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martes, 27 de julio de 2010

34ª Jornada/III Año: Miércoles, 2 de junio de 2010


Miércoles 2 de junio de 2010
Bitácora de un miércoles ¿sin tertulia?


- ¡Chicas malas noticias! ha llamado alguien de vuestra tertulia y ha confirmado que no van a venir...
- Vaya... ya se podía haber estado calladito quién fuera...
- Pues mi Julio se lo ha agradecido mucho... así puede aprovechar la mesa...
- Claro él sí... ¿Pero nosotras... ? ¿Ahora qué? Hay que fastidiarse...
- Esperemos que como hay puente no venga mucha gente...
- Ya, pero Madrid es tan grande que siempre habrá alguien a quién se le ocurra ir al Café Ruiz... ¡Cómo si no hubiera más cafés...!
- Ya hija, ya, pero qué le vamos a hacer, mientras no venga nadie pues aquí estaremos aguantando el tirón...
- Eso nos haremos fuertes en su mesa... mientras no nos aplasten...


A las seis había llegado la sombra de Rocío, que se había chocado en la puerta del Café Ruiz con la de Javier “¿Vienes sola?” “¡Mejor sola que mal acompañada...!” “Bueeenoooo, pues sí que vienes contenta...” “Negra, hija, vengo negra ¿no se me nota...?” “Mujer, como ya lo eras... pero claro ahora que lo dices un poquito subidito el tono si que te le encuentro...” “Y tan subidito ¡Cómo que estoy opaca total...!” . Inmediatamente después había llegado la de Aure “Hola niños ¡qué calor hace...!” y luego la sombra de David “Buenas tardes”...

Las cuatro sombras se habían sentado en los sitios que acostumbran a utilizar sus cuerpos y sin pedir ninguna consumición, aunque echando mucho de menos los olores propios de las que suelen tomar los suyos, habían comenzado a tertuliar...

- ¿Y tu cuerpo donde anda...?
- Pues ahí haciendo el pringado y trabajando...
- Pero si nunca trabaja las tardes de los miércoles...
- Pues ya ves, encima que le van a bajar el sueldo, regalando tardes al Estado...
- ¡Pues vaya una funcionaria!
- Ya se lo he dicho yo, me he plantado en jarras enfrente de ella y le he dicho: “Mira bonita porque tú seas una pringada, yo aquí no me quedo”, y dándome media vuelta me he desprendido de ella y he venido para acá... Estaría bueno... Porque una sea negra ya de por sí, no voy a dejar que me coloreen más... Porque eso ya es pisotearme, pisotearme, y ya bastante me pisotean por la calle y no puedo ni protestar... ¿No creéis?
- Pues claro que sí mona. Mira el mío, a la playa que se ha ido... ¿Y yo me voy a ir ahí? ¿A qué? ¿A pasar calor? ¿También a ponerme más morena de lo que estoy? De eso nada monada... Yo es que he salido más a su parte poética ¿Sabéis? y esto me alimenta más que ponerme pringada de arena, porque a mí nadie me pone una toalla debajo, de eso nada, ¡dónde se ha visto una croqueta negra! Y que no, que yo no me pierdo un miércoles así como así...
- Dí que sí, ¡pues anda que el mío...! ¿Qué me decís? ¡En una reunión de vecinos! Se necesita tener...
- Pero ¿Y cómo no se ha disculpado con cualquier excusa?
- Hija... cómo ha pensado que era su deber...
- ¿Y no era tu deber también...?
- ¿El mío...? Hasta ahí podíamos llegar, que no hombre, que no, que a las reuniones de vecinos las primeras que no van son las sombras de los vecinos, si acaso alguna mala sombra, por aquello de chinchar en la reunión, o si acaso criticar luego, pero las normales no, esas no vamos. Según van bajando la escalera, nos hacemos las remolonas en un descansillo, y en cuánto se descuidan para casa que nos volvemos... estaría bueno...
- Y tú en vez de hacerte la remolona y volverte para casa has decidido venirte para acá...
- ¿Y a donde mejor voy a ir un miércoles?
- Hola chicas... Hola papá...
- Hombre... ¡Bienvenida! ¿Y tu cuerpo donde anda?
- Pues ahí se ha quedado, que no sabía si irse de puente o ir a ver cómo andaba su hermana, que va a ponerse de parto ¿sabéis? Así que mientras ella se decidía yo he quedado con la sombra de su hermana y aquí que me la traigo para que os conozca...
- ¡Ay! Qué ilusión mis dos niñas en la tertulia...
- ¡Otra Cañadas! Encantada...
- Bienvenida a ti también... qué bien, espero que te guste nuestra tertulia...
- Es que toda mi familia me ha hablado tan bien de ella, que no quería quedarme yo sin conocerla...
- Pues has hecho muy requetebién, bienvenida de nuevo...
- Hombre... ¡Otra que viene! qué alegría ¿Tú también has podido venir?
- Pues sí, he dejado a mi León ocupado, pero yo no quería perderme la reunión. Como dice mi cuerpo: “Aquí se está muy bien...”. Ya me he acostumbrado a teneros de compañía los miércoles... Así que le he dejado ahí escribiendo sobre arqueología, y yo me he dicho que prefiero las sombras de los seres vivos, que se mueven más y mejor, y son más entretenidas, y aquí me tenéis...
- Huy qué mal ha sonado eso... se te está poniendo un tono negro tirando a verdecillo...
- ¿No será que la que te estás poniendo de un tono verdosillo eres tú? Porque decir, decir no he dicho nada...



