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domingo, 5 de marzo de 2017

19ª Jornada/X año: Miércoles, 1 de marzo de 2017

la vida es como una caja de bombones... 



Decía Tom Hanks en Forrest Gump, que "la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va tocar". La tertulia del 1 de marzo viene con su caja de bombones de la mano de Cinta, que asegura que es por su cumpleaños. Ella no lo sabe, pero para nosotros no cumple, que siempre está preciosa y eterna. La caja es de color naranja y tiene una bandeja de diseño elegante. La abre, la deja encima de la mesa, y luego decide pasarla y ofrecer a todos. Con cada bombón, un beso. 

Monalisa es un bombón de chocolate con leche relleno con canela y nuez y que tiene un sabor curioso como el de las mujeres líquidas de las historias de Marisol. Su protagonista se llama Teresa y calza unos zapatos de lunes aburrido con los que visitar a su amante. Las mujeres líquidas lo mismo hablan de fetichismo, que de amantes, que de trabajo. La mujeres líquidas hablan, viven y están ahí. 

Valentine es otro bombón, éste de chocolate con leche relleno de mermelada de albaricoque, un bombón dulce y guapo como también es dulce y guapo Aureliano, al que le advierto que no me faltan gafas. Sus versos se deslizan entre guantes y circo, desde un Guant-ánamo escrito a su manera hasta una pista bajo la lona donde una mujer aparece a los compases de un vals ocultando su rostro y sin que apenas suenen aplausos. 

Manon Crips es un bombón de chocolate con leche relleno de avellana crujiente. Quizá el bombón que se comerían los protagonistas del relato de Rocío justo después de que ella encontrase un libro en el metro y él supiera que lleva el jersey del revés. Dos más de los que viven en una gran ciudad, que se conocen y que son capaces de reincidir en su encuentro. Un bombón que se nos queda a medio mordisco sin saber todavía qué pasa con ellos. 

Angers es un bombón que tiene matices de chocolate negro y naranja, lo mismo que los haikus de Fenoy, el Sr. Fenoy de la Penibética, el Sr. Fenoy de la Alta Andalucía. Haikus que hablan de una soledad donde la luna es la muerte y donde un verso, "nublo marcado", Fenoy lo explica diciendo que es porque estaba nublo y porque estaba marcado. Imposible ser más preciso. 

Diamant es de chocolate negro y está relleno de crema de plátano, mezcla de fantasía como el microrrelato de Alberto. Sube, baja, vuela, pinta. Sólo fantasía no hay más. Y la fantasía no es trampa. 

Passion, con dos eses, es un bombón relleno de caramelo, y pasión, solo con una, es lo que pone Javier en todo lo que hace. Hoy nos lee dos relatos cortos del libro de Jorge Espina "Desde las ventanas del sótano", título tan sugerente como el título del primer relato "Anadiplosis aguda", y que tiene dos partes, la primera un diálogo entre modernos, la segunda, uno entre filólogos que juegan a discutir sobre el uso de los pronombres. 

Marseille es un bombón de chocolate con leche, bombón clásico de sabor a "lo de antes", como el relato de Cinta que juega a no pasar las 500 palabras, y que arranca de un modo soberbio con una Manuela que se pasaba los días cosiendo sacos a tres perras chicas cada uno. Imposible empezarlo mejor, y más aún con un título que sugiere lo que podemos ver desde la azotea. 

Hearte es chocolate con leche relleno de avellana. María Jesús le ha quitado un cero a las 500 palabras de Cinta y se han quedado en 50, justas, medidas, precisas, sin una de más ni una menos. Pero en 50 palabras se puede decir mucho. Trae dos microrrelatos donde juega con anáforas en ambos para llevarnos desde lo que pasó aquel verano a lo que sucede por la culpa de los bajos. María Jesús sabe medir palabras con la precisión de un perfecto cuentaletras de diccionario. 

Chloe es un bombón de chocolate relleno de crema de frambuesa. Un sabor que acaricia el paladar como la voz de Alma acaricia el oído al regalarnos dos poemas que llegaron de una época de creación en la que ella confiesa sufrió sarpullido poético. La voz de Alma nos pasea por la ciudad donde, desde un mirador, sentimos los latidos de la calle y nos envolvemos con una luz encalmada, sí, encalmada, ésa luz que abraza deseos imposibles. 

Punto y final a una tarde llena de charla y bombones, una tarde en la que no fuimos muchos pero a la que le supimos sacar lo mejor. 

 
Alberto Ramos Díaz
3 de marzo de 2017

1 comentario:

IÑAKI FERRERAS dijo...

Maravillosa y poetica bitacora,llena de cariño y lirismo,de precision y pasion,pero,sobre todo,de dulzura,como.los bombones de nuestra compañera Cinta que Isabel tan bien ha,sabido tomar para el papel escrito.