Viajes en tiempos literarios
-Ya están puestas las coordenadas, Doc.
Mientras éste me miraba con cara de suspense, el DeLorean se puso en marcha y en un abrir y cerrar de ojos nos vimos inmersos en el futuro, era 2015 y no podía creer lo que estaba viendo...
-¿Dónde estamos?
El DeLorean había desaparecido. Me vi en un sótano con gente, la cual estaba reunida y hablaba de Literatura. Doc quería marcharse pues estaba disgustado. Yo insistí por curiosidad.
Quería saber de qué iba todo esto,e l que debía ser el jefe de este grupo de escritores, por lo que observé, veía en una pantalla plana donde buscaba información y algunos tenían teléfonos individuales.
Jo, era fascinante. Doc que se sumó a nuestra observación y análisis de lo que era el futuro. Escuché que ese año era el décimo curso y por ello había gran algarabía entre los presentes.
Iban a empezar a leer sus relatos y poemas, pues en eso constituía toda esa reunión. Lo que me llamó la atención es que no nos veían y Doc hacía señales a una de las presentes que llevaba un sombrero a lo Michael Jackson y nada, yo también hice lo mismo. Aun así mi verdadera intención era presenciar todo lo que ocurriese.
Uno de ellos que se llamaba Juan Antonio, dedicaba un poema suyo a un tal Paco Fenoy,”Selfie”,¿Qué es un selfie?, preguntaron. Yo también quería saberlo: respondieron que era un autorretrato, era eso ja, ja, ja, el poema tenía que ver con una imagen de una política llamada Merkel con unos inmigrantes, comentaba un hecho histórico de ese momento. ¡Me sorprendió!, entre las frases que pude recoger fueron:”Trae tus hijos”,”Capital en marcha es un vivero”, él que lo leía le daba la entonación adecuada para el suceso. Detrás de él había otro hombre que leyó su poema.
Un soneto de cuarenta versos... según decía todavía no lo había terminado. Sus frases más destacadas: “Vagón de expectantes viajeros”,”Esta partitura sin palabras”,”Alfombra persa sembrada de recuerdo”,”Vacación de alas”.
Era su visión de la vida, interesante tema, este poeta se llamaba Juan Manuel.
Después ese tal Fenoy contaba que un disco “El niño de Elche” había cogido un poema suyo y puesto música, estribillo”Era tan comunista”... los comunistas: hay que tener un cuidado con ellos...
El poema a leer era sobre un hombre llamado Carrillo, ”Huida a calzón quitado”, qué expresiones la de los futuristas, ”Escuerzo de las cloacas del estado”.
Todo su poema estaba lleno de sano buen humor ja, ja, ja. ”Prólogo”, otro tanto más para escribir poemas cómicos.
A continuación leyó un poema una mujer de pelo rizado llamada Rocío, éste por lo visto no era suyo si no de Gil de Biedma, “Amistad a lo largo”: por su cara y sus comentarios tenía buenos recuerdos del pasado sobre esa poesía. Llenamos las horas, encadenamos palabras para subir a más.
Después de esa lectura se encendió, como decían con los últimos versos, un tema candente a la par que lleno de ilusiones: una Antología que preparaban todos ellos, y tocaban algo desagradable pero, como buenos futuristas, se resolvería todo.
Isabel Morión, así se llamaba una mujer que tenía detrás de mí, leyó un poema sobre el amor y amar titulado ”No preguntes acuerdos”: ”Amar con cordura”, ”Y Dios se hizo mujer”, bello poema y ensalzaba verdades.
A continuación Maria Juristo ”Venía a este día de luz” sobre un tema amoroso: encadenaban de amor a amor de una poeta a otra. ”En los dedos de la seda”.
Qué raro me sentía, parecía que aquellas voces, aquellos poemas removían algo dentro de mí. Doc, que estaba a mi lado, estaba muy serio y me pareció ver sus ojos algo nebulosos, seguimos allí.
Se leyó un poema que fue elegido por los demás llamado “Visiones”, la chica en cuestión se llamaba Omega. Era sobre sus experiencias paranormales, un poema misterioso y si cabe para mí raro.
Se levantó un hombre, Aureliano, a cantar unos versos franceses de una canción "Ô belle á la fontaine" a mí me parecía un trovador, llevaba este hombre mayor una gorra como yo, me cayó simpático, por lo visto la dama le rechazaba al caballero y con los años se dio cuenta de la verdad porque la volvió a ver, pobre.
Un tal León contaba sus aventuras por Cracovia y sobre los retratos de Goya en la National Gallery de Londres, lo tendré en cuenta. En cuanto podamos le digo a Doc que nos acerquemos.
Habló el jefe, se llamaba Javier, leyó ”Llega el tiempo de contemplación”, y otro poema suyo que habla de un monje que se inmoló -yo oí algo en casa de ese hecho, jo-: ”Un austin color azul”: ”Los ojos bien abiertos como llamas”, ”Eres la vida que hay dentro, la que estaba detenida aguardando Oriente”.
Un poema con gran carga emocional y de imágenes; ¿Qué me estaba pasando?
Seguía David con un relato, ”Amó y fue amado”, decía que era para un concurso de unos Seguros.
Trataba sobre un anillo de un abuelo que iba a ser para su nieto y lo más bonito es que le transmitió aquel anciano unos valores: un relato entrañable y llegaba al corazón del lector.
María Antonia se puso a contar un relato que tenía memorizado sobre un chaval que era un drogata y mató a su madre y con tintes sangrientos. Dejó boquiabiertos a todos, aquella mujer aguerrida decía que se marchaba, observé en ella que por lo que contaba de su vida tenía ánimos de superación, era muy loable.
Miguel recitó un poema que iba a ser el prólogo de un conjunto de poemas biográficos sobre su infancia. ”Te vi deshacerse mientras levantaba la mirada", “posada las llamas”.
Ana que hablaba sobre lo celta, porque por lo visto esta mujer es gallega -¿Gallega?, empecé atar cabos-.
Esta leyó: ”Sé que puedo desatar la más furia de las olas trae dios atarme a tu bravura”.
Su nostalgia marina y su adorada Galicia.
Jorge leyó un poema sobre la muerte de un querido amigo: todo era lírica al principio y su continuación fue transformándose más prosaica.
El jefe le daba sus más sabios consejos, al ir terminando esta reunión Doc me cogió del brazo.
-Ya sé lo que ha pasado.
-¿El qué? -pregunté dudoso.
-Hoy es 14 de octubre de 2015, que lo acabo de escuchar, y debíamos de estar una semana después.
-Oh, perdona Doc.
-Marty, Marty, Marty eres un desastre, cojamos el DeLorean que sé donde está y vayamos a tu futuro, no a un futuro literario. ¡Ah!
Mientras, iba detrás de él con las manos abiertas y los ojos de par en par.
-Doc, no seas así, no me digas que no ha sido interesante.
Nos marchamos de allí, pero aquel grupo que dejé atrás me conmovió: se llamaba Rascamán, no creo que pueda olvidarlos. También sé que no se necesita un DeLorean para adivinar un número a la primera entre dieciocho probabilidades y eso no es física sino mente. Ahora que han pasado los años y estoy en la fecha a la que viajé, me siento orgulloso de mi error, pues me infundieron el interés por la Literatura.
Omega Escribano
13 de noviembre de 2015
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