“DÍA INTERNACIONAL DE LA CUOTA”
- Primera parte: "¡¡Las cuotas!!"
Asisto a mi primera Tertulia sin el ausente, pero siempre presente, Maestro Paco Fenoy. Era buen momento para retomar la responsabilidad de “hacerme” una bitácora después de tanto tiempo: por lo tanto, cuando nuestro capitán Javier, pidió “una de bitácoras”, me lancé a lo loco con un: ¡¡¡oíííído cociiiiinaaaaa!!!…. y aquí estoy, porque he venido. Eso sí, aviso que esta Bitácora la hago con una “L” de prácticas bien visible, por la falta de práctica. Procuraré en todo momento respetar el código de la circulación.
Al comienzo de nuestras reuniones, es habitual que antes de entrar en materia se hagan comentarios rutinarios, que son siempre únicos e intransferibles en cada sesión Tertuliana, y de gran calado cultural, como: …pues parece que se ha quedado buena tarde…, o sobre “jadeos” cuando Rocío lee Haikus que le dedicó Paco Fenoy, o bajas de componentes del elenco por el elevado nivel (Maribel) y el frenético ritmo de actividades a la que estamos sometidos, a la espera de que nos salga algún día una gira mundial y nos forremos… o ¡¡¡las cuotas!!!. A este tema de las cuotas no le dedicamos demasiado tiempo, sobre todo porque dejamos que las otras Tertulias de la “competencia” elucubren con cuáles son nuestras fuentes de financiación: unos van diciendo por ahí que si nos patrocina la industria del diamante, que si somos una tapadera de una multinacional petrolera rusa, o que si lavamos dinero a un testaferro que opera a través de una sociedad pantalla ubicada en un paraíso fiscal… Nosotros dejamos que todo tipo de rumores se propaguen: si dicen, que dizan… ¿Ladran por pienso?, luego existimos…
En materia de cuotas, confiamos en nuestro sistema virtual “Bitcuotin” como si fuera dinero en “Mortadelos” y que está recomendado por siete de cada diez asesores fiscales que no tienen caries, ni falta que les importa.
La primera en participar en la sesión fue Mariana, (que desconocía la existencia de cuotas y a la que se le perdonaron por unanimidad porque dijo que Rascamán era la mejor tertulia de Madrid y parte del extranjero…) que nos leyó tres muy buenos poemas: el primero de ellos “hoy quiero escribir sobre mi ciudad, que es un pueblo”, el segundo “infección viral” (estamos aquí infectados, pisando amor) y el tercero “solo dime” (dime ven y me acerco con caballos de fuego…). León nos recita a Rubén Darío, autor con el que comienza la poesía del Siglo XX, el Modernismo, lo clásico contemporáneo; el poema llamado “Lo fatal” es recitado de memoria, y eso que está pachucho; que la poesía sea tu alimento y que tu alimento sea la poesía… ¡¡¡poesía en farmacias ya!!!
Alma Pagés, en ese instante nos recomienda un programa de TV llamado “Cartas en el tiempo” (recoge la carta última de El Quijote, de Diego de León y una las 13 rosas) se emite los martes en la 2 a las 20:50 horas (más información en www.rtve.es).
El siguiente en participar es León, que viene de oyente, dice que está “más pa’llá que pa’cá”, y que vive en un continuo virus, pero nos confiesa que nos quiere, lo que le granjea un “simpa” de cuotas vitalicio…
Ahora es el turno de Rocío, que comparte con nosotros que el día anterior ha recibido la comunicación de la concesión de un premio (otro más que ya no sabe dónde poner en su sala de trofeos, va a tener que alquilar una como la del Real Madrid), un tercer premio en un pueblo de Granada llamado La Zubía, perteneciente a un certamen de igualdad. El relato premiado, que nos lee, lleva por título “La cesta de Caperucita” en donde se plantea un problema depilatorio de Blancanieves, que conlleva una revisión con gran humor (marca de la casa) de algunos personajes de los cuentos clásicos, hasta llegar al descubrimiento del “feroz” interés del Lobo de Caperucita por los bolsos y con toda naturalidad, por la depilación a la cera (de enfrente). A Rocío también se le concede otra condonación de cuotas, cum laude.
