el Ruiz se convierte en una sala de música..
Cuando me vienen las sombras del presente, procuro diluirlas con el Arte. Es como si me diera un baño de belleza, lo que mejor hay dentro de cada ser humano, su forma especial y única de entender el mundo. Así, el Ruiz se convierte en una sala de música en la que puedo bañarme a gusto todos los miércoles, y la palabra, que es también música, tiene su aposento en todos y cada uno de los que asistimos.
José León, con su LUNA LLENA adquiere sonoridades de saxo, y "donde todas la sombras callan" crea la estructura de un universo de sensualidad que, aliado con el misterio nocturno, nos hace cerrar los ojos e imaginar habitaciones entrando en el ocaso.
(¿Qué pasaría si la luna se convirtiera en hombre, en protagonista masculino de un relato breve? Paloma lanza el guante a los que les gusta el campanilleo de pocas palabras para plasmar realidades....)
Luis Alfonso nos coge de la mano para llevarnos al enrevesado mundo de los habitantes de la Grámatica, pegados al ENTRAMADOR, tan abrumado por su laberínto, que necesita ayuda de una hada, de la niña del sur y de todas las genealogías que nos hablan de verbos, sustantivos, adjetivos... toda una orquestación en la que resuenan timbales, maracas y guitarrones. Su imaginación no se hubiera conformado con otro tipo de instrumentos, para sus explosiones, sus acentos gauchos y sus reflejos de diamante. Seguro que Benedetti le hubiera ayudado destrozando muchas normas con su solo de batería.
¿Y qué decir del DESORDEN de Federico? Sólo un extraordinario pizzicato de violín hubiera podido ponerse a la altura de su poema y de sus imágenes aparentemente opuestas en el espacio, el vuelo de alguién que ama...
(Y vaya búsqueda del origen de la palabra flamenco: una palmadas llevando el compás nos aclaran que el fuego (flamma) ya lo dicen los romanos, pero también nos llegan el ruido de las batallas de los tropas flamencas que hace siglos llegaban a España. )
Alberto lee un poema de María Antonia, la oposición entre la libertad y naturaleza pétrea que quedó del pasado, tambor y oboe en connivencia.
Isabel mece la copa de todos los árboles que la hechizan, con un deslumbramiento que nos trae sonoridades de cascabeles.
Y la sombra del tejo, nos trae la música del acordeón. Me debato entre los juegos en el ocaso, y un espejismo que me ha hecho errar en el ritmo de los versos, con estridencia de platillos, que debo moderar...
Paloma cuenta la historia de un joven que vuelve a la casa de sus padres, inicio de su novela en agraz. Y sobre el piano bailan sólo dos dedos con notas lentas y espaciadas.
Alma, con las trompas de caza de Artemisa, atrapa en las redes a Acteón, pieza a abatir por la virginidad enfurecida de la Diosa.
Javier y su semblanza de Berlín, en sus momentos oscuros, hace resonar a Wagner.
Los caballos hermosos de Carlos nos regalan el sonido agudo de la flauta de Pan, esperándolos para galopar con ellos.
María Juristo, saliendo de la nada, termina en una hermosa voluta que nos habla de la esperanza.....y las notas de su arpa fortalece nuestro impulso de buscadores de almas...
Y finalmente, un poema de Garcia Lorca, en los labios de Ana, cierra con el broche de amores prohibidos el final del concierto.
María Juristo, saliendo de la nada, termina en una hermosa voluta que nos habla de la esperanza.....y las notas de su arpa fortalece nuestro impulso de buscadores de almas...
Y finalmente, un poema de Garcia Lorca, en los labios de Ana, cierra con el broche de amores prohibidos el final del concierto.
Leo llegó sin tiempo para disfrutar de la música. Despedidas a nuestro mejicano que regresa a su tierra, y que seguro, seguro, que vuelve para hablarnos de sus h, de sus z, y de sus c.
Cinta, que os saluda a todos.
Sábado, 15 de diciembre de 2012
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