Es día de paraguas y relatos... |
y siendo él El Boss yo soy Obrero
Aunque no recuerdo hoy y menos ayer
(cita a pachas con Lope)
Matilde por WhatsApp me lo dijo: Hoy, José, es día de paraguas y relatos. De sonetos no, que con la lluvia encogen hasta los versos. Y es triste hacer endecasílabos de diez en sonetos húmedos de lluvia.
Así que con Juan Raña y Calderón nos presentamos en el Fígaro y ya sabéis: sonrisa de Jesús y cerveza de Mahou.
En la habitación de la lado (a lo Almodóvar) estaban los colegas: Tina, Javier, Cinta, Alberto y los virtuales (virtuosos se les supone) Susana, Carmen, Paloma, Matteo.
Luego como las aguas después de la tormenta (libélula), llegaron Ana, David.
Y campanilla.
Que empiece ya, que empiece ya… me pareció leer en los ojos de algunoa (inclusión en eusquera).
Tina, Puertas abandonadas, una inclinada, esperando ser recogidas por cualquier camión anónimo, quizá la madera fue la cubierta de algún barco. O… ¡Qué más da! Es la imaginación y el pretexto para el debate. Gozoso. “Lo enriqueces tan bonito” escuché a Alberto
Javier, Poesía con mayúsculas. Ay, La Gomera, Es la isla musa, de barrancos y albarradas. La albarrada como límite o como traje que rodea y viste a las malas hierbas. La tierra y los 22 días. Es el poema después de la charla con el mago isleño. Algo tengo que ver con la isla, y tus versos me llevan,
Ya no hay ecos que repitan tu nombre.
Suspiro (no se me ocurre otra cosa).
Cinta. Compañera generosa del relato, el verso y los amigos. Nos presenta desde sus versos a Carlos Castro López, poeta e informático.
El borde: El vaso de cristal revienta en mil pedazos y no puedes hacer nada.
Será un placer compartir con Carlos.
Alberto. Microtequiero 34, el 35 está, pero... Al relato. Evaristo Peinado y el obrero de la construcción, reforma en el pasillo, un corazón de esmalte rojo… nadie podía imaginar que a través del muro se oyera el ring del teléfono. Sorpresa y asombro. Si fuera poeta, (yo) diría inexorable o exhaustivo y pondría una cita. Pero querer y admirar a Alberto es tan fácil. No pongo la cita ni hablo del género de los odonatos anisópteros .
Susana. Hoy llovía y no está el tiempo para carreteras. Susana por Zoom: Mujer que trazaste caminos sobre la piel del viento. Grito frente al racismo y la desigualdad, el derecho de/a vivir. Bravo, Susana.
Paloma. Si leéis con atención veréis que me he puesto en pie cuando escribo sobre lo que Paloma nos leyó. Miguel Hernandez a lo grande, al sentimiento y, como banderillas negras a la historia, el Palacio, la casa de los escritores. Miguel, un grano para intelectuales, y la voz, la documentación y el estilo de Paloma. No escribo más, ¡carajo! Hay que leerla y disfrutar. Además son capítulos con guinda, al final un verso, una zarzuela, una canción: “Huele a sangre corrompida, huele a mostaza”.
Carmen Padín. Ser fan de Carmen es de poca imaginación. La dama linda por Zoom. Una gaita. Si se hubiesen dedicado más días a la creación (quizá), la ubicuidad sería un un hecho y Plasencia estaría al lado y todos. Como en el teorema, cabríamos en el mismo punto.
Su relato, surrealista, con vacas en el asiento de atrás y lección de historia argentina: Perón, la Pampa Verde, la reforma agraria y todo, todo, con la sensibilidad de una caricia en sus letras. Un gusto escucharte, Carmen. Luego… Rafaelito, hijo… cantaba como Lola Flores (10 renglones).
Juan Calderón. Premios, voz, humor, inteligencia. Hoy, además su poema es homenaje a Aure, nuestro amigo que falta: El dragón hecho furia que custodia la llave.
Juan Raña. El duelo por la muerte del padre aún no pasado y toca escribir y escribir, que drene la tristeza con los relatos. El de hoy es tierno: Nace el niño y el padre lo recibe con sorpresa. Pero “los sueños cambian “… con la misma ligereza de las burbujas.
José Antonio (soy yo) cuento a lo romance teatralizado la historia de un señor que muere por un beso y lo recibe San Pedro y… acaba volviendo a la tierra (soy acuario por los pelos).
Ana Gonz Mi ciudad. Gentes que van deprisa por una vida demasiado breve. No se conocen y el tiempo va pasando frente a la indiferencia de los gobernantes.
Matteo Desenfocado, me pilla el altavoz de lado y no oigo bien. Pido ayuda: un ánfora que emite luz pero que no acabamos de ver, el resto del poema, de diez. Lo pensará, cambiar el ánfora por otra imagen. (Ayuda enviada).
Juan Pulgar Continúo con el oído donde no debe, escucho mal, pero relato de intenso, duro no, durísimo. Con la violencia de la sociedad que margina. Por lo que no escucho, es el relato que no me importaría publicar. De los necesario, nos guste o no. Son hechos reales, dice. Escritos desde la aparente distancia del narrador, pero que no nos dejan indiferentes.
Amelia En los Tiempos de Covid reflexión. ¿Cambiar de vida? Entre el cultivo de cactus y suculentas, la historia reciente. Somos su consecuencia, recordarla. La adaptación a las circunstancias . Me encanta escucharte.
Y ya está, el soneto de Lope era hermoso, Eché de menos a León, a Polvorilla, a… La vida sigue.
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