Es el turno de Juan Calderón, que nos anuncia que va a leer un “borrador”, Javier le sugiere que sea patrocinado por “Milán”, chiste que queda recogido en acta para la posteridad y memoria de las futuras generaciones (luz y Bitácografos, for ever). Dicho borrador, lleva por título “Periodo de abatimiento”, inspirado en el tiempo en el que comenzó a venir a la Tertulia, en el Juan estaba sumido en una fuerte depresión, y que de alguna manera la asistencia a la Tertulia mitigó los efectos… Rascamán en parafarmacias y herbolarios, ya (consulte con su farmacéutico… después de la señal). Juan se beneficia de una disminución al 0% TAE de las cuotas ya que el relato hace mención al poder de los jíbaros que deja reducido a casi nada… Completa Juan la faena, con un soneto (muy cortito) en donde, ante la insinuación de Caperucita al Lobo, éste declina la proposición, como si escribiera con un spray, que es gay… (Lo que ha cambiado el cuento…) :-)
Ahora Juan Bautista, nos confiesa que después de la catarata de emociones y elogios que llevamos en la Tertulia de hoy, como si tal, deja el Orfidal. Le da una vuelta al microrrelato de 100 palabras, llamado “Molte Meiga”, Ana, nuestra autoridad en cuanto a la lengua gallega nos amplía que la palabra “meigallo” significa mal de ojo; también nos habla de una costumbre de quemar “cancillas” vallas en la noche de San Juan para ahuyentar los “meigallos” que pudieran pulular por el aire. El resultado de la “vuelta” que Juan le ha dado al micro, quitando las palabras “mera presencia”, se ha quedado de 100 en noventa y tantas, es época de rebajas y por ende, se le aplica la reducción de cuotas tutti completti.
Llegó entonces el turno de quien escribe, Carlos Tejado. Leí un relato, escrito a sugerencia de Javier vía Whastapp, en el que se narran las peripecias de dos sevillanos del pueblo de Estepa (Sevilla) que trabajaban en el Gran Circo Ruso “Pekín” como payasos-saltimbanquis.
Toma la palabra Alberto, para leernos un texto que él califica de “cursi” (que de cursi no tenía nada, todo lo contrario) titulado “Olor a miel”, …el olor a miel lo envolvía todo, el caballero del traje gris dejó caer una nota doblada en cuatro. En él, el equívoco de ser o no , objeto de una sugerente historia de amor, se convierte en lo protagonista del relato. Alberto nunca defrauda en sus escritos, siempre nos deja historias cuyos trazos están escritos al óleo…
En este justo término, tuve que abandonar la Tertulia para ir a recoger a uno de mis herederos, que ha tomado el camino del deporte en cuyo horizonte se ve una canasta.
Dejo a Javier que continúe con este mensaje en la botella, que he lanzado al océano y que él sabrá reciclar en el contenedor adecuado…
Carlos Tejado
23 de abril de 2018
- Segunda parte: "¡¡Las cuotas!!"
Retomo la escritura de la bitácora mientras hecho cuentas sobre los ingresos que estamos perdonando. La verdad es que entrar, están entrando menos cuotas que camellos por el ojo de una aguja.
La botella arrojada por Carlos la recojo mientras observo con emoción que los ingresos superan a los gastos sobradamente. ¿Por qué? Pues sencillo. Porque no tiene precio la aportación en palabras, la aportación literaria de los rascamanes. Los de hoy podrían cotizar en Wall Street: Mariana, León, Rocío, Juan Bautista, Juan Calderón, Carlos Tejado, Juan Manuel, Alberto, Javier, Juan Antonio, Alma, Anagonz y Aure.
¿Se puede medir la generosidad literaria?
Justo cuando estoy con la botella en la mano desenrollando el papel en el que Carlos ha escrito su parte de la bitácora para seguirla, aparece Aure.
Ni siquiera se sienta, tiene prisa. Pero trae un regalo para Rocío: un cuadro collage con un texto manuscrito suyo titulado "Amante" que ha decorado con hojas y otros objetos. Con este gesto, tiene perdonada su cuota, faltaría más.
"Yo quiero uno", dice Anagonz.
Todos queremos uno, Aure.
Nos cuenta antes de irse que tiene un vecino problemático que le amenaza. Hablamos sobre vecinos locos y peligrosos. Están por todas partes.
Es mi turno de lectura y he traído el poema "Desconfiad de mí" traducido al valenciano y que se ha publicado en el Llibret de una Falla de Gandía en la que participa la poeta Ana Llopis. Alma Pagés me hace el favor de leerlo en valenciano y yo lo leo en la versión en castellano. Y leo un poema más: "Tratado de la injusticia II".
Interviene ahora Juan Antonio recordando a Alfred Hitchcock. Lee el relato "Recuerda" aludiendo a la película del mismo título. "Iba en el asiento de la muerte"...
Le decimos que hay demasiados conflictos y que cambie el tema del hallazgo de la información en un ordenador antiguo por documentos o cartas encontradas.
Con esta actitud de aceptar los comentarios y corregir, cómo no perdonarle las cuotas también.
Alma va a cerrar el turno de lecturas. Aure se ha marchado y Anagonz no ha traído nada para leer.
"Hoy toca catalanada", dice Alma, y nos alegramos.
Nos lee un precioso poema titulado en catalán "Suau, suau" (Suave, suave).
"La Tierra, redondita, gira
sin detenerse"
Perdonadas todas las cuotas, echo cuentas antes de cerrar la Tertulia de hoy.
La caja de ingresos, aun perdonadas todas las cuotas, se me ha llenado hasta arriba de palabras, de afectos, de amistad, de emoción.
Y me pregunto de nuevo:
¿Se puede medir la generosidad literaria?
Javier Díaz Gil
28 de abril de 2018
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