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viernes, 22 de febrero de 2019

17ª Jornada/XII año: Miércoles, 20 de febrero de 2019


20 de febrero, San Eleuterio de Tournai...


El 20 de febrero se celebra la onomástica de San Eleuterio de Tournai, el primer obispo de la ciudad belga situada en la región valona. Antes de ser obispo, el santo, fue cortesano y por tanto amante de la cultura. No sé si es casualidad pero hoy, la reunión semanal de la tertulia se ha caracterizado por la buena poesía y la excelsa narrativa (lo siento, no puedo ser imparcial).

La tarde comenzó con la presentación de dos integrantes nuevas, por lo menos para mí, Carmen y Senta. La primera nos llega desde México, de la mano de León; la segunda, amiga de Aure. El inicio de la sesión estuvo a cargo de Mariana; como ya es costumbre, las musas, a las cuales tienen muy bien ataditas en su casa de Villa del Prado, pusieron sus manos sobre ella durante el fin de semana y “sólo” pudo escribir una docenita de poemas; de ellos, nos regaló “En la roca fluida del viento”, “Domingo en la calle” y “La franja del silencio”. A continuación, tocó el turno a León. No sabemos si porque Mariana le prestó una de sus musas o por intercesión de León de Catania (del que también se celebra su onomástica el 20 de febrero) el caballero de Albacete nos dio la feliz noticia del nacimiento de un nuevo poemario: Pasaje a Citerea, en el que los sonetos, son protagonistas. Adelantó dos de ellos, “José I requiebra a una criada” y “Mesmer se introduce en la cuba magnética con una doncella”, ambos con un lenguaje erótico muy sutil. Por su primer poema nos enteramos sw que José I era mujerciego, sí, sí, como lo están leyendo, mujerciego, no mujeriego (mira que me ha costado escribirlo, el autocorrector de Word no perdona). Después de la explicación del significado del término, muchos de los presentes pensaban que también lo eran…. si, mujerciegos, los delataba la cara.

Juan Antonio leyó “Palazuelos sin niños” inspirado en un pequeño pueblo deshabitado de Guadalajara y que dedicó a nuestro compañero Aure. Juan Manuel trajo un poema de hace años, inspirado en la caída de Nicolae Ceausescu; como no podía ser de otra forma el título era “Rumania”; su lectura fue acompañada por la llegada silenciosa de Aure quien, sin hacerse notar, comenzó a firmar ejemplares de su último y precioso libro: “Laberinto”. La beata Jacinta Marto (supongo que os podréis imaginar cuándo es  su onomástica) trataba de llevar nuestros pensamientos a Fátima pero el descarado Nicanor Candela, a través de mi propia voz, lo impidió. El cubano sigue persiguiendo su sueño, aunque parece que la mafia y el general Batista tratan de que no lo alcance. Después de llevar nuestra imaginación a La Habana y sus alrededores, Juan Calderón nos condujo al mundo terrenal, al del pecado (¡cómo estarían San Eleuterio, San León y la beata!); el pornoema de hoy, “La mujer fruta”, nos dejó claro que la fruta carnal cuanto más fresca esté, mejor sobre todo si se come en el mismo árbol, como describió el pornoeta.

El turno siguiente fue para José Antonio quien, con “Parir a Marilú”, dejó claro su “deformación profesional”: el mundo tecnológico.  Entre tantas personas “de Letras”, viene bien, de vez en cuando, poner los pies en el suelo, y ser conscientes de lo que puede llegar a ser la tecnología si sigue creciendo desmesuradamente. JaviBoss, fiel a su costumbre, nos trajo dos poemas: uno suyo, “Buster Keaton” (el mejor era Stan Laurel) y otro de Fernando López Guisado dedicado a sus hijos.

