Páginas

lunes, 17 de enero de 2022

11ª Jornada/XV año: Miércoles, 12 de enero de 2022

 

La vida del Lazarillo de Tormes, y de sus fortunas y adversidades

 

En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestrarle, me pidió a mi madre, y ella me encomendó a él, diciéndole cómo era hijo de un buen hombre, el cual, por ensalzar la fe, había muerto en la de los Gelves, y que ella confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mí, pues era huérfano. Él respondió que así lo haría y que me recibía, no por mozo, sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.

 *

Carmen Padin. Sigue su novela de los judíos a los que van a expulsar. Hoy no tengo palabras, pero me acuerdo bien de la música, del entramado del tejido del relato que fluía como líquido. Suave y cadencioso tal que si las palabras no se pudieran disponer de otra manera. Tampoco tengo el orden de actuación.

 *

Pues, tornando al bueno de mi ciego y contando sus cosas, Vuestra Merced sepa que, desde que Dios crió el mundo, ninguno formó más astuto ni sagaz. En su oficio era un águila: ciento y tantas oraciones sabía de coro; un tono bajo, reposado y muy sonable, que hacía resonar la iglesia donde rezaba; un rostro humilde y devoto, que, con muy buen continente, ponía cuando rezaba, sin hacer gestos ni visajes con boca ni ojos, como otros suelen hacer.

 *

Omega hoy no se hace un omega. Se ha marcado un Nostradamus. Lee "Centuria", doce o trece salmos grandilocuentes todos por encima del tiempo. Más arriba que la épica. Se ríe con risa de niña de su éxito.

 *

Mas también quiero que sepa Vuestra Merced que, con todo lo que adquiría y tenía, jamás tan avariento ni mezquino hombre no vi; tanto, que me mataba a mí de hambre, y así no me demediaba de lo necesario. Digo verdad: si con mi sutileza y buenas mañas no me supiera remediar, muchas veces me finara de hambre; mas, con todo su saber y aviso, le contaminaba de tal suerte que siempre, o las más veces, me cabía lo más y mejor. Para esto le hacía burlas endiabladas, de las cuales contaré algunas, aunque no todas a mi salvo.

 *

Raña saca un relato de una peluquera, "Los ojos de la luna". La luna del espejo, el tiempo que le ha convertido en escritora.

  *

Usaba poner cabe sí un jarrillo de vino cuando comíamos, y yo muy de presto le asía y daba un par de besos callados y tornábale a su lugar. Mas duróme poco, que en los tragos conocía la falta, y, por reservar su vino a salvo, nunca después desamparaba el jarro, antes lo tenía por el asa asido. Mas no había piedra imán que así trajese a sí como yo con una paja larga de centeno que para aquel menester tenía hecha, la cual, metiéndola en la boca del jarro, chupando el vino, lo dejaba a buenas noches

                                                                                    *

José Antonio ha vuelto a Matilde. Ay, Matilde, estreno calendario...

   *

Yo, como estaba hecho al vino, moría por él, y viendo que aquel remedio de la paja no me aprovechaba ni valía, acordé en el suelo del jarro hacerle una fuentecilla y agujero sutil, y, delicadamente, con una muy delgada tortilla de cera, taparlo; y, al tiempo de comer, fingiendo haber frío, entrábame entre las piernas del triste ciego a calentarme en la pobrecilla lumbre que teníamos, y, al calor de ella luego derretida la cera, por ser muy poca, comenzaba la fuentecilla a destilarme en la boca, la cual yo de tal manera ponía, que maldita la gota se perdía. Cuando el pobreto iba a beber, no hallaba nada. Espantábase, maldecíase, daba al diablo el jarro y el vino, no sabiendo qué podía ser.

   *

Alberto se hace un omega envuelto en una manta y con cara de cachorrillo necesitado de cariño.

   *

Estábamos en Escalona, villa del duque de ella, en un mesón, y diome un pedazo de longaniza que le asase. Ya que la longaniza había pringado y comídose las pringadas, sacó un maravedí de la bolsa y mandó que fuese por él de vino a la taberna.

   *

Mariana nos lee unos poemas cargados de imágenes. "Pavura". Hasta las noches más luminosas, lo pulcro de lo rancio. "Cipreses y selva". "Alquimia del día".

   *

Púsome el demonio el aparejo delante los ojos, el cual, como suelen decir, hace al ladrón, y fue que había cabe el fuego un nabo pequeño, larguillo y ruinoso, y tal que, por no ser para la olla, debió ser echado allí.

   *

Rocío se hace otro omega. Después de salir a hombros de la plaza la última vez no quiere arriesgar su figura. Recomienda "Los ingratos" y lee un micro de Mar Hornos.

   *

Y como al presente nadie estuviese, sino él y yo solos, como me vi con apetito goloso, habiéndoseme puesto dentro el sabroso olor de la longaniza, del cual solamente sabía que había de gozar, no mirando qué me podría suceder, pospuesto todo el temor por cumplir con el deseo, en tanto que el ciego sacaba de la bolsa el dinero, saqué la longaniza y muy presto metí el sobredicho nabo en el asador, el cual, mi amo, dándome el dinero para el vino, tomó y comenzó a dar vueltas al fuego, queriendo asar al que, de ser cocido, por sus deméritos había escapado.

   *

El Maestro no ha escrito nada nuevo, pero a petición mía, saca de un cajón “La contorsionista”:

 

Aunque todavía puedo doblar la espalda,

tocar con mis pies la nuca,

me reservo para días de fiesta,

en los que mis hijos presumen

de un pasado de luces blancas.

 

La reina del equilibrio y la acrobacia.

Giraban los platos en la punta de los dedos,

Las caras del público eran bocas de asombro.

 

Para esos días entreno cada tarde mi cuerpo.

 

Ellos jamás preguntan por qué me marché.

  * 

Yo fui por el vino, con el cual no tardé en despachar la longaniza y, cuando vine, hallé al pecador del ciego que tenía entre dos rebanadas apretado el nabo, al cual aún no había conocido por no haberlo tentado con la mano. Como tomase las rebanadas y mordiese en ellas pensando también llevar parte de la longaniza, hallóse en frío con el frío nabo.

   *

Ignacio Tamés se pierde en un laberinto de personajes y de situaciones hilarantes y disparatadas a partes iguales. Es un libro que cuenta su peripecia pero como lo van a quemar no se sabe todavía cual va a ser la vida futura del susodicho libraco.

   *

Y como debió sentir el huelgo, a uso de buen podenco, por mejor satisfacerse de la verdad, y con la gran agonía que llevaba, asiéndome con las manos, abríame la boca más de su derecho y desatentadamente metía la nariz. La cual él tenía luenga y afilada, y a aquella sazón, con el enojo, se había aumentado un palmo; con el pico de la cual me llegó a la golilla.

   *

Juan Calderón lee "New look", una cosa muy graciosa y muy rimada. Cuenta la protagonista su cambio estético y le contesta irónica su amiga.

   *

¡Oh gran Dios, quién estuviera aquella hora sepultado, que muerto ya lo estaba! Fue tal el coraje del perverso ciego, que, si al ruido no acudieran, pienso no me dejara con la vida. Sacáronme de entre sus manos, dejándoselas llenas de aquellos pocos cabellos que tenía, arañada la cara y rascuñado el pescuezo y la garganta. Y esto bien lo merecía, pues por su maldad me venían tantas persecuciones.

   *

Aure sigue con ALIEN. Versos muy bellos, se pregunta para qué sirve todo esto. Aún guardo este pétalo rojo para ti.

   *

Aun apenas lo había acabado de decir, cuando se abalanza el pobre ciego como cabrón y de toda su fuerza arremete, tomando un paso atrás de la corrida para hacer mayor salto, y da con la cabeza en el poste, que sonó tan recio como si diera con una gran calabaza, y cayó luego para atrás medio muerto y hendida la cabeza.

   *

Paloma: El drama de la obra se convirtió por arte de birlebirloque en una parodia de nuevo cuño. Una lejana metáfora bufa del Pueblo contra los poderosos que abusan. La animada caravana con Felipe a hombros se dirige a la tasca de enfrente, entre bravos y manteos. Cuando se le pasó la toña a la mañana siguiente, se vio un enorme cardenal en la costilla flotante, pensó que se la habían dañado y que ya estaba mayor para estos fandangos.

 

Esta mujer al momento

en ese potro tened,

dale a esa mancuerna luego.

¡Ya está de cólera ciego!

Que os he de matar creed.

En este potro villanos.

¿Quién mató al comendador?

Fuenteovejuna, señor.

*

Completan los rascamanes hoy David Lerma e Iñaki que no trajeron nada para leer. David nos cuenta que en sus días aislado ha aprovechado para retomar su novela.



Paloma Sánchez
13 de enero de 2022



No hay comentarios: