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lunes, 28 de noviembre de 2022

5ª Jornada/XVI año: Miércoles, 23 de noviembre de 2022

Su amor platónico era el conductor del 127...



En un país muy lejano, en un sótano donde se reúnen para hablar de literatura un grupo de lunáticos aficionados a escuchar escritos ajenos y a leer los propios. Hace buena tarde.


Empieza Luis, el mejicano, con un poema largo dedicado a las mujeres que escriben poesía. “Corazón bonito”: Es una erupción para un poeta. No eres una niña. Hacerme pensar que me mientes. Eres simplemente lo que mis ojos miran. Hay espejos que tienen nombre y apellido. No merecen ni poemas de desprecio. No merecen que humilles a una escoba. Vístete de poesía, conjúgate en el verbo. Ponle punto y aparte al hombre ciego. El terrible asesino llamado recuerdo.


Javier finaliza “los objetivos” con el numero 17. “Alianzas para lograr los objetivos” Se llama “Sin ti”. Sin ti no sabré cultivar la tierra, ni respirar el regalo del aire. Si me condenas al hambre y a la guerra mi cama será sequía. Las agujas afiladas del reloj son un ejército invisible que avanza. No nos pertenece ni la tierra ni su secreto. Como siempre el maestro está sublime, pero no lo vemos claro como cierre de los objetivos, nos parece un poema de amor.


Cinta trae dos poemas cortos de su próximo poemario y un relato. “Despedida” pertenece a la serie “Amor”: De aquel hasta mañana es larga la ventana y la amargura. Me golpean las luces de la aurora. Quiero escapar, pero la noche bruja me persigue a toda hora. Quiero poder llegar a tu hermosura y apagar mi pasión y mi locura. Estoy en el risco que se llama alarido. Me despeño siempre. Me arrojo a los mimbres que forjan lo vivido. Se fueron paso a paso el ardor y su espectro. Está finalizado. Triunfa como siempre con la dulzura de sus figuras. -Prosigue.

“La mudanza”: El último desayuno en esta casa. Boca cerrada, mirada penetrante. Nos costó llenar el camión entre todos. Las camas de níquel. ¡Qué bien vais a estar en Madrid!. Se abrazan llorando. La casa de los siete balcones. A mamá se le quebraba la voz. La librería llegó destrozada. El público aplaude pero pensamos que debería seguir, que es el principio de una novela o de relatos encadenados.


Alberto ha ganado un premio con el relato “La comepecados”. Hoy se muestra muy sabio. Lo primero que olvidamos de un ser querido es la voz. Mi madre nunca hablaba, le bastaba con mirarme para decirme las cosas. Le habían arrancado las palabras para siempre junto a un trozo de lengua. Acudía a casa del difunto para comerse sus pecados antes del entierro. A cada pan de muerto le quitaba un trocito para llevarse uno de sus pecados y yo los guardaba en una bolsa negra. Como el agua se aparta cuando se le echa aceite. El muerto sumaba tantos pecados que era imposible que se los quitaran. Nunca más guardé pecados. Está superior, su declamación es perfecta y tiene voz de locutor antiguo, un placer escucharle.


Alma, que tiene un nombre que tanto le pega: Lleva una cita: “la tierra, este valle de lágrimas”. Bajaba el tiempo de Comala cuando las voces lo envolvieron. Cantos que preñan el mundo de esperanza. El viento se retuerce perdido en el espanto. El agua irriga las venas de la tierra. Nos enseña el libro. Muy suyo etéreo y abierto, sucinto.


Otro: “Aguazal”. Cae amorosa el agua llovediza. El día rosado de flamencos. Escucha el verde nuevo en el croar de la rana y la culebra. La honda fugaz de la culebra. Su belleza, armonía del fluir al arrullo de la muerte.


