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miércoles, 28 de diciembre de 2016

12ª Jornada/X año: Miércoles, 21 de diciembre de 2016


Última tertulia de 2016 y cena navideña... 

Me dijeron que iban a ser once y luego me dicen que no, que serán nueve. Pero me tienen hecho un lío porque la lista de los comensales no coincide con los que ahora están en la Tertulia. A ver si me van a dejar colgada la cena navideña que he pereprado con esmero. Estos son capaces de borrarse y de no quedarse ninguno. Los escritores son gente de poco fiar, si lo sabré yo. Están en su mundo, las musas y esas cosas son lo que les preocupa. Y de lo práctico, ¿qué? ¿Quién se ocupa? Un servidor.

Bastante tengo yo con ocuparme de la cocina del Santander como para estar también pendiente de los rascamanes, que se llaman así, la Tertulia "Rascamán",
El caso es que son majos, ya llevan aquí un tiempo. Esta de esta noche será su tercera cena navideña con nosotros.

Pero dijeron que iban a ser once y aquí no aparece nadie.

Bueno, está el coordinador de la Tertulia, Javier y está Rocío y Fenoy, -el que dicen que escribe en fenoyés... - y Marisol y Cinta...

¿Ves? Cinco, cinco están y no once... o nueve, me ha dicho Javier que serán.

Les oigo hablar desde la cocina, de la cena que celebrarán después y de que va haber regalo de amigo invisible... Bueno, al menos, cena parece que habrá. Son majos estos poetas, a mí me caen bien, pero no hay que fiarse.

Mira, parece que van llegando algunos más. Juan Antonio, Andrés París que viene acompañado de una chica nueva, Marina Casado, dicen que se llama, y Vicente y Ana Gonz y Miguel Paico.

Pero cuento once y me dijeron que cenar, cenar serían nueve. Bueno tranquilo, Fermín, que la cena tiene pinta de celebrarse.

Empiezan con su Tertulia. Javier pone orden y les dice que hay que aprovechar el tiempo que a las ocho y media deben terminar para que monten la mesa para la cena. Yo me meto a la cocina y con la puerta abierta no pierdo onda mientras organizo los primeros y los segundos.

"Estoy preparando un cuaderno de haikus", dice Fenoy, "con cuatro temas". Los haikus son esos poemas breves japoneses que les he oído más veces. La poesía y la cocina tienen que ver mucho, yo creo. Hay que dejar al lector y al comensal emocionado.

"He traído al camarada Espronceda", le oigo claramente. "Camarada le digo porque era un hombre libre". 

Espronceda, el de la Canción del Pirata, jeje: "Con diez cañones por banda...". Pues no lo habré recitado veces ese poema. En el colegio nos lo hacían aprender de memoria.

Pero no es ese poema el que trae Fenoy, es uno que habla de la celebración. En la libreta de la comanda anoto algunos versos:

"Y al aire en confuso rumor me levantan,
furiosos que cantan al Chipre y Jerez"

El poema empieza así:

"Las voces y las rosas,
el juego y las botellas..."

Vienen con ganas de divertirse, me alegro, oye... Fermín, ya verás como al final no te defraudan.

Me pongo a preparar la menestra mientras Rocío lee el relato que le han premiado en Rivas. Una carta de amor. Apunto el título: "Bajo la bonanza del anticiclón". Le oigo a Javier decir que todo el cuento es alegórico y que ha utilizado los términos de la meteorología para contar la historia de amor.

Desde que están los rascamanes aquí estoy aprendiendo un montón, que si los haikus, que si las alegorías, que si los narradores, que si el fenoyés...

Aparto la menestra y voy sacando el caldo gallego, la crema de marisco y el consomé. La ensalada mixta para que el que la quiera, se monta sobre la marcha.

Ya tengo los primeros. Eres un as, Fermín.

Marisol cuenta que ha enviado su bitácora pendiente antes de ir a la Tertulia. 

Yo me las leo. Confieso que me tienen enganchado. Cuando no puedo tener la puerta de la cocina abierta y escucharles esa tarde, leo su blog y me entero de lo que han hablado.

Pues Marisol trae un relato que ha escrito sobre sus nietos, una especie de perfil, dice ella. Una crónica de su infancia, del tiempo que pasan con ella. Lleva haciéndolo desde que tenían 6 y 3 años. Qué envidia me da. Cuando mis hijos me den nietos pienso hacer lo mismo. La mayor ya tiene novio, ésta cualquier día me hace abuelo...

"Infancia y juegos es lo mismo", dice en su escrito. Qué razón tiene.

