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miércoles, 20 de mayo de 2009

29ª Jornada/II Año: Lunes, 11 de mayo de 2009

El poeta Pablo Benítez. El Salvador (1980)

La Tertulia se ha reunido de forma extraordinaria un lunes. Convoqué a los compañeros este lunes 10 de mayo para no perder la oportunidad de escuchar al poeta amigo salvadoreño Pablo Benítez. (1980).
Fue una oportunidad única contar con la presencia de Pablo aprovechando su viaje a España.
En el encuentro estuvo también Alberto Gómez Font, filólogo y responsable del departamento de español urgente de la agencia EFE y dos compañeros historiadores salvadoreños de Pablo.

Estoy muy contento.
El encuentro resultó estupendo.

Pablo nos habló de la figura de Roque Dalton, de su biografía y obra, de su muerte asesinado por sus propios compañeros de partido.

Leyó la poesía de Dalton y Pablo leyó también sus propios poemas.

Charlamos sobre el uso del lenguaje con Alberto Gómez Font, y de historia con los compañeros historiadores.

Fue una tertulia especial en la que nos juntamos más de 20 personas.

Un éxito.

Pude comprobar que los asistentes disfrutaron de la velada tanto como yo lo hice.
Os agradezco desde aquí vuestra buena compañía, el esfuerzo de juntarnos un lunes hasta esas horas de la noche. Empezamos a las 21.30 y terminamos cerca de las doce de la noche.
Os dejo aquí unos textos de Pablo Benítez y luego unos de Roque Dalton para que los recordéis:
PABLO BENÍTEZ:

Travesía de las bestias
Se sabe que en las zonas secretas de las tierras cálidas habita una bestia telúrica muy parecida al buey que veneran los sabios orientales.

Su aspecto no causa a los hombres aversión o temor. Sus movimientos son sosegados y bondadosos. Su voz profunda y carrasposa es agradable a los sentidos, pero sus cuernos como de carnero son letales si su furia crece.

Se rige por la disciplina de los astros, como nuestros padres lejanos, y, como el eliphio, solo se aparea al amparo de la mandrágora y en dirección al Edén perdido.

Hay que ser prudente al acercarse a la bestia, su corazón es amplio, pero la perdición y el vicio le acompañan.

Entre los pastores, dos años antes de la debacle, el profeta ha dicho: "Este mundo es semejante a las regiones ocultas donde moran las bestias, cada uno debe conservar su prole".

Nuestras muertes
(Todas)


(Fragmento)
1.

en estas calles
hay algo

un tufo insoportable
un tufo que se pudre
un tufo que lacera

un tufo quizá
a degollado
a ojo sordo
a perro quemado
a grito
a pie sin paz
a no sabemos quién lo mató
a no encontramos el cadáver
a no volvió
a sangre negra muerta
a oscuro
a no lo sé

un tufo insoportable

en estas calles
quizá
..........
ROQUE DALTON
Cuando tenía un añoRoque Dalton nace el 14 de mayo de 1935 en San Salvador, El Salvador. Estudia derecho y antropología en las Universidades de El Salvador, Chile y México. Desde muy joven se dedica al periodismo y a la literatura, obteniendo diversos galardones en certámenes nacionales y centroamericanos. Publica sus primeros poemas en la revista Hoja (Amigos de la Cultura, San Salvador, 1956) y en Diario Latino de la misma ciudad.
Por su militancia política, sufre cárceles y destierros. Vive emigrado en Guatemala, México, Cuba, Checoslovaquia, Corea, Vietnam del Norte y otros países. Muere asesinado por sus propios compañeros el 10 de mayo de 1975.
Escribiendo a máquinaRoque publicó una vasta obra poética: Mía junto a los pájaros (San Salvador, 1957), ...La Ventana en el rostro (México, 1961), El Mar (La Habana, 1962), El turno del ofendido (La Habana, 1962) Los Testimonios (La Habana 1964), Poemas (Antología, San Salvador, 1968), Taberna y otros lugares (Premio Casa de las Américas, Cuba) (La Habana 1969), Los pequeños Infiernos (Barcelona 1970).
Entre sus ensayos se encuentran César Vallejo (La Habana 1963), El intelectual y la sociedad (1969), ¿Revolución en la revolución? y la crítica de la derecha (La Habana 1970). Miguel Mármol y los sucesos de 1932 en El Salvador (1972) y Las historias prohibidas del pulgarcito (México, 1974).
Póstumamente se publica su novela Pobrecito Poeta que era yo (1981) y las obras poéticas: Los Hongos, Un libro levemente odioso (1989) y Contra ataque.
Algunos poemas de Roque Dalton
LOS LOCOS
A los locos no nos quedan bien los nombres.

