RAESCAMÁN
Después de que un nutrido grupo de
Rascamanian@s visitásemos la sede de la RAE -para los incrédulos, véase la foto en www.facebook.com/RAE/photos), (si
no ya la inserto yo aquí arriba…)-, sin solución de continuidad, al día siguiente, nos reunimos en esta nuestra prestada sede de la Gran Cafetería
Santander (a quienes tanto le bebemos…) para nuestra habitual
sesión plenaria de los miércoles. En esta ocasión y debido a tan magno evento,
esta Bitácora lleva el nombre excepcional de “RAESCAMÁN”.
Inicia
la sesión nuestro presidente: Javier, sentado en su silla de la letra J (de jefe),
campanilla en mano (como si fuera Peter Pan).
-Se
cantan las excelencias culinarias de León. En ese sentido se habla de una
paella de bacalao de gran nivel. A lo que León responde que, efectivamente, está
lleno de virtudes, algunas de ellas desconocidas por él… Promete ir
invitándolos a su casa algún día a comer, pero en grupos de poco a poco; todos
no cabemos de golpe.
-Javier
lanza al aire una frase como estímulo de creación literaria: “aceite de argán
para el cabello”, ahí queda para quien quiera recogerla.
-
Amelia nos anuncia la presentación de su cortometraje el viernes 15 de enero en
el Palacio del Infantado (Guadalajara), a las 19:00 horas; al que estamos todos
invitados.
A
partir de este momento, paso a contar mi versión sobre las palabras que surgieron
en la velada que más me llamaron la atención (y que recogí como un taquígrafo
con bolígrafo o como un notario que da la nota) de cada uno de los
intervinientes. Todas, y cada una de ellas ya forman parte del diccionario
puntual de esta sesión inaugural del dosmildieciséis Rascamaniense, que queda
escrito en el aire imaginario:
-
Juan Antonio (desde la silla J ,
que más que silla, en esta ocasión era un cheslong por la cantidad de personal
presente, cuyo nombre empieza por esta letra J, tan adorada en Aragón… el
chiste es muy malo pero nobleza baturra obliga).
Del
relato de Juan Antonio llamado “Reyes mágicos” quedaron palabras, como Regalo, Dron, Espía,
Muñeca, Sobrevolar, Canal, Incomunicación, Colegio… Y abrió puertas
misteriosas como el programa que echaban en el Canal 01 en donde una niña buena
luchaba contra las niñas malas… O cómo un Dron puede grabar conversaciones de
manera indiscreta.
-
Amelia (desde la A, cuya letra parece su portátil abierto y apoyado por los
bordes) en su continuación de Edipo, nos
dejó la imagen de palabras como Inquina, Encina (el fuego que más calor da de
todas las leñas. Palabra no aceptada por la autora en sustitución de Inquina a pesar de ser natural de Extremadura). Errores, Pasado, Desierto, Pena, Razón, Tener o
Poseer (that is de question). Y es que “A veces la poesía da saltos”.
-
A continuación, mejor dicho, seguidillamente, el turno de Francisco Fenoy
(sentado en su silla P de Paco). Nos lee unas “Coplillas flojillas” (sic). Se
pronuncian palabras, tales como: Vano, Floro
(no traducir en Google porque no viene, según su Autor significa marica. Miguel
Paico añade que ese adjetivo es usado en algunos países de América del Sur, y
cuyo significado es aplicable a las personas, es Sencillote o Entendible). Al
personaje central de una de estas Coplillas le terminan cercenando el miembro
viril, pocas bromas con el tema… “le matan el pijo que a yerro toman”.
-
Ahora el turno de Juan Manuel Criado Manzano, (sentado en el concurrido
cheslong J) Casualmente también se habla de miembros cercenados, en este caso
un dedo de la mano. La
esencia de este cuento la encontramos en la palabra Mezquindad.
También se pronuncian palabras como Amigas, Daños,
Perjuicios, Dedo, Pecho…
-
Es el turno de Alberto (sentado en la @ que por cierto, ya va siendo hora de
incluirla como variedad de la a que lleva puesta una escafandra de astronauta).
Alberto duda si leer o no su relato. Al final animado por Rocío (a quien va
dedicado) nos regala un “Comer cruasans” en donde figuran palabras tales como
Tostada, Anís, Magdalena, Hipoteca, Aburrido, Camarero, Almacén, Caricias,
Cuernos…. “Amor de almacén”.
-
Rocío (desde su silla R que es como una P que anda… Rocío no, la R) nos lee un
relato titulado “Mi madre es católica, apostólica y románica”. Un drama
emocional que contiene hermosas palabras como Corazón, Piedra, Adolescente, Carta,
Años, Foto, Madre, Claustro, Buzón… León opina que Rocido (como yo la llamo
cariñosamente) está ya preparada para “sacar las alas del nido del relato para
lanzarse al vuelo de la novela”… Quien sabe, a lo mejor hoy algo voló sobre el
nido de Rocido…
-
Es mi turno (sentado en la
silla C que como letra está bien pero como silla es incómoda)
leo una inadaptación del cuento de los 3 cerditos y el lobo titulado Soplare
Soplare (provisional). En donde se mencionan palabras inventadas que jamás se
pronunciarán en ninguna Academia de la Lengua (ni falta que me importa): Cigotéz,
Letanioso, Trescerditear... Y en donde su protagonista se siente “abatido como
huevo para tortilla”…
-
Isabel (sentada en la silla I
que más que una letra es una columna) nos lee un poema suyo publicado titulado
“Alterando mi invierno”, un relato propio “El teléfono” que contiene la siempre
literaria palabra Sueño. Como broche nos lee “Primera velada” de Rimbaud en
donde aparecen palabras como: Desnuda,
Árboles cotillas, Ventana, Fronda,
Pícara… Rimbaud escribió toda su obra en 5 años: ¡ menudo lustre le sacó al
lustro…!
