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martes, 8 de octubre de 2019

2ª Jornada/XIII año: Miércoles, 2 de octubre de 2019

Secretos


1. Rocío Díaz Gómez:

Mi querida bitácora,

De aquel octubre recuerdo el calor que hacía y que casi comenzaba el curso en el nuevo Café. Aún teníamos que acostumbrarnos a la mudanza de Rascamán. Era tan cómodo nuestro sótano y estábamos tan independientes... Cuesta salir de lo conocido. Pero al menos seguíamos en el barrio, que no era poco.

De aquel día 2 recuerdo que los Juanes se nos pusieron pachuchos, a Alma le costaba remontar y María vino, aunque comenzaba el curso con su pena. Siempre hay tristezas revoloteándonos, pero a veces se nos posan encima y no somos capaces de espantárnoslas.

Pero allí estábamos.
Alberto vino con el cumpleaños puesto y le cantamos todos a coro. Con Marina bromearon León y él, llamándole “la Rumana”. Y José Antonio nos contó que había regalado dos gallinas con nombre de telenovela a María Eugenia, nuestra argentina. Era tan agradable ese pequeño bullicio de confidencias, bromas y chascarrillos cuando fuimos entrando, como había sido siempre.

Después ya hubo tiempo de sobra para que todos leyéramos: Mariana, sus poemas; José Antonio, los suyos; María, sus haikus; Rocío, una carta de amor; Luis, un poema; Alberto, un microrrelato, León, otro poema; Javier, sus poemas; Cinta, un relato; y Carmen, unos haikus. También estaba David pero no trajo nada, y luego llegó Vicente pero tampoco. Aunque el primero habló de un relato muy especial y el segundo de sus incursiones en el teatro.

De aquellos textos escritos recuerdo su originalidad, su calidad; recuerdo versos estelares y la atmósfera que impregnaba el aire tras su lectura. Recuerdo todos los títulos y algunos magníficos finales. Recuerdo por último las pinturas de Carmen, nuestra artista mejicana.

Y recuerdo lo bien que sabía la pasta que acompañó a mi infusión y lo bien que entraban, tontín tonteando, las patatas y aceitunas, qué ricas. E interiormente anoté otro punto para el nuevo café: su sabor.

Por supuesto, que sí, claro que sí, hubo literatura, y mucha. Pero eso solo lo sabemos los Rascamanes que estábamos allí. Juntos la aprenhedimos y aprendimos. Juntos.

Pero eso bitácora, es nuestro secreto y no te lo puedo contar. Porque por mucho que yo te contara, no sería suficiente. No se puede contar cómo se siente si estás allí, en silencio, rodeado de las voces de los Rascamanes y el crujir de sus papeles. Ese sentimiento es un murmullo, un ronroneo, un cosquilleo que te llevas puesto cuando vuelves a casa.

No bitácora, no te lo voy a contar.

Es lo que tienen los secretos que dejan de serlo si se dicen en voz alta.



Rocío Díaz Gómez
5 de octubre de 2019

2. José Antonio Carmona:

Los virus compiten con los rascamanes por hacerse con el mundo, Hay bajas, no son graves pero duelen.

Los que estamos… ¡Ay los que estamos! Nos armamos de roibos y cerveza y empieza la tertulia.

Tareas pendientes: el 19 de Octubre en La Flauta Mágica, Piluca desde Trovaderescas contará historias, alguna escrita por  Rocío. Dicen que en el nuevo gobierno, si alguna vez sale, propondrá un impuesto sobre el lujo de escucharla  y otro (más barato) por leerla. Es la igualdad.
Noviembre intenso. El 4, colgadura (eso ha dicho Javier y me ha dejado preocupado, me miró intensamente mientras recitaba algo sobre no sé qué, otra posibilidad es que se refiriese al estado mental que alguna vez se ha atrevido a comentar Carmen Padín). Pedí explicaciones y me dijo que no, que era por lo de Recoger el Guante. El 8, Lectura y el 24, en La Iván de Vargas, lectura de relatos o poemas relacionados con el otoño
Lecturas intensas y hermosas e inteligentes Haikus  y Haigas (María Juristo y Carmen Padín (https://es.wikipedia.org/wiki/Haiga) Relato hermosísimo de Rocío (la culpable de ese nuevo impuesto sobre el lujo de escucharla) Alberto Pedazo de microrrelato (no sé si esto puede considerarse un Oximorón) Soneto de León (faltan tres para completar el libro) sobre la incongruencia de la cordura  . Cinta nos lee su relato que puede ser pretexto para una novela, Mariana nos pasea con sus versos por el otoño

