El maquinista de la C5
El maquinista del tren de cercanías de las seis de la tarde de la línea C5 de Madrid no podía dar crédito a lo que le estaba sucediendo; había tenido que parar por completo la máquina al llegar a la altura de la calle Méndez Álvaro. Entre las traviesas, en plena vía, se encontraba un hombre portando una campanilla plateada que hacía sonar insistentemente.
- ¿Qué hace? Quítese de ahí – ordenó el conductor asomándose por la ventanilla.
- Tenga paciencia, sólo será cuestión de diez minutos – suplicó el extraño – ¡Venga, chicos, ya podemos comenzar!
No se sabe de dónde, pero a la orden del hombre, un grupo de grafiteros zarrapastrosos se plantó ante las puertas delanteras del primer convoy.
- Comienzo yo – dijo una chica con cara de ángel, pero con muy mal genio.
Rocío “LA PINTAS”, con un bote de aerosol amarillo escribió en el lateral del tren “COREOGRAFÍA DE GRITOS”.
- Y eso ¿a qué viene? - interrogó el cabecilla.
- Es un relato de dos amigos que desahogan su impotencia gritando al océano desde un bunker – contestó cuando terminaba de dar el último retoque.
A continuación, Paloma “LA NINFA” comenzó a escribir “LA VIDA DE MATI, LA BELLA” en color cielo.
- Mira que sois raros, ¿se puede saber qué significa eso? – el cabecilla de malhumor.
- Es la historia de mi tía que de niña quería ser costurera y la pilló un bombardeo en Madrid en 1936.
No había terminado de escribir, cuando Susana “LA CHULAPA” batió el bote de aerosol naranja y en una ventanilla puso “Y LLEGÓ EL LUNES”.
- Ya sé, te lo explico, es una historia inspirada en la canción “you’re beautiful” de James Blunt.
- Mira que eres castiza Susanita – comentó con sarcasmo la siguiente en pintar.
Cinta “LA PASIONES”, escribió “CUCURUCHO” en verde puro tardando un par de minutos en hacerlo.
- Es un relato sobre la pereza.
- Ya se ve, te lo has aplicado al escribirlo, mira con que calma lo has hecho; coño, que no tenemos toda la tarde – se quejó Juanito “EL IDÍLICO” antes de dejar su huella en el tren con las palabras “EL PESO DE MIS PUNTOS CARDINALES” en color teja.
- Mira que eres rebuscao’ pa’ poner un título a un poema – comentó un tío con pinta de sudaca.
- No se podía llamar de otra manera, es un hombre mayor que vende recuerdos.
- Quita, quita de ahí que te voy a dar un pescozón – amenazó Juan B. “EL CUBANAME” antes de escribir “RITMO EN COLOR” en violeta.
- Mira que eres cursi, del Caribe tenías que venir – comentó en forma altanera Alberto “EL ALATRISTE".
- A ver qué vas a poner tú – replicó EL CUBANAME.
- NA – DA.
- ¿Así se llama tu poema?
- ¿Qué dices? Yo no pertenezco al lado oscuro. Yo soy de relatos, pero hoy no he traído nada, dejando su firma en color pardo.
Desde lejos, decían algunos que desde Barcelona se presentó Omega “LA RUIDITOS” para dejar constancia de su creatividad. En naranja, debajo de la ventanilla, pintó “COMO PIENSAN LOS ESCRITORES”.
- No es mío, es un libro fantástico escrito por Richard Cohen.
A continuación, escondida entre unas gafas, apareció Isa Pérez “LA DEPRE” que, agitando el espray azul cobalto se colocó al lado de la puerta y escribió “EL INFORME PERFECTO” y “DOS C”.
- Esto es de lo último que he escrito… poesía depresiva.
- ¿Me podéis dejar? ¡Joder, que estoy trabajando! Voy a llamar a seguridad ahora mismo – interrumpió el maquinista malhumorado.
- Lo siento buen hombre, sólo serán tres minutos más. Mire yo ya he acabado – se disculpó David “EL PELAO” después de dejar sobre el tren “MIENTRAS ESCRIBO” en verde manzana.
- Es un libro de Stephen King – completó.
Desde el fondo del grupo, parecía una de las más recientes adquisiciones, riéndose, apareció Lurdes “LA RISITAS” que agitó su bote crema y a la altura de un faro, puso “Y TAN ALTA”.
- Se lo dedico a María.
Corriendo, apareció Maite “LA DREAMING”.
- Pensé que ya no venías – reclamó el jefe de la banda.
- Es que lo mío es corto – replicó antes de pintar en cobalto “SIN TITULO”.
De repente, bajándose del vagón, se presentó Ana Preckler “LA CANARIA” y comenzó a trazar “VON JAWLENSKY” en gris al mismo tiempo que comentaba “Es una crónica de una exposición que vi ayer con “LA RISITAS”.
- Bueno, soy el último – dijo un hombre, Juan Antonio, al que todos apodaban “EL CUMPLEAÑITOS” – esto es lo mío.
En color chicle, casi a la altura de los raíles, escribió “EL TUNEL EN LA PANDEMIA”.
- Ya estamos todos, ¿no? – preguntó en voz alta “LA PINTAS”.
- ¡NOOOOOOOOOO! A ver si me juego la vida parando la máquina y me vais a dejar sin poner mi huella – respondió el cabecilla.
- Es verdad, venga Javier, “EL CAMPANILLAS” no puede faltar.
EL hombre dejó la campanilla a “LA DREAMING” y en color verde césped dibujó “LA CONTORSIONISTA”.
- Ya puede seguir su camino caballero. Por hoy, hemos acabado.
- Espere, espere ¿Nos deja hacernos una foto? – interrumpió “LA PASIONES”
Todos se colocaron en frente de las pintadas y dejaron testimonio de su intervención.
El maquinista sonrió, tocó el pito y despidiéndose puso en marcha el tren. Los grafiteros lo aplaudieron e igual que aparecieron, se esfumaron. El próximo miércoles tendrían otra cita, interrumpirían la línea C7 a la salida de Alcalá de Henares.
Juan Bautista Raña
26 de febrero de 2021
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