Páginas

lunes, 29 de enero de 2018

9ª Jornada/XI año: Miércoles, 17 de enero de 2018


El calendario marcaba
17 de Enero de 2018...


   El calendario marcaba 17 de Enero de 2018. Estaba contento porque, tras las vacaciones navideñas y un par de sesiones más a las que no pude asistir,  regresaba a la Tertulia Rascamán.
    En realidad llevo poco tiempo formando parte de este grupo con solera de muchos años. Ni siquiera conozco todavía a todos los integrantes, aunque con los más asiduos ya he comenzado a tener cierta confianza. Llegué a Rascamán  invitado por mi amigo Iñaki Ferreras y, desde el primer momento, me encontré cómodo en sus tertulias. Me gusta  mucho la naturalidad con la que se acoge y se le da voz a todos los nuevos que vamos llegando. Los comentarios sobre las obras que se presentan son constructivos, educados, con ánimo de ayudar y no de machacar, que es como yo creo que debería ser en todas partes. Javier Díaz Gil es un excelente líder, sabe dirigir la orquesta con eficacia y sensibilidad. Su batuta es muy hábil para que ningún instrumento suene fuera de tono, y si esto ocurre alguna vez no duda en usar el diapasón de su campanita plateada.

   Esa tarde traía yo una misión importante entre manos: presentar en la tertulia a mi querido amigo Juan Bautista Raña. Cuando le hablé del grupo enseguida mostró interés por conocerlo y  sin dudarlo mucho, en amor y compaña, bajamos las escaleras que conducen al sótano de la Cafetería Santander. Tan pronto llegamos, Javier saludó a Juan Bautista y a partir de ahí se acabó mi tranquilidad. Su voz, amable pero contundente, sentenció: “Juan, hoy haces tú la bitácora”. Rocío, sentada a su lado, apostilló: “Es un honor poder hacerla. Felicidades, Juan”. El resto del grupo sonreía de forma picarona. En aquel momento mi persona, ya recortadita de por sí, comenzó a achicarse hasta casi hacerse invisible. Por qué se me habrá ocurrido venir, me decía, con lo bien que podría estar tomándome una cervecita. Y es que aquello de la bitácora me pareció algo muy complicado. Jamás había visto una, y, mucho menos, la había hecho. Intenté librarme alegando desconocimiento, pero me echaron abajo la teoría dándome una master class acelerada, luego ataqué con aquello de que ni siquiera sabía los nombres de los asistentes… Todos se brindaron amablemente a írmelos diciendo cada vez que tuviese duda. En fin, que agotados mis argumentos no tuve más remedio que coger unos folios e ir anotando cuanto aconteció a lo largo de casi tres horas.

   Estábamos presentes: Javier, Rocío, León, Paco, Mariana, Alberto, David, Celia, Cinta, Ana, y los tres nuevos fichajes llegados aquella tarde: Carlos, Carmen y Juan Bautista. Naturalmente, yo, aunque muy achicado, también me encontraba allí.

   Javier abrió la sesión dándoles la bienvenida a los nuevos e interesándose por sus datos personales y literarios. Carmen dijo que había oído hablar de esta tertulia y que fue Begoña Montes quien la animó a venir. Tiene dos libros publicados en solitario y también está incluida en algunas antologías. Proviene de otra tertulia (no recuerdo el nombre, lo siento) que se reunía en un bar de Malasaña. Escribe relato y poesía. Carlos nos informó de que había sido bancario (mira, otro como yo), y que tras prejubilarse se había entregado a ser poeta. Dos libros en solitario y dos colectivos son su bagaje literario. Pertenecía a otra tertulia que se reunía en el Café Ajenjo, de Madrid. También a él le habló de Rascamán, Begoña Montes. Juan Bautista se presentó como ingeniero informático, aseguró que siempre estuvo interesado por la literatura, que había sido, desde muy joven, un lector empedernido, pero que no había empezado a escribir hasta hace dos años. Escribe poesía y relato. Ha publicado un poemario y ha sido incluido en varios libros colectivos.

   El primero en intervenir fue Paco Fenoy. Comenzó haciendo una crítica del nuevo libro de Javier Díaz “Volver a Chile”. Dijo que cada día lee un solo poema del mismo y que el número 14 le ha resultado cursi. Javier leyó el poema y León, junto a otros compañeros, discreparon de su opinión. A continuación leyó un cuento breve, se trataba de otro más de los que está dedicando al tema de los guantes, en este caso se titula “El clavo clavado en el guante y en la capa”. Como cada vez que lee una de sus obras, ésta suscitó muchos comentarios y se le ofrecieron un sinfín de sugerencias para que el cuento quede más redondo. A Cinta le gustó; León le dijo que podría ser el principio de un cuento más largo; Alberto, con picardía, añade que le ha hecho gracia la frase: “Esta noche la clavaré” (Fenoy se refiere a una tumba); Iñaki opina que el cuento debería ser más largo; Juan Bautista que hay que aclarar por qué no aparece en el cuento nada sobre la capa que figura en el título. Javier le sugiere que la capa se vea por las rendijas de la losa. Fenoy aclara que está basado en un hecho real.

   Iñaki nos presenta “El abandono” como un relato tragicómico. A petición suya lo leyó Cinta. Celia dijo que era más trágico que cómico; Alberto, que sonaba raro que den las doce en un reloj de arena; Javier opina que choca que la niña se tome un tubo de pastillas, (Iñaki dice que es una niña esquizofrénica), insiste Javier en que hay que buscar una explicación a por qué el padre le regala un cuchillo; Mariana cree que al principio le falta ritmo; Rocío dice que tiene hallazgos interesantes, pero que hay cosas que habría que rectificar; en general no le parece mal.

