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lunes, 6 de abril de 2009

24ª Jornada/II Año: Miércoles, 1 de abril de 2009

Ángeles cojos, ángeles sin sospecha, engendros alados...




Cuando las palabras se montan, nacen engendros alados.

Si la vida se nos plantea como el título de la primera novela de Carlos Salem Sola y es un "Camino de ida". Al menos que sepamos no hay vuelta. Sin embargo, en Poesía volvemos una y otra vez sobre los mismos viejos pasos. Amor, Muerte, Pasión, Locura, Dolor...

Buscamos nuestra propia voz, a veces en las huellas de unos pies cansados sobre la madera, donde el monje reza y nos trae ángeles.
"Angeles sin sopecha" como los de Ramón Montesinos.
Angeles cojos que acompañan a Javier.

"Descendió el angel
del abismo..."

"o el roce de unas alas
para fundar lo eterno"

"el inframundo de Javier"

Ángeles que llevan alas en su nombre y nos regalan alguna palabra. Lo mismo nos hablan de los ángeles de Rilke como de que "los hombres mancan".
Poemas que murmuran y descienden cuando el diablo acecha.

A ratos, eramos siete, ocho, nueve. Hoy hay hermosas manchas de tinta en el rojo de las paredes del Galdós, se deslizan suaves como las cartas de amor públicas de Rocío.

Al fondo la ginebra hace estragos en hombres broncos. Enfrente la voz aguda y pertinaz de una mujer menuda nos golpe la realidad, ¡Cuéntalo, cuéntalo!

Vicente nos trae textos de cómo una mujer debía comportarse con su amante esposo según la Falange en 1958. La conversación deriva en un feminismo necesario, porque como citan en "La Librería de Mujeres" : "Los libros no muerden, el feminismo tampoco".

Hay días en que leo y hoy es uno de ellos, alguno tan corto como la "poesía depilada" de Julio Santiago. Bonita expresión depurada, depilada...

Celia nos devuelve a la infancia:

"el escenario y el juego quedan atrás"
"Yo era aquel flequillo en zig zag que la mano torpe de mi madre y mi agitación dibujaron un día"

Los broncos gritan "La puta de Babilonia".
Si la realidad duele o molesta la anestesiamos. ¿Por qué hoy no tenemos tiempo para la pausa ni el luto?

"uno puede hacerse adicto a las palabras como casi a todo" alguien dijo.



Celia frunce el ceño cuando se enfurruña.
David imperturbable de rojo y azul oscuro promete, aunque nos sembró bitácora en comisaría.
Carmen y sus ojos de tristeza acarician la plata entre sus dedos.

La perra Nana asume callada las ocho treinta. Mientras su dueña se pierde en un libro rojo, entre dos mesas siempre redondas.

Rocío acaricia el frío con su bufanda.
Libertad lleva el fondo con la clase que la ginebra no tiene y a ella le sobra en su pelo rubio.

Me pregunto si "los hombres duelen o mancan"... También los perros que no "llegan" porque tienen las patas cortas.



Javier, sabio en el tema busca perras más grandes. "Tres días y no sabía, el perro no sabía".

No se porqué útimamente la evocación nos lleva al manicomio , aunque lo estoy descubriendo.

La perra era más alta, mi coco y el dulce de leche empalagoso, muy empalagoso.

Esperando otro miércoles de bocados dispares nos diluimos como las manchas de tinta de Sacramento Almansa.






Sagrario del Peral


6 de abril de 2009

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