Páginas

viernes, 5 de junio de 2009

32ª Jornada/II Año: Miércoles, 27 de mayo de 2009

De "Administradores" y Champions


Es una de las primeras tardes de verano y el calor pone de relieve mi rebeldía interior. Mis miembros obedecen lentamente, mis pensamientos son sinuosos como una onda en un agua estancada. Así, avanzando lentamente por calles como ciénagas, llego a la cita semanal en el Galdós con un ligero retraso. Ya esperan Javier, Aure, David e Ismael a los que el calor no parece restarles la menor vitalidad. Surge el comentario de los peligros que acechan en los jardines, su belleza no es inocua, dicen. Ismael que ha vuelto, esperamos que para quedarse, nos regala un relato titulado Valija varada. Su protagonista, Viliulfo, acata la máxima de “Vive como piensas o acabarás pensando como vives” y decide ver mundo. El final, sin embargo, le llega en un lugar próximo y oscuro, exento de gloria.


Llega Sagrario que nos cuenta cómo una simple pregunta formulada en la tertulia de Montesinos el día anterior puede desatar al lobo que todos, unos más otros menos, llevamos dentro. Rocío y Carmenfron toman asiento. Ismael de nuevo lee, esta vez una columna periodística titulada “Pandemia porcina”. Su crítica imaginativa e irónica en un asunto tan serio se agradece. Ha decidido entrenarse como medio fondista (mil quinientos caracteres).Sabe que la distancia no es lo determinante porque se trata de competir contra uno mismo, aunque hay que optar por una modalidad, claro.

Lee Aure unos poemas de su libro Porque soy Teseo. La edición aunque almeriense, parece disculparse (¿?) le agrada. No quiere dejar pasar la ocasión y le dedica a Monseñor Rouco Varela “ Los administradores”:

No son dueños de nada, pero nunca renuncian

a administrar ese efímero paraíso, el único

que le fue dado al hombre:

el placer.

Ni su terca esperanza en otra vida,

metáfora de todos sus deseos.

Si terribles los dioses, aún mucho más

terribles

sus administradores.

Rocío, esta vez compite como velocista, ha escrito un relato breve titulado “Cazuela de viaje con imprevistos”. Aunque rápida, la receta alimenta nuestros sentidos. Es mi turno y pongo sobre la mesa,dos poemas:

Mansión e Incendio. Necesitan algunas reformas, puede que incluso el derribo.

Mansión, después de tirar algún tabique, suena así:

Descalza

indigente

recorro habitaciones

corredores inmensos

donde arrumbé

macizos de aire

y luz detenida,

tardes almidonadas

de este ajuar siniestro.

A la mesa,

cuento los frutos

del dolor intacto.

Aún sobrarán

para mañana.

Carmenfrom nos lee un maravilloso drama rural del que se escapa un tiro que justo incide en el entrecejo de Ismael, que fulminado, cae al suelo. Quedamos estupefactos. La tertulia no es, como casi nada, inocua. Mientras tanto, se han incorporado Alma y Ana Delgado Cortés, que preparan, con Aure su próxima lectura en el Ateneo. Será el cinco de junio a las nueve y media de la noche.


Nos vemos desplazados de nuestras mesas habituales con motivo de la final de la Copa de Europa. El fútbol reclama espacio y sus seguidores, vocingleros y sedientos ocupan el que creíamos nuestro lugar.

Llega como tormenta de verano Ángeles Yagüe desde su aldea gallega, Chantada. Nos cuenta, sin que sepamos muy bien cómo interpretar su sonrisa, que en su aldea hace unos días un solteiro se suicidó. Nos estremece. Lee un cuento que nos transporta a su Galicia rural titulado “El Guerra y el cadeliño”, donde se abrazan suavemente lo mágico y lo real. En esas tierras estábamos, complacidos, soñando brisa y verde cuando nos sacude el clamor de la multitud, son las 8:56 y el Barça marca el primer tanto de la noche. Nuestra ensoñación se deshace y ya apenas alcanzamos a oírnos los de un extre

mo al otro. La conversación se fragmenta. Javier recuerda el próximo encuentro con el grupo de poesía que dirige Jesús Aparicio en Guadalajara. Por esta noche el ruido ha vencido. Nos veremos en próximos encuentros.



Celia Cañadas
3 de junio de 2009


No hay comentarios: