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domingo, 20 de diciembre de 2020

10ª Jornada/XIV año: Miércoles, 16 de diciembre de 2020

 

Los pintores indalianos (en la foto del centro el 2º por la izquierda es Luis Cañadas y el de la derecha Jesús de Perceval) Foto tomada de http://www.soleraiberica.com/Alme%2021.htm


1. Paloma Sánchez:



Madrid 16 de Diciembre del año de la pandemia


17h. Comienza la tertulia telemática Rascamán con Isa Pérez. Está de guardia y la pueden llamar en cualquier momento del paritorio. Está muy graciosa con su fonendo colgado del cuello y su bata blanca. Lee un poema intenso, pero ninguno estamos preparados para lo que viene a continuación, es un bombardeo, las imágenes potentes y dramáticas golpean nuestras cabezas y apenas se puede seguir el poema. Ignoro si la transcripción es fidedigna, lo hice al dictado. Los dos poemas creo pertenecen al último poemario que ha presentado al Premio Hiperión de poesía. Algunos la felicitan por adelantado. su poesía tiene una fuerza arrolladora:


Alice Little

En el jardín de atrás los libros se comen la cara de los lirios/virgen marcada, como todas/somos culpables de los retratos que duermen en pesadilla/¡Qué criminal es la belleza como excusa.


Segundo poema

No te levantes contra la luz/la noche de las casacas rojas/vienen los pseudópodos que conocen tus vicios/el dolor pasará/en la noche de las navajas tienes permiso para seguir gritando. Imágenes llenas de fuerza, enhorabuena creo yo que te mereces el premio.


Paloma

Hace tiempo, años, que no leo en público, y al leer mi poema “La Escritura”, del libro/antología “Atleta que Mira el Paisaje”, con una cita de José Cereijo. Me pongo nerviosa y aunque últimamente mi estilo de leer era moderado y susurrante me vengo arriba en la actuación, creo que un poco exagerada. Cuando termino de leer hay un silencio sepulcral, el que deja el Arte. Como mínimo mis poemas duran unos cuatro minutos, de ahí que hable del poema chorizo o mejor, más fino, poema canto de cisne.

¡A la calle! donde el azar realiza su jugada/que los días trabajen a favor de la arena/el Universo está en todas partes/cuánta belleza hay cuando se moja/te querría decir tantas cosas/pero estoy escribiendo a oscuras. El libro está en galeradas. Benicio dixit que saldrá en febrero.


Celia y Aure están estupendos sentados como si fueran a dar las noticias, silenciosos y disciplinados. Aure nos enseña un maravilloso cuadro/poema visual que ha hecho y tiene plumas de águila que vienen al caso del asunto del poema. El poema del berrinche. -Antes de nada quiero contar la última que me ha hecho mi Santa- dice Aure. Celia añade -por cierto la pobre no se encuentra nada bien- Continua Aure, como dos locutores bien sincronizados -Pues Yo tenía un dibujo de Jesús de Perceval, figura señalada de la pintura almeriense. Yo estaba comiendo y distraído con otras cosas y además no veo nada. Así que viene mi Santa con el dibujo en la mano, me lo pone delante y me pregunta ¿de quién es esto? y si lo puede tirar. Yo le dije que mío y fue y lo hizo trizas y montó un numerito que no veas-. Interviene Celia siempre sincronizada -Si no es por mí que lo recogí de la papelera y lo volví a pegar- nos enseña el dibujo que es muy bello.


Aure nos lee el poema del cuadro: Allí dónde muerden las víboras/dónde devoran a un niño/en el nido de un águila/allí donde agoniza el amor.


Celia: A mi hermana y a mí nos amamantó una loba/a la luz del olvido/Madre Loba ¿Qué me vas a dar ahora? Celia como siempre, concisa y etérea.


Juan Antonio Arroyo presenta un poema inspirado en Imagine de John Lennon. Tú y yo soñábamos la vida brillante/la Tierra gira por las elipsis de tus ojos/y hay sorpresa en los mapas/la plaza amueblada con palabras/llega el ocaso necesario y no estás muerto/vives y eres as de corazones.


Rocio tiene que activar su sonido, la pobre tiene un ruidito en el ordenador que suena como un grillo. Está apurada porque puede llamar su jefe en cualquier momento. El relato tiene seis páginas de lineas apretadas. Va a leer dos hojas. No he pillado el título.

Yo me enteré por pura casualidad/¿Magdalenita eres tú?/¿Por qué te llaman Magdalena abuela?/El bar Chumbica era un referente, allí se mercadeaban los negocios, hace siglos de aquello/la Abuela me miró por encima de las gafas/¡Te pareces tanto a mí!/Las Magadalenas eran amigas alegres, lustrosas/ Esa cría que se ganaba la vida con un cajoncito colgado del cuello. Rocío ha crecido en complejidad de las situaciones de sus relatos y todos estamos de acuerdo en que le sobra dominio para desarrollar una novela. Todo el relato desprende ternura.


 Alberto Ramos nos cuenta el cuento “El Rey del Bolero”: Un número de lotería le devolvería su nombre/No era para el Rock, era para ser cantante de boleros/a los diez años perdió su nombre/el número está compuesto del número de letras de sus bandas preferidas. Le digo con ironía si no querrá hacer un sortilegio al número que acaba de sacar de su bolsillo y que muestra ufano ante la cámara. Alberto parece un Rey nórdico sobre una manta que imita borrego y se extiende por encima de su cabeza, además aparece cómodamente recostado sobre el respaldo.Omega afirma desde su decorado que una vez soñó con un número y después lo vio en su administración de lotería y no lo compró. Al dichoso número le tocó el Gordo y su familia le retiró el saludo.


José Antonio no ha escrito nada.


Maite lee su relato de Cartagena de Indias con un lenguaje que nos transporta al siglo XVII: Salí con diecisiete años de Holanda yendo a Guinea/Arribé a Cartagena de Indias. Hay en su lectura un cierto regusto por las buenas novelas de aventuras que leíamos en la infancia. A mí me ha recordado en su forma de narrar a “La Isla del Tesoro” de R.L.Stevenson.

No creo en Dios sólo creo en el Hombre/.


Con Juan Bautista nos vamos otra vez de viaje, me encanta que me lleven, esta vez a La Habana en la que lleva instalado ya un tiempecito. No puede acabar nunca el libro porque siempre se le están ocurriendo cosas y las quiere incluir en el texto. David añade una cita de Paul Valery “las obras no se terminan, se abandonan”. Hacia dos horas había conocido el lujo/Covadonga estaba encandilada/La niña contemplaba el mar/Siempre sentí que mi vida tenía un destino/los días previos, incertidumbre de la travesía/Algún día le contaré la historia de mi vida.


Madrid 20,20h


Paloma Sánchez

19 de diciembre de 2020


2. Javier Díaz Gil:



Continuación: Madrid 20:21h


Paloma tiene que dejarnos y continúo yo el resto de la bitácora.


Juan Calderón se nos pone picarón con el poema "El conejo de sor Clarita": el obispo, las monjas del convento de la Peña, el hurón, un conejo, por supuesto, y el tabernero...


Cinta nos lleva de viaje con Leonardo el farero, recorriendo los faros de Galicia. De los faros y lo que acontece en cada uno hasta un pueblo castellano, Palacios de las Vides, con una sirena asomada a una ventana.


Es mi turno, Javier, y no leo nada mío porque no tengo nada nuevo pero he traído un poema del poeta manchego residente en Getafe, Matías Muñoz, un tremendo poema dedicado a una maestra asesinada en la Guerra Civil y la historia de su hija octogenaria que busca la fosa donde la enterraron.


Lurdes ha escrito un cuento infantil con personajes que aparecen en los cuentos que le contaba a su hija: un topo, una rata, una mariposa, un dragón. La mariposa, la víctima.


Mariana ha entrado hacia el final pero le ha fallado el Zoom y cuando ha querido entrar ya nos habíamos ido. A Omega que estuvo la primera parte escuchando a todos, también tuvo que marcharse y no le dio tiempo de leer.


Es David quien cierra hoy la Tertulia que no lee nada pero desde su fondo virtual parisino nos da a todos 12 puntos, twelve points. 


Nos despedimos ya. Hoy Zoom en mi caso ha estado muy inestable, he tenido que estar en la Tertulia a veces sin vídeo y sin micrófono para mejorar mi conexión pero ha sido difícil.

Para la próxima espero que no me falle.


Nada como las tertulias presenciales, ahí la conexión nunca falla. Volverán.


Javier Díaz Gil

20 de diciembre de 2020 

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