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lunes, 1 de diciembre de 2025

8ª Jornada/XIX año: Miércoles, 26 de noviembre de 2025

Estas cuatro letras...

 


A mis muy ilustres compañeros

Estas cuatro letras son para poner en vuestro conocimiento que habiendo asistido a la nunca y suficientemente bien ponderada tertulia de los miércoles en el distinguido local Fígaro, tras un tiempo retirada por motivo ajenos a mi voluntad vuelvo con nueva ilusión para recoger lo que me corresponde por derecho, que no es otra cosa que mi corazón que os lo dejé en prenda, aunque sé de buena tinta que os lo habéis apropiado sin previo aviso y ya no lo voy a recuperar.

Creo que he caído en las garras de esa tribu que campa a sus anchas con el mayor descaro y sin ningún remordimiento por el mundo de la narrativa y la poesía.

Al igual que Campanilla, la gran amiga de Peter Pan, en ese antro clandestino se suaviza un poco la sinrazón del mundo con las poderosas armas de las palabras, ella arreglaba teteras que también tenía su sentido, y adormecéis al monstruo que acecha día a día, haciendo que la vida sea más amable.

Comenzaré por dar algunas pinceladas en la tarde del 26 de noviembre.

Esther, con un grupo de mujeres solitarias en un mar de arbustos, fue en busca de la estrella del sur.

Morate, al igual que hizo Virgilio Piñeiro, gran poeta cubano invita la palabra para dar luz a las tinieblas, haciendo que la poesía viaje por el cuerpo, y además afirma con razones incontestables, que Dios no existe o se hace el sordo.

Alberto, con su Arturito Argüelles, que lleva hasta el final las enseñanzas de su abuelo, hasta el extremo de morir con honor bajo la lluvia antes que abandonar su puesto.

Cinta, su tierna historia empieza con Érase una vez, un enterrador jubilado que volcó sus fantasías en un puñadito de piedras, unas sirenas y una legión de peces equilibristas.

María, que nos habla de un limonero, y una noche que alcanzó las sombras entre la raíz del recuerdo.

También nos habla de la soledad de una mujer que prefiere tomar el té con su asesino con tal de estar por unos instantes acompañada.

Javier, nos cuenta que el mar estaba antes, y que decenas de cigüeñas vuelan en un aleteo de sombras que se vuelve espuma .

Manuel, nos cuenta como un muchacho llamado Gabriel, se enfrenta al mal para ayudar a un hombre considerado diferente por su color y procedencia; había prometido a alguien muy querido no meterse en líos, pero su integridad moral le hizo faltar a su palabra.

Chelo, nos hace ver la hartura de alguien que lleva a sus espaldas unos cuantos velatorios, ni uno más, se dice a si mismo, solo asistirá al último que casualmente será el suyo.

Matteo, nos cuenta que para burlar la muerte hay que entender la vida como un producto de consumo, inquietante reflexión que sin lugar da que pensar, convertir la vida en lugar de reposo a través de la filosofía de la inercia.

Rocío, un hombre de interior que como se puede adivinar solo está a gusto en su propio universo, en este caso un cuarto de baño donde transcurre su mundo sin que nadie más tenga cabida en él, no porque lo impida si no por la incomprensión de los demás.

Y una servidora a la que llaman Tina, que como habréis podido comprobar le gustan las cartas antiguas, esas de papel de carta, sobre y sello, que os cuenta la historia de una niña cuya ave plateada, es decir la inacción social que la deja a su suerte, en uno de esos lugares donde la mujer es un mero accidente, pero necesario para depositar sobre ella las frustraciones y maldades, basadas en cueles costumbres ancestrales como pueda ser el forzado matrimonio infantil

Con mi más cordial afecto

Me despido Atte.

Tina Iglesias García.



Tina Iglesias

27 de noviembre de 2025.