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domingo, 28 de julio de 2013

37ª Jornada/VI año: Miércoles, 12 de junio de 2013

(Foto: Ignacio Sánchez Mejías, sentado en el estribo de la barrera, da un pase cambiado, 
lo mismo que la tarde en que encontró la muerte)


DE TELES, TOROS Y UN JURADO AMENAZADO  

     Aureliano Cañadas arranca tembloroso. Ya ha despachado con las cámaras de la Televisión Cultural Iberoamericana. Pero aún le persigue la sombra siniestra de un rapsoda loco de Málaga. Los tres miembros del Jurado del certamen Poeta de Cabra 2013 están en peligro. Pero Aureliano no quiere morir. Incluso escribe versos en las noches de insomnio. En dos de éstas ha escrito “Mi cabeza es la Torre de Babel”. Los Rascamanes se juramentan, todos a una, como los mosqueteros de Dumas: <> Más o menos, después de varias consideraciones, da por acabada su Torre de Babel. O, a lo mejor, según, lo despacha en otra sesión de insomnio. Como hay dos contertulios nuevos (Amando e Isabel), Aureliano cambia de tercio y hace un somero repaso a los siete años de Rascamán. Pedigrí variopinto, solera reservada, ecos diversos, mosaico de españas y madriles en los albores del XXI. Aquí hay de tó, como en botica.

      Cinta Rosa nos recomienda dos obras. Empieza por el poemario de María Juristo “Descifrando la nada”. La nada, dice Cinta, es una excusa de María para hablar de sus paisajes íntimos. Luego habla de un ensayo en el que Luis Goytisolo diserta sobre los orígenes de la novela. Hay novelas cuyos personajes luchan contra el destino y, otras, en que los personajes se someten impotentes a los vaivenes de la fatalidad. Promete seguir indagando.

      León amenaza: <> Se oye un murmullo. La afición se agita en las sillas del Ruiz. <<¿Habla en serio? ¿Acaso debemos impedirlo?>> Del  libro Afrodita extrae “Despertar”, un soneto blanco de efluvios marineros. De amores y bicicletas.  Se oyen comentarios indecisos. Algunos proclaman: <<¡Larga vida al soneto!>> La Historia aclarará este suceso.

     María Antonia nos trae una versión light de un poema no tan light que se le escurrió por debajo de un armario. Es una variante, un simple poema, dice, modesta y divertida. Viene entretejido de sábanas, noches y deseos. ¿Llegaremos a conocer la versión íntegra?

     Javier nos habla de Julio Más Alcaraz, de su libro premiado: El niño que bebió agua de brújula. Alaba su paisaje onírico. Nos lee el Poema XII tiempo III, y el Poema XIII. Se destaca el carácter surrealista. Lectura recomendada.

     Juan Manuel nos trae “Canción del presidiario”. No es poesía libre, aclara. Es poesía rítmica. Sólo le falta la música, apuntan los aficionados. Chacachá. Lo incluye en la misma línea ética y estética de su Planeta de Autómatas, ya conocido por los Rascamanes, que denuncia el abuso de microchips y metales.

    Juan Antonio vuelve a saltar al ruedo con su “Sueño taurino”.  Tercera faena sobre este poema de siesta borracha y muerte en el albero. La afición, mayoritariamente, enarbola sus pañuelos. El de Colmenar se lleva la oreja. A la tercera va la vencida.

     Paco Fenoy se adentra “En la ciudad”. Va venturoso, fiel a su lenguaje y hechuras propias, calificadas ya por algunos como Fenoyistas. Se le invita a reconsiderar su paseo, por un itinierario más simple y ordenado, no tan barroco. Paco sonríe. Ya se lo sabe. Se lo han dicho más veces.

     Alberto, tan juvenil como anda, lee las primera páginas de “La vuelta al mundo en 80 días”. Alaba el comienzo de esta historia del preclaro Julio Verne. El misterioso Phileas Fogg, rico londinense, acepta una apuesta de veinte mil libras. Gana, y además se lo pasa como un enano. ¡Qué envidia! El Hombre y la conquista del tiempo.

     David no ha hecho los deberes. Se confiesa bajo de forma, a pesar de lo cual nos obsequió con la anterior bitácora. Hay deseos de arranque. David, el pueblo está contigo.

     Amando García Nuño se estrena en estas latitudes. Fue seleccionado en el reciente certamen de Poeta de Cabra por su “Dirección concreta”.  Su paseo, de cercanía vital, discurre por la calle Serrano 108. La muerte presente. Las emociones también. Prosigue con “Abandonada”, tres versos intensos. Luego, termina con siete versos acerca de un mendigo identificado con Esaú. Volverá.

      Isabel de Frutos también se estrena. Fue destacada por el valiente jurado del certamen Poeta de Cabra. Recita “Desahuciada o invicta”, una suerte de periplo vital.  Estoica, Isabel, admite algunas sugerencias, a pesar de que no tiene por costumbre modificar los poemas que ya hizo públicos. Corregir o no corregir, that is the question. Lee “Tristeza”. Alguien atisba la voz de Quevedo. Volverá.

     De nuevo María Jesús nos hace reír. Ella también se parte cuando lee su obra sin título. Lo consigue a través de una noticia catastrófica edulcorada. Habla de la bajada de las pensiones. Sátira sobre el poder y el lenguaje mentiroso de los políticos. Aplausos. Risas en mitad de la tragedia.

     Andrés trabaja en La excusa del adolescente. Declama “A la negra impotencia”. Espesura de líquidos, imágenes impactantes y venenos diversos adornan al benjamín Rascamán, ya de vacaciones. Casi universitario.     

     Leo trae un hallazgo. Se llama Paola Herrera Ledesma, mexicana de taitantos para más señas. Le cede los trastos a Javier para que declame como Dios manda algo de Libre de pecado. En “La enfermera coleccionista”, Paola se muestra poderosa, grande. Carga besos en bolsas y nos advierte de que todo dragón encuentra a un san jorge que lo mata. Promete.


     Ana González, la hija de Ángel y Carolina, cierra la sesión. Ha asistido a algunas reuniones de trabajo fructíferas. Nos recita un poema que arranca “los libros sin polvo de tu estantería…”, mezcla de emoción laboral y desgracia clínica. Agrada la propuesta. El relato “La magia de la muerte” también concluye de manera limpia, nítida. Ana se despide. Tira de la bomba. Ya huele a vacaciones.      


Alberto Torres
15 de junio de 2013

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