Mira, Javier le aconseja que lo ponga en segunda persona para darle más tono literario y que añada elementos físicos y de localización. Yo asiento con la cabeza, mientras extiendo para que pierdan el frío de la cámara las rodajas de emperador en un lado de la encimera y al otro los entrecot y los escalopines de pollo.

Alguno querrá huevos rotos, pero eso, como la ensalada, se trarda un plís en tenerlo.

Lee Javier dos poemas. Uno que ha escrito a partir de un poema de José Hierro... Qué buen poeta y qué buena persona era Pepe Hierro. Alguna vez le di de cenar a ese hombre y venía acompañado de otros poetas. Que el Santander ya fue antes también sitio de tertulia. Que no se crean los rascamanes que han inventado la rueda...

Lo ha titulado "Inmóvil". Oye, que me ha emocionado... Habla de la guerra y sus víctimas. De Alepo también... Pobre gente, teniéndose que marchar de su país por culpa de la guerra. Parece que no tuviéramos memoria... Con todos los que tuvieron que salir de España cuando la guerra... Madre mía...

Le piden que vuelva a leer el poema de la "Gachas manchegas". Muy emotivo también... "Los dos poemas son encargos", dice Javier.

Repaso la lista de postres para confirmnar que tenemos de todo: Tartas de Queso, Chocolate o Manzana, Flan de huevo, Natillas o Arroz con Leche, Leche frita, Roscón de Reyes, Helado de Turrón...

Tienen mucho éxito, ¡son caseros!

Cinta ha traído dos poemas antiguos, le escucho decir, que ha corregido: "Paracaídas" que habla de los brazos de los que te quieren. Y otro sobre la luz como transformación. Apunto el título... la comanda parece de todo menos una comanda: "La luz que me cincela". Hermosos poemas.

Se están poniendo románticos estos chicos... Líricos, dicen ellos. Juan Antonio lee "Fuego robado", un poema corregido también que es de hace tres años. Se lo pide Andrés para leerlo él en voz alta. Lo entiendo ahora mucho mejor. También hace lo mismo con otro poema titulado "El jardín de las Delicias" dedicado a El Bosco

Bonita exposición la de El Bosco. Me escapé una tarde a verla. El Prado queda cerca del Santander. Un paseíto de ná.

Fermín, que te despistas con las musas tú también. Voy a bajar el fuego para que el aceite no se arrebate y hago unas patatitas...

Andrés lee de su cuaderno un poema nuevo titulado "¿Qué no es tarde?". Mucha fuerza tiene el chaval, buenas imágenes... Le corrigen un par de cosas y el poema queda impecable. Ya voy teniendo yo criterio para opinar. Cualquier día me animo y le digo a Javier que me siento con ellos en la Tertulia... Pero alguien tendrá que cocinar...

Interviene Vicente. Pone su punto de vista de filólogo y dice que el poeta tiene que tener tres cosas, -las apunto-: lenguaje, música y baile-danza.

Tres cosas, como en un buén menú: primero, segundo y postre.

La amiga de Andrés promete que va a seguir viniendo a la Tertulia. Yo me alegro porque ha leído dos poemas estupendos: "Después del incendio" y "El amor". Marina va a dar, como los toreros, muchas tardes memorables a esta Tertulia, si lo sabré yo.

Miro el reloj y les queda poco, ya vamos a tener que empezar a prepararles la mesa.

Ana Gonz (que sé yo que se llama Ana González pero que les gusta llamarla así y a ella también le gusta que s elo llamen) lee un poema en gallego. Se titula "Neboa", "Niebla" en castellano. Miro el caldo gallego que tengo en el fuego y escucho el paisaje que cuenta en sus versos.

Ya parece que terminan, no puedo evitar asomar la cabeza por la puerta entornada y es Miguel Paico quien cierra las lecturas de hoy con el poema "Excusas", el que quedó finalista en el premio  Poeta de Cabra. Atrapo en la comanda algunos versos:

"Se morían los días azules"
"Ha dejado de escribir"

He tomado muchas notas.
Lo tengo decidido. voy a escribir la bitácora de hoy. Se la enviaré a Javier a ver si le gusta y la publica en el Cuaderno de Bitácora. 
Fermín, al final cocinero y poeta vas a ser.

Ya suben a tomarse un apertitivo mientras preparamos la mesa. Veo a Celia que llega para cenar. En una bolsa han guardado los regalos de amigo invisible. Espero que con el menú que he preparado disfruten de la cena navideña. Son nueve finalmente, no me habían engañado. Estos poetas qué majos son.


Javier Díaz Gil
28 de diciembre de 2016

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