   Rocío lee su cuento “La feliz desgracia de tu ausencia”. La opinión general es que resulta poético y muy bonito. Alberto dice en broma que Rocío va a terminar siendo poeta perdida. A Carlos le ha parecido prosa poética, David, sin embargo, cree que es más prosista que poeta. Mariana confiesa su admiración por Rocío.

   Javier Díaz lee unos poemas del libro “Rocío para Drácula”, de Fernando López Guisado: “Lista de propósitos”, “Poltergeist”  e “Interpretación de los sueños”, todos ellos muy bien acogidos por los tertulianos.  Terminó su intervención con la lectura del poema 41 de su última publicación, “Regresar a Chile”, y nos informa que su presentación, a cargo de nuestro compañero Aureliano Cañadas, tendrá lugar el día 29 en Libertad 8.

   A continuación intervino Celia con la lectura de su poema “Tantos amigos”. A Javier le gusta el verso “Dijo mi madre: No abras aunque llamen”. Fenoy opina que está bien pero que algunas partes hay que hilarlas mejor. Javier y Juan Bautista creen que podría convertirse en dos poemas. A Carmen le gusta mucho. Celia aclara que el poema habla de un grupo de refugiados, y lee otro poema, sin título, también sobre el mismo tema. A Mariana le han emocionado los dos poemas. Debido a la hora, Celia tuvo que marcharse.

   Mariana nos ofreció tres poemas cortos: “Efemérides”, “Paisaje enmudecido”, (leído por Javier) y “Llévate este polvo”, leído por León. Cinta dice que todos sus poemas son muy trascendentales, que necesitan varias lecturas. Rocío, David e Iñaki creen que es muy importante la forma de leerlos, que Mariana no le saca todo el partido que sus versos tienen. En general gustaron mucho.

    Carmen lee con lentitud y muy bien sus poemas: “Ilusionistas”, “Naufragio”, “Método del miedo”, y “Prodigios”. En general se opinó que son poemas bellos, muy visuales, con un toque oriental. Rocío dice que Carmen se merece que le hagamos una ola.

   Carlos mostró los poemas: “Las caras de tu ausencia” (de amor y desamor), “Tarde de perros” (inspirado en una vivencia personal del poeta), “Sensaciones” (erótico festivo, en palabras del autor), y “Un suspiro” (Dedicado a Frank Liszt). Se le hacen algunas breves sugerencias para mejorar algún verso. Los poemas gustaron.

   León recitó de memoria otro de sus sonetos dedicados a Camelot. Todos los contertulios alabaron su trabajo, calificándolo de muy bueno y jocoso.

   Alberto duda si leernos una cartita o un microrrelato. Finalmente se decide por “El perro de los Gómez”, una obra que nos hace reír a todos y divagar sobre la vida de los perros y de los gatos, entre bromas y divertimento.

   Cinta  nos dice que va a leer dos poemas, uno para publicar y otro para el proyecto de los guantes: “Entre dos aguas” (Surgió escuchando a Paco de Lucia), y “Un bosque de cinco árboles”.  Javier le dice que parece más prosa poética que un poema. Iñaki piensa que hay que trabajarlo más.

    A continuación me tocó intervenir a mí, leyendo el poema “Brindis”. Javier me sugiere cambiar el título. A Carlos y a Iñaki no les gusta un verso que empieza por “mas”. Alberto destaca mi forma de leer el poema.

   Juan Bautista nos ofrece “Momentos de libertad”, un poema dedicado a las abejas. Rocío dice que ella descolocaría todo el orden que lleva el poema, Javier opina que hay demasiada descripción al principio, que habría que limpiarlo de cosas. En general se dice que se acerca más a un relato, con lo que no están de acuerdo ni Rocío ni Alberto.

   David nos ofrece un fragmento de una novela. Refleja un whatsapp, en el que se responde a un chantaje que sufre uno de los personajes. Habla de un amor que se acaba. Los compañeros opinamos que no es lógico escribir un whatsapp tan largo y literario, que no resulta creíble. Se divaga sobre otras alternativas para mandar el mensaje.  David defiende que él, como autor, puede tomarse las licencias que crea conveniente.

   Javier lee un poema de Neruda titulado “Explico algunas cosas”, muy celebrado por los contertulios, aunque Iñaki, en tono jocoso, asegura que hay que darle una vuelta.

   Ana, como otras veces, trae un poema en gallego “Soos” , posteriormente lo recita también en castellano, “Solos”. Ana dice que hay emigrantes de muchas clases, de eso trata el poema. Mariana y Carmen opinan que en gallego tiene más musicalidad.

   Javier cierra la sesión y da nuevamente la bienvenida a los tres recién llegados.

   No me lo puedo creer: Por fin he llegado al final. Vosotros, queridos compañeros, seguro que tampoco os lo podéis creer. Estoy convencido de  que lleváis horas durmiendo tras empezar a leer esta bitácora. Ah, se siente, nadie me dijo que tuviese que ser breve. Me despido satisfecho de este menester hasta dentro de un año, por lo menos.



Juan Calderón Matador
26 de enero de 2018

1 comentario:

Carlos Gamarra dijo...

Buen ejercicio. Inmejorable