En la imagen: Javier Díaz Gil, Mercedes, esposa de Cristóbal y Cristóbal López de la Manzanara |
El poeta Cristóbal López de la Manzanara
en la Tertulia Rascamán
La Tertulia Rascamán recibe hoy, último miércoles de enero de 2014 al poeta Cristóbal López de la Manzanara. Hoy, día en que la Tertulia comienza nueva etapa reuniéndose en el café Comercial de Madrid aunque sólo por este día, pues nuestro lugar de reunión estable será a partir del próximo miércoles el local del café-librería La LIVRERÍA.
Agradecemos al café Comercial hoy su hospitalidad y amabilidad y a Cristóbal y a su mujer, Mercedes, su presencia en la Tertulia.
Al Comercial hemos acudido un buen puñado de rascamanes a escuchar a nuestro invitado: Mª Antonia Copado, Rocío Díaz, Paloma Hidalgo, Cinta Rosa Guil, José León Cano, María Juristo, Aureliano Cañadas, David Lerma, Paco Fenoy, Javier Díaz, Fede Monroy, Vicente González, Leo Varela, Mª Jesús Briones, Carmen Frontera y Paloma Sánchez.
Después de acomodarnos en una salita de la segunda planta del Comercial y de pedir nuestras consumiciones empiezo presentando a Cristóbal con la siguiente reseña:
Cristóbal López de la Manzanara.
Nació en Membrilla (Ciudad Real) hace 56 años.A los 17 años, se marcha a Madrid a realizar estudios de Farmacia. Se licencia y desde 1982 tiene abierta farmacia en Getafe. Es tesorero de la Asociación de empresarios de Farmacias de Madrid y Secretario de la Asociación de Usuarios de la Salud.A finales de los 70, en su época universitaria, funda las revistas Alacena y Calicanto. En Madrid es miembro fundador de la Tertulia Poética Buen Retiro y actualmente es subdirector de la revista Cuadernos del Matemático, de Getafe.Amplia su formación licenciándose en ciencias Políticas y en Sociología y es autor de la tesis doctoral, que está escribeindo, “La Poesía española: exilio interior, exterior 1927-1977. Poesía y cambio social”.Define su poesía como “poesía sociológica”, quizá porque siempre tiene al ser humano como referente.Desde los quince años, poeta precoz, ha obtenido más de una decena de importantes premios literarios en Certámenes nacionales e Internacionales.Tiene cinco libros publicados:- Episodios de la sed, (1988), por el que consiguió el Segundo Premio Internacional de Poesía Amado Nervo, 1991.- Las Pesadumbres del Ozono, (1991)- La voz entre la palabra, publicado por la Diputación Provincial de Ciudad Real, (1998);- El cajón de las formas, 2009- El libro de los olores, que se publicará en este 2014Está antologado en Cuba y Argentina y, recientemente, en una antología de poetas manchegos, Mar interior, que recoge algunos de los autores más importantes de Castilla la Mancha.
Nos añade Cristóbal que está escribiendo dos nuevos libros que llevarán por título "Diarios transferibles" y "Poemas para enseñar".
Nos explica también por qué la revista de la que es subdirector se llama "Cuadernos del Matemático", pues nació por iniciativa del poeta Ezequías Blanco, profesor de Literatura del instituto de Getafe "Matemático Puig Adam". Cuenta la anécdota de que en cierta ocasión el Ministerio de Cultura les contestó que no daban subvenciones a revistas de ciencias exactas.
"El libro de los olores" lo publicará con Vitruvio en 2014, este año.
Inicio yo la lectura de los textos de Cristóbal con un párrafo de un texto en prosa poética escrito conjuntamente con Pilar Atochero y que obtuvo el premio Relato Breve de la Mancomunidad de La Mancha, 2010 y que se titula "Cuentagotas de agua y poesía". Es un texto épido que habla sobre el problema del agua de La Mancha.
Dice Cristóbal que hablar de uno mismo es un acto deshonesto, autor de varias poéticas, concluye que la poesía es un deporte, todo lo que no sirve para nada es un deporte. La poesía tenía sentido cuando los poetas eran periodistas de los acontecimiennos.Ahora somos cuidadores de la Poesía.
Comienza Cristóbal, con la ayuda de su mujer, Mercedes, a leernos poemas de su primer libro publicado "Episodios de la sed" (1988)
Comienza leyendo "Tríptico entre el niño y el poeta maldito".