Susana, detrás de la pantalla luce su melena rubia y dice: El funeral de mis quimeras contigo. Tu fuego ya no se aviva. Salto a la comba entre tus órbitas cenizas. Añadiré flores para calmar mis sinsabores. Crece entre cualquier recoveco la tela de araña. 

Gira el mundo, gira. Maldigo al azar, a mi miseria y mi pobreza. Aposté todo a tu número y no diste la serie. Te perdiste entretenido entre todas las bolas. Hacer de la presentación como un diálogo acortar decidir la longitud 


Juan Antonio. “Medidas del yo”. El yo se mira en sí mismo. Lorca sabía de amores con misterio. Machado ligero equipaje. Se dirigió al mar Alberti. Joan Margarit con sus gaviotas. Serrat. Luis enorme diámetro. 


Rocío. Los deberes de Navidad: La mirada de madre. Conservó mejor las piernas que la cabeza. Era menuda e inquieta. Cuando no estuvo embarazada, estaba amamantando. Los demás huyeron. Mi madre retoñaba viendo tanto hijo. Crecíamos los hijos y menguaba madre. Madre se desdibujó entre olvidos y lamentos. La mirada de madre acababa escondiéndose dentro de ella. No se presentó a la hora del zafarrancho. La hiedra había trepado muros. A la intemperie, madre había reunido un montón de sucios platos. Desde entonces vivimos aquí. He dejado a mi hermana imaginaria. Jugando a ser felices. Arranca un aplauso de los presentes y nos envuelve en esos mundos cotidianos que pinta como nadie.


Anagonz. Hoy no hay nada en gallego. Camino a cocheras. Aquel cuerpo no cabía en los cubos de la basura. El aire chulesco. Su amor platónico era el conductor del 127. Las recetas de carne se le daban genial. Nos hace reír en un tono grotesco que yo no le conocía.


León ruge. Libro misceláneo de poesía “Claros de luna” El mar habla con Alfonsina. Ven, suicida, mi hermana. Mi gacela perdida. Sombra sin amo como mi deseo. Hacia el silencio de las manos mías. Antes de que una rosa repentina te ciegue. 

Maria Callas. Cuando nubes podridas hacen llover miserias sobre los humillados en un congreso de espectros. La paz del cementerio para aquellos que tienen el pico enrojecido, los que hieren en manada. Cubre la insoportable negrura de sus alas. Tienen la noche pero nunca la luna. Ya no cabe música en pechos reventados de dolor e ira. Escupiendo gusanos trató de contenernos. Lentos curvos metálicos pululan por el cielo con cantos de chatarra. Ahora que ya no queda tanto tiempo. Excelente actuación.


Aparece Luis en su altura: “Hombres del mar” las redes tendidas en la popa aguardaban su cita con el agua. Atrás quedaron los sueños. Una voz quebrada por el frío da la voz de avance a barlovento. La angustia de volver con las manos vacías. Los brazos de hierro de quince corazones. Grita el capitán, los peces agonizan. El puerto poblado de gaviotas. Volvemos todos. 


Aure llega apurado y de pie nos dice: ¿Quién me robó los años anteriores a la guerra? Quién fue el ladrón de ese tiempo que mi hermano vivió. ¡Qué canalla el azar! 

“Biografía”: imprimo tu biografía y duermo con ella. Para saber que no fue el azar, que hubo fechas concretas. Los que te dejaron solo e inerme. Todo es silencio oscuridad y silencio, padre. Sus poemas son gotas de esencia concentradas en poemas breves.


Paloma no ha escrito nada y lee las aventuras de la cabeza de Beethoven. Tiene crisis creativa, está gestando su próximo libro. 


Nos disolvemos contentos y embriagados de palabras y de figuras, apurados porque se nos ha hecho tarde. Un placer la tertulia Rascaman, como siempre. Hoy he sido prudente y no me ha dado por puntuar a nadie, ni a mí misma. ¡Bien hecho!



Paloma Sánchez
28 de octubre de 2022









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