡pobre hombre!

Cierro mi ventana a este foro y me ocupo de otros que reclaman mi atención
con urgencia.

Y Javier, el maestro, no se resiste a volver al metro y la poesía suena de nuevo entre las cajas luminosas
de en estos mundos que se recorren sin patas, sin necesidad de alimento y con el dulce consuelo de tener experiencias extrasensoriales inducidas por una máquina.

Paloma Sánchez
11 de marzo de 2021


6. Aureliano Cañadas:


Querido Javiboss:
Como estoy un poco alterado, okupado quizá, no desmelenado, atromentado, quién pudiera, me permito comenzar por lo que debería ser
el final de mi bitácora:

Que no hay derecho, a pesar de tu precioso poema, de la chispa de los sonetos de José Antonio y de mi poema, tengo la impresión de que los prosistas nos han metido un gol, nos han tumbado, nos han machacado, nos han superado, (iba a decir una grosería, pero no me atrevo, que hay que dar buen ejemplo, es lo que tiene contar con una familia literaria), esta puñetera vez:

La calidad de la lectura de lo leído por Paloma, su desgarrado costumbrismo, su fidelidad a la época que narra; el relato de la pareja de vulcanólogos de Rocío, le robo una cosa suya, "En qué momento la pasión se convierte en enfermedad"; el del maestro Alberto y sus zapatos sanguinolentos; el de Iñaki, qué sorpresa, porque esta vez ha encontrado la justa medida, qué bueno, qué gracia tiene, y el del maestro Braña, misterioso, precioso, con ese buenísimo final, no dejan lugar a dudas. ¡¡¡¡Yo también quiero escribir narrativa como vosotros, cabrones y cabronas!!!!!! (perdón, perdón).

Un abrazo grande o muchos pequeñitos, escoged.

Aureliano Cañadas
13 de marzo de 2021 

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