Este libro, dice Cristóbal, era de cuando creía que la Poesía era más sublime. Estaba estudiando Farmacia en esa época, no había ambiente poético y "se aburría con los carbones".
Continúa la lectura con "Blanca"
Son poemas escritos con 18-20 años. Escribía en su inicio sobre el paisaje de La Mancha, pero llega a Madrid y Madrid "le mata y le equivoca constantemente".
Aspira el poeta llegar a través de la ética a la estética y viceversa.
Turno para un poema de amor "Poema de amor ciento cuarenta y uno", que su hermano utilizaba para ligar, nos confiesa.
Buen humor y mejor conversador, nuestro invitado.
Lee de nuevo el poema en voz alta nuestro compañero León.
Un nuevo poema cuyo principio dice: "La muerte enseña su boca en los arcos de medio punto de las adormideras".
Cristóbal siempre acaba sus libros con una cita o un poema que marcará el camino de lo que puede ser el próximo libro. Así, nos lee el último poema del libro "Nocturno en sí", inspirado en el Retiro, tiene la estética de la movida.
En 1991 publica su segundo libro "Las pesadumbres del ozono".
Hace 10 años que no lee de este libro, le es tan extraño, dice, como para nosotros.
Habla desde lo cotidiano para llegar a la poesía. Indaga a través del conocimiento para llegar a la poesía.
De este poemario nos lee "En esta época que duele como lunes".
Nos comenta que escribe de crisis en crisis.Que no le gusta enviar sus libros a premios, si no le premian busca otra forma de publicarlos y lo manda a editoriales.
"Me acabo de pinchar los ojos" es el segundo poema que escuchamos.
La poesía de la experiencia se le queda pequeña porque él es un poeta bastante barroco.No critica ninguna Poesía que esté bien hecha, venga de donde venga.
El siguiente poema, nos lo lee Mercedes, es "Me he puesto a pegarme con el día". De este y de algunos otros más tenemos el vídeo. Os lo dejo aquí para que lo disfruteis.
ME HE PUESTO A PEGARME CON EL DÍA
Me he puesto a pegarme con el día
y me da la vergüenza de cara
al arañarle las auroras
que tiene vendidas
como si culpables fuéramos desde el Génesis
por un capricho de Dios.
No me queda más que retorcerme el alma
y callar la presencia que me inflama
arrepintiéndome desde estos laberintos de brea
donde esputan bocinas su demencia.
Le pregunto a Cristóbal si se identifica después del tiempo con sus poemas. Con unos sí y con otros ya no.
Dice que apenas se lee poesía, entre los poetas nos leemos pero que es "un cambio de cromos: me lees, te leo".
Un nuevo poema escuchamos: "Mini poema para nosotros"
Cuando estoy alegre no escribo, nos dice. Por eso, insiste, los libros nacen, los escribo de crisis en crisis.
Los poemas que ahora nos lee son más urbanos:
- "Muchacho de semáforo"
- "Andén de metro"
Nos habla de los poetas Fenando Beltrán o Miguel Galanes, con los que compartía entonces la misma estética.
Leo yo, para que nos sirva de pista para el siguiente libro, el último poema de éste: "Paisaje urbano".
Pregunta Paco Fenoy qué otros poetas urbanos le influyeron. Bukowsky, Walt Witman, nos contesta.
Su tercer libro publicado es "La voz entre la palabra" en 1998.
Este libro lo escribió después de estudiar Sociología.
Él define su poesía como poesía sociológica. La diferencia entre poesía social y sociológica es que no se trata de crear conciencia sino enlazar más con el ser humano, tiene una función pedagógica.
Los sociólogos son fotógrafos de la realidad.
Lee "Los escombros de la Victoria", poema que enlaza con el libro anterior y comienxa con estos versos:
La victoria es tan solo vasos de alcohol
agarrados a las estanterías...
El siguiente poema es "La ausencia", poema de amor en el juega con la idea de la droga y el amor. De él tenemos también testimonio grabado, leído por su esposa Mercedes:
LA AUSENCIANos lee ahora una poética, "El poeta dice".
En esta tarde membrillo que se resiste
no se ha puesto la sobredosis de sus labios
esa que le muere al instante
y le inaugura el alma
rompiendo cronómetros de patios de labranza
que el pasado hincó en sus rodillas.
Anda con el síndrome de abstinencia a cuestas
del delirio tremendo propagado por el vino
que el amante abastece.
Y en este soliloquio se retuerce
porque no puede con la consumación
suministrada por el polvo del olvido.
Y nos cuenta después que otro amigo, Teo Serna, y él, ambos poetas, cogieron los elementos de la tabla periódica y escribieron cada uno un poema con su versión del elemento. Es una especie de juego de alquimia.
Nos lee "Ca" (Calcio), un poema que es la muerte, en definitva.
Hicieron un recital bajo el título "El amnifiesto metálico".
Su cuarto libro es "El cajón de las formas" (2009), es un libro como un cajón de sastre: la primera parte todos los poemas dedicados a elementos de la Farmacia.
Como muestra este "La probeta", que leyó Cristóbal y a continuación repite la lectura nuestro José León.
LA PROBETA
Bártulo tan sencillo como el vaso
donde trasiega el pulso con pericia
y nos da en el volumen la noticia
de un licor que se comba en su traspaso.
Le espera la bureta. Paso a paso,
y gota a gota el líquido acaricia
la acidez vertical, la que se oficia
en la mancha carmín, nube de raso.
Cacharro que de humilde no precisa
para medir destreza ni oropeles.
Es su peana una ala de sombrero
que le sirve de base y de repisa
para perder sus químicos papeles
y tornarse el cristal en violetero.
Tras "La probeta" llega la lectura de otros sonetos en los que el Hombre no está, nos dice Cristóbal:
- "El inyectable"
- "El jarabe"
- "El mostrador"
- "Las recetas"
- "El genérico"
Turno después para "El leucocito", que lee María Juristo y "La plaqueta", Yo leo "El hematíe"
En la segunda parte del libro hay un reencuentro con el paisaje de La Mancha:
- "La vendimia"
- "La copa" (hay poemas también a la tinaja y al tonel)
Cristóbal, nos dice, bebe cerveza, aunque sea una traición como manchego.
- "El trabajo", es un poema dedicado a las mujeres que acaban en un prostíbulo de La Mancha.
Después, hay una serie de 5 poemas dedicados a cada una de las letras de la palabra DOLAR, que son un homenaje a los emigrantes. Nos lee la "O" y la "R".
Para la última parte del libro escribió nuevos sonetos, dedicados esta vez al paisaje de otras regiones españolas. Escuchamos "Galicia", "Cantabria", "La Mancha", y "Andalucía" leído por nuestro poeta gaditano Federico Monroy.
En esta intensa tarde, absortos escuchando las palabras y la conversación del poeta, es el turno del quinto libro, que aparecerá en este año 2014. "El libro de los olores".
Interesante propuesta la de Cristóbal. Plasmar en un poema lo olores. Escuchamos y olemos en el café Comecial los olores a ropa, a libro, a casa, a despacho, a noche. Olores a piscina, a la primera casa, a viaje, a desengaño, a Paz.
Leído por Rocío Díaz es este "Olor a limpio" que escuchamos en este vídeo:
Hay un último libro del que Cristóbal nos quiere hablar dedicado a un personaje popular de Getafe: Curro Chamusca. Seis poetas han intervenido en el libro publicado por Amargord. Francisco Fernández Rodríguez, “El Chamusca”, es un personaje vecino de Getafe cuya vida, aventuras y milagros han logrado atraer la atención de los poetas Ezequías Blanco, Cristóbal López de la Manzanara, Diego Mirallas, Matías Muñoz, Chema de la Quintana y Manolo Romero.
Es un libro festivo del que nos lee:
- "Los piropos de Curro Chamusca"
- "Los amores de Curro Chamusca"
- Una elegía titulada "Tiempo de agua"...
Cristóbal López de la Manzanara es un poeta sabio y dotado para la fotografía. La fotografía de la vida que transcurre a su alrededor y que el convierte en palabras y en espejo en el que mirarnos.
Poeta sabio y humano que sabe cómo dejarnos buen sabor de boca leyendo, para acabar este encuentro de la Tertulia con él, en este miércoles pasajero en el Comercial, el poema "Olor a Paz"
Muchas gracias Cristóbal López de la Manzanara, hemos aprendido mucho contigo y gracias, Mercedes, por acercarnos en tu voz la poesía certera de Cristóbal.
Javier Díaz Gil
17 de febrero de 2014
CODA: Algunas fotos, testimonio del encuentro de hoy de
Cristóbal Lóipez de la Manzanara en la Tertulia Rascamán
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