Los demás seres
llevan sus nombres como vestidos nuevos,
los balbucean al fundar amigos,
los hacen imprimir en tarjetitas blancas
que luego van de mano en mano
con la alegría de las cosas simples.

Y qué alegría muestran los Alfredos, los Antonios,
los pobres Juanes y los taciturnos Sergios,
los Alejandros con olor a mar!

Todos extienden, desde la misma garganta con que cantan
sus nombres envidiables como banderas bélicas,
tus nombres que se quedan en la tierra sonando
aunque ellos con sus huesos se vayan a la sombra.

Pero los locos, ay señor, los locos
que de tanto olvidar nos asfixiamos,
los pobres locos que hasta la risa confundimos
HORA DE LA CENIZA
Finaliza Septiembre. Es hora de decirte
lo difícil que ha sido no morir.

Por ejemplo, esta tarde
tengo en las manos grises
libros hermosos que no entiendo,
no podría cantar aunque ha cesado ya la lluvia
y me cae sin motivo el recuerdo
del primer perro a quien amé cuando niño.

Desde ayer que te fuiste
hay humedad y frío hasta en la música.

Cuando yo muera,
sólo recordarán mi júbilo matutino y palpable,
mi bandera sin derecho a cansarse,
la concreta verdad que repartí desde el fuego,
el puño que hice unánime
con el clamor de piedra que eligió la esperanza.

Hace frío sin ti. Cuando yo muera,
cuando yo muera
dirán con buenas intenciones
que no supe llorar.

Ahora llueve de nuevo.
Nunca ha sido tan tarde a las siete menos cuarto
como hoy.

Siento unas ganas locas de reír
o de matarme.

ESTUDIO CON ALGO DE TEDIO
"Clov: —llora…
Hamm: —Luego vive".
(Diálogo de "Fin de Partida" de Beckett).


Tengo quince años y lloro por las noches.

Yo sé que ello no es en manera alguna peculiar
y que antes bien hay otras cosas en el mundo
más apropiadas para decíroslas cantando.

Sin embargo hoy he bebido vino por primera vez
y me he quedado desnudo en mis habitaciones para sorber la tarde
hecha minúsculos pedazos
por el reloj.

Pensar a solas duele. No hay nadie a quien golpear. No hay nadie
a quien dejar piadosamente perdonado.
Está uno y su cara. Uno y su cara
de santón farsante.
Surge la cicatriz que nadie ha visto nunca,
el gesto que escondemos todo el día,
el perfil insepulto que nos hará llorar y hundirnos
el día en que lo sepan todo las buenas gentes
y nos retiren el amor y el saludo hasta los pájaros.

Tengo quince años de cansarme
y lloro por las noches para fingir que vivo.
En ocasiones, cansado de las lágrimas,
hasta sueño que vivo.

Puede ser que vosotros no entendáis lo que son estas cosas.

Os habla, más que yo, mi primer vino mientras la piel que
sufro bebe sombra…


y a quienes la alegría se nos llena de lágrimas,
cómo vamos a andar con los nombres a rastras,
cuidándolos,
puliéndolos como mínimos animales de plata,
viendo con estos ojos que ni el sueño somete
que no se pierdan entre el polvo que nos halaga y odia?

Los locos no podemos anhelar que nos nombren
pero también lo olvidaremos…


.........

POEMA DE AMOR

Los que ampliaron el Canal de Panamá
(y fueron clasificados como "silver roll" y no como "gold roll"),
los que repararon la flota del Pacifico
en las bases de California,
los que se pudrieron en las cárceles de Guatemala,
México, Honduras, Nicaragua,
por ladrones, por contrabandistas, por estafadores,
por hambrientos,
los siempre sospechosos de todo
("me permito remitirle al interfecto
por esquinero sospechoso
y con el agravante de ser salvadoreño")
,
las que llenaron los bares y burdeles
de todos los puertos y capitales de la zona
("La gruta azul", "El Calzoncito", "Happyland"),
los sembradores de maíz en plena selva extranjera,
los reyes de la pagina roja,
los que nunca sabe nadie de donde son,
los mejores artesanos del mundo,
los que fueron cosidos a balazos al cruzar la frontera,
los que murieron de paludismo
o de las picadas del escorpión a la barba amarilla
en el infierno de las bananeras,
los que lloraron borrachos por el himno nacional
bajo el ciclón del Pacifico o la nieve del norte,
los arrimados, los mendigos, los marihuaneros,
los guanacos hijos de la gran puta,
los que apenitas pudieron regresar,
los que tuvieron un poco mas de suerte,
los eternos indocumentados,
los hacelotodo, los vendelotodo, los comelotodo,
los primeros en sacar el cuchillo,
los tristes mas tristes del mundo,
mis compatriotas,
mis hermanos.

(Las Historias Prohibidas del Pulgarcito)

Javier Díaz Gil
19 de mayo de 2009

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