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domingo, 23 de enero de 2022

12ª Jornada/XV año: Miércoles, 19 de enero de 2022



LOS HERALDOS NEGROS Y MÁS

CÉSAR VALLEJO

 

Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé!

 

Ignacio ha perdido la partitura, ha vuelto a componerla y le ha salido otra canción. Hace una invocación y trata de cantarla seguida. Sin soñar. Se oye una armónica. Fin de la canción. No sé si amanecerá más sin ti.

 

Son pocos; pero son…Abren zanjas oscuras

En el rostro más fiero y en el rostro más fuerte.

 

Aure viene cargado de problemas. Sigue con Alien. Amenazas. La próxima vez que sea leopardo no voy a perdonarte. Como si te besara. Treparé por tus piernas, por tus muslos. La próxima vez que sea un hombre me posaré en tus hombros.

 

Esos golpes sangrientos son las crepitaciones

De algún pan que en la puerta del horno se quema.

 

José Antonio. Nos lee la leyenda de la portada del libro solidario. Todavía se pueden enviar poemas. Impresión uno de febrero. ¡Ay, Matilde! sístoles en el teclado, solo el ruido de la máquina. Octavillas que se lanzan, exigiendo libertad ante las bocas de riego.

 

Vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

Se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

 

Mariana. Huella. Conchas dispersas. Buscando el olor del país. Aguarda la tristeza del mar, del pez. Alguna lágrima perdida. Se posa en una foto que habla. El grito incendia la garganta. Vibración. Entonces salí a mar abierto. Estabas en cada mirada del agua. En mi ojo las olas jugaban con tu silueta. Ya no me acerco tanto al mar.

 

Regreso del desierto donde he caído mucho.

 

Javier. Objetivo: Energía no contaminante. El calor de la tierra. Temer al volcán y su incertidumbre. El abrazo mineral de sus aguas termales. Amar la tierra y su incertidumbre.

 

Espero que se ría la luz de tu vuelta.

 

Juan Pulgar. El tiempo pasaba al revés. Era una frágil flor roja. Protegida por lo que una vez fue una niña abandonada. Solo hay un modo de llegar a tiempo. Él sana. Te desmoronabas en polvo escarlata.

 

A lo largo del muelle…

Y a lo largo del cuello que se ahoga.

 

Carlos Ceballos. ¿Verso de vanguardia o verso tradicional? ¿judías o pasta? ¿Indígena o patriota? Dormir blandas horas y comienzas a comprender. Lo que registra y parapeta el otro. La reparadora escucha. La cintura tomada.  

 

El humo oliendo a sueño y a establo,

Como si se exhumara un firmamento.

 

Rocío. La mujer se detuvo. Parecía observar las sombras en la acera. Los recuerdos le trepaban desde los pies y no le dejaban dar un paso. Armados por el ingenio. La mejor trinchera para curtirse en las letras. Sus labios atornillados a otros labios. Su mano, más allá de la barra. La calderilla de sus miradas. El tiempo, rastro de tinta corrida. Aquella noche se vomitó a sí misma. Había intentado brillar en el dique seco de la indiferencia. Todo el silencio que le abrigaba era suyo. Rocío está apurada le sobran 500 caracteres. La mujer titubeaba en la puerta del pub. ¿Por qué te haces esto? Aquí donde nos conocimos.

 

¡Ay! La llama en color de ropa antigua,

¿Como se entreabre y huele a piel quemada!

 

Paloma.

La borrachera de vivir a tu antojo de puertas adentro, con flores solo para ti. En un escenario cuidado con esmero y transformado una y otra vez, como si siempre estuviéramos buscando algo que incorporar a nuestra casa, ya abarrotada de recuerdos, pero siempre esperando una pieza que parecía haber estado siempre ahí. En ese rincón que encontró la escultura diminuta por sí sola. Dominando tu espacio visual, mandona y terca. Casi casi se parece a ti. No eres más que una señora que se agarra al teclado del ordenador cual naufrago que encuentra una balsa. Eso diría Sorrentino pero mi historia es más compleja, hay que pararse en los detalles y después revisar con cuidado lo escrito.

 

Y el hombre…Pobre…pobre! Vuelve los ojos, como

cuando sobre el hombro nos llama una palmada;

 

 

Carmen Padin. En la foto de los niños. Excentricidades. Si mi tío Alfonso hubiera vivido en este siglo hubiera estado encerrado en un manicomio. Un pegamento con cualidades únicas. La solución para la presa. Una maquinaria muy utilizada en oriente y de probada eficacia. El removedor de piedras. Yo me tapé los oídos, el enorme elefante. El pobre animal se sintió feliz. Aquel gigantón retozando en el agua como un crío. La noticia cayó como balde agua fría. Sansón. Una nota escrita en mal español. Quizá encontrar un lugar donde ser excéntrico es algo común.

                                                          

Vuelve los ojos locos, y todo lo vivido

se empoza como charco de culpa, en la mirada.

 

Susana. Corin. No me dio un beso. Me inventé un padre muy guapo con labios carnosos. Me crecieron dos bultos del tamaño del hueso de melocotón en el pecho. Bebía pequeños sorbos empuñando la bota. Nunca me había gustado el abuelo, su mirada en mis caderas. Apretando su cuerpo duro contra el mío. Pasaba las tardes encerrada en la habitación. Una desconocida por mucho que fuera mi madre. Jamás la vi sonreír. Se sentía impura. Mi padre no era tal como yo lo había inventado. Me convertí en su modelo y amante.

 

Hay golpes en la vida, tan fuertes…Yo no sé!

 

 

Fin de la sesión.






Paloma Sánchez
19 de enero de 2022


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