Ojo con Mariana, acaparadora de musas y actividades, el /la Tesla de la Poesía  (TP). Este año probablemente llegue su tercera publicación 
Luis rompe, con unos versos en los que cerrando los ojos ves espadas de samaurai y movimiento en un paisaje especial
Javier nos lee uno versos que engarzan con otros anteriores Corto, inteligente e intenso (poesía)
Yo leí un par de cosas, una de ellas era una hoja de reclamación por lo de la Pangea (no creo que contesten)
Luego pagar las birras, abrazos y
Al salir encontré esto en un cubo de basura que ahora comparto



PD Me pasé de renglones, lo siento. Soy disperso. Se me olvidaba, David nos recordó el relato de Antonio Ortuño: La Batalla de los Hastings Y además ya nos lo mandó. ¡Gracias David!


José Antonio Carmona
6 de octubre de 2019


3. David Lerma:



EL VIAJE

La nave Rascamán se dispone a despegar en quince, catorce, trece. Dicen que en Marte los poemas flotan debido a la baja gravedad. Pues allí que se van. En doce, once... Los depósitos están llenos de aceitunas, cervezas con y sin alcohol, cafés, infusiones, patatas fritas. Inicia las maniobras de ascenso el piloto José Antonio, con dos poemas, uno protagonizado por Ulises, pero sin argonautas, y otro que es puro divertimento. Diez. Un diez, ¡sí señor!: eso es lo que le pondría yo. Toma los mandos la astronauta Mariana Feride, que en realidad es letraferide y que enciende los reactores de todos gracias a su poesía de intensidad. Nueve, ocho. Se encarga de revisar el instrumental la ingeniera Cinta; en su mano lleva una Carta a alguien que quiere escapar. Los Rascamantes no quieren escapar, solamente gravitan, buscan el Paraíso aunque tenga que ser viajando a lugares remotos. La sobrecargo Rocío apela a la épica de la tripulación leyéndoles una hermosa carta de amor titulada Somos... ¡Somos los Rascamantes!, estallan algunos. Siete, seis. Ameniza los segundos previos al lanzamiento la astronauta María Juristo, con una sucesión de bellos e ingrávidos haikus. De Oriente llega también la aportación del copiloto Luis María: la trágica historia de duelos y venganzas de dos samurais y de su estirpe. El astronauta León, que por su larga experiencia planetaria seguramente haya visto arder naves más allá de Orión, lee uno de los cincuenta sonetos que componen su última creación estelar: La yerma floresta. Cinco, cuatro. ¡Cada vez queda menos! El siguiente en ocupar su puesto es Alberto, que en esto de la aviación es todo un experto. Alberto lee un relato titulado El Pecho. Parafraseando la novela de Philip K. Dick, el que esto escribe se pregunta: ¿Sueñan los androides con mujeres de tres pechos? Precisamente tres. El capitán general Javier Díaz Gil avisa: Un día levantarás tus ojos de tu móvil y ya no estaré. Dos: se acerca el gran momento. Los motores rugen. Empieza la ignición. Los corazones palpitan. La astronauta Carmen Padín desea mucha suerte al pasaje con haikus y grabados de preciosa factura, que transportan a todos, siquiera sea momentáneamente, al Mar de la Tranquilidad lunar. Uno. El que esto escribe, que se llama David y no ha traído nada, tararea, no sabe por qué, el verso de la canción Space Oddity, en el que el control terrestre llama al Mayor Tom pero éste no contesta, mientras se traga su miedo a volar y visualiza un punto en el Monte Olimpo marciano. Y por fin, grita: ¡Vamos allá!  

David Lerma
9 de octubre de 2019

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