- A
continuación Javier (que ahora se ha sentado en la silla de la letra j Se ha
cambiado de la silla J
a la j porque parece ser la j “tiene su punto” ) nos lee un hermosísimo poema
de Chantal Maillard de su libro “La herida en la lengua”, es “Morderse la
lengua” que aquí transcribo:
Ludovico -maestro copista-
levanta la cabeza. Ha leído
la palabra aeternus
y no la reconoce.
Vuelve al libro. Trata
de entender. No entiene. Se
lleva la pluma a la boca.
Saca la lengua.
Varias gotas de sangre caen
sobre el pergamino
En el claustro un mirlo
entona un canto.
Ludovico no encuentra
manera de seguir.
manera de seguir.
- En este momento, Cinta (C) nos lee primero un
cuento, de solo 50 palabras, que alguien presente, magistralmente bautiza como
“CinCuento”, cuyo título es “La guerrera” cuento con gran carga de erotismo en
donde hay palabras como: Encuentro, y
frases como “Solo vestida con mis lágrimas”…
En
segundo lugar nos lee “Iocasta y la encina” que acababa de escribir hacía unos
instantes, ya que a Cinta el ruido le inspira. Promete traer un cuento para
niños titulado “Pimienta”.
-
Es el turno de Miguel Paico (sentado en su silla M) nos comenta que lleva
tiempo sin escribir y como regalo, desenfunda su teléfono móvil y nos recita un
maravilloso poema de José Hierro “Prólogo
de libélulas y gusanos de seda”, del que a modo de perla, extraigo:
Es cosa de gusanos de seda:
segregan tenues hilos de oro
con los que van edificando
su alcázar, cárcel, túmulo,
su oscuridad definitiva;
se desangran en oro, resignados
a no ver desde fuera nunca jamás su obra concluida.
segregan tenues hilos de oro
con los que van edificando
su alcázar, cárcel, túmulo,
su oscuridad definitiva;
se desangran en oro, resignados
a no ver desde fuera nunca jamás su obra concluida.
José Hierro = Poesía orgánica
- Ahora es el turno de David Lerma (sentado en su silla con la letra D , letra que parece
una I embarazadísima de un paréntesis). David nos lanza una frase que ahí queda
“No tengo nada ni prometo nada”… Eso de
nada… lo tomaremos como un lógico descanso después de decirnos que acaba de
terminar una novela de unas 280 páginas, cuyo título es “Tiempo de orquídeas” que
estamos deseando ver publicada y leerla (es ya su tercera novela, nos cuenta
Rocío).
- Es el turno de Ana
(que también nos habla sentada desde su silla A) que nos lee lo que podría
denominarse Poelato, a medio camino entre la Poesía y el Relato, que según ella
“ha salido un poco triste, aunque por fuera estoy muy contenta”. El título es
“La Ciudad” que nos deja un agradable regusto a melancolía: Ciudad que deja
huella, La Ciudad de la que un@ se siente hijastra…
Llegado este momento eran las 20:40 horas y me tengo que ir:
vivo lejos, el tren no espera y “ya no tengo edad para andar perdiendo trenes”.
De lo que después ocurrió dejo como testigo Bitacoriense a
Javier.
Un abrazo a tod@s y Gracias.
Carlos Tejado
15 de enero de 2016
P.D.: "De cómo continuó la Tertulia"
Parte Carlos en su tren y yo tomo nota de la última lectura rascamaniense de esta sesión plenaria, la de María Jesús que, sentada en su silla M, vuelve a darle lustre a la palabra "CinCuento" inventada por León, y nos lee dos cincuentos: "Jungla" y otro menos tétrico, nos dice. Dos cincuentos, cuentos de cincuenta palabras, que contienen términos como Tigre, Ovejita negra, Chuletón de pastor...
Fácil encargo me ha dejado Carlos.
Levanto la sesión hasta el próximo miércoles y doy libertad a Campanilla.
Javier Díaz Gil
19 de enero de 2016
P.D.: "De cómo continuó la Tertulia"
Parte Carlos en su tren y yo tomo nota de la última lectura rascamaniense de esta sesión plenaria, la de María Jesús que, sentada en su silla M, vuelve a darle lustre a la palabra "CinCuento" inventada por León, y nos lee dos cincuentos: "Jungla" y otro menos tétrico, nos dice. Dos cincuentos, cuentos de cincuenta palabras, que contienen términos como Tigre, Ovejita negra, Chuletón de pastor...
Fácil encargo me ha dejado Carlos.
Levanto la sesión hasta el próximo miércoles y doy libertad a Campanilla.
Javier Díaz Gil
19 de enero de 2016
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