- ¡Chicas malas noticias! Ha llamado alguien de vuestra tertulia y ha confirmado que no van a venir...
- Vaya... ya se podía haber estado calladito quién fuera...
- Pues mi Julio se lo ha agradecido mucho...
- Claro él sí... ¿Pero nosotras...? ¿Ahora qué? Hay que fastidiarse...
- Esperemos que como hay puente no venga mucha gente...
- Ya, pero Madrid es tan grande que siempre habrá alguien a quién se le ocurra ir al Café Ruiz... ¡Cómo si no hubiera más cafés...!
- Ya hija, ya, pero qué le vamos a hacer, mientras no venga nadie pues aquí estaremos aguantando el tirón...
- Eso, eso, aquí haciéndonos fuertes en su mesa...
- Bueno pues entonces antes de que empiecen a sentársenos encima o a apretujarnos sin consideración ninguna...
- Hija si es que no nos ven...
- Pues que pongan más atención, porque estar estamos y desde que levantan un palmo del suelo. Pero venga vamos a leer: ¿Habéis traído algo?
- Yo he traído un poema... se lo he sisado del blog a mi Javier y os lo voy a leer, es el que ha puesto para empezar junio y he pensado que qué mejor forma de empezarlo que leyéndooslo a vosotras...
- Pues claro que sí...


Y mientras la sombra de Javier recitaba su poema, llegó la sombra de Ana, corriendo como siempre, diciendo que su cuerpo se había ido a la Feria del Libro, y que a ella ya le dolían bastante sus invisibles pies como para andar pateándose la feria, que mejor se iba al Ruiz... Y después llegó la de CarmenFron, contando que después de estar ya preparada para salir, su cuerpo había hablado con alguien por teléfono y al final se había quedado en casa... “¡Y ya la he dicho que yo en casa no me quedaba, de eso nada CarmenFron, porque yo a mi cuerpo le tuteo, que tenemos ya mucha confianza, te quedas aquí tú, que yo después de haberme hecho la ilusión de que veníamos... Estaría bueno... Pues menudo berrinche... Además estaba segura de que vosotras no me fallaríais... ”Y después llegó la de José Mª Herranz, y luego la de Sagrario, y luego la de Paloma... Todas ellas con sus nuevos poemas bajo su oscuro brazo, deseosas de compartirlos, huyendo de sus propios cuerpos y escapando al refugio de la tertulia de los miércoles en el Ruiz.

Y así poco a poco fueron llegando las sombras de todos los que alguna vez pisaron la tertulia Rascamán y no se dieron cuenta de que sus sombras también se habían puesto a charlar hasta hacerse cómplices de una tertulia propia. Poco a poco, en esa tarde gris de miércoles de casi verano, fueron llegando ellas... Ellas solas pero felices, deseosas de disfrutar de otra velada literaria y de algunas risas, de muchos poemas y algún que otro relato. Deseosas de disfrutar de un miércoles 2 de junio de 2010 como mejor se puede disfrutar un miércoles así de raro: Haciendo los servicios mínimos a unos tertulianos que no pudieron o no consiguieron llegar...

- Chicas, que parece que nadie se va a sentar aquí... que nos van a dejar estar más gusto solas...
- ¿Y eso?
- Porque se lo he sugerido en el oído y en voz muy baja a mi Julio...
- ¡Vaya qué romántico...!
- Pues sí, tenemos una historia muy bonita, otro día te lo cuento, pero vamos que te vayas haciendo a la idea de que se lo he sugerido cómo solo yo se lo sé sugerir...
- ¡Vaya es la primera vez que conozco a una sombra seductora...!
- ¿Qué te creías? ¡Ay...! que tontas sois algunas sombras, no os dais cuenta de el poder que tenéis...
- ¿El poder?
- Pues claro que sí porque a ver ¿Tú eres una sombra de barra o de pista?
- ¿Cómo...?
- Ay hija que nueva eres en esta tertulia... Pero bueno eso también te lo cuento otro miércoles...
- ¿Y te va a hacer caso?
- Claro que sí, aunque él no sabrá muy bien por qué lo hace, ya veréis como antes de dejar que nadie se siente aquí, les indicará cualquier otra mesa... Es que yo monas, soy de barra. Pero del otro lado de la barra. Que no es lo mismo... Y para que no digáis que no soy buena sombra de camarero: ¿A ver qué queréis tomar?
- Pero si nosotras no podemos tomárnoslo...
- ¿Lo habéis intentado alguna vez?
- Hombre intentarlo, intentarlo...
- Pues si no se intentan las cosas, nunca sabréis si sois capaces de hacerlas...
- Tiene razón, pues a mí una merienda del cura...
- Así me gusta, con decisión...
- Eso, eso niña, y yo otra merienda de esas, con bizcocho...
- Y yo un café descafeinado con sacarina...
- Y yo un agua con gas..
- Yo una cerveza...
- Y un té con anís...
- Y...
- Y...
- Muy bien venga todos... ¡Y ya sabéis el trato...! se paga al final todos juntos...
- ¡Ah! ¿Pero es que nosotras también vamos a pagar?
- Que es broma tonta... ¡A vosotras os invita el Café Ruiz! O mejor dicho os invito yo, que me lo paso muy bien tertuliando con vosotras los miércoles, mientras mi Julio se encarga de la barra... Y venga mientras os lo preparo ¿Quién más ha hecho algo? ¡Venga sombras!¡Hay que leer...! Viniendo de quién venimos, que no se diga...




Rocío Díaz Gómez
2 de junio de 2010


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