El siguiente en salir a la palestra fue Alberto. Su relato, a ritmo de endecasílabos, “El hombre vencido por un tango” provocó las risas y los aplausos de los rascamaneros; en mi opinión, casi todos los asistentes (los del lado oscuro claro, los poetas) querían ser Baldomer. Por cierto, aprovecho la ocasión, para recordar al señor Alberto que coquetear con el mundo de la poesía puede ser peligroso y adictivo… ¡así que, cuidadín, ehhh! No queremos perder a uno de los últimos mohicanos de la narrativa. Llegó el turno de Rocío, quien nos predispuso hacia su relato. Creo, mi querida Rocío, que “No es Justo” que lo hicieras; tu historia, tan lírica primero y narrativa después, es preciosa…. Aunque hubo un sector (entre los que me cuento) que piensan que podrías darle una vuelta más mediante un giro inesperado (vale, aceptamos no quemar los libros). Después de detenerme a pensar un poco, (sí, a veces también tengo ese defecto) hasta podría decir que el relato es autobiográfico, ese amor por los libros te delata.

Una de nuestras últimas incorporaciones, Senta, tuvo que irse; quiero creer que fue por la visita al dentista anterior a la sesión y no por lo que estaba viendo y escuchando. Nos dejó un poema corto y muy intenso “La Demencia”. A continuación la historia se hizo presente mediante la intervención de Cinta. San Serapión hubiese querido que nuestra compañera onubense hiciese su investigación en la majestuosa biblioteca de su ciudad, Alejandría, pero, lamentablemente, Cinta tuvo que buscarse otras fuentes. Ella, en un tono muy apasionado, nos dio pinceladas sobre la vida de Francisco de Miranda, después de leernos un poema titulado “Prepotencia”. El siguiente turno era para David, quien, como las últimas veces, no trajo nada; eso sí, gracias a los ruegos de Alberto logramos su compromiso de que la próxima vez leerá algún episodio de su última novela.

Alma era la siguiente pero ante la insistencia de Aure por irse, cedió su turno; nuestro querido almeriense, nos leyó dos poemas: uno inédito, “Puentes” y otro de su laureado libro Doble Vida, titulado “La Batalla del Olvido”. También nos dio la noticia que alguien, en un periódico de tirada nacional y muy poco objetivo, vamos como toda la prensa española hoy en día, consideraba a Ruiz Gallardón como el mejor político de la historia actual. El impacto fue tal que hasta la Beata Julia Rodzinska  dejó de hacer sus oraciones. Lamentablemente la espalda de Alma no pudo esperar más, tuvo que irse sin leernos alguno de sus poemas.  Ana, nuestra gallegüiña, no trajo nada suyo, aunque quiso saber la opinión del grupo sobre las novelas del ganador del último premio Nadal, el argentino Guillermo Martínez. En general, a pesar del galardón, las opiniones de los rascamanes no fueron positivas. Finalmente, María Jesús nos regaló su último relato corto “Selene”, dedicado al color rojo y todas sus tonalidades.

Cuando pensábamos que nos íbamos a ir de rositas, Javier pronunció la palabra que todos estábamos temiendo: GUANTES. Tan pronto lo hizo, San Euquerio de Orleáns comenzó a ponerse los suyos. El jefe nos recordó que debemos enviarle una foto (no aclaró si vestido o desnudo, por lo menos a mí me quedó la duda) y tres líneas de nuestra biografía. La exposición se acerca y no quiere dejarlo para última hora, nos conoce… somos poetas, escritores, en fin, casi todos un poco desorganizados, seguramente.

Así, con la bendición de San Tirinión, nos levantamos y nos fuimos contentos y felices por haber pasado una buena tarde literaria en la grata compañía de nuestros queridos rascamaneros.

PD: Si sabéis de algún santo cuya onomástica coincida con el 20 de febrero y no lo haya mencionado, pedidle que me perdone; mejor dicho no lo hagáis, él sabe que no lo hice con mala intención.


Juan Bautista Raña Domínguez
22 de febrero 2019

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