(Foto: Ignacio Sánchez Mejías, sentado en el estribo de la barrera, da un pase cambiado,
lo mismo que la tarde en que encontró la muerte)
DE
TELES, TOROS Y UN JURADO AMENAZADO
Aureliano Cañadas
arranca tembloroso. Ya ha despachado con las cámaras de la Televisión Cultural
Iberoamericana. Pero aún le persigue la sombra siniestra de un rapsoda loco de
Málaga. Los tres miembros del Jurado del certamen Poeta de Cabra 2013 están en
peligro. Pero Aureliano no quiere morir. Incluso escribe versos en las noches
de insomnio. En dos de éstas ha escrito “Mi cabeza es la Torre de Babel”. Los
Rascamanes se juramentan, todos a una, como los mosqueteros de Dumas:
<> Más o menos, después de varias
consideraciones, da por acabada su Torre de Babel. O, a lo mejor, según, lo
despacha en otra sesión de insomnio. Como hay dos contertulios nuevos (Amando e
Isabel), Aureliano cambia de tercio y hace un somero repaso a los siete años de
Rascamán. Pedigrí variopinto, solera reservada, ecos diversos, mosaico de
españas y madriles en los albores del XXI. Aquí hay de tó, como en botica.
Cinta Rosa nos recomienda dos obras. Empieza
por el poemario de María Juristo “Descifrando la nada”. La nada, dice Cinta, es
una excusa de María para hablar de sus paisajes íntimos. Luego habla de un
ensayo en el que Luis Goytisolo diserta sobre los orígenes de la novela. Hay
novelas cuyos personajes luchan contra el destino y, otras, en que los
personajes se someten impotentes a los vaivenes de la fatalidad. Promete seguir
indagando.
León
amenaza: <> Se oye un murmullo. La afición se agita en las
sillas del Ruiz. <<¿Habla en serio? ¿Acaso debemos impedirlo?>>
Del libro Afrodita extrae “Despertar”, un soneto blanco de efluvios
marineros. De amores y bicicletas. Se
oyen comentarios indecisos. Algunos proclaman: <<¡Larga vida al
soneto!>> La Historia aclarará este suceso.
María
Antonia nos trae una versión light de un poema no tan light que se le escurrió
por debajo de un armario. Es una variante, un simple poema, dice, modesta y
divertida. Viene entretejido de sábanas, noches y deseos. ¿Llegaremos a conocer
la versión íntegra?
Javier nos
habla de Julio Más Alcaraz, de su libro premiado: El niño que bebió agua de brújula. Alaba su paisaje onírico. Nos
lee el Poema XII tiempo III, y el Poema XIII. Se destaca el carácter
surrealista. Lectura recomendada.
Juan Manuel
nos trae “Canción del presidiario”. No es poesía libre, aclara. Es poesía rítmica.
Sólo le falta la música, apuntan los aficionados. Chacachá. Lo incluye en la misma
línea ética y estética de su Planeta de
Autómatas, ya conocido por los Rascamanes, que denuncia el abuso de
microchips y metales.
Juan Antonio
vuelve a saltar al ruedo con su “Sueño taurino”. Tercera faena sobre este poema de siesta
borracha y muerte en el albero. La afición, mayoritariamente, enarbola sus
pañuelos. El de Colmenar se lleva la oreja. A la tercera va la vencida.
Paco Fenoy
se adentra “En la ciudad”. Va venturoso, fiel a su lenguaje y hechuras propias,
calificadas ya por algunos como Fenoyistas. Se le invita a reconsiderar su
paseo, por un itinierario más simple y ordenado, no tan barroco. Paco sonríe.
Ya se lo sabe. Se lo han dicho más veces.
Alberto,
tan juvenil como anda, lee las primera páginas de “La vuelta al mundo en 80
días”. Alaba el comienzo de esta historia del preclaro Julio Verne. El misterioso Phileas Fogg, rico
londinense, acepta una apuesta de veinte mil libras. Gana, y además se lo pasa
como un enano. ¡Qué envidia! El Hombre y la conquista del tiempo.
David no ha
hecho los deberes. Se confiesa bajo de forma, a pesar de lo cual nos obsequió
con la anterior bitácora. Hay deseos de arranque. David, el pueblo está contigo.
Amando
García Nuño se estrena en estas latitudes. Fue seleccionado en el reciente certamen
de Poeta de Cabra por su “Dirección concreta”.
Su paseo, de cercanía vital, discurre por la calle Serrano 108. La
muerte presente. Las emociones también. Prosigue con “Abandonada”, tres versos
intensos. Luego, termina con siete versos acerca de un mendigo identificado con
Esaú. Volverá.
Isabel de
Frutos también se estrena. Fue destacada por el valiente jurado del certamen
Poeta de Cabra. Recita “Desahuciada o invicta”, una suerte de periplo
vital. Estoica, Isabel, admite algunas
sugerencias, a pesar de que no tiene por costumbre modificar los poemas que ya hizo
públicos. Corregir o no corregir, that is the question. Lee “Tristeza”. Alguien
atisba la voz de Quevedo. Volverá.
De nuevo
María Jesús nos hace reír. Ella también se parte cuando lee su obra sin título.
Lo consigue a través de una noticia catastrófica edulcorada. Habla de la bajada
de las pensiones. Sátira sobre el poder y el lenguaje mentiroso de los
políticos. Aplausos. Risas en mitad de la tragedia.
Andrés
trabaja en La excusa del adolescente.
Declama “A la negra impotencia”. Espesura de líquidos, imágenes impactantes y venenos
diversos adornan al benjamín Rascamán, ya de vacaciones. Casi
universitario.
Leo trae un
hallazgo. Se llama Paola Herrera Ledesma, mexicana de taitantos para más señas.
Le cede los trastos a Javier para que declame como Dios manda algo de Libre de pecado. En “La enfermera
coleccionista”, Paola se muestra poderosa, grande. Carga besos en bolsas y nos advierte
de que todo dragón encuentra a un san jorge que lo mata. Promete.
Ana
González, la hija de Ángel y Carolina, cierra la sesión. Ha asistido a algunas
reuniones de trabajo fructíferas. Nos recita un poema que arranca “los libros
sin polvo de tu estantería…”, mezcla de emoción laboral y desgracia clínica. Agrada
la propuesta. El relato “La magia de la muerte” también concluye de manera
limpia, nítida. Ana se despide. Tira de la bomba. Ya huele a vacaciones.
Alberto Torres
15 